Entrevistas

Recordamos nuestra entrevista al recién fallecido escritor cubano Carlos Alberto Montaner

A los 80 años de edad, cuando aún tenía mucho para luchar con su pluma y su intelecto, falleció en su casa en Madrid el escritor cubano Carlos Alberto Montaner, radicado en España desde 1970. Gran opositor del régimen castrista, defensor de la democracia y furibundo crítico de las dictaduras, Montaner fue además un gran amigo de Israel.

 

Tuvimos el privilegio de entrevistarlo años atrás, luego de una conferencia magistral que dictó en la universidad de Tel Aviv.

 

Físicamente ya no está con nosotros, pero su obra escrita perdurará en libros y columnas periodísticas leídas por millones tanto en español como en su traducción al inglés. Aquí, deseamos aportar un homenaje a su memoria, reproduciendo aquella entrevista que le realizamos, cuando su cuarta visita a Israel. 

Lo haremos en dos partes, por su extensión.

 

 

P: Carlos Alberto, comencemos por tu impresión de Israel en ésta tu cuarta visita al país. Puedes comparar.

R: Comenzaría por un matiz interesante, que sale de la visita a una fábrica de paneles para generar energía eléctrica sobre la base del sol. Era una instalación pequeña, con una buena tecnología pero pequeña. Pero la actitud de los gerentes era como si fueran los jefes de la General Electric. O sea , no hay fronteras. El mundo entero es un mercado.   

Oyéndolos hablar, recordaba que algo que caracteriza a la sociedad israelí es algo a lo que precisamente sus adversarios le han obligado a tener: una actitud muy abierta al mundo. Siempre se ha dicho algo que es falso, que ésta es una sociedad cerrada. Pero eso no es cierto. Al contrario. Es una de las sociedades más abiertas del mundo porque ha estado en contacto con todas las corrientes. Y precisamente la necesidad de hacer transacciones económicas, ha generado una mentalidad  de un grupo humano que es el mejor preparado para la globalización que existe en el planeta.

No me refiero al país, sino a un grupo, a una etnia, que no le teme a esos 6.000 millones de personas que hay en el mundo sino que al contrario, los ve como una oportunidad.

 

P: ¿Cómo explicarías tú  el éxito de Israel como emprendimiento de gran alcance?

R: Yo creo que el éxito de Israel  es que ha hecho lo que hacen las 30 naciones más exitosas del mundo. La existencia del Estado de Derecho que funciona, una economía abierta basada en el mercado, un sistema democrático, un Poder Judicial que creo que es la espina dorsal del sistema . Si hay algo innato en las personas es la necesidad de justicia, que es lo que falta en América Latina , en todo sentido, no sólo la justicia de los tribunales sino porque la sociedad es injusta.

 

P:  ¿Hay alguna diferencia entre el Israel  que ves aquí y el de las lecturas y relatos históricos? 

R:  Claro, a veces si...Te comento por ejemplo que yo no conocía Tel Aviv. Me encanta encontrar una sociedad totalmente secularizada, una ciudad intercambiable con cualquier gran ciudad del mundo, abierta, divertida..Yo diría que muy habitable,  según mi impresión . Es el otro Israel que la gente no conoce. Israel, como tiene que ser, se va alejando cada vez más de sus raíces históricas y se convirtiendo en lo que tiene que ser , una nación moderna del siglo XXI, lo será del XXII y esperemos que para siempre.  Y eso significa precisamente profundizar todas esas tendencias hacia la modernidad y el desarrollo, que tienen muy poco que ver con la tradición....

Uno de los rasgos que distinguen a las sociedades exitosas es que lo más importante no es el pasado sino el futuro. Uno de los problemas  que tenemos en América Latina-o que tienen también todos los países árabes- es que viven en el pasado, del pasado o resolviendo agravios del pasado, sin darse cuenta que la vida  no es ni siquiera lo que está ocurriendo ahora sino lo que va a ocurrir dentro de un minuto. Los países que funcionan son los que ven hacia adelante.

 

 

“NO POR EL REY DAVID...”

P: El ver la realidad de Israel  ¿destartala totalmente los preconceptos?

R: Yo creo que en el caso mio es muy positivo. Yo no tengo una formación religiosa. Mi admiración es realmente por lo que han hecho los israelíes, por esta sociedad, no por las batallas que ganó David, que me tienen sin cuidado. Me parece muy importante, dentro de la historia del desarrollo del pensamiento occidental y todo eso, pero realmente lo que es notable es  lo que ha ocurrido aquí. A mi lo que me impresiona es el Israel del desarrollo tecnológico, científico, el de los hospitales...

 

P: Lo has visto en la práctica....

R: Así es. Me pasó la primera vez que vine a Israel, como periodista, cuando la matanza del aeropuerto, cuando aquellos locos asesinaron a mucha gente en Lod, el 30 de mayo de 1972. Llegué unas horas después al hospital Tel Hashomer y vi cómo cinco equipos de cirugía trabajaron y lograron salvar a mucha gente que se habría muerto quizás en cualquier hospital del mundo. ¡¿Cómo no tener admiración por lo que estaban haciendo?! Claro, lo que más saben es cirugía de guerra porque han tenido que hacerlas todas...Para mi lo importante es lo que está pasando. He utilizado alguna vez como argumento para defender a Israel, el peso de Israel en lo que es la configuración del mundo occidental. Pero eso es un debate ideológico demasiado abstracto. Hay que defender a este pequeño país por lo que ha hecho, además recordando que lo ha hecho en democracia, en libertad, con las mayores contradicciones dentro de su propia sociedad ..Los israelíes se quejan de todo.

