El programa desarrollado por el Dr. Oscar Spalter (médico cardiólogo uruguayo formado en cardiometabolismo y metabolismo en Boston y Lifestyle medicine en Manly, Australia), llamado “VACUNA METABÓLICA” se basa en la regulación metabólica por medio de la modificación del estilo de vida (Lifestyle medicine).
En esta pandemia de COVID 19 ha logrado que el 100% de las personas que se encontraban en el programa antedicho y se contagiaron de COVID hayan cursado la enfermedad de forma leve a asintomática, y con un máximo de 3 días de duración de la enfermedad.
La muestra de personas referidas es de 200.
A su vez, mediante este programa se ha logrado revertir enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial, fibromialgia, algunos tipos de diabetes, algunos tipos de cánceres con sus metástasis, entre otros.
¿Qué es la VACUNA METABÓLICA?
En primer lugar, debo aclarar que no es una vacuna en sentido literal.
No es ninguna sustancia que se inyecta.
Se trata de un programa que integra todos los órganos para que funcionen interconectados de la mejor manera posible, disminuyendo al máximo los “deshechos” de un mal funcionamiento metabólico; y obviamente, se trabaja la situación emocional de cada una de las personas.
Los “deshechos “antedichos son las llamadas hormonas inflamatorias. Sin entrar en sus nombres, estas hormonas erosionan y lesionan a todos los órganos, formando una inflamación crónica.
La inflamación crónica, que puede ser manifestada por obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial, es un seductor que atrae al coronavirus y no solamente lo atrae, sino que favorece fehacientemente la aparición de complicaciones, como ser una “tormenta de citoquinas“ exagerada.
Cuando la persona presenta una inflamación crónica, su medio interno tiende a ser ácido, estado que favorece a todas las enfermedades antedichas.
Por el contrario, un medio interno alcalino o básico actúa como un repelente del coronavirus, y en caso de contraerlo, se cursa la enfermedad de forma muy leve, de corta duración y sin secuelas.
Todo esto lo afirmo por la experiencia de los casos anteriormente descriptos. Es por eso que se le llama LA VACUNA METABÓLICA.
Debo aclarar que las personas que contraen la enfermedad pero no tienen la VACUNA METABÓLICA, su evolución será incierta ya que su organismo no está preparado.
¿De qué manera se logra obtener LA VACUNA METABÓLICA?
Este concepto ha llegado a varias partes del mundo, y varias revistas americanas me han solicitado que escriba un artículo sobre este tema.
Dado que el Semanario Hebreo Jai me acompañó durante todo el proceso de crecimiento profesional en este tema, como forma de manifestarle mi agradecimiento, decidí que sea el medio en el que haga mi primera publicación sobre la Vacuna Metabólica.
Volviendo al título de este ítem, debo explicar que todos podemos tener la vacuna metabólica. Y es un excelente aliado de las vacunas contra el COVID 19, sea cual sea, las cuales enfáticamente las indico y recomiendo.
Previo a la llegada de las vacunas farmacológicas, quienes estaban en el programa Vacuna Metabólica, cursaban la enfermedad de forma leve a asintomática.
Luego de la llegada de las vacunas, y sabiendo que ninguna tiene un 100% de efectividad, muchas personas enfermaron, varios de gravedad.
Quienes tenían la vacuna metabólica, pero no habían cumplido el período de inmunización con las vacunas farmacológicas, puedo asegurar que o no enfermaron, o cursaron la enfermedad de forma muy leve.
Para definir qué tipo de Vacuna Metabólica necesita una persona, se debe hacer un diagnóstico de situación, ya que todas las personas tienen estilos de vida diferente, lo que determina que su metabolismo sea diferente.
Lo que buscamos es, en base a su estilo de vida real, adaptar el programa para que sea lo más sencillo posible realizarlo y de esta manera regular su metabolismo.
Obviamente, como efectos colaterales la persona pierde peso, se siente más activa, aumenta su autoestima y agilidad mental.
La actividad física es otro de los pilares de este programa. Y utilizando el concepto “haz lo que yo hago, y no lo que yo digo” personalmente concurro a realizar actividad física a ambientes abiertos con los integrantes del programa. Esto genera energía grupal, aumenta la motivación para estar y sentirse bien y, lo más importante, mejora francamente la calidad de vida.
