Anna Donner

Anna Donner

Nació en Montevideo, el 21 de setiembre de 1966. Es narradora, poeta, analista en sistemas y docente. Publicó las novelas "La Judía de Montevideo", "Amarse con los ojos cerrados y las piernas abiertas", “La Herencia”, "El Amo de mi Memoria", "Made in 1981" y "El hijo de la ciudad".Participó de las antologías poéticas: "Rapsodias 2",  "Pasos Encontrados", "Detrás de Velos",  "Breve muestra de poesía contemporánea del Río de la Plata", "Un solo mare e la paruola" de poesía italiano/español de Assiciazione Grecam - Roma y "100 Poetas Más por la Paz". Participó del 18 Festival de Poesía de La Habana,  presentando la performance: "Era un monstruo y no la revolución".

Columna de opinión

Los mapas

Por favor, no me muestres más mapas.
Existen unas guerras y otras guerras. Unas guerras venden, y otras guerras no venden.
Existen muertes. Unas muertes venden, y otras muertes no venden (otras no.muertes venden).

No existe nada más perverso, que andar vestido de buen samaritano haciéndose el preocupado por alguien que se muere cuando esa muerte en sí misma no importa en lo más mínimo, sino que lo importante es quién fue el matador.


Existe un engranaje tan perverso como adictivo para todos los antisemitas de mundo: la causa palestina. A través de la misma se regocijan en gritar (una vez más, porque el antisemitismo es más viejo que el mundo mismo): “Muerte a los judíos”.


Pueden decir “muerte a los judíos” y no serán políticamente incorrectos porque los “judíos” andamos matando palestinos perse. Muchos cobardes, van caminando por el mundo mostrándose “revolucionarios-por-los-oprimidos”, por lo tanto, no quieren sacar del closet a ese antisemita que los habita. Es entonces que de pronto, las palabras “sionista” y “antisionista” son proferidas por bocas de dragones que escupen las llamas de las hogueras de los autos de fe, bocas que otrora estuvieron deleitándose mientras contemplaban las piras del Santo Oficio quemando a los Hijos de Israel.
El antisemita del siglo XXI, es cobarde. Fácilmente detectable, dirá frases como “Yo no tengo nada contra los judíos, si hasta tengo amigos judíos”, o, “Yo no odio a los judíos, odio a los sionistas”, o, “Yo no soy antisemita, soy antisionista”. Las palabras tienen distintos colores, según los labios que las pronuncian. “Sionista” en la boca de un antisemita funciona como un insulto.


Hablemos del sesgo antisemita


Cada vez que en Medio Oriente estalla una guerra, el antisemita está de parabienes. Se abre un espacio donde podrá insultar, escupir, “matar” a todos los judíos sin que nadie lo culpe porque esos “judíos” están “matando palestinos”.
Esta nueva escalada de violencia en Medio Oriente coincide con la aciaga situación de los migrantes marroquíes a España. Sin embargo, parecería ser que ellos no son “caldo de cultivo” para los “revolucionarios-por-los-oprimidos”. No importa en absoluto que muchos murieron en el mar y no acusan a España por haberlos rechazado en la frontera. Aunque fueron 6000 almas las “devueltas”, 6000 oprimidos que buscando un mejor futuro tuvieron la osadía de cruzar el mar, no hay palabras para ellos. Ni para sus opresores.


Hay muchos otros conflictos que están vigentes en el mundo, pero los “revolucionarios-por-los-oprimidos” los descartan. Sin embargo, el conflicto del Medio Oriente, es harina de otro costal.


No hay nada más abyecto y cizañero que el subir fotos de niños muertos (cuando esos niños no les importan), sí y solo sí para demostrar cuán cruel es el “villano judío”. En este mecanismo siniestro, de pronto salen de sus cuevas millares de ilustres ilustrados portando el trillado mapa de Uruguay-Israel, o el otro, el del territorio israelí en Palestina. No es la intención del presente artículo refutar esos mapas. Pero sí el antisemitismo disfrazado de maledicencia que hace que las fotos de los niños muertos, los mapas y las banderas palestinas inunden las redes sociales.
Sin embargo, los judíos tenemos prohibido mencionar a Hamas, una organización ultra ortodoxa islámica, terrorista, que está gobernando Gaza y lleva disparados hasta la fecha más de 3000 misiles hacia el territorio israelí, con el cometido de atacar a la población civil, rebotando además un porcentaje de los mismos cayendo sobre Gaza.


Los antisemitas del mundo no descansan: nos gritan y escriben que “nos merecemos” que Hamas nos ataque, nos llaman “asesinos”, y nos desean la muerte. Existen unas guerras y otras guerras. Unas guerras venden, y otras guerras no venden. El conflicto del Medio Oriente es “maravilloso” para todos los antisemitas del mundo: los antisemitas a secas o los que llevan puesta la careta del antisionismo. Es la excusa perfecta para (una vez más) durante toda la historia de la humanidad de pogromos, asesinatos en la hoguera en los autos de fe de la inquisición, asesinatos en las cámaras de gas de los nazis, de gritarnos “Judíos”.


Judíos como insulto, revelando y desvelando ese odio que habita a los antisemitas del mundo.
Mapas, banderas, fotos de muertos. ¿De los marroquíes? No, de los palestinos.
Los hechos hablan por sí mismos.
Anna Donner Rybak. 20/5/2021

Anna Donner
(21 de Mayo de 2021 a las 09:16)

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