Hemos hecho un resumen de la versión en español del artículo
“Coronavirus: Por qué debemos actuar ya”.
Por Tomás Pueyo (*)
N. de Ana J:
Amigos lectores, el artículo original en inglés, que está circulando ampliamente por las redes sociales, es muy extenso, lleva media hora su lectura (o algo más) e incluye una veintena de gráficos con tablas y datos estadísticos diversos de gran interés. Decidimos resumirlo para simplificar la lectura y hacerla un tanto más accesible, claro que sin alterar nada del contenido. Espero que sea de ayuda.
Con todo lo que está ocurriendo con el Coronavirus, puede resultar muy difícil tomar una decisión sobre cómo actuar hoy. ¿Deberíamos esperar a tener más información?¿Hacer algo ya? Y si es así, ¿qué?
Este artículo incluye las siguientes cuestiones, acompañados de múltiples gráficas, datos y modelos con abundantes fuentes de referencia:
¿Cuántos casos de coronavirus habrá en tu zona?
¿Qué pasará cuando estos casos se materialicen?
¿Qué deberías hacer?
¿Cuándo?
Cuando termines de leer el artículo, esto es con lo que deberías quedarte:
El coronavirus está yendo hacia a ti.
Lo está haciendo a velocidad exponencial: primero gradualmente y luego repentinamente.
Es cuestión de días. Quizás una semana o dos.
Cuando llegue, tu sistema sanitario estará saturado.
La gente tendrá que ser atendida en los pasillos.
El personal sanitario estará agotado. Algunos de ellos contagiados, otros morirán.
Tendrán que decidir qué pacientes reciben el oxígeno y cuáles dejan morir.
La única manera de prevenir esto es el aislamiento social hoy. No mañana. Hoy.
Esto significa mantener a cuanta más gente posible en casa, desde ya.
Como político, empresario o representante de tu comunidad, tienes el poder y la responsabilidad de prevenir esta catástrofe.
Puede que te asalten las dudas: ¿Y si estoy exagerando? ¿Se va a reír la gente de mí? ¿Se van a enfadar? ¿Estoy provocando el pánico? ¿No será mejor esperar a que otros hagan algo primero? ¿Estaré causando un daño irreparable a la economía?
Pero en 2–4 semanas, cuando el mundo entero esté en aislamiento, cuando estos pocos y tan preciados días de distanciamiento social te hayan permitido salvar vidas, nadie te va a criticar: te agradecerán que hayas hecho lo correcto.
El número total de casos creció exponencialmente hasta que China los contuvo. Pero una vez extendido fuera de China, se convierte en una pandemia que nadie puede parar.
El gran aumento en la cantidad de contagiados, se debe principalmente a Italia, Irán y Corea del Sur.
Si quieres entender lo que ocurrirá, o cómo prevenirlo, tienes que analizar aquellos casos que ya han pasado por ello: China, los países del este asiático con experiencia en SARS e Italia.
Tomando el ejemplo de Wuhan en China, donde comenzó todo, está claro ya que hay una diferencia enorme entre la cantidad de casos diagnosticados y por ende en conocimiento de las autoridades y lo que realmente ocurre en el terreno.
Por ejemplo, el 21 de enero, el número de nuevos casos diagnosticados se dispara: se registran alrededor de 100 casos nuevos. En realidad, ese día hubo 1,500 nuevos casos, creciendo exponencialmente. Pero las autoridades no sabían eso. Lo que supieron es que de repente habían aparecido 100 nuevos casos de esta nueva enfermedad.
Dos días después, las autoridades aislaron Wuhan. En este punto, el número de nuevos casos diarios diagnosticados era de ~ 400. Apunta este número: la decisión de cerrar la ciudad fue tomada cuando se detectaron 400 nuevos casos diarios. En realidad, hubo 2,500 nuevos casos ese día, pero ellos no sabían eso.
Al día siguiente, otras 15 ciudades de Hubei fueron aisladas.
Hasta el 23 de enero, cuando Wuhan cierra, crece exponencialmente la cantidad de contagiados porque los casos reales se estaban disparando. Tan pronto como Wuhan queda aislada, el número de casos empieza a remitir. El 24 de enero, cuando otras 15 ciudades se aíslan, el número de casos reales se detiene. Dos días más tarde, se alcanza el máximo número de casos reales y desde entonces ha ido descendiendo.
