En comunidad

Uruguay retoma la actividad religiosa en comunidad de acuerdo a un protocolo firmado en Presidencia con líderes cristianos y judíos

Fotos: Federico Gutiérrez, Iglesia Católica, Montevideo

El viernes de mañana comenzó a circular por los grupos de whatsapp un mensaje firmado por el Rabino Max Godet de la Kehila, que fue el detonante de esta nota.

Primero, compartamos el lindo mensaje:

“Queridos amigos,

Comparto con ustedes una breve anécdota, para reflexión. Ayer, participé de una reunión en Torre Ejecutiva junto a los representantes de las religiones en Uruguay, con el Dr. Álvaro Delgado y algunos ministros. Discutíamos protocolo para reapertura de los templos. La fecha definida fue el sábado 20. Cuando la fecha fue anunciada, el ministro Isaac Alfie, preguntó "¿Por qué no el viernes 19, así los judíos pueden ir al Kabalat Shabat?". Sin pensar dos veces el Dr. Álvaro Delgado dijo, "Me parece muy correcto, cambiemos la fecha para el 19". 

A veces nos enfocamos tanto en lo que está mal, en el antisemitismo, o en las limitaciones. Seamos agradecidos por lo que SI tenemos. Es una brajá poder vivir en tiempos y en países, que como nuestro Uruguay, no solamente tenemos libertad para profesar nuestra fe, sino que somos oídos y considerados, con mucho respeto, como religión y como pueblo.

Les envío un fuerte abrazo,

Nos vemos la próxima semana en el Shil.

¡Shabat shalom!

Rabino Max Godet”

 

 

Para lectores no judíos que puedan dudar de alguna palabra, la explicación, antes de seguir con la nota:

- kabalat shabat es la ceremonia de comienzo del Shabat, que se celebra los viernes de noche, y significa literalmente “la recepción del Shabat”. 

- Brajá significa bendición

- Shil significa sinagoga

 

 

Pues bien…tras disfrutar leyendo el mensaje del Rabino Max Godet, lo llamamos para oír más detalles sobre el trasfondo del mismo.

Lo primero fue la confirmación: este viernes 18 se puede volver a hacer ceremonias de Shabat en comunidad, con las limitaciones determinadas. Por su parte, los cristianos podrán volver a sus respectivos servicios en las iglesias.

 

Coordinación entre el gobierno y los líderes religiosos 

La reunión del jueves a la que se hacía alusión en el mensaje fue la llevada a cabo en la Torre Ejecutiva en relación al comienzo de la “nueva normalidad”, uno de cuyos puntos se refiere a la reanudación de los actos religiosos, con determinadas limitaciones.

 

Estuvieron presentes varios líderes religiosos cristianos, representantes de distintas iglesias,  y también judíos: los rabinos Max Godet de la Kehila, Daniel Dolinsky de la NCI, el Presidente del Comité Central Israelita Samy Canias y el Director Ejecutivo de la NCI David Telias. Del lado del Ejecutivo, estuvieron el Secretario de Presidencia Álvaro Delgado, el Ministro de Salud Pública Daniel Salinas y el Subsecretario de la cartera, el Director del Sistema Nacional de Emergencias Sergio Rico y el Director de la OPP Economista Isaac Alfie, que es el contacto con el Grupo Asesor Científico Honorario coordinado por el Profesor Rafael Radi.

El grupo, junto a la Torre Ejecutiva 

 

En la reunión se firmaron los detalles del Protocolo para la vuelta a las actividades religiosas, con las nuevas limitaciones:

-En el espacio físico no puede haber más que un tercio de la capacidad normal del local. O sea, si se trata por ejemplo de una iglesia o sinagoga con capacidad para 150 fieles, por ahora podrán participar únicamente 50.

- Las personas que participen deberán registrarse antes.

- Debe haber una separación de un metro y medio entre los participantes.

