Hace ya tres meses que finalizó el inolvidable viaje del grupo uruguayo “Memoria y Dignidad” a Polonia-en el que tuvimos el privilegio de participar- y no hemos alcanzado a plasmar lo suficiente en notas especiales. La dinámica de actualidad en Israel nos ha tragado y nos ha impedido dedicar el tiempo necesario a traducir todo lo vivido, filmado y grabado, en todo los artículos que deseábamos y ameritaba escribir. Lo iremos haciendo, ya que el material y las experiencias van más allá del tiempo. Nos adentramos de la mano del impresionante guía erudito Dr. Mario Sinay en la historia de los judíos en Polonia, antes y durante la Shoá, y eso no puede quedar sólo en nosotros.
Esta entrega de hoy, no está motivada solamente en ese deseo de compartir lo que hemos vivido y aprendido, que tocó las fibras más profundas del alma, sino también en la convicción que debemos alentar a todo aquel que pueda, a realizar ese viaje. Y como estos días están organizándose nuevos grupos en distintas direcciones- mencionamos aquí los uruguayos, el Dr. Mario Sinay con Sandra Veinstein, también hay una iniciativa desde CIPEMU y otra desde Betar- nos parece oportuno mostrarles los testimonios de varios de los participantes en el grupo “Memoria y Dignidad”.
Es imperiosa una aclaración “técnica”, que de hecho es relevate desde el punto de vista del contenido: poco antes de finalizar el viaje, aún en Polonia, Mario Sinay nos pidió compartir con los demás compañeros y con él mismo nuestras evaluaciones. Lamentablemente, nos perdimos algunas por acabarse la batería y el lugar en el celular, y hasta que pudimos cargar, habían pasado algunas sumamente valiosas. Si bien habrá lugar para dar voz a todos en otra oportunidad, aquí van solamente los que pudimos grabar, sin que ello signifique en absoluto que los ausentes no tuvieran valor.
Dejamos para publicar aparte testimonios y comentarios de compañeros como Rita Vinocur, Andrés Rener, Sandra Veinstein, Mónica Packer, Anita Fraiman y Rosa Zytner, siendo todos ellos hijos de sobrevivientes.
Quitamos de los videos que aquí aparecen las partes referentes a la dinámica del grupo y también la autocrítica que se hizo respecto a cosas que ocurren en todo marco y que se pueden mejorar. Cabe señalar además, aunque no es el tema de esta nota, la fuerte dinámica de cercanía que se dio en el grupo, como si nos conociéramos de toda la vida.
Compartimos los testimonios por orden alfabético del apellido. El nuestro propio, evidentemente, no lo hemos filmado, pero ya hemos escrito al respecto meses atrás.
Fernando Aguirre, uno de los compañeros no judíos del grupo, hizo una interesante evaluación, que dividimos en dos, con una singularidad, por haber descubierto no hace mucho que tenía un tatarabuelo judío.
Mónica Barbazita es otra de las compañeras no judías del grupo, que activa desde hace muchos años en el Centro Recordatorio del Holocausto, esa impresionante gran institución de la colectividad judía uruguaya en la que trabajan juntos docentes judíos y no judíos, que reciben todas las semanas a alumnos de diferentes partes del país y los convierte en mejores ciudadanos al explicarles y contarles, a través de la historia de la Shoá, sobre los peligros del odio y la intolerancia.Una de esas docentes es la Profesora Gisela Spinola, que también fue parte del grupo.
¿Qué podemos decir de Roberto Cyjon? Ex presidente del Comité Central Israelita, ingeniero, escritor, que nos ha enriquecido con 10 artículos sobre el viaje, a fondo, no todos publicados aún en este portal.
Esta fue su primera evaluación. Aunque ha escrito mucho después de esto, no lo podemos dejar fuera.
Acho y Anita Fraiman se sumaron a nosotros desde Estados Unidos, uruguayos llegados de otros lares, parte integral del grupo. Anita, hija de sobrevivientes de la Shoá. Este fue el primer corto resumen de Acho.
La Dra. Cecilia Fresnedo, que es -dicho sea de paso- la mamá de Fernando Aguirre a quien escuchamos y vimos más arriba, hizo unas apreciaciones muy valiosas.
Carlos Hojman, muy activo hoy en la Kehilá, también compartió sus impresiones.
Para Mónica Packer, un viaje así, al recordar a su querido ya fallecido papá Silvio (z"l), sobreviviente de la Shoá, esto fue de entrada un viaje especial.
Mónica Selanikio llegó con su esposo Mario Formager, además de su hermana Sara y su cuñado. En diversas ocasiones comentó lo singular de hacer un viaje así, llegada del mundo sefaradí. Esta fue su primera evaluación.
Uno de los análisis más emocionantes fue el de Andrés Vartabedian, quien como descendiente de sobrevivientes del genocidio armenio y al mismo tiempo egresado del curso para docentes en Yad Vashem sobre la historia de la Shoá, tenía por cierto aportes especiales para hacer.
Y para él, esto no podía dejar de tener una dimensión que combine lo personal con lo humano en general.
Una presencia especial entre nosotros fue la de la familia Vinocur, la querida Rita, presidente del Centro Recordatorio del Holocausto, hija de la gigantesca Ana Benkel de Vinocur