Entrevistas

Mano a mano con Edith Blaustein

Me gustaría que en pocas palabras nos cuentes tu biografía.
Me siento muy honrada con el hecho que Semanario Hebreo quiera realizar  por tu intermedio querida Janet una entrevista. Es realmente un gran placer retomar el contacto contigo y con los lectores del Semanario. 

Naci en Montevideo en 1955, mis padres inmigraron a fines de la década del veinte, mi madre desde Kobrin y mi padre de Chernovich. Tengo cuatro hijos – Dina, Raquel, Shie y Ionatan, siete nietos y estoy casada con el Dr. Yehuda Sczwartz.

Egresé del Instituto Yavne en 1972,  finalicé el profesorado de Historia en el  Instituto de Profesores Artigas  y obtuve el título de Magíster en Educación, de la Universidad Católica. 

Pertenezco a la primera generación de egresados de Leatid, un programa del Joint, en Buenos Aires. Más tarde realicé el posgrado del Instituto Melton de Educación de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Además, soy coach ontólogico, obtuve el título en el instituto dirigido por el Dr. Rafael Echeverría en la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile.

Trabajé como Docente de Historia Hebrea en el Instituo Yavne y en la Escuela Integral. Dirigí el Centro de Estudios Judaicos entre 1982 y 1989. Fui directora General  del instituto Yavne entre 1991 y 1995. Más tarde, ya en Chile, fui Directora general del Vaad Hajinuj y del Instituto Hebreo de Santiago de Chile entre 2002 al 2008. 

En el 2008 hice aliá con mi hijo Ionatan, mis hijos Raquel y Shie ya vivían acá, Dina vive en Montevideo. Vinimos a vivir a Jerusalem. 

Trabajo, desde fines de 2008, como vicedirectora de la Fundación Shavei Israel. 

Qué hermosa pregunta. Ser madre primeriza a los 20 años es un desafío, a los 25 años ya tenía tres hijos. La maternidad a una edad temprana fue una bendición, crecés con tus hijos, y al mismo tiempo es gran desafío, porque uno debe dividirse en varias partes: madre, estudiante, docente, esposa, estar preocupada por la parnasá. Mi madre (Z´L), me ayudó mucho. Crié sola a mis hijos y de no haber sido por su amorosa ayuda no sé cómo hubiera hecho, porque a los 26, muy joven también, me divorcié. Entonces el desafío es más grande, es mucha responsabilidad y la verdad es que agradezco a D-os porque hice las cosas lo mejor que pude. Aprendí de mis padres  que lo más importante es estudiar, eso fue lo que le enseñé a mis hijos. BH, lo aprendieron bien. 

 

¿Qué fue el CEJ para vos? Le quiero  contar a nuestros lectores que no lo conocieron? ¿Qué recuerdo tenes de la publicación Contextos?

Ejemplar de mi biblioteca de la revista Contextos


 

Nuestro encuentro, Janet, fue en el Centro de Estudios Judaicos, un emprendimiento del  Departamento de Dor Tzahir de la Agencia Judía en conjunto con las Universidades de Jersualem y de Tel aviv. Fue un gran honor que me designaran directora de una institución de educación para adultos en una época difícil. Recordemos el contexto de dictadura que había en Uruguay. Una crisis económica muy importante además justo en ese año 1982. Se cerraban lugares de estudios, así que era un privilegio también para Uruguay poder tener ese espacio. La comunidad judía se enriqueció mucho con el Programa de Identidad judía que impartía el CEJ y duraba dos años. El CEJ fue, sin duda, un faro de luz en todo sentido, un plantel de docentes locales de gran nivel con docentes invitados de Buenos Aires, de la Universidad Hebrea y de la Universidad de Tel Aviv. Famosos fueron los talleres de Identidad Judía que realizamos basados en las historias de vida de los alumnos.

Recuerdo el valor que los egresados le daban al diploma final, recorren en mi memoria tanto docentes comunitarios como alumnos inolvidables que pasaron por sus aulas. Gente adulta muy ilustrada. Entre los emprendimientos que realizamos en el CEJ estaba la revista Contextos, con un equipo editorial  de alumnos de lujo con artículos, entrevistas, ilustraciones hechas con profesionalismo y amor que influyeron en la vida comunitaria de esos tiempos. Y tú, Janet, formaste parte de ese lindo equipo.

¿Trabajaste en la educación judía en varios países de Latinoamérica? ¿Cómo fue tu experiencia?
 

