Cultura

Mis lecturas de junio

Este mes lei  mucho y hay varios libros que me volaron la cabeza. Acá les dejo algunas comentarios sobre los que terminé, porque yo soy una abandonara serial de libros. 

En la boca del lobo de Elvira Lindo

En la boca del lobo es una novela que  mezcla estilos clásicos y modernos. La historia se cuenta desde la perspectiva de Julieta, la hija, y su madre Guillermina. A medida que avanzamos en la narración, se van entrelazando otras situaciones y personajes, lo que añade más profundidad a la historia.

La trama se desarrolla en un lugar llamado La Sabina, una pequeña ´aldea. La presencia de nuevos personajes, como Leonardo, un panadero, y Emma, una profesora exiliada en el lugar, le dan un vuelco a la historia.

Después de pasar un verano en La Sabina, Julieta no quiere regresar a su casa en Valencia. Esto puede parecer un capricho, pero hay una razón que se mantiene en secreto hasta el final de la novela. Elvira Lindo, de manera astuta, redondea el relato convirtiéndolo en un emocionante misterio.

La novela tiene un tono poético, muy centrada en los dramas humanos y en la soledad que da la naturaleza y una España despoblada. 

Las diversas historias que se entrelazan en la novela ofrecen una gran cantidad de temas, como la violencia masculina, la familia, el amor, la fidelidad, el erotismo y los sentimientos en general. Sin embargo, todos estos elementos quedan en segundo plano ante el tema principal de la novela: la vulnerabilidad de la infancia.

La mirada hacia atrás enriquece la historia y tiene una vuelta de tuerca que no lo sentí obvio. La recomiendo. 

 

Literatura infantil de Alejandro Zambra

El escritor chileno Alejandro Zambra fue padre hace cinco años y por eso escribió "Literatura infantil", una novela en la que escribe "lo que estaba pasando" en el primer año de vida de Silvestre, una historia en la que vuelve a defender la ficción ante la "tendencia que hay de castigarla". 

En este libro, Zambra regresa una vez más a explorar las complejas relaciones entre padres e hijos, un tema recurrente en su obra, como ya lo hizo en "Poeta chileno", pero esta vez, lo hace como padre en la vida real. El resultado es una obra cautivadora que invita a ser disfrutada de manera pausada y que se puede releer una y otra vez. Cada página es una delicia que se saborea lentamente, tanto es así que decidí intercalar su lectura con otros libros para prolongar el placer de sumergirme en sus páginas.

"Literatura infantil" es un libro que se vuelve imprescindible, un compañero agradable que uno desea tener cerca. En sus líneas, Zambra captura la esencia de la experiencia paterna y la plasma de una manera conmovedora y auténtica. Es una obra que invita a la reflexión y que despierta una amplia gama de emociones en el lector. Lo recomiendo.

Los perros y los lobos de Irene Nemirovsky

El título de esta novela, la última que Irène Némirovsky publicó en vida antes de ser deportada y asesinada en Auschwitz, hace referencia a la antiquísima expresión francesa que describe las sombras de las últimas horas del día o las primeras de la mañana, "quand l’homme ne peut distinguer le chien du loup"(literalmente, "cuando el hombre no puede distinguir el perro del lobo").

Es mi primer acercamiento a Irene Némirovsky, quien me fue recomendada. Sus descripciones son detalladas y precisas. Con su relato, me sumergí en el progrom que cuenta. Me imaginé con los ojos cerrados, las tres zonas que ocupan los judíos en Kiev, la de los muy ricos, la de los comerciantes de medio pelo y la de los pobretones, a la cual pertenece Ada, protagonista de esta novela. 

Los protagonistas de la historia,  judíos rusos, han huido a París desde Ucrania, se mueven entre el mundo de las luces y el de las sombras. Ada y Ben Sinner son los parientes pobres de Harry, judío acaudalado de Kiev que se casa con una joven francesa de buena familia. Las vidas de los tres se entrecruzarán en un triángulo amoroso en el que la sangre, los orígenes, son  como imanes que atraen pero también repelen.