- Las celebraciones no pueden exceder los 45 minutos

- No puede haber más de una celebración religiosa por día. Cada comunidad debe elegir cuál prefiere llevar a cabo.

- Todo se debe realizar con los cuidados de higiene obligatorios: alcohol en gel, tapabocas y demás.

 

El Rabino Daniel Dolinsky de la NCI recalcó que el protocolo, elaborado y evaluado por el Ministerio de Salud Pública, “lo  firmamos juntos para que sea compromiso de parte de las comunidades, autorización de parte del gobierno y acompañamiento, para que untos podamos construir esta  nueva normalidad”.

Se firmó,explicándose por qué la apertura de los espacios religiosos no era indiscriminada. “Nos explicaron que los nuevos focos que había habido en lugares donde la enfermedad se había controlado, habían tenido que ver con actividades religiosas y celebraciones religiosas”, dijo Dolinsky. “Explicaron por qué eran reacios y uno de los elementos que mencionaron fue que en las celebraciones religiosas se canta, lo cual aumenta el riesgo de propagación. Pero ahora, bajo ciertos protocolos, quieren que la gente pueda tener también la oportunidad espiritual de conectarse, lo cual  es muy importante especialmente para las personas de fe”.

 

Un contacto que ha ido evolucionando

“Podríamos ver el origen de este vínculo en la oración interreligiosa por la Patria en la Catedral, cuando asumió el Presidente”, recordó Godet. “Pero desde allí se amplió el círculo y en la Torre Ejecutiva el jueves éramos 12”.

El grupo ya tuvo una primera reunión en el mes de abril, de composición más reducida: el Cardenal Daniel Sturla, dos líderes evangélicos, el Rabino Dolinsky y el Rabino Godet. En la reunión del jueves, la asistencia ya fue mucho mayor.

“El objetivo era claro: hablar sobre cómo se retomarán las actividades religiosas  en esta nueva fase de la nueva normalidad. Y en unos días se programará la segunda fase, si seguimos bien como hasta ahora, con mayor flexibilidad”.

Preguntamos al Rabino Godet si para el gobierno el contacto con este grupo interreligioso es una vía más para transmitir mensajes a los fieles de distintos credos, o también poder contar con la autoridad moral de los líderes religiosos como ayuda en la lucha contra la pandemia.

“Yo creo que ambas cosas”, respondió el Rabino de la Kehilá, destacando que “este grupo puede servir para que el gobierno nos contacte siempre que quiera hablar a las religiones”. Y agregó: “El Secretario de Presidencia Álvaro Delgado entendió desde el principio que desde lo religioso tenemos una llegada distinta a la gente y que podemos ayudar para que los mensajes lleguen a las comunidades”. 

Al respecto recordó que en Uruguay no hubo cuarentena obligatoria sino una fuerte exhortación a la gente a quedarse en casa. “El gobierno nunca impuso nada sino que llamó a la gente a actuar con responsabilidad. Si los líderes religiosos pueden ayudar a llegar al alma de la gente para explicarles precisamente que actúe con responsabilidad, es muy importante”, acotó.”Es por eso que Presidencia confió en nosotros desde un comienzo. Y para retomar la actividad, también nos pidió que exhortemos a la gente a seguir actuando con responsabilidad”

El contacto formal más directo es entre Presidencia y el Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, quien comparte los contenidos con los demás líderes religiosos.

 

Y antes de Presidencia…

 

Un detalle interesante de estos contactos, es la unión y buena dinámica entre los miembros del grupo interreligioso, que antes de ir a la reunión en la Torre Ejecutiva, se dio cita en el Arzobispado para coordinar posiciones. 

“Desde hace ya un buen tiempo hemos estado trabajado para esta reapertura  de las celebraciones”, nos dijo el Cardenal Sturla, recordando que la primera reunión con el Secretario de Presidencia había sido el 2 de abril y que luego de la misma algunos de los líderes religiosos “filmamos  un mensaje en la Plaza Independencia exhortando a nuestros fieles a vivir la dimensión religiosa pero sin participar en celebraciones, desde su casa”.