Una experiencia enriquecedora que me permitió conocer la vida judía latinoamericana. Quiero destacar mi experiencia chilena como directora general  del Vaad Hajinuj y del Instituto Hebreo un colegio modelo de alrededor de 1500 alumnos. Fueron años muy intensos que me permitieron ser parte de la comunidad chilena y hacer amigos entrañables con los que sigo en contacto hasta el día de hoy. Tengo mucho cariño por la comunidad chilena y estoy muy agradecida por la oportunidad que tuve de realizar proyectos y transformar la educación judía de esa comunidad. El hecho de haber convertido el Instituto Hebreo en trilingüe ha sido una de las bases de su éxito actual. Llevé a Chile la experiencia de Taglit, y también Hillel para los jóvenes universitarios. Hicimos un programa de intercambio con un colegio de New Jersey. Agregamos al viaje de estudios a Israel una parada previa en Polonia, de esa forma elevamos el viaje a una dimensión de experiencia transformativa para los alumnos Desarrollamos la Semana de Verano para la comunidad adulta, y un sin fin de proyectos más. Recuerdo que  cuando me retiré  del cargo para hacer aliá dejé treinta proyectos en marcha.

¿En qué años trabajaste en el Yavne? ¿Cuántos alumnos acudían?
 

Fui directora general del Yavne entre 1991 y 1995,  en ese momento había alrededor de 500 alumnos. Años muy intensos en la dirección, donde programamos con el equipo docente cambios estructurales profundos. Dos recuerdos que llegan a mi memoria: cuando llamé a un padre, joven en esos momentos, Dani Cohn y le pedí que se integre a la comisión directiva, todo el resto es historia.Y cuando  trajimos el minian de la Bney Akiva de la Escuela Integral, que funcionaba en los Iamim Noraim, al Yavne, esa  fue la base del minian exitoso hasta el día de hoy en un precioso Beit Kneset.

¿Cómo fue tu adaptación a Israel en lo profesional? Y en lo personal?


 

Hice aliá con la convicción que ¨Eretz Israel niknet al isurim¨, es decir que la Tierra de Israel se consigue con sacrificio.  Tuve ¨siata dishmaia¨, ayuda Divina, en la klitá. Raquel ya estaba casada, tenía tres hijos ya y Shie que vino a vivir con Ionatan y conmigo hasta que se casó y ya hoy tiene cuatro hijos. Así que mis hijos fueron y siguen siendo un apoyo constante que me permitió aclimatarme como en casa. En el camino conocí gente maravillosa, entre ellos a mi esposo, que junto a mis amigos de toda la vida, el Rabino y la Rabanit Birenbaum, nos permitieron a Ionatan y a mí tener una  muy buena klitá, no sin dificultades, por supuesto, pero sin duda exitosa.  

Desde 2008 trabajo como vicedirectora de Shavei Israel (www.shavei.org) una fundación creada por Michael Freund, que hizo aliá desde New York. Michael, cuando se desempeñaba como asesor de Netaniahu en su primera cadencia, recibió una carta de un grupo del Noreste de la India que se reconocía como descendientes de la tribu de Menashe. En la carta pedían ¨a su hermano Iehuda¨  que los ayudara a llegar a Eretz Israel. Michael, a diferencia de otros que desecharon la carta, decidió responderles. A partir de esa carta se prometió hacer todo lo posible para traerlos a Israel. Y esa es una de nuestras tareas en Shavei Israel, en donde Michael se encarga fundamentalmente del ¨fundraising¨  y yo de la dirección de la institución. Tenemos departamentos que se encargan de Bnei Anusim (descendientes de aquellos que mantuvieron su judaísmo en secreto luego de la expulsion de los judíos de España), inclusive hay quienes desean volver plenamente al judaísmo y nosotros los ayudamos, tanto a los que viven en Europa como en América Latina. Dentro de ese departamento funciona el Majon Miriam, que acompaña en la  conversión a los alumnos de habla española, portugués e italiano y el Majon Milton para alumnos de habla inglesa. 

El Gran Rabinato de Israel es quien establece los criterios para toda esta tarea. Trabajamos también con los judíos ocultos de Polonia, que ocultaron su judaísmo luego de la Shoá y que hoy sus nietos se descubren judíos y quieren volver a sus raíces. 
También trabajamos con los Subotniks en Rusia y con la comunidad judía de Kaifeng en China.  Con el  patrocinio del Ministerio de Cultura creamos el centro Maani, de preservación de la cultura de las diferentes comunidades con las que estamos en contacto, donde aprendemos y compartimos las diversas tradiciones que desarrolló cada comunidad para preservar el judaísmo.  Así que tengo una tarea apasionante. 

Ya hemos logrado traer a Israel a unos 3.000 bnei menashe, que viven en doce ciudades de Israel. Creamos para ellos un centro de absorción para cuando llegan a Israel, allí los acompañamos durante tres meses para que pasen por la conversión con los daianim del Rabinato de Israel. Luego los acompañamos en su absorción en las diferentes ciudades, cuando ya están instalados. 

