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Emiratos, Líbano, Irán y Jordania después del último conflicto Israel-Gaza

Por Gaston Saidman     Fuente: https://orientemedio.news/

Todo revuelo que surge entre Israel y la Hamas puede tener diversas fuentes acerca de aquello que lo provocó; cada lado intenta exponer su punto de vista y justificar la razón de sus acciones.

Estos últimos acontecimientos que se viven en la zona con el inicio del operativo Guardián de las Murallas llevado a cabo por el ejército israelí, que se inició el pasado 10 de mayo, es la respuesta de Israel a la ola de ataques que comenzaron unos días antes de la celebración del día de Jerusalén.

Activistas palestinos atentaron contra ciudadanos israelíes en la calle, como hicieron en las épocas de intifadas anteriores, pero esta vez la situación fue diferente, los ciudadanos israelíes hartos de estos actos decidieron responder a las agresiones callejeras creándose un campo de batalla. Acto seguido, en la franja de Gaza la organización terrorista Hamas renovó su ataque de misiles afectando ciudades como Tel Aviv, algo que hasta el momento no sucedía, o por lo menos no hasta esta escala, teniendo en cuenta que los civiles que siempre sufrieron estos conflictos son los que habitan en la zona del sur de Israel.

Hamas sorprendió a Israel con un número de 5000 misiles. Gracias a la Cúpula de Hierro se evitó que la mayoría explotase en Israel. Al mismo tiempo y como era de esperar, las FDI respondieron con ataques en blancos específicos donde fueron eliminados algunos líderes de alto rango del Hamas.

Otros factores indican que la fuente del problema comenzó cuando Hamas emitió un ultimátum al gobierno israelí en el cual amenazaba con atacar si las fuerzas policiales israelíes no se retiraban del Monte del Templo y del barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén, siendo esta la excusa utilizada por el lado palestino y sus ciudadanos para llevar a cabo el desorden. Acto seguido, se vivió todo lo que vimos por los distintos medios de comunicación.

El mapa político del Medio Oriente durante el conflicto

Este tipo de conflictos bélicos no son nuevos en el Medio Oriente pero en este último si nos fijamos en los distintos puntos de vista de los países que componen esta zona, sea de aquellos que opinaron como así también de quienes notamos su presencia justamente por su silencio, notaremos que los intereses políticos no son los mismos. Hamas junto con la Autoridad Palestina ya no lograron llamar la atención como en tiempos anteriores.

Emiratos árabes Unidos

Comparando con la época anterior a los «Acuerdos de Abraham», donde podemos decir que se hicieron públicas las relaciones que Israel tenía con los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, hoy el acuerdo movió también los intereses políticos revelando una posición de los Emiratos completamente distinta y para nada pro palestina. Podría ser que su nueva relación con Israel les dio la seguridad de poder expresar lo último dicho más abiertamente y esto se puede ver de la siguiente manera: los Emiratos Árabes junto con Arabia Saudita son considerados un eje dentro del mundo árabe contra Irán, con quien combaten por el liderazgo del Medio Oriente.

Los dos lados siempre pusieron la causa palestina como parte de una agenda que daba popularidad en las calles de Oriente Medio, y se consideraba como un problema principal que un líder debe buscar una solución.

En principio, el último enfrentamiento no llamó el interés de los medios de comunicación de los países del Golfo, y lo publicado no fue de gran importancia. La gran mayoría de estos medios se ocupó de los comentarios groseros del ministro de Relaciones Exteriores Libanés, Charbel Wehbe, en una entrevista en la red en la que acusa a los estados del Golfo de fomentar al ISIS y enviarlo al Líbano y llamó a los saudíes “beduinos”, de modo despectivo.

Arabia Saudita está considerando deportar al embajador libanés Fawzi Kabara Riyadh, y se han hecho llamamientos para romper completamente las relaciones diplomáticas con el Líbano y deportar a todos los libaneses que trabajan en el Golfo. Los informes de los incidentes del conflicto entre Israel y Gaza, por su parte, son generalmente neutrales e incluyen el número de víctimas de ambos lados, no solo de los palestinos como es costumbre en los medios árabes.

Actualmente el problema para los palestinos es que los Emiratos perdieron todo su interés en seguir ayudando a la Autoridad Palestina y a sus civiles.  Un alto funcionario del gobierno en los Emiratos reveló que en los últimos meses hubieron conversaciones y contactos para impulsar proyectos en rubros como energía y otros, que de momento se cancelaron, y no se sabe si seguirán invirtiendo, por lo cual los Emiratos exigen que Hamas se comprometa a guardar un silencio total y de este modo acabar con el sufrimiento de los residentes de la Franja de Gaza. «Sus líderes deben entender que sus políticas están dañando más a los palestinos que viven en Gaza» ,expresó el funcionario.

Líbano, Hezbollah e Irán

El frente Israelí en la frontera con el Líbano también sufrió momentos de tensión en el mismo instante en que se llevaban a cabo los enfrentamientos contra Hamas en Gaza. Israel sufrió un mínimo de ataques por parte de la organización chiíta Hezbollah. Dicha organización que tiene una representación parlamentaria y concentra sus fuerzas por el sur del Líbano y que en el 2006 supo paralizar a la sociedad que habita el norte israelí,  hoy, si bien no tiene la fuerza militar que tenía antes, no tuvo problemas de disparar algunos misiles arriesgándose a abrir un nuevo frente contra Israel, pero no lo logró aunque la amenaza se sintió en el ambiente.