Diversas regiones de China podrían haber sido escenario de crecimiento exponencial del virus. Pero gracias a las medidas puestas en marcha a finales de enero, todas ellas detuvieron el virus antes de que pudiera extenderse.
Mientras tanto, Corea del Sur, Italia e Irán tuvieron un mes entero para tomar nota(aprender?), pero no lo hicieron. Empezaron con el mismo crecimiento exponencial de Hubei y sobrepasaron cada una de las regiones chinas antes de finales de Febrero.
Países del Este Asiático
Los casos se dispararon en Corea del Sur, pero alguien se ha preguntado ¿por qué en Japon, Taiwan, Singapur, Tailandia o Hong Kong no lo han hecho?
Todos ellos se vieron afectados por el SARS en 2003 y todos ellos aprendieron de aquella experiencia. Aprendieron cuán viral y letal podría llegar a ser y se lo tomaron muy en serio. Es por eso que todas sus gráficas, a pesar de iniciar su crecimiento mucho antes, aún no parecen exponenciales.
¿Qué va a pasar cuando estos casos de coronavirus se materialicen?
El coronavirus ya está aquí. Está escondido y está creciendo exponencialmente.
¿Qué pasará en nuestros países cuando nos golpee? Es fácil saberlo, porque ya hay varios lugares donde está pasando. Los mejores ejemplos son Hubei e Italia.
Mortalidad:
- Los países que están preparados verán una tasa de letalidad del virus del 0.5% aproximadamente (Corea del Sur) al 0.9% (resto de China).
- Los países que se vean abrumados tendrán una tasa de letalidad entre el 3%-5% aproximadamente.
Dicho de otra manera, los países que actúen rápidamente pueden reducir el número de muertes por un factor de al menos 10. Y esto sólo contando la tasa de letalidad. Actuar rápido también reduce dramáticamente los casos, lo cual hace de ello la solución más evidente.
Los países que actúan rápido reducen el número de muertes al menos por un factor de 10
Entonces, ¿qué tiene que hacer un país para estar preparado?
La Presión en el Sistema de Salud
Alrededor del 20% de casos requieren hospitalización, 5% de los casos requieren Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y alrededor del 2.5% requiere ayuda intensiva como ventiladores u OMEC (Oxigenación por Membrana Extracorpórea).
El problema es que los ventiladores y OMECs no se pueden fabricar o comprar fácilmente. Hace unos años, en los EEUU había un total de 250 máquinas OMEC, por ejemplo.
Así que, si de repente hay 100.000 personas infectadas, muchas de ellas querrán hacer el test. Alrededor de unas 20.000 requerirán hospitalización, 5.000 tendrían que ir a la UCI y 1.000 necesitarán máquinas de las que no hay suficientes. Y esto es sólo con 100.000 casos.
Esto es sin tener en cuenta otros problemas como las máscaras. Un país como EEUU sólo tiene un 1% de las máscaras que necesita para cubrir las necesidades de su personal sanitario (12 millones de máscaras N95, 30 millones de máscaras quirúrgicas frente a los 3.500 millones que se necesitan). Si muchos de los casos aparecen a la vez, habrá máscaras sólo para 2 semanas.
¿Qué Pinta Tiene un Sistema Sanitario Saturado?
Las historias que ocurrieron en Hubei y las de Italia están empezando a parecerse de manera escalofriante. Hubei construyó dos hospitales en 10 días, pero aún así, estaban completamente abrumados.
Ambos países se quejaron de que los pacientes inundaron los hospitales. Tuvieron que ser atendidos en cualquier parte: pasillos, salas de espera…
Los trabajadores sanitarios y personal médico pasa horas con el mismo material protector puesto ya que no tienen suficientes. Esto se traduce en que no pueden dejar las zonas infectadas durante horas. Cuando lo hacen, colapsan de cansancio y deshidratación. Ya no hay turnos. Mucha gente retirada es llamada para cubrir necesidades. Gente que no tiene ni idea de enfermería se entrena de la noche a la mañana para realizar tareas cruciales. Todos están de guardia, siempre.
