Por Eli Aljanati
Tuve la desgracia de leer el articulo publicado en Brecha la semana pasada, titulado “El discreto encanto del Sionismo”, en la sección Columnas de Opinion.
Una vez resuelto a contestar las inexactitudes, insultos y falsedades del mismo, debía optar entre ceñirme uno a uno a cada aspecto cuestionable del mismo o establecer mi punto en cada uno de esos aspectos. Supongo que haré un poco de cada cosa.
En el fárrago de temas tratados (una especie de guía del perfecto antisemita latinoamericano de izquierda) resaltan dos: la tendenciosa y errada interpretación que se hace de la definición de antisemitismo propuesta por el IHRA y el ya viejo y perimido tema de antisemitismo y antisionismo.
En cuanto al primer punto, solo quien no leyó (o leyó y pretende confundir) la definición del IHRA puede decir que la misma bloquea la crítica al Estado de Israel. La IHRA ha sido especialmente cuidadosa en evitar que su definición se use para dicho propósito.
Transcribo la definición y sus aspectos medulares:
«El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto».
Para orientar a la IHRA en su trabajo, los siguientes ejemplos pueden resultar ilustrativos:
Las manifestaciones pueden incluir ataques contra el Estado de Israel, concebido como una colectividad judía. Sin embargo, las críticas contra Israel, similares a las dirigidas contra cualquier otro país no pueden considerarse antisemitismo. A menudo, el antisemitismo acusa a los judíos de conspirar contra la humanidad y, a veces, se utiliza para culparles de que «las cosas vayan mal». Se expresa a través del lenguaje, de publicaciones, de forma visual y de las acciones, y utiliza estereotipos siniestros y rasgos negativos del carácter.
Ejemplos contemporáneos de antisemitismo se observan, en la vida pública, en los medios de comunicación, en las escuelas, en el lugar de trabajo y en la esfera religiosa y, teniendo en cuenta el contexto general, podrían consistir en:
- pedir, apoyar o justificar muertes o daños contra los judíos, en nombre de una ideología radical o de una visión extremista de la religión,
- formular acusaciones falsas, deshumanizadas, perversas o estereotipadas sobre los judíos, como tales, o sobre el poder de los judíos como colectivo, por ejemplo, aunque no de forma exclusiva, el mito sobre la conspiración judía mundial o el control judío de los medios de comunicación, la economía, el Gobierno u otras instituciones de la sociedad,
- acusar a los judíos como el pueblo responsable de un perjuicio, real o imaginario, cometido por una persona o grupo judío, o incluso de los actos cometidos por personas que no sean judías,
- negar el hecho, el ámbito, los mecanismos (por ejemplo, las cámaras de gas) o la intencionalidad del genocidio del pueblo judío en la Alemania nacionalsocialista y sus partidarios y cómplices durante la Segunda Guerra Mundial (el Holocausto),
- culpar a los judíos como pueblo o a Israel, como Estado, de inventar o exagerar el Holocausto,
- acusar a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países,
- denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista,
- aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático,
- usar los símbolos y las imágenes asociados con el antisemitismo clásico (por ejemplo, las calumnias como el asesinato de Jesús por los judíos o los rituales sangrientos) para caracterizar a Israel o a los israelíes,
- establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis,
- considerar a los judíos responsables de las actuaciones del Estado de Israel.
Los actos antisemitas son considerados delitos en el momento de su tipificación (por ejemplo, la denegación del Holocausto o la distribución de material antisemita en algunos países).
Los actos delictivos son considerados antisemitas cuando los objetivos de los ataques, ya sean personas o propiedades –como edificios, escuelas, lugares de culto y cementerios–, son seleccionados porque son, o se perciben como, judíos o relacionados con judíos.
La discriminación antisemita es la denegación a los judíos de oportunidades o servicios disponibles para otros, y es ilegal en muchos países.
