Martin Luther King y Abraham Joshua Heschel. Siempre juntos contra el racismo.
(Por Rufo Winter)
(Este artículo fue publicado en Semanario Hebreo en el 2013. Este martes 15 de enero, al cumplirse 90 años del nacimiento de Martin Luther King, es el momento oportuno para volver a publicarlo).
Martin Luther King y el Rabino Abraham Joshua Eschel, juntos, en la marcha por los derechos civiles, de Selma a Montgomery
¿Quién no escuchó hablar de Martin Luther King? Una de las personalidades más grandes del siglo pasado. Nacido en 1929 en los EEUU, Atlanta. Pastor de la Iglesia Bautista a los 25 años. Y desde muy joven decide luchar contra las segregación racial, especialmente endémica en los estados del sur, en uno de los cuales él vivía. Su lucha fue por la vía pacífica demostrando, al igual que por ejemplo Gandhi en décadas anteriores, que por dicha vía también se pueden –lenta, trabajosa, pero seguramente- lograr objetivos.
Como parte del movimiento por los derechos civiles organiza también a las iglesias afroamericanas en las protestas no violentas.
Organiza y dirige marchas por el derecho al voto de los afroamericanos; contra la segregación racial; por el derecho al trabajo. De a poco va consiguiendo sus objetivos y su movimiento recogiendo simpatía en buena parte de la opinión pública.
En 1964 es galardonado con el Premio Nobel de la Paz, el galardonado más joven en recibir dicho premio, por haber liderado y dirigido una resistencia no violenta con el objetivo de eliminar gradualmente los prejuicios raciales en los EEUU.
Ya en los años 50 su casa había sido atacada.
En 1968, el día 4 de abril es asesinado por un segregacionista. Aún no había cumplido los 40 años. Cinco días después el Presidente norteamericano Johnson decreta un día de duelo nacional. El primero por un afroamericano. Este gran hombre no sería el último Premio Nobel de la Paz asesinado por querer llevar a cabo nobles ideales. Pasó a la historia por su personalidad, lo que fue, lo que representó y por sobre todo la causa por la cual luchó.
Abraham Joshua Eschel entrega a Martin Luther King la distinción "Judaism and World Peace", en diciembre de 1965.
Abraham Joshua Heschel nació en 1907 en Varsovia en una familia de Jasidim.
En la década del treinta lo encontramos en Alemania, estudiando filosofía en la Universidad de Berlín y cursando estudios rabínicos en la Hochschule (Seminario Rabínico), aprendiendo junto a grandes docentes y teniendo como compañeros a colegas que posteriormente fueron grandes rabinos.
Antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial fue expulsado por los nazis a Polonia. A comienzos de la década del cuarenta se dirige a los EEUU. Primero enseña en el Hebrew Union College de orientación reformista. Años después se traslada al Jewish Theological Seminary de New York de orientación conservadora (masortí), en el cual dictó clases hasta su fallecimiento. Más bien dictó cátedra.
Con el paso del tiempo se fue transformando en un gigante del pensamiento y en un filósofo de primer nivel. De su autoría son libros como “Los Profetas”, “El hombre no está solo”, “D’os en busca del hombre”, “La Tierra es del Señor” y “El Shabat y el hombre moderno” entre otros. Estas obras quedaron en la historia de la filosofía y la teología judías.
Pero además, al decir del rabino Marshall Meyer “La voz de Heschel retumbó por todo el país enseñando que la persona religiosa tiene la obligación de participar permanentemente en la lucha por el triunfo del espíritu, contra la blasfemia religiosa del prejuicio racial y por la inaceptabilidad moral de la guerra…”.
Durante esos años tuvo lugar la Guerra de Vietnam, a la cual Heschel, al igual que Luther King se opuso terminantemente.
Rabi Abraham Joshua Heschel, “una de las voces más amadas y respetadas del judaísmo norteamericano, falleció a los 65 años de edad (1972)…justo en Shabat…fue un gigante como hombre y como judío. Representó lo mejor que puede ofrecer el judaísmo”. Así lo expresaba el rabino Marshall Meyer.
Dos gigantes. Heschel acompañó a Martin Luther King en manifestaciones contra el racismo. Famosa fue la manifestación contra la segregación racial del año 1965 en Selma, Alabama en la que, más que acompañar Heschel estuvo en primera fila junto al gran líder pacifista negro. Llegó a decir que “Cuando marché con Martin Luther King en Selma, Alabama, sentí que mis piernas rezaban”.
Ambos fueron grandes aliados en la lucha contra el racismo. Sus principios e ideales eran, sin duda comunes.
Cuando Martin Luther King fue asesinado, el rabino Heschel, a pedido de la viuda del extinto ayudó a dirigir el servicio fúnebre. Pocos años después, cuando el rabino falleció, la viuda de Luther King fue una de las personas que habló en sus funerales.
Hace algunos días, tuvo lugar en las calles de Montevideo una masiva manifestación por la joven afrodescendiente Tania Ramírez -víctima de una agresión debido a su color de piel- y contra el racismo.
Para el Comité Central Israelita era –es- una cuestión de principios éticos elementales. Valores judíos-humanos. Para el Centro Recordatorio del Holocausto también. Y sin duda, para la colectividad judía toda. Ya sea para quienes participaron como para los que no pudieron estar presentes físicamente pero sí espiritualmente.
No al racismo, no a la discriminación en cualquiera de sus formas. Unió también a negros y judíos.
Salvando las distancias de tiempo, contexto y lugar, Martin Luther King y Rabi Abraham Joshua Heschel volvieron a manifestar juntos. Y mientras la discriminación exista, es menester que ambos sigan siempre, codo a codo uno al lado del otro, caminando juntos.
Por Lic. Rafael Winter (Rufo)