Sturla, que es el contacto directo con el gobierno,agregó que “hemos estado muy comunicados entre nosotros, aportando las novedades que en este caso yo iba teniendo de parte del gobierno y viendo cómo podíamos ir llevando el diálogo  para que se diera lo que finalmente se dio este jueves”. Fue el anfitrión de la reunión previa, antes de ir a Presidencia. “En el Arzobispado nos reunimos previamente a la reunión con el gobierno, para ponernos de acuerdo  en algunos aspectos, para tratar de compartir cuál era la postura común, todos con deseos de empezar las celebraciones y al mismo tiempo conscientes de que esto debía de hacerse con mucho cuidado porque el Uruguay está muy bien en esto, el gobierno ha liderado muy bien y hay que seguir así”. 

Al mismo tiempo, para el Cardenal y todos sus colegas de otros credos, era muy importante hallar la forma de poder retomar la actividad religiosa de modo positivo. “Somos muy conscientes de la importancia de la atención espiritual  de nuestro pueblo y cómo era importante para ello la reapertura de las celebraciones”, comentó.

 “Era muy importante ir al Ejecutivo con un discurso unificado”, comentó el Rabino Godet. “Me enorgullece ver la dinámica y la forma en que todo esto fluye tan bien”. 

Y había lo que coordinar, ya que no todos en el grupo veían igual las limitaciones que se planeaban para el comienzo de la “nueva normalidad” en lo referente a las ceremonias religiosas. “Cada uno podía considerar que un punto determinado le resultaba muy importante, pero la característica fue que cada uno supo transar en algo para que todos respetemos lo que quiere la mayoría, y para que nos presentemos unidos”.

El Rabino Godet destacó la buena relación tanto con el Rabino Dolinsky de la NCI como con los miembros cristianos del grupo. “Es un grupo muy lindo, amistoso, nos llevamos muy bien y también es un foro muy práctico. Creo que es un modelo para copiar en otros lados”, aseguró.

Lo confirma el Cardenal Sturla, hablando con mucha cercanía sobre los demás. “Nos pusimos de acuerdo rápidamente. Yo me he sentido muy respaldado  por los dos rabinos, por Daniel y por Max en todo este tiempo, muy unidos”, aseguró.

Y nada mejor que el símbolo con el que finalizaron la reunión en el Arzobispado, antes de ir a la Torre Ejecutiva: “Antes de salir, hemos rezado aquí en casa”, contó Sturla. “Cantamos juntos el Hine ma tov uma naím, shevet ahím gam iájad” (He aquí cuán bueno y agradable es, los hermanos juntos”.

 

La gran esperanza

En unos días pues, se inicia una nueva etapa, clave para gente de fe.

“Gracias a Dios la próxima semana estaremos comenzando nuevamente la actividad religiosa en comunidad, con grupos reducidos, en tiempo reducido”, comentó el Rabino Dolinsky. “Espero  que todos nuestros hermanos judíos, evangélicos y católicos  lo tomen con muchísima responsabilidad, ya que  Uruguay le viene ganando al Coronavirus y gran parte del futuro depende también de cómo nosotros nos comportemos”.

Y agregó: “Tenemos una oportunidad de demostrar que las religiones y los líderes religiosos  somos responsables  y asumimos el rol que nos toca dentro de la sociedad . Y que las religiones ocupan un lugar importante para que  la gente pueda  tener su experiencia espiritual, sin dejar de contribuir a que la  lucha contra el Coronavirus  se siga desarrollando en Uruguay como viene, muy bien”. 

Ana Jerozolimski
(13 Junio 2020 , 19:08)

Ultimas Noticias Ver más

Esta página fue generada en 0.1318791 segundos (16077)
2024-04-24T19:15:12-03:00