 

P: Deporte nacional.

R: Si, es el deporte nacional, decir que ésto no funciona y que ésto anda mal, ¡¿pero cómo que no funciona?! Los españoles  tienen un chiste muy brutal: “¿Cómo está tu mujer? ...”Bueno ...¿comparada con quién?”.Esto es igual. Hay que comparar a Israel con los demás países del mundo. El que este país no haya dado un solo bandazo en la constitución de un Estado de Derecho, es impresionante.  Donde jamás se dio, es sólo en Estados Unidos y en el Estado de Israel. EEUU  constituyeron un país, empezaron a funcionar y siempre fueron estando un poco mejor, siempre avanzando, hasta la guerra civil de 1861. Israel es una experiencia parecida, que desde 1948 es una experiencia ascendente, un país donde la gente está cada vez un poco mejor. ¿Eso no es una cosa admirable? ¡Es extraordinario!

 

BUENAS Y “MALAS” RAZONES PARA ADMIRAR...

 

P: Tú viniste pues en ese primer viaje como periodista, pero no llegabas a un lugar que te resultaba desconocido...

R: En absoluto. Es que yo ya tenía una predisposición ...Yo crecí admirando a Israel por las malas razones, las heroicas, el Israel heroico que se había enfrentado a los ingleses...Bueno, no es que sean las malas razones, pero no eran las importantes, porque el heroísmo finalmente puede ser un exceso de testosterona , el defecto de una glándula, un problema hormonal más que otra cosa. Pero así crecí. En un pequeño país como Cuba, Israel era de alguna manera algo ejemplar..Y yo viví bajo el influjo de lo que fue la imagen de Israel hasta 1967, muy positiva. Pero a mi me duró.

Y luego lo sustituí por la otra admiración, la racional, por ver lo que habían hecho con este país....porque podían haber hecho un desastre . Un país que llega y constituye la autoridad, como sucedió aquí en 1948, en medio de las convulsiones y las guerras, era un país que podía muy fácilmente desviarse de la senda democrática, porque aquí era muy fácil  encontrar razones para establecer un gobierno de mano fuerte.

 

P: Y más que nada tomando en cuenta que aquí, los principales Generales a menudo pasaron-y siguen pasando-de la carrera militar a la política...pero con cultura cívica...

R: Con cultura cívica y subordinados. O sea que aquí, ese ejército  monstruosamente desproporcionado al tamaño del Estado, se haya mantenido subordinado a la autoridad civil, es impresionante. 

 

EL ISRAEL CRITICADO

P: A pesar de todo ésto que mencionas, sabemos que en España, donde vives, Israel es visto con ojos muy críticos.  Se distorsiona totalmente la situación en la que Israel vive y se le coloca en el banquillo de acusados, presentando a sus enemigos, grupos radicales fundamentalistas, como las víctimas.. .¿Cómo lo ves desde adentro?

R: En Europa en general se ha descartado el radicalismo leninista. Eso ya no es una proposición seria. Casi  nadie ya cree en eso. Inclusive ya ni se discute el modelo económico base sobre cómo se va a producir y cómo se va a distribuir y asignar los discursos. El tema Israel es otra cosa. Es uno de esos puntos en donde los grupos políticos utilizan la situación de Israel y sus conflictos, para fijar sus posiciones. Como ya no son marxistas y no pueden ser muy radicales, tratan de demostrar su posición izquierdista, adoptando posturas contrarias al Estado de Israel y defendiendo causas que son antidemocráticas.

 

P: Habrá quienes digan “pero Israel no es el mismo de antes, es Israel el que cambió”...Ya no es el estado socialista que era cuando se le fundó...

R: Es que incluso el proceso de cambio que vivió Israel, fue ejemplar.Es una sociedad que surge con un primer impulso socialista típico de la época, pero como es una sociedad abierta y democrática, la propia sociedad va corrigiendo el rumbo ideológico del país y el discurso político, sin necesidad de destrozar las instituciones, sino sirviéndose de ellas, que es lo importante. El poder cambiar y hacer un cambio tan fundamental como el que se hizo, una verdadera revolución desde el punto de vista de las ideas, sin violencia, sin atropellar a los demás  y siriviéndose de las estructuras institucionales que tiene el país, es magnífico. . Y lo que predicaban las cátedras universitarias en los años 30 y 40 es distinto a lo que predican hoy en día, y lo que dicen los periódicos es distinto  y lo que sostienen los políticos es diferente y todo eso se ha podido hacer sin necesidad de que se produzca una matanza o haya represiones o la imposición arbitraria  de un caudillo que viene a hacer el cambio.

El cambio lo ha hecho la propia sociedad israelí. Y ese es un ejemplo del que tienen que estar orgullosos los israelíes. Porque esa sí que es una revolución. Revolución se ha hecho aquí, y no las matanzas  periódicas o las estupideces que se hacen en el Tercer Mundo.

Y hay algo más importante que todo ésto:no hay un diseño previsto. En las sociedades con diseño previsto, con un tipo o un grupo de personas diciendo “el destino glorioso de la humanidad es éste..”, ahí estamos liquidados y acabamos en los campos de concentración y en los calabozos. Lo que queremos es instituciones abiertas que con sus millones de decisiones vayan poco a poco moviéndose en dirección al cambio. Y ésto es lo que vemos precisamente en Israel.

 

 

(continuará)

Ana Jerozolimski
(30 Junio 2023 , 17:01)

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