He viajado ya varias veces a la India a dirigir la “operación retorno”. En uno de los viajes me tocó a mí traer a Israel un grupo de cien bnei menashe. La verdad, es lo más parecido a sentirse Moshe Rabeinu por unas horas. La emoción es indescriptible, ellos tienen un himno que habla de la esperanza de llegar a la Tierra de Israel y a Jerusalem, siempre lloro de emoción al llegar a Israel con esa canción y ver cómo cada uno besa la enorme mezuzá que está  en la entrada del aeropuerto. En estos momentos el gobierno de Israel aprobó la llegada de 250 olim de bnei menashe y nos encontramos en plena planificación y organización, un avión de Elal que fletamos especialmente los traerá y junto al Ministerio de Absorción nos ocuparemos de su inserción en la sociedad israelí previo pasaje por el centro de absorción que nosotros montamos donde pasan la conversión.  

Sin duda es un privilegio ser parte de esta importante institución.

Yo te conocí siendo modern orthodox. Tengo el recuerdo del papel higiénico cortado en shabat en el baño de tu casa. ¿Cómo es tu vida hoy en ese sentido?


 Mi familia, cuando nací, no era religiosa, de hecho hasta que no llegué al Yavne en primero de liceo, y a la Bney Akiva, yo no sabía hebreo. Fueron esas instituciones, que evidentemente marcaron mi vida, las que me permitieron enamorarme del judaísmo, estudiar y empezar a cumplir mitzvot. 

Adopté el algoritmo judío, del que habla el Rabino Jonathan Sacks (ZT´L), a mi vida. Creo con convicción completa que el judaísmo es una forma de vida plena de significado, no hay día en que no estudie un capítulo del Tanaj y ahora también la página diaria del  Talmud, es alimento para el alma.

¿Qué extrañas de Montevideo?
 

En primer lugar a mi hija Dina que vive allí, a mis padres (Z´L) que están enterrados en el cementerio de La Paz, no extraño algo específico pero sin duda llevo a Montevideo dentro de mi corazón. Un fenómeno interesante es la lengua, el español, yo tengo la dicha de poder manejarme (leer, escribir) en español, inglés y hebreo, pero hay veces que extraño el español, quiero ver una película o leer un libro porque hablar hebreo o inglés es para mí como estar vestida de calle, y el español es estar en pantuflas y con ropa de entrecasa.

¿Tus amigas de toda la vida de qué origen son y de qué época de tu vida?
 

Tengo amigas de toda la vida que fui haciendo en las diferentes etapas de mi vida, de la Bney Akiva, del CEJ, del Yavne, se le sumaron amigas chilenas que son increibles y últimamente también israelíes. Quiero mencionar a mi amiga Lea Cesarco, que conocí en el CEJ, con la que estoy en contacto todo el tiempo. También a Cuca Sandbrand y a Mary Fogjel realmente la lista es larga gracias a D´s.

Siempre fuiste una mujer muy trabajadora.  Dentro del hogar judío…
 

Cuando mis hijos iban al gan les enseñaban que ¨papá trabaja y mamá cocina¨, no creo que nadie hoy hable así. Mis hijos me vieron trabajar toda la vida, con esfuerzo y ellos también lo hacen. Mis hijas son profesionales, tienen maestrías y trabajan en roles importantes, mi nuera también. Creo que las mujeres judías podemos ser profesionales en diversos ámbitos. Incluso en la vida judía, en la sinagoga también ha habido muchos cambios en los lugares que ocupan las mujeres como docentes, estudiosas del Talmud, etc.

En Uruguay hoy tenemos una VicePresidente mujer que la sacaron de las listas por luchar por las mujeres, Golda Meir fue Primera Ministra en  1969. Uruguay tiene más mujeres en el Parlamento y según he leído Israel tiene menos en esta legislatura que en la anterior. ¿Qué me podes comentar de esto? 
 

Sin duda la mujer en Israel ocupa un lugar muy importante. Lo podés ver en los medios de comunicación y también en la política. En relación a Uruguay las mujeres acá, en ese sentido tiene más relevancia. La Directora General de la Industria aeronáutica israelí es una ingeniera, son roles que tradicionalmente no se asociaban con mujeres. 

 Sos abuela. Contame qué significa ser abuela para vos y ejercerlo.

Ser abuela para mí, es como recibir un premio. Por ahora tengo siete nietos, la más chica tiene tres y los más grandes 18 (son mellizos). Son todo mi orgullo. Es muy especial estar con ellos y disfrutarlos. Cada viernes cuando nos saludamos para shabat les digo cuánto los amo y lo orgullosa que estoy de ellos. Te confieso que ejerzo una “abuelidad” activa,  me importa establecer rutinas, a veces organizo peulot, como cuando era madrijá. Me gusta pasear, prepararles comidas, comprar dulces, enseñarles español, estudiar juntos, cosas que sin duda recordarán cuando, D´s mediante, sean adultos.

 

 

Janet Rudman
(20 Noviembre 2020 , 09:07)

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