Hezbollah se abstuvo de cualquier acción militar directa contra Israel y se contentó con enfatizar su apoyo a la lucha de Hamas por Jerusalén como parte del «eje de resistencia», al tiempo que alentaba manifestaciones de solidaridad con los palestinos en todo el Líbano y a lo largo de la frontera con Israel.

El momento actual no es apropiado para que Hezbollah comience un conflicto militar, debido a la difícil situación del colapso del estado libanés y las crecientes críticas internas al mismo, así como a la falta de interés del patrón iraní en interrumpir las negociaciones avanzadas sobre el regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear y el deseo de Irán en mantener su brazo militar libanés durante muchos años. Esto nos demuestra que la misma organización terrorista de la rama chiíta del Islam tampoco fue el centro de interés por parte de sus aliados y sus principales financiadores.

Turquía

Durante esos 11 días de disturbios era de esperar la crítica turca contra Israel. Turquía ha operado ampliamente a través de medios gubernamentales que atraen a audiencias internacionales. En el contexto de la escalada, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía amenazó que el mundo islámico enviaría una fuerza internacional a Jerusalén para evitar que se repitieran las acciones de Israel en la ciudad juzgadas como ofensivas al sentir islámico.


Erdogan ha tenido conversaciones telefónicas sobre la situación con muchos jefes de estado, especialmente en el mundo musulmán (incluidos Jordania, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita, Argelia, Pakistán y Malasia), pero también con el presidente ruso y con el Papa. El problema surgió durante una visita del ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, a Riad después de cuatro años en los que no se llevó a cabo dicha visita debido a las tensiones entre los dos países, incluida la crisis que siguió al asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en Estambul.

Ankara también aprovechó el hecho de que el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas Volkan Bozkır es turco con el fin de alcanzar una posición ventajosa para una sesión especial de la misma convocada para discutir eventos en la arena Israel-Hamas.

Dos características importantes de la respuesta del sistema político turco al estallido de violencia en la arena israelí-palestina requieren atención. En primer lugar, a pesar del vocabulario más agudo utilizado para describir a Israel, las condenas de los partidos que se sientan en el parlamento turco no incorporaron llamamientos para la destrucción de Israel y todos expresaron su creencia en una solución de dos estados basada en la línea de armisticio de 1967. En segundo lugar, incluso si los movimientos turcos de izquierda redactaron comunicados de forma ligeramente diferente al gobierno, utilizando la retórica antiimperialista, por ejemplo, se unieron por completo a los llamamientos de «defender Jerusalén y al-Aqsa», este fenómeno atestigua el éxito consciente del Islam político en Turquía, que ha hecho de al-Aqsa un tema que puede movilizar en torno a él a todos los sectores de la población turca, incluso a aquellos que se definen a sí mismos como laicos.

Egipto, los neutros

A la lista llega ahora la opinión de los países árabes que tienen un acuerdo de paz con Israel y en el caso de Egipto su posición fue intentar llevar a las dos partes a las mesas de diálogo, lo cual estuvo avalado por el gobierno estadounidense. Esta postura es una postura neutra, sin querer comprometerse en sí, y eso el gobierno israelí lo sabe ya.


Como fue visto en otras ocasiones, Egipto supo hacer la vista gorda cuando se le pasó armamento a Hamas. En el caso de Egipto Israel sabe que si bien nunca más volvió a mover un soldado en enfrentamientos pasados con Gaza, al mismo tiempo Egipto tiene que mantener una política diplomática con el resto de los países árabes, por lo cual no puede tomar siempre una posición y esta vez prefirió atender a los dos lados o mejor dicho jugar a dos puntas.

Jordania, la otra cara de la moneda

En el caso de Jordania, su postura fue anti israelí siendo este un país que también está en paz con Israel. Esto sucede en parte también por las nuevas relaciones de normalización de Israel con los Emiratos Árabes Unidos, el cual estuvo dirigido y firmado sin la intervención jordana.

Esto es algo que preocupó mucho al Reino Hachemita. El temor pasa por perder los lugares sagrados del Islam, los cuales están bajo la dirigencia jordana como dictan los acuerdos de paz con Israel principio de los 90’s.

 El Rey de Jordania


La nueva paz con los Emiratos saca de lugar a Jordania como el país que puede mediar en las relaciones entre Israel y el resto del mundo árabe, y en estos momentos se encuentra en una situación interna bastante inestable, sumando la incertidumbre de perder en un futuro próximo ese status de mediador teniendo Israel un nuevo aliado.

Por lo tanto, fortalecer su postura a favor de la causa palestina es una estrategia utilizada más para mostrar al Medio Oriente que ellos tienen el poder de influenciar de alguna manera en el conflicto. Dos semanas antes de la Operación Guardián de las Murallas, la representación palestina en el parlamento jordano declaró que hay que fortalecer a los habitantes del Este de Jerusalén y ayudarlos a levantarse contra el gobierno israelí.

Pero cuando se llevaba a cabo la operación Guardián de las Murallas el Rey Abdullah II Ibn Al-Hussein en un discurso en el Parlamento se dirigió a la tutela hachemita jordana de los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén y remarcó su posición en apoyo de la causa palestina.

Los vientos cambian en el Medio Oriente y lamentablemente, esos cambios tan drásticos se ven en los momentos límites de un conflicto el termina con la intervención de las fuerzas armadas.

En este caso si bien Israel comienza una nueva etapa en esta zona debería prestar atención a los movimientos políticos y diplomáticos de Jordania siendo el reino el que está a cargo de los lugares islámicos en Israel y con el cual tenemos un acuerdo de mantener la seguridad en la zona. Esta negligencia en parte se reflejó en el último enfrentamiento que se extendió hasta a las calles de Israel.

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