Mundo Judío

MiSinai

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No. 132
Shemot
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 24/12  19.38
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

¿ESTÁS EN TU NOMBRE?

Por Yanki Tauber

“Margarita” es un nombre. “Papá”, “Doctor”, y “Su Majestad” también son nombres. También lo son “¡pase el que sigue!” o “el de corbata roja en el segundo asiento de la tercera fila”. Tu número de cédula de identidad es un tipo de nombre, como también tu número de calzado o la marca y modelo de tu auto. A medida que pasas por la vida, te etiquetan con todo tipo de apelaciones, agarraderas sobre tu identidad para que otros la tomen y tiren.

¿Dónde estás tú en todo esto? Por supuesto que hay muchas, muchas otras Margaritas en el mundo, como hay incontables padres o doctores. “Su Majestad” restringe en algo el espectro, pero todavía quedan uno o dos. Puedes ser la única persona con corbata roja en el asiento 3B, pero ¿eso significa que si te hubieras puesto una corbata amarilla esta mañana tú no serías tú?

La parashá de esta semana describe el primer galut (exilio) del pueblo judío. Leemos como después de la muerte de Iosef, los egipcios oprimieron y esclavizaron a los Hijos de Israel por muchos años, hasta que D-os envió a Moshé para redimirlos.

El nombre de esta parashá es Shemot, que significa “Nombres”. Las lecturas de la Torá siempre toman su título de las líneas de apertura de la sección, y la lectura de esta semana comienza “Y estos son los nombres de los hijos de Israel que bajaron a Egipto...”. Pero los maestros jasídicos insisten que el nombre de una parashá también explica su mensaje y contenido interno. ¿Cuál es la conexión entre el título Nombres y la historia que Nombres relata?

¿Qué es Galut? ¿Cuándo una persona está en exilio? Una persona que toma un crucero lujoso alrededor del mundo no se siente como un exiliado. En cambio, una persona puede estar viviendo en un lugar durante veinte generaciones y aún así sentirse intimidada por su entorno. 

El Galut puede ser vivir en una tierra extraña donde no conoces el idioma y estás desconcertado por las costumbres locales. El Galut puede ser estar encadenado en un trabajo sin futuro, o esclavizado por una hipoteca y gastos médicos. Cualquier momento en que te sientas atrapado dentro de un ambiente o circunstancias que son hostiles, intimidantes o limitantes, estás en Galut.

¿Cómo sales del Galut?

Galut, por definición, significa que no tienes control sobre las circunstancias en las cuales te encuentras. Pero sí controlas que parte de ti queda encerrada dentro de esas circunstancias. Está el “tú” externo, el que está cargado con y dependiente de las incontables cargas, grandes y pequeñas, de una vida vivida a la sombra de lo mundano. Y también está el “tú” interno, el ser espiritual que es completamente independiente, completo en su autoconocimiento y en su conexión con su Creador.

¿Qué parte de ti inviertes en las circunstancias de tu vida? ¿Permites que las expectativas de otros sobre ti dicten tus deseos y aspiraciones más profundas? ¿Permites que las circunstancias de tu vida dicten tu autopercepción y tus prioridades internas? ¿O insistes en que sólo tu “nombre”, sólo el ser externo al cual el mundo exterior se ha sujetado, esté encarcelado en el Galut, pero no tu ser puro, no el ser que no requiere ni se presta a un nombre?, porque este es un ser que tú y tu Creador conocen desde dentro y no por medio de ningún indicador externo.

Y estos son los nombres de los Hijos de Israel que bajaron a Egipto. Sólo sus nombres fueron a Egipto, no su ser quintaesencial. Y debido a que su ser más profundo nunca entró en Galut, fueron capaces, en última instancia, de sobreponerse a él y derrotarlo.

 

EN D-OS CONFIAMOS

"El Faraón escuchó sobre el incidente." (Shemot 2:15)

Moisés debería haber confiado en la protección de D-os, pero como no lo hizo, la perdió. Como consecuencia de ello el Faraón escuchó sobre el incidente y buscó matarlo. Si Moisés no hubiese tenido miedo, y no hubiera expresado su temor, no hubiera pasado nada.

Similarmente, cuando nos enfrentamos con obstáculos para cumplir con nuestra misión Divina, debemos darnos cuenta que podemos ganarnos la intervención favorable de D-os confiando en que El nos va a ayudar. Sentirse confiado en la ayuda de D-os no significa que no debamos tomar todo paso natural necesario para evitar dificultades o resolver nuestros problemas; solamente significa que debemos confiar en que D-os coronará nuestros esfuerzos con éxito.

Nuestros sabios nos enseñan que fue en mérito a su confianza en D-os que los judíos fueron liberados de Egipto. Similarmente, nuestra confianza en que D-os nos redimirá del presente exilio acelerará en sí mismo la Redención.

Likutei Sijot, vol. 1, pág. 111.

Éxodo (Shemot) 1:1 - 6:1

La primera sección del libro de Éxodo comienza listando los nombres (Shemot en Hebreo) de los hijos de Jacob, y luego relata el aumento de sus descendientes hasta convertirse en una nación y su esclavitud en Egipto. A medida que las condiciones de la esclavitud empeoraron, los judíos clamaron a D-os. Entonces D-os encarga a Moisés con la misión de liberar al pueblo judío de la esclavitud para que reciba la Torá. D-os les informa que el propósito de su redención es que puedan asumir su rol como líderes morales de la humanidad, dirigiendo al mundo hacia su objetivo Divino: servir como el verdadero hogar de D-os.

