Noticias

Theodor Herzl, el parteaguas del movimiento sionista

 Por Nicolás Ferencz

No es fácil intentar traer algo nuevo e interesante cuando se trata de Herzl, fundador del sionismo político y reconocido por muchos como padre del movimiento. Su vida se ha convertido más que la de cualquier otro fundador del sionismo en objeto de estudio, cabe estudiar el porqué.

Todos escuchamos del caso Dreyfus y las conclusiones que saca Herzl al respecto. La realidad es que pocas de sus ideas sobre las raíces del antisemitismo y necesidad de un hogar nacional son novedosas para la época, ya las habían abordado Pinsker, Hess, Kalischer y tantos otros décadas atrás. Y varios de ellos de una manera mucho más completa.


¿Cuál fue, entonces, la novedad en Herzl? Herzl fue el primero en lograr ubicar al Sionismo, por primera vez, en la opinión pública mundial.

Hasta aquel entonces, el sionismo era un fenómeno marginal del pueblo judío, un excentricismo de un puñado de eruditos judeo-rusos. Herzl colocó la cuestión nacional judía en la mesa de la discusión política mundial de finales de siglo XIX, y desde entonces allí se quedó.

Lo que ayudó a Herzl a dar este salto en la historia del sionismo fue su profesión -periodismo- y personalidad. Herzl se entrevistó con magnates judíos como Rotschild y el Barón de Hirsch -este último impulsor de la colonización judía en América y Argentina-

Se entrevistó con el papa, el Káiser Guillermo ll, el sultán turco, el archiduque de Baden, con el gobierno británico... Intentó convencer a todos de la necesidad de un estado judío, pero, por distintas razones, ninguno de sus intentos tuvieron éxito. Un completo fracaso...

¿Completo? No, porque logró llegar a ellos, algo que ningún sionista antes había hecho. Les propuso planes e ideas. Herzl, un periodista pobretón, sin movimiento ni representación, se codeó con los grandes mundiales, parándose como el representante de un potente movimiento.

Herzl, entre otras cosas dramaturgo, realmente se metió en su personaje, su  “famosa” foto con el Kaiser Guillermo debe ser una de las primeras fotos trucadas de la historia, en un intento de pintar una realidad que no era tan auguradora para el sionismo.

Esta teatralización de la realidad tan común en él, catalogada por varios de ridícula, fue realmente efectiva. El sionismo estaba condenado a ocupar una efímeras páginas en los libros de historia judía. Herzl fue el 'click' que el movimiento precisaba.

En el campo de las ideas, si bien advertí que Herzl no fue muy novedoso, hay cosas interesantes para destacar. Básicamente, sus ideas están plasmadas en dos obras, 'Der Judenstaat' y 'Altneuland' escritas en 1896 y 1902 respectivamente.

Altneuland es un libro que recomiendo. Una novela utópica, de lectura liviana, muy didáctica, donde Herzl proyecta un estado judío en Palestina hacia 1923. No sólo describe al futuro estado como un refugio para los judíos sino que lo construye como un modelo de justicia social.

Porque Herzl es otro hijo de su contexto, fruto de la emancipación vienesa. Abierto a nuevas ideas humanistas, en el mismo contexto donde nacía la socialdemocracia. Se imagina una 'nueva sociedad' un estado cosmopolita formada por judíos -y no judíos- provenientes de todos lados

Herzl veía al futuro estado culturalmente europeo, pero de avanzada, sin los problemas que estos ya tenían. Fue de los primeros en proponer el sufragio universal, incluyendo a las mujeres, que para aquel entonces en ningún estado europeo tenían ese derecho. Hasta pensó la bandera del futuro estado con 7 estrellas por las 7 horas de la jornada laboral que él proponía, en épocas que las jornadas eran de 16 horas, un adelantado!

Pero su paradigma humanista, utópico, poca cabida tuvo luego en el sionismo. Culturalmente, el sionismo tiene muy poco que agradecerle a Herzl. El nuevo paradigma del 'sabra' que predominó tiene sus orígenes mucho más en las masas inmigratorias rusas obreras que representan culturalmente lo opuesto. Herzl hasta hubiera sido tildado de tener una mentalidad diaspórica bajo el nuevo paradigma sionista!

Lamentablemente, Herzl fallece en 1904 con 44 años y no mucho más que el convencimiento de que algún día el estado sería una realidad.

 

Ultimas Noticias Ver más

Esta página fue generada en 0.1202230 segundos (3518)
2024-04-25T05:05:25-03:00