En comunidad

Recuerdos, amistad, y años de colaboración con Semanario Hebreo

Por el abogado Dr. Israel "Lito" Creimer

 

N. de Red: El Dr. Creimer quedaba a cargo del  Semanario Hebreo cuando su Director viajaba a Israel, lo cual reflejaba una profunda confianza de parte de José Jerozolimski.

 

 

Vamos a decir la verdad. Cuando Ana Jerozolimski  me pidió una nota para conmemorar los 60 años del Semanario Hebreo me puse a escribir fluidamente y sucedió algo que puede resultar extraño. Conté de mi amistad con su padre José  y de sus actividades periodísticas. Ya sea periodismo escrito, radial e incluso televisivo. Señalé, asimismo, la poco frecuente continuidad con que salía este órgano periodístico después de la desaparición física de José,  a través de Ana.

Terminado el artículo lo releí y me resultaba familiar. Revolviendo viejas carpetas me encontré con la nota que escribí  hace 16 años con motivo del fallecimiento de José e, increíblemente, era casi igual a lo que acababa de escribir y mandar. Ante ese autoplagio le comuniqué a Ana que escribiría un nuevo artículo que dijera algo diferente. No debe pretenderse que sea objetivo, pues no lo soy. Es muy grande el afecto de toda la vida a la familia Jerozolimski.

Si ya había señalado la portentosa figura de José, ahora el tema debía ser otro. Debe referirse a la continuidad -que a pesar de los problemas económicos de siempre- esta tribuna periodística permanece. Ahora, con presencia en internet.

“La fruta no cae lejos del árbol”, suele decirse, y por ello no es extraño que la familia de Iero, como siempre le decíamos, haya seguido con su quijotada de editar para la colectividad judía del Uruguay prensa que le es particularmente dirigida.

José contó siempre con el apoyo de su familia. Recuerdo muy bien cuando la esposa Taiby lo acompañaba en la locución de la radio. Pero ahora, en otra etapa, la labor de Ana es absolutamente excepcional y remarcable. No me olvido de Ariel que siempre con su acertado ojo fotográfico nos hacía  “Miradas” a las que vale la pena atender detenidamente.

Por supuesto que Ana es mucho más que el Semanario. Es una periodista muy completa, de la misma línea  de su padre. Objetiva pero combatiente.

Cuando hace ya muchos años, emigró a Israel se dedicó a hacer estudios de la cultura islámica. Luego, se lanzó al periodismo con intensidad. No sé si todavía sigue pero, en algún momento, era corresponsal de la B.B.C. Escribe y aparece en varios medios de prensa uruguayos y sus opiniones, incluso las que se publican en el Semanario tienen -por lo menos- tanta influencia como las del sistema institucional de la colectividad judía en nuestro país.

Ella es un ser de los que no hay muchos. Inteligente, muy simpática sin que por ello haga concesiones cuando debe poner límites. Sus editoriales son bien fundamentados, con extremo rigor. En las entrevistas sabe preguntar y extraer del entrevistado lo máximo que este puede dar.

Ana es una bendición para todos y le deseo que siga en el camino de su padre y lo supere. Así él, seguramente, le quedará muy agradecido.

En general, los hijos de los héroes bíblicos no están a la altura de su padre. Claro, hay excepciones: Salomón era hijo de David.

Parafraseando “El cantar de los cantares” Ana ha cuidado muy bien la viña de su padre.  La ha agrandado. Su vino es exquisito.

 

Ultimas Noticias Ver más

Esta página fue generada en 0.0774841 segundos (3615)
2024-04-20T05:15:03-03:00