Esto es hasta que caen enfermos. Lo cual ocurre muy a menudo, porque están sometidos a una exposición constante al virus, sin protección suficiente. Cuando esto sucede, son puestos en cuarentena durante 14 días, en los cuales no pueden ayudar. En el mejor de los escenarios, dos semanas perdidas. En el peor, la muerte.
Lo peor esta en las UCIs, cuando los pacientes necesitan compartir los ventiladores u OMECs. Estos son en realidad imposible de compartir, así que los sanitarios deben decidir que pacientes los usarán. Esto en realidad significa decidir quién vive y quién muere.
“Al cabo de unos días, tenemos que elegir. […] No todo el mundo puede ser entubado. Decidimos en función de la edad y el estado de su salud.”
— Christian Salaroli, médico italiano.
Todo esto es lo que lleva a un sistema a tener una tasa de letalidad del ~4% en lugar del ~0.5%. Si quieres que tu ciudad o tu país sean parte del 4%, no hagas nada hoy.
¿Qué deberíamos hacer?
Aplastar la curva
Esto ya es una pandemia. No puede eliminarse. Pero lo que podemos hacer es reducir su impacto.
Algunos países han sido ejemplares. El mejor es Taiwan, muy conectado a China y con menos de 50 casos hoy en día. Este artículo científico explica todas las medidas que tomaron de forma temprana, centradas en la contención.
Ellos han sido capaces de contenerlo, pero muchos países no tienen su experiencia y no han podido hacerlo. Ahora, están centrados en mitigar los efectos de la enfermedad. Tienen que hacer el virus tan inofensivo como sea posible.
Si reducimos las infecciones tanto como podamos, nuestros sistemas sanitarios serán capaces de gestionar los casos mucho mejor, reduciendo la tasa de letalidad. Y si extendemos esto en el tiempo, llegaremos a un punto en el que la sociedad podrá ser vacunada, eliminando todo el riesgo a la vez. Así que nuestro objetivo no es eliminar los contagios por coronavirus. Es posponerlos.
Cuanto más posterguemos los casos, mejor podrá funcionar el sistema sanitario, más baja será la tasa de mortalidad y más alto el porcentaje de población que podrá ser vacunado antes de ser infectado.
¿Cómo se aplasta la curva?
Distanciamiento social
Sólo hay una cosa muy sencilla que podemos hacer y que funciona: distanciamiento social.
Recordemos el caso de Wuhan. Tan pronto como se dictó un aislamiento total, los casos se redujeron. Esto es porque la gente dejó de relacionarse y el virus dejó de extenderse.
El consenso científico actual dice que este virus puede propagarse a lo largo de 2 metros si alguien tose. De otro modo, las gotitas caen al suelo y no te infectan.
La peor infección viene entonces a través de las superficies. El virus puede llegar a sobrevivir hasta 9 horas en diferentes superficies como el metal, cerámica y plásticos. Esto significa que cosas como los pomos de las puertas, las mesas o los botones del ascensor pueden convertirse en vectores de transmisión terribles.
La única manera de reducir realmente esto es a través de distanciamiento social: que la gente se quede en sus casas tanto como sea posible, durante el máximo tiempo posible hasta que esto retroceda.
Esto ya fue probado en el pasado. Concretamente, en la pandemia de gripe de 1918.
Lecciones de la pandemia de gripe de 1918
Un ejemplo de varios. La cantidad de muertes en distintas ciudades, fue resultado directo de la rapidez con que se tomaron medidas. Por ejemplo, una ciudad como St. Louis tomó medidas 6 días antes que Pittsburg y tuvo menos de la mitad de muertes. De media, tomando medidas 20 días antes, redujo la tasa de mortalidad a la mitad.
Italia se ha dado cuenta finalmente de esto. Primero, aislaron Lombardía el domingo, y un día más tarde, el lunes, se dieron cuenta del error y decidieron que tenían que aislar a todo el país.
¿Cómo pueden los políticos contribuir al distanciamiento social?
La pregunta que se están haciendo los políticos hoy no es si deberían hacer algo, sino cuáles son las acciones apropiadas que deberían tomar.
