Es sólo el resultado de boca de urna, no el cómputo verdadero de votos
Ha terminado la jornada electoral en Israel y según los resultados de boca de urna hay una clara contradicción, que no es por cierto una sorpresa.
Por un lado, en 2 de los canales de televisión en Israel, “Kajol Lavan” encabezado por Beni Gantz, es el partido más grande y en el tercero empata con el Likud. Pero por otro lado, en dos de los canales el bloque de la derecha es el mayor-inclusive por varios escaños- y en otro, hay empate entre derecha e izquierda.
El concepto de bloque es clave ya que en Israel lo que cuenta es la coalición que se puede formar.
Si se confirman estos números-y es imperioso recalcar que son resultados de boca de urna, no cómputo real- en principio existiría la posibilidad de un gobierno de unidad nacional entre “Kajol Lavan” y el Likud, si es que Netanyahu dimite. Gantz aclaró en la campaña que no se sentará con Netanyahu, pero sí con el Likud. Numéricamente, eso simplificaría la situación ya que permitiría una amplia mayoría (quizás de 70 de 120 diputados) .
Pero nuestra impresión es que no parece muy factible. Sería un elemento estabilizador y un gran mensaje de unidad necesario tras una campaña electoral muy divisiva- pero cuesta imaginar ahora este escenario, ver a Netanyahu renunciando y al Likud optando por Gantz en lugar de sus socios de derecha. Claro que también está de fondo el desafío ideológico y político de ver si acaso se puede conciliar la intención del Likud de anexar los poblados judíos de Judea y Samaria con la declarada postura de Gantz a favor de reanudar el diálogo con los palestinos y de separarse de ellos, aunque ni uno ni otro habla de “Estado palestino”.
En base a pie de urna, dejando de lado esta opción Gantz-Likud, la única posibilidad de Beni Gantz de formar coalición , es conseguir que alguno de los partidos hoy cercanos a Netanyahu, acepte darle a él su apoyo. La opción más probable parecería Kulanu del actual Ministro de Finanzas Moshe Kahlon, cuya agenda ha destacado más que nada el tema socioeconómico , y es considerado desde un punto de vista político, derecha responsable y liberal.
Históricamente, los partidos ultraortodoxos (haredim) han estado también en gobiernos laboristas, pero esta vez, Yahadut HaTora ya ha dicho rotundamente que no se sentará con el partido de Gantz porque allí está Yair Lapid, percibido como “enemigo” de los ultraortodoxos.
Antes de dar los detalles de los números, algunos datos generales importantes.
- Gantz ha hecho historia. En menos de 2 meses, tras haber irrumpido por primera a la política israelí, el suyo es el partido más grande de Israel. Yo personalmente creo que eso refleja un deseo general de cambio.
- El partido laborista, Avodá, ha obtenido el resultado más bajo en la historia. Me permito decir que es triste. El partido que fue clave en la creación de Israel, según las bocas de urna , tiene no más de 8 escaños y quizás 6.
- En uno de los canales de televisión, el nuevo partido de derecha Hayemín HaJadash, creado por el ministro de Educación Naftali Bennett y la ministra de Justicia Ayelet Shaked, que dejaron para ello el partido “El Hogar Judío” (Habait Hayehudí), puede que quede afuera. Según dos de los canales, entran. Según otro, aún no.
- Según estos resultados, el partido árabe Hadash Taal, o sea la combinación del partido comunista y la lista de Ahmed Tibi, entran seguro a la Kneset. Es interesante que según uno de los canales de televisión, también la otra lista árabe, Balad y Raam, resultan electos.
- El partido ultraortodoxo Yahadut HaTora entra a la Kneset, con el mismo resultado en todos los canales. La imponente novedad es que el partido ultraortodoxo SHAS , en dos de los canales, desaparece, no entra para nada a la Kneset.
- El partido Zehut (Identidad) de Feiglin, que prometía entre otras cosas legalizar la marihuana, y del que se hablaba como la gran sorpresa de las elecciones, no resulta electo para nada.
CABE DESTACAR:
Todo esto es en base a los comunicados de la televisión, pero no hay ninguna certeza aún de que se confirmen estos números tras el cómputo de los votos. Además, la votación de los soldados que es clave, demorará unos días en llegar, y suele incidir en el mapa político en tendencia más de derecha.
Es clave esperar a los resultados reales.
Personalmente considero que el discurso de victoria de Beni Gantz, por más que haya aclarado que hay que esperar a los resultados verdaderos, fue muy apresurado.
Lo único plenamente seguro es que han votado 3.884.636 ciudadanos, o sea el 61.3% de los israelíes con derecho a voto, un poco menos que en las elecciones anteriores.
Adjuntamos aquí la tabla preparada por la organización The Israel Project, con el detalle de escaños de cada boca de urna (en inglés), sumando cada uno en total 120, como la cantidad de escaños del Parlamento.