 Ben y Harry se parecen "como se parecen el perro y el lobo": el uno está protegido y domesticado, mientras que el otro es un superviviente agresivo y lleno de recursos.

La  novela atrapa y me costó dejarla para irme a dormir, es una historia más de las épocas duras del siglo XX, con personajes redondos, creíbles y con cierta profundidad. 

La recomiendo. 

Lecciones de química de Bonnie Garmus

En los Estados Unidos de los años cincuenta, era mal visto que las mujeres aspiraran a una educación universitaria y a una carrera profesional. Elizabeth lo tiene difícil en los laboratorios Hastings, con un jefe inepto y mala gente,  y compañeros envidiosos. Pero su vida se complica aún más cuando conoce al doctor Calvin Evans, candidato al Premio Nobel de Química, el único que puede entender y apreciar las teorías de Zott sobre la abiogénesis. Enamorados profundamente, Elizabeth y Calvin encuentran en el otro la familia que nunca tuvieron, y se apoyan mutuamente para alcanzar sus sueños, tanto en el remo como en la ciencia.

"Lecciones de química" es una novela difícil de etiquetar. ¿Es una comedia o  un drama? Antes que nada, es ficción. Y es hilarante, divertida y trágica al mismo tiempo. La sociedad, la cultura y la religión relegan a las mujeres a ciudadanas de segunda clase. Violaciones, vejaciones constantes, humillaciones, insultos y discriminación profesional son las realidades que enfrentan las mujeres que desean seguir una vocación distinta a ser amas de casa.

 La novela tiene un ritmo admirable, con cambios de perspectiva y un magistral manejo del tiempo por parte de la autora.

"Lecciones de química" es una novela extraordinaria por muchas razones, pero sobre todo porque, a pesar del horror de fondo y las dificultades que enfrenta una protagonista magnífica, nunca pierde la nota de esperanza, optimismo y fe en la humanidad. La recomiendo a full.

No todo el mundo de Marta Jiménez Serrano

Marta Jiménez Serrano tiene la virtud de pensar con honestidad   frente a lo que somos, sin trampas. Es buena en eso, en escarbar en lo que no decimos, incluso en lo que no nos decimos a nosotros mismos  En los catorce relatos de "No todo el mundo" utiliza  la  idea y la  técnica, de manera maravillosa. 

Todos estos relatos tienen que ver con el vivir en una gran ciudad, en este caso es Madrid, pero podría ser cualquier otra.

«No pienso a priori en el género, creo que esta vez venía de la mano del tipo de proyecto. Me parecía que para hablar del amor, de las relaciones de pareja desde la intimidad y la cotidianidad, el libro ganaba riqueza si podía haber muchas perspectivas y distintos personajes, y desde ese lugar empezaron a salir historias breves con cierta unidad».  dice la autora. Efectivamente, todos esos personajes viven encuentros y desencuentros en tiempos del amor moderno, como lo llaman algunos. Y es fácil haber atravesado una o varias de las tormentas que Marta propone: la difícil supervivencia de la relación al hastío, la tentación de otras bocas y otras vidas o la distancia entre mundos naturalmente opuestos, una vez superada la pasión todopoderosa de los comienzos. ¿Es acaso más difícil conectar ahora que en generaciones anteriores?

«Creo que eso siempre ha sido difícil, pero ahora está más legitimada la posibilidad de no conectar, es decir, la posibilidad de quedarte soltero. Antes la gente se emparejaba, se casaba y había que aguantar con la misma pareja toda la vida, entonces no es que fuera más fácil, es que daba igual si no conectabas. Y creo que ahora eso se ha revalorizado y para estar en pareja queremos que haya una verdadera conexión», reflexiona al respecto la autora, que salpica su obra de frases que resumen con tino este misterio del amor y el desamor.