En cuanto al segundo punto, traer a colación la definición de antisionismo de la antisemita “Red Internacional Judia Antisionista” es un recurso interpretativo muy pobre . Digamos que una definición a medida de lo que quiero atacar. Es mas, entré en su web y no vi a NINGUN judío. Solo militantes de izquierda e islámicos. Agregarle la palabra “judía” a la organización no la hace menos antisemita.
El sionismo nada tiene que ver con eso.
El sionismo es el movimiento nacional de liberación del pueblo judío y su aspiración a vivir en su tierra . Ni mas , ni menos que eso. El sionismo no es de derecha ni de izquierda e interpretarlo en función de ello es un error conceptual muy grave.
El sionismo no es racista ni supremacista como se nos pretende hacer creer en este artículo penoso.
En este mismo articulo , asi como al pasar, aparecen temas tales como BDS y el infinitamente invocado en el imaginario popular antisemita “lobby judío”. Es verdad, en un articulo antsemita no podía faltar , y no faltó.
Sobre el BDS, ya me he expresado innumerables veces, y por suerte el Poder Judicial de muchísimos países se ha encargado de declararlo ilegitimo y discriminatorio.
En cuanto al lobby judío, al que se le otorgan poderes mágicos de hacer y deshacer a su antojo cualquier situación en el mundo , es parte de la ya vetusta escuela de Los Protocolos de los Sabios de Sion. Muchos otros defensores del judaísmo se han encargado de esto. Lamentablemente el tema (que ya tiene centenas de años) es recurrente .
No faltan en este artículo temas tales como la “limpieza étnica” y el “genocidio palestino”.
Si de limpieza étnica hablamos debería preguntarse el autor, sobre cuantos judíos viven en Gaza o en las zonas A y B bajo autoridad palestina (ah .. me olvidaba de este temita, que el autor del articulo no menciona). Porque en Israel, el 20 % de la población es árabe y muchos de ellos, nada quieren tener que ver con los palestinos. No me creen, hay encuestas. Googleen, porque no voy a hacerles el trabajo.
Tampoco menciona la limpieza étnica de judíos en Medio Oriente. Claro, ¿eso ya es mas complicado, no ?
Del llamado ”genocidio palestino” poco hay para decir. Multiplico su población 20 VECES.
La población judía mundial HOY (2020) es igual a la de 1945. Habláme de genocidio.
Y aclaro, el genocidio palestino EXISTE, si. Es el que se cometió en Siria , donde en la guerra civil de dicho país, murieron miles de palestinos. Pero claro, el que los mató no era Israel, entonces, el tema cual era ? ¿Los muertos palestinos o culpar a Israel ?.
Es risible la invocación a la alianza derecha y lobby sionista para justificar el viaje del Presidente argentino a Israel (con demonización a la DAIA incluída) y más grave aun el asumir que ese mismo lobby logró que Uruguay aprobara la definición de IHRA.
En la historia reciente, ni el peronismo ni el Frente Amplio han sido gobiernos particularmente cercanos a Israel. Sobre Uruguay basta recordar como antecedente las declaraciones de Mujica en 2014 y todas las consecuencias antisemitas que las mismas desataron.
¿Tanta fuerza tiene el “lobby” ? Y si es tan fuerte, cómo no lograr terminar con el antisemitismo ni en Argentina, ni en Uruguay, ni en el mundo ?
Para finalizar un párrafo aparte es la llamada “industria del Holocausto” o el uso cínico que se haría del mismo.
Es un insulto a la memoria de los caídos y que vale la pena contestar de la siguiente forma.
En todo el articulo de Brecha, no vi un solo comentario a favor de los palestinos, solo leí insultos y mentiras contra Israel y los judíos. Eso es lo que hace un militante pro-palestino o alguien que solo pretende usar cínicamente a los palestinos para demonizar, deslegitimar y boicotear a Israel y los judíos ?.
Recordar lo de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio, no vendría mal.