La pandemia del Coronavirus jugó un papel clave en la campaña electoral israelí. El Primer Ministro Biniamin Netanyahu se presentó como el salvador del país con las vacunas, alegando que “las traje yo” y por otro lado, sus adversarios criticaron duramente su manejo de la crisis, aclarando que traer las vacunas era su responsabilidad como jefe de gobierno.
Lo indudable es que se llegó al día de las elecciones en una situación incomparablemente mejor que hace unos meses, con menos de mil contagiados por día y más del 55% de la población ya vacunada contra el Covid. No es de descartar en absoluto que esto ayude a Netanyahu en las urnas, aunque también entre quienes lo votaron en elecciones anteriores hay críticas por diversos puntos de su accionar en los últimos tiempos, incluyendo lo relacionado al Coronavirus.
Pero más allá de estos aspectos puramente políticos, hay un hecho que llamaríamos de emocionante, en lo relacionado al virus y las elecciones: la organización del Estado-concretamente de la Comisión Electoral Central- y de los hospitales, para garantizar que también los infectados internados o en cuarentena puedan usufructuar su derecho ciudadano a votar e influir así en su propio futuro y el del país.
La Comisión Electoral Central agregó 1100 urnas especiales para atender esta necesidad y determinó que todos aquellos ciudadanos que se encuentran en aislamiento serán trasladados al sitio en el que deben votar ,en vehículos que serán enviados a recogerlos, pagados y encargados por el Estado. Si bien no en todos los casos funcionó y hubo gente que se quedó esperando que los vayan a buscar, el sistema, en términos generales, sí hizo posible que los aislados no pierdan la posibilidad de votar.
De todos modos, según los datos conocidos hasta el momento, muchos menos de los enfermos de Covid registrados se dirigieron a votar.
Lo más singular fue lo ocurrido en los hospitales, equipos de protección de por medio, para hacer posible que también los enfermos de Coronavirus puedan votar.
El primero en informar al respecto fue el Centro Médico Sourasky, conocido también como hospital Ichilov de Tel Aviv. Su oficina de prensa compartió imágenes de la votación.
En el Centro médico Rambam en la ciudad de Haifa fueron instaladas 4 urnas , 3 de ellas para los enfermos “comunes” y los equipos médicos, y la cuarta, la ubicada en el departamento de Coronavirus.
A las 7.30 de la mañana, los secretarios del colegio electoral en el lugar, Muhamad Hussein y Tamar Shohat, comenzaron a organizarse para preparar todo lo necesario: los dobles sobres en los que se colocarían las papeletas de los votantes, los posters con las listas de los partidos y sus letras respectivas-que ayudan a guiar a los votantes-, el biombo tras el cual cada ciudadano elige qué poner en el sobre.
Muhamad Hussein, que trabaja en el hospital como personal de mantenimiento, ya estuvo enfermo de Coronavirus , internado en el mismo departamento al que ayudó este martes a organizarse para que se pueda votar.
El primer votante que llegó a la urna fue Ismail Bahuti de 29 años, de la localidad de Mashhad, quien contó que no pierde jamás la oportunidad de participar en las elecciones.
Luego llegó Alegra Israel, de 80 años, nacida en Egipto, que llegó a Israel de jovencita y contó que había estado dudando si votar. Llegó finalmente a hacerlo, llevando consigo duros recuerdos personales.Su hijo mayor Moti Israel, que era policía, fue asesinado en febrero de 1993 en un atentado terroista cuando estaba sentado en su patrullero. Su segundo hijo falleció poco después de cáncer. A pesar de las tragedias que vivió, Alegra irradia optimismo, contaron del Rambam.
Desde el Centro Médico Sheba, su Director Profesor Itzjak Kreiss declaró al visitar el departamento de Coronavirus que “el proceso democrático se mide en sus puntos más desafiantes y es indudable que hoy, la fuerza de la democracia está pasando dignamente este examen”.
En el Sheba fueron instaladas 7 urnas para permitir que voten tanto los 1.000 pacientes internados (no sólo en Coronavirus sino en todo el hospital) y los equipos médicos que allí trabajan. De ellos, 4 fueron ubicadas en sitios en los que están hospitalizados precisamente los enfermos de Covid: medicina interna Corona, Corona pediátrica, Corona Ginecológico y Corona Psiquiatría.
Votaron también en el hospital Hadassah de Jerusalem, donde 53 internados en Coronavirus y en el CTI Corona podían presentarse y cumplir con su privilegio ciudadano.
Escribimos estas líneas cuando faltan aún tres horas para el cierre de las urnas. Esperamos que la jornada electoral resulte positiva para el Estado de Israel.
