Israel

Una vivencia muy israelí

El enrolamiento por ley de los jóvenes israelíes a las Fuerzas de Defensa de Israel (Tzahal en su sigla hebrea)  al cumplir 18 años, sigue siendo motivo de orgullo. Aún en medio de las polémicas sobre el sector ultraortodoxo (haredí) que en su mayoría opta por no hacerlo para dedicarse solamente al estudio de la Torá y sobre la facilidad con que algunos escapan al servicio con todo tipo de excusas, el hecho es que la participación en el esfuerzo nacional a través del servicio militar obligatorio, sigue siendo un pilar de la sociedad israelí.

Es un fenómeno interesante porque por un lado se crece sabiendo que a los 18 años, al terminar secundaria, habrá que enrolarse y por otro, la sociedad israelí no es militarista. Tzahal ocupa sí un lugar central en la vida del país, por su papel clave en la defensa del país y la ciudadanía, y además, son los hijos de todos-o de muchos- los que lo componen y la gente tiende a ver a los soldados y oficiales como parte de su propio ser. Son además, evidentemente, un símbolo de la soberanía nacional.

Pues días atrás vivimos personalmente una experiencia relacionada precisamente a ello, al asistir a la ceremonia de fin de curso de los y las nuevas comandantes de reclutas. Es lo que en hebreo se llama “kurs makim”, una sigla por cierto que explica el cargo.

Foto: Ariel Jerozolimski

 

No era la primera vez que participaba en un acto de ese tipo, pero más allá del vínculo personal que nos ligaba esta vez al mismo, disfruté de ver allí las expresiones del orgullo y alegría de los padres que desde los asientos en la explanada de ceremonias de Latrun seguían ansiosos cada detalle para ver si identificaban a su hijo o hija entre los centenares de nuevos jóvenes comandantes que marchaban prolijamente con la sensación de misión cumplida en esta nueva etapa. Llegaron con carteles , globos y mucha emoción. Muchos abrazos, besos, felicitaciones, flores y mimos para los nuevos comandantes, que para los padres seguirán siendo, ante todo, sus hijos.

Esta comandante ya tiene soldados, dice el cartel que llevó una familia para felicitar a su hija
Tal Rom, estamos orgullosos de ti, dice el cartel que lleva el padre en el acto

Con hermosas marchas y canciones populares tocadas por la orquesta de Tzahal, hicieron la entrada al escenario todos los nuevos comandantes. “¡Ahí está! ¡ Es ella, en la cuarta fila desde la derecha!”, gritaban unos. “¡Lo vi, está adelante del todo, a la izquierda!”, se oía por otro lado.

 

Y allí estaban jóvenes israelíes de distintos sectores de la ciudadanía, cada uno con sus padres.

Foto: Ariel Jerozolimski

 

Todos, viviendo un momento singular.

 

El Teniente Coronel Hertzel Der´i, uno de los principales oficiales en la división encargada del curso que acababa de terminar,  se dirigió a los presentes y además de felicitar y desear lo mejor, agradeció a los padres por haber educado a sus hijos de modo que al enrolarse quisieron hacer algo significativo. Y recalcó que un buen comandante, debe ante todo amar a sus soldados, sentir que le importa de ellos mismos como seres humanos, y que así podrán también cumplir con su misión. Lo central, su cita de David Ben Gurion: “Toda madre hebrea debe saber que depositó el destino de sus hijos en manos de comandantes dignos de ello”.

Y al saludar a los soldados sobresalientes, los oficiales principales preguntaban  a cada uno dónde está su familia, miró en esa dirección y saludó de lejos a los padres orgullosos

 

Que Dios los bendiga y que todos vuelvan siempre a casa sanos y salvos, enteros en cuerpo y alma. Amén.

 

Foto: Ariel Jerozolimski

 

Ana Jerozolimski
(27 Diciembre 2022 , 06:32)

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