Seguir estos días la propaganda electoral de cara a los comicios del lunes en Israel, puede confundir un poco. O sea, los mensajes son claros, pero quien no está interiorizado en los pormenores de la situación política israelí, puede creer que los está entendiendo mal: es que aparecen el propio Primer Ministro Biniamin Netanyahu y otros miembros del Likud exhortando a los ciudadanos árabes a votar por ellos, y por otro lado, Ayman Odeh, jefe de la Lista Conjunta (Harreshimá Hameshutéfet), dirigiéndose directamente en hebreo a ciudadanos judíos, explicando por qué deben votar por él.
En realidad, históricamente, los partidos sionistas siempre tuvieron votantes árabes y también diputados árabes. También en la Kneset saliente. Y para sorpresa de algunos quizás, no sólo la izquierda, sino también el propio partido Likud. Es sabido que inclusive el partido ultraortodoxo Shas cuenta con apoyo en ciertas localidades árabes. Esta tendencia de apoyo árabe a listas sionistas ha bajado mucho en las últimas elecciones, aunque no ha desaparecido.
El esfuerzo del Likud
En las últimas semanas, Netanyahu ha dedicado tiempo a conseguir votos entre los ciudadanos árabes, alegando que la Lista Conjunta “no hace nada por ustedes”y que quien verdaderamente aporta por la completa inclusión es el gobierno del Likud.
El Primer Ministro fue a mitines electorales en Iblin y Tamra en la Galilea, concedió una entrevista al único canal de televisión privado en árabe Hala TV y escribió en su página de Facebook un verso del Koran sobre la peregrinación a La Meca.
Pero uno de los pasos del partido Likud que más polémica desató, fue la aparición del Vice Ministro de Defensa Avi Dichter en las redes sociales, dirigiéndose en árabe a los ciudadanos árabes para exhortarles a votar por el Likud.
En perfecto árabe coloquial- con matiz propio de los palestinos de la Franja de Gaza, lo cual no gusta demasiado a los árabes israelíes-Dichter les preguntó qué han ganado de votar a la Lista Conjunta. Da el ejemplo del ex diputado de la misma Ghattas que fue a prisión por ingresar clandestinamente teléfonos celulares para terroristaspresos, del ex diputado Azmi Bishara “que empezó a trabajar para Siria y Hizbala y se escapó a último momento antes de ir preso”, mencionó el vínculo cercano del actual diputado Ahmed Tibi con la Autoridad Palestina y “sus malos consejos” en Ramallah, y criticó directamente a Ayman Odeh, jefe de la Conjunta. “Ha llamado a los servicios de seguridad, que los cuidan a ustedes, de asesinos. ¿En qué los ayuda todo esto?”.
Y agregó. “Mientras el gobierno del Likud dedicó 15 mil millones de shekel en los últimos años a la ciudadanía árabe, los miembros de la Lista Conjunta van a Ramallah, no como embajadores de Israel ante la Autoridad Palestina sino como representantes de la Autoridad Palestina en Israel”. Y agregó una pregunta retórica: “Ustedes votan al Parlamento palestino o a la Kneset, el Parlamento de vuestro país?”.
Agregó un dato: según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, el 81% de los árabes de Israel están satisfechos con su vida en el país, o sea 4 de cada 5. “Esto es gracias a lo que hace el Likud, la Conjunta no ha aportado nada a ello”, alegó.
El planteamiento es problemático. Por un lado, los datos en sí, en general, son auténticos y ciertos. Por otro, en los últimos años, Netanyahu ha sido visto como responsable de un discurso incitador contra los árabes israelíes en las campañas electorales. Ha dicho que “los árabes corren a las urnas”, presentando su votación implícitamente como algo ilegítimo que pone en peligro a Israel. Más graves han sido pronunciamientos como “los árabes quien aniquilarnos a todos” y otras cosas similares.
Y ahora, uno de los elementos centrales en la campaña del Likud contra Gantz, es recalcar que sin el apoyo de la Lista Conjunta (lo personaliza bastante en el jefe Odeh o en el muy mediático Dr. Ahmed Tibi), Kajol Lavan no tiene gobierno.
El llamado de la Conjunta a los judíos
El llamado a votos judíos por esta lista mayormente árabe, no es un invento de Ayman Odeh. Así como fue siempre en el partido Comunista israelí, en la lista Conjunta que lo incluye como uno de sus cuatro componentes, también hay hoy participación judía, aunque menor que en otros años. El partido tiene un diputado judío, Ofer Kasif, y es sabido que tiene votantes judíos. Pero ahora, la Lista Conjunta ha lanzado una campaña destinada explícita y puntualmente a obtener más votos de la población judía, diciendo que votando a los partidos de izquierda no tienen ninguna certeza que no terminan yendo a apoyar un gobierno del Likud.