Hay varias etapas para el control de una epidemia, empezando con anticipación y terminando con la erradicación. Pero ya es demasiado tarde para la mayoría de las opciones. Con este nivel de casos, las dos únicas opciones que los políticos tienen en frente son la contención y la mitigación.
Contención
Contener significa asegurarse de que todos los casos son identificados, controlados y aislados. Es lo que Singapur, Hong Kong, Japón o Taiwan están haciendo tan bien: Muy rápidamente limitan el número de personas que llegan, identifican a los enfermos, los aislan inmediatamente, utilizan material protector eficaz para proteger a su personal sanitario, investigan todos los contactos, los ponen en cuarentena…Esto funciona extraordinariamente bien cuando se está preparado y se hace de manera temprana y no es necesario parar la economía para ello.
La estrategia de China: Los esfuerzos que realizó para luchar contra el virus son abrumadores. Por poner un ejemplo, formaron 1.800 equipos de 5 personas cada uno rastreando a cada persona infectada, todos aquellos con los que se habían relacionado, después todos con los que se habían relacionado éstos últimos y después aislándolos a todos. Así fue como fueron capaces de contener el virus en un país de mil millones de personas.
Esto no es lo que los países occidentales han hecho. Y ya es demasiado tarde. El anuncio reciente de EEUU sobre la prohibición de viajar entre gran parte de Europa y EEUU, es una medida de contención en un país que tiene, a día de hoy, 3 veces el número de casos que Hubei tenía cuando quedó aislada, creciendo exponencialmente.
La restricción de viajes a Europa de la administración estadounidense es buena: probablemente nos haya hecho ganar unas horas, quizás un día o dos. Pero no más. No es suficiente. Es contención cuando lo que se necesita ahora es mitigación.
Una vez que se tienen cientos o miles de casos creciendo en la población, prevenir que lleguen más o rastrear los existentes e aislar sus contactos, ya no es suficiente. El siguiente nivel es la mitigación.
Mitigación
Mitigación requiere un distanciamiento social riguroso. La gente tiene que dejar de salir y quedar con otros para bajar la tasa de transmisión (R), de R = ~2–3 donde el virus progresa sin control, a por debajo de 1, cuando eventualmente muere.
Estas medidas requieren el cierre de empresas, tiendas, transporte público, escuelas y asegurarse del cumplimiento de las mismas. Cuanto peor es la situación, más estricto debe ser el distanciamiento. Cuanto antes se impongan unas medidas rigurosas, antes podrán retiradas, más fácil será identificar los casos en proceso y menos gente será infectada.
Esto es lo que tuvo que hacer Wuhan. Esto es lo que Italia estuvo forzada a aceptar. Porque cuando el virus está fuera de control, la única medida que funciona es que todas las zonas infectadas dejen de propagarlo a la vez.
Con miles de casos oficiales — y decenas de miles de reales — esto es lo que países como Irán, Francia, España, Alemania, Suiza o los EEUU tienen que hacer. Hoy.
Pero no lo están haciendo.
Algunos negocios han implantado el teletrabajo, lo cual es fantástico.
Algunos eventos multitudinarios están cancelándose.
Algunas áreas afectadas se están aislando.
Todas estas medidas ralentizarán al virus.
Pero no es suficiente para que la tasa de transmisión, R, pase del 2.5 al 2.2 o incluso al 2. Necesitamos que esté por debajo de 1 durante un periodo prolongado para matarlo. Y si no podemos hacer eso, tenemos que aproximarnos lo posible a una tasa del 1, tanto tiempo como sea posible, para aplastar la curva.
Así que la pregunta es: ¿Cuáles son los sacrificios que tenemos que hacer para bajar la R? Este es el menú que Italia ha puesto delante de todos nosotros:
· Nadie puede entrar o salir de áreas aisladas, a menos que se demuestren razones familiares o laborales.
· El tránsito dentro de estas zonas debe evitarse, a menos que esté justificado por razones personales de urgencia o razones laborales que no puedan posponerse.
· Está altamente recomendado que todos aquellos con síntomas (infección respiratoria y fiebre) se queden en su casa.