Decíamos al principio que la literatura de Marta es un poco un espejo, por aquello de que nos hace mirarnos aunque no queramos. Porque, aunque la autora trabaja con la precisión que requiere el género breve, no evita entrar en la mente de los protagonistas para saber qué se esconde ahí, qué no le dicen a sus parejas y qué no se dicen siquiera a sí mismos. Le pasa a Luis, por ejemplo, el ‘protagonista’ de Pupila, que no reconoce las razones por las que se ha visto envuelto en un enamoramiento intempestivo con una alumna. Así que hay un abismo entre lo que piensa y lo que hace, y entre lo que ni siquiera sabe que piensa y lo que le dice.

Los roles de género, los papeles enredados del hombre y la mujer en las extrañas formas del amar de estos tiempos tienen un papel esencial en esta obra.  De lo mejor que leí este año. 

Invierno de Ali Smith

Invierno significa frío, contención, confinamiento y lazos familiares que se reivindican, como dice Ali Smith, en los días más oscuros del solsticio.

En la novela, la meteorología está más presente en los estados de ánimo, ejemplarmente acompañados por la predominante niebla navideña, con sus ritos, costumbres y añoranzas.  El invierno como repaso a nuestra vida, como momento de decidir sobre nuestras aspiraciones para el futuro.

El detalle más sorprendente es el comienzo de la novela, es  Sophia Cleves hablándole a una cabeza,  con la que habla y discute, y que parece tener vida propia. La cabeza aparece otra vez más adelante, pero como simple frontón de reflexiones. Su función no está clara, o, mejor dicho, no parece tener función alguna.

 Y esa es la historia que Ali Smith nos cuenta: una familia que se reúne los días finales de Diciembre, cada uno con sus fobias, sus pequeños rencores a flor de piel y, también, con las querencias familiares y los recuerdos de sus tiempos de infancia.

 La palabra muerte invade el primer capítulo. La autora juega en Google para sorprenderse de las extrañas vinculaciones que le presenta el buscador. Eso también es el invierno: el paso de las estaciones que nos lleva poco a poco hacia un final. 

 En “Invierno”, la mayoría de los pensamientos perspicaces, las opiniones categóricas, las personalidades más esquinadas y más potentes son femeninas. Hay un cuarteto bien delimitado que son: Charlotte, Iris, Sophia y Lux que llevan la voz cantante. “Invierno” se apoya en estas cuatro estacas que sostienen el armazón. El único personaje masculino es deliberadamente gris.

Los personajes son de carne y hueso, pero también son representaciones. Cada uno tiene un cometido y representa un estereotipo de nuestro tiempo. Ali Smith apuesta claramente por el progresismo. Le preocupa el planeta, los plásticos en el mar, las armas nucleares, la burocracia, el control del individuo, el autoritarismo.

En este juego de caracteres, Lux representa el futuro, la valentía y la sinceridad; Iris, los valores actualmente en proceso de conquista, no en vano su curriculum es el de una activista a tiempo completo. Sophia Cleves, la que habla con la cabeza, es una mezcla de conservadurismo y modernidad. Ha triunfado en los negocios, lo que le hubiera dado a los ojos de una Virginia Woolf una patente de heroína. Sin embargo, aquí, y delante de Iris y Lux, representa el conformismo. Bueno cada lector tiene ante sí la tarea de adjudicar atributos a los personajes, si quiere reflexionar sobre ello.

Es un libro extraño, la Navidad como lugar dónde confluye el encuentro de una familia muy extraña, con conflictos como todas. Lo recomiendo con salvedades. Me parece que se puede leer en varios niveles, tiene referencias políticas que seguro viviendo en Uruguay no manejo. Además de estar muy bien escrito, es una escritora que crea un universo distinto. 

Historias de cronopios y de famas de Julio Córtazar.

Es una genialidad. Me encantan los textos breves, su manejo de la ironía y el sarcasmo. Mi ejemplar es viejito y lo encontré perdido en entre unos libros descartados por una mudanza de quién sabe quién. Amé su color amarillento y su aroma a papel viejo. Desde su Manual de Instrucciones que es lo más bizarrro que leí hasta las Ocupaciones raras, recomiendo a full este libro maravillosa como una vía de entrada al mundo de Córtazar. 

 

 

 

Janet Rudman
(02 Julio 2023 , 21:39)

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