Pero en el mensaje más reciente difundido por la Lista Conjunta en todas sus redes sociales, aparece Ayman Odeh, quien la encabeza, destacando lo que presenta como los “valores comunes” que deben motivar a los ciudadanos judíos a votarlo a él.
“Me dirijo a los ciudadanos judíos. Amigos, tenemos intereses comunes. El 0’% de los judíos y el 90% de los árabes, quieren vivir en paz, democracia, con justicia social y en igualdad. No son sólo intereses, sino también los valores de acuerdo a los que hay que vivir”.
Y agrega, al mencionar la importancia de la solidaridad, “quién más que los judíos saben qué es ser una minoría perseguida. Este elemento es recurrente en los mensajes de la Lista Conjunta, a pesar de la libertad de la que gozan los ciudadanos árabes, al igual que el resto del país.
“Nosotros, los ciudadanos árabes, somos objeto de una incitación salvaje de parte del Primer Ministro, que también difunde mentiras, que primero dice que los árabes corren a las urnas, luego que roban y que quieren aniquilar a todos”, acusa. “Nos hemos convertido en una minoría perseguida, en peligro”, alega.
Y finaliza con el mensaje central: “Hay que entender bien la ecuación. No es todos los judíos contra todos los árabes, sino árabes y judíos juntos contra la ocupación y a favor de la paz, contra la discriminación y por la igualdad, por la democracia, contra la política económica neo-liberal y por una política de justicia social. Tenemos dos opciones: ganar juntos o perder por separado. O sea, que hay en realidad sólo una opción: ganar juntos”.
Y un poco de historia reciente
Según un estudio de Arik Rudnitzky, investigador del Programa de Relaciones judeo-árabes en el Instituto Israelí de Democracia, el potencial máximo de la ciudadanía árabe israelí, junto con la minoría drusa, si votaran todos por listas árabes, sería de 18 escaños. En las elecciones de abril 2019, aprovecharon el 74% de su potencial .Dos listas árabes obtuvieron, juntas, 10 escaños, y los votos de otros casi 3 escaños y medio fueron a listas judías, incluyendo algunas que no lograron entrar a la Kneset.
En las elecciones de setiembre último, en las que votó un 10% más que en las anteriores (entre la ciudadanía árabe), el público árabe aprovechó el 87% de su potencial. Dio 13 escaños a la Lista Conjunta y los votos que ascenderían a 2 escaños y medio –si hubieran entrado todos- fueron a listas judías. Votantes árabes y drusos dieron un escaño a Kajol Lavan, lo cual le dio ventaja por sobre el Likud y la convirtió en la lista más grande de la Kneset.
El principal ganador del aumento en la participación de la ciudadanía árabe en las elecciones, fue la Lista Conjunta, que obtuvo el 80% de esos votos. “Esto se puede atribuir a una campaña de fondo agresiva destinada a incrementar la participación entre los árabes, así como a una reacción a la campaña negativa del Likud contra la legitimidad del voto árabe en las elecciones”, escribió el autor del informe.
Por otra parte, el hecho que en la campaña de Kajol Lavan se habló directamente también a la ciudadanía árabe, aunque no incluía ningún candidato árabe en su lista- aunque sí una candidata drusa, Gadir Mreeh, surtió efecto . “El votante árabe se convencerá de que su voto cuenta y tiene impacto, si los líderes de los principales partidos judíos les transmiten un mensaje directo”, afirma Rudnitzky. “Esto, aunque lo probable es que de todos modos, los votantes árabes voten por la Lista Conjunta, que promete no sumarse a la coalición”.
Uno de los puntos más interesantes en relación al tema de los votos árabes por partidos sionistas, de cara a la votación del lunes, es ver qué sucede con el partido de izquierda Meretz, que siempre se presentó como una lista en la que hay auténtica cooperación y participación judeo-árabe. En las elecciones del 2 de marzo, Meretz ya no se presenta solo sino que se unió-algunos dirán que fue absorbido-con el partido laborista ahora llamado Avoda-Gesher, en la nueva lista Avoda-Gesher-Meretz-lo cual dejó al ex diputado árabe de Meretz Issawi Freij en un lugar irreal. “En esta situación, el único partido judío que seguirá siendo una opción viable para los votantes árabes, es Kajol Lavan”.