¿ERES UNA ZANAHORIA, UN HUEVO O UN GRANO DE CAFÉ?

Una joven fue a ver a su madre. Le contó sobre los momentos que estaba viviendo y lo difícil que le resultaba salir adelante. No sabía cómo iba a hacer para seguir luchando y que estaba punto de darse por vencida y abandonar todo. Ya estaba cansada de luchar y empeñarse por vencer los obstáculos. Tenía la impresión de que tan pronto lograba encontrarle la solución a un problema, inmediatamente surgía otro.

Su madre le pidió que la acompañara a la cocina. Llenó tres ollas con agua. En la primera colocó zanahorias, en la segunda huevos y, en la última,colocó granos de café molidos. Sin decir una palabra esperó que el agua de las ollas empezara a hervir. Unos veinte minutos más tarde apagó las hornallas.

Retiró las zanahorias y las colocó en un recipiente. Hizo lo mismo con los huevos. Luego, con un cucharón, retiró el café y también lo puso en otro recipiente. Dirigiéndose a su hija, le preguntó: "Ahora dime lo que ves".

"Veo zanahorias, huevos y café", fue la respuesta de la hija. La madre le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Estaban blandas. Después le pidió que tomara un huevo y lo pelara. Una vez retirada la cáscara, pudo observar que el huevo se había endurecido. Finalmente, le pidió que tomara un trago del café. La hija sonrió al oler el rico aroma que desprendía la infusión.

Entonces la hija preguntó: "¿A qué viene todo esto, mamá?" La madre le explicó que cada uno de esos objetos había tenido que enfrentar la misma adversidad -el agua hirviendo- pero cada uno había reaccionado de una manera diferente. La zanahoria era dura, resistente en el momento de haber sido colocada en el agua. Sin embargo, al ser sometida al agua hirviendo, quedó blanda y débil. La frágil cáscara exterior había protegido al líquido del interior del huevo. Pero, una vez hervido, el interior se endureció. Sin embargo, los granos de café molidos eran singulares. Una vez colocados en el agua hirviendo, fue el agua la que cambió.

"¿Con cuál de estos elementos te puedes identificar?" le preguntó a la hija. "Cómo le respondes a la adversidad cuando ésta golpea a tu puerta?"

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Piensa en esto: ¿Qué soy? ¿Soy la zanahoria que parece ser fuerte pero, con el dolor y la adversidad me marchito y pierdo mi fuerza? ¿Soy el huevo que al principio tiene un corazón blando, pero cambia con el calor? ¿Es que tuve un espíritu fluido pero, después de una muerte, una separación, un problema económico o alguna otra situación difícil, me he vuelto dura y rígida? ¿Será que el aspecto de mi cáscara no cambió pero, por dentro, me he convertido en una persona amargada y difícil, con un espíritu rígido y un corazón endurecido?

¿O es que soy como los granos de café? De hecho, el grano hace cambiar al agua caliente, precisamente a la circunstancia que le produce dolor. Cuando el agua se calienta, el grano libera la fragancia y el sabor. Si tú eres como el grano de café entonces, cuando las cosas han llegado a su peor momento, tú empiezas a mejorar y a cambiar la situación creada alrededor tuyo. ¿Te puedes elevar a otro nivel en los momentos más sombríos y al enfrentar enormes desafíos?

¿Cómo enfrentas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

MELAVÉ MALKA

El gusto del vino de la Havdalá se disuelve rapidamente en nuestro paladar, pero el resplandor del Shabat continúa. Después de 25 horas sumergidos en la deliciosa aurea de la santidad del Shabat, nuestra alma extra de Shabat se retira. Anhelamos algún alimento espiritual que llene el vacio.

Por eso nos sentamos para una comida especial llamada Melavé Malká, que significa “Escolta de la Reina”, siendo la reina el día de Shabat, a quien le dimos la bienvenida cuando entró el viernes por la noche. En forma óptima, deberíamos servir una comida completa con pan, carne y vino, pero generalmente solo queda lugar en nuestros estómagos para un bocado. Sin embargo, al menos intentamos lavarnos las manos para el pan, y también probamos un poco de comida, poniendo la mesa nuevamente con mantel fino y velas, resaltando la ocasión con canciones e historias. Muchos continuan vistiendo las prendas especiales de Shabat el Sábado a la noche.

Las historias son cuentos de hombres y mujeres justas. Las historias del Baal Shem Tov son muy bien recibidas, como así también las del Profeta Elias. Las canciones giran alrededor de Elías, el Rey David y el Rey Mesías, nuestro justo redentor pronto por venir.

Como ve, el Shabat es más que un día de descanso; es una anticipación de la era mesiánica. A medida que el día parte, esperamos y deseamos lo importante, el anuncio de Elias de la llegada del Mesías, el justo vástago de la Casa de David.

De acuerdo a la tradición, hay un hueso pequeño y totalmente indestructible en el cuerpo llamado luz, ubicado en la base del craneo, donde descansa el nudo de los tefilin. Es de ese hueso que D-os reconstruirá todo el cuerpo cuando llegue el tiempo de la Resurrección de los Muertos. (Hoy, con nuestro conocimento del ADN, esta antigua tradición no parece para nada ilógica). El luz se nutre solo de la Melavé Malká. Aliméntelo mientras pueda. 

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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