“Espero que sea el primer paso hacia la apertura de la Embajada de Brasil en Jerusalem”, dijo Netanyahu
Aunque ya está claro que el Presidente de Brasil Jair Bolsonaro no cumple su promesa de campaña y no traslada-por ahora al menos-la embajada de su país a Jerusalem, él y el Primer Ministro Biniamin Netanyahu no cesan de destacar la calidez de su relación y de resaltar el significado de la visita para ambos países.
Tras llamarse uno al otro de “hermano” y con el gesto del Bolsonaro que abrió su primer discurso al arribar al aeropuerto internacional Ben Gurion diciendo, en hebreo, “aní ohév et Israel”-o sea “yo amo a Israel”- el tono de la visita ya quedó claro.
Y a ese ambiente general se agregan contenidos concretos.
El Ministro de Relaciones Exteriores brasileño Ernesto Araujo confirmó por la tarde la apertura de una Oficina de Comercio, Tecnología e Innovación en Jerusalem y su par israelí Israel Katz lo comentó públicamente.
Por la noche, antes de la cena en la residencia oficial de Netanyahu y su esposa, el Primer Ministro –tras decir que “esto no es un discurso, sino palabras del corazón”- destacó la importancia de dicha decisión. “Espero que este sea un paso en dirección a la apertura de la Embajada brasileña en Jerusalem , la capital de Israel”, señaló.
Bolsonaro, que se había pronunciado repetidamente a favor del traslado de la embajada a Jerusalem, criticando a quienes pretenden decidir por Israel dónde está su capital, se echó atrás por las potentes presiones del mundo árabe en general, que apoyan la postura palestina contraria a ello. También respecto a la Oficina acordada, la Cancillería palestina se manifestó negativamente, afirmando que es “una violación del Derecho Internacional”.
Bolsonaro y Netanyahu firmaron diversos acuerdos. “Hemos hablado de modo muy concreto sobre todos los campos, desde cyber hasta acuacultura, desde agua hasta la más avanzada tecnología, desde las necesidades de la paz a las necesidades de la seguridad, que son las mismas necesidades”, dijo el Premier israelí.