· El tiempo libre del personal sanitario está suspendido.
· Cierre de todas las instituciones educativas (escuelas, universidades…), gimnasios, museos, estaciones de ski, centros sociales y culturales, piscinas y teatros.
· Los bares y restaurantes tienen un horario limitado de apertura de 6 de la mañana a 6 de la tarde, con una distancia mínima de un metro entre las personas.
· Todos los pubs y clubs deben cerrar.
· Toda actividad comercial debe mantener una distancia de un metro entre los clientes. Los que no puedan garantizarlo deben cerrar. Los templos religiosos pueden permanecer abiertos mientras puedan garantizar esta distancia.
· Las visitas de amigos y familiares a los hospitales quedan restringidas.
· Las reuniones de trabajo deben posponerse. Debe fomentarse el trabajo desde casa.
· Todos los eventos deportivos y competiciones, públicas o privadas, están canceladas. Aquellos eventos importantes pueden realizarse a puerta cerrada.
Dos días después, añadieron: “No, de hecho, hay que cerrar todos los negocios que no son esenciales. Así que ahora estamos cerrando todas las actividades comerciales, oficinas, cafés y tiendas. Sólo el transporte, las farmacias y las tiendas de alimentación permanecerán abiertas.”
Una estrategia es ir incrementando las medidas gradualmente. Desgraciadamente, eso le da el virus un tiempo precioso para continuar expandiéndose. Si quieres estar seguro, hazlo al estilo de Wuhan. La gente puede que se queje ahora, pero te lo agradecerán más tarde.
¿Cómo pueden los líderes empresariales contribuir al distanciamiento social?
Si eres un líder empresarial y quieres saber lo que deberías hacer, el mejor recurso para ti es el Staying Home Club. Es una lista de las políticas de distanciamiento social que han sido promovidas por las empresas tecnológicas de EE.UU. — hasta ahora, 328. Van desde permitir hasta obligar a trabajar desde casa, a restringir las visitas, viajes o eventos.
Hay más cosas que cada empresa debe definir, como qué hacer con los trabajadores por hora, si mantener la oficina abierta o no, cómo realizar entrevistas, qué hacer con las cafeterías…Si quieres saber cómo gestionó mi empresa algunas de estas cosas, incluyendo una plantilla anunciando el plan a tus empleados, aquí está la que mi compañía, Course Hero, utilizó (versión de sólo lectura aquí, en inglés).
¿Cuándo?
Ahora, ya.
Si aún estás dudando porque nadie tiene síntomas, piensa que el 26% de los contagios se producen antes de que haya síntomas.
Conclusión: El coste de la espera
Puede dar vértigo tomar una decisión hoy, pero no deberías planteártelo de esta manera.
Esta es una amenaza exponencial. Cada día cuenta. Cuando retrasas de un simple día una decisión, no estás contribuyendo a unos pocos de casos. Ya hay probablemente cientos o miles de casos en tu comunidad. Cada día que no hay distanciamiento social, estos casos crecen exponencialmente.
(*) Sobre el autor
Datos recabados de Wikiaboutworld.com
Tomás Pueyo Brochard, nació en Francia, en un hogar combinado de padres cineastas originarios de Francia y España. Se especializa en psicología del comportamiento humano, diseño , escritura y relatos, entre varios otros temas. Tiene dos títulos Master en Ingeniería en universidades europeas y de la universidad de Stanford. Trabajó en el Silicon Valley en diseño y marketing de productos en las industrias de entretenimientos, finanzas y medios de comunicación.
Es el Vicepresidente de Crecimiento para una plataforma digital de aprendizaje llamada Course Hero a través de la cual los miembros pueden acceder a más de 20 millones de recursos específicos de estudio aportados por una comunidad de estudiantes y educadores. La temática va desde economía a literatura, pasando por biología, historia, contabilidad, psicología y mucho más. Ha recibido diversas distinciones por su actividad en tecnología y desarrollo de formas de trabajar, destacándose además aplicaciones que creó para Facebook y móviles y reconocimientos que ha recibido por sus escritos.
Está casado y tiene 3 hijos.
Se lo puede seguir y leer a través de la plataforma Medium.com, en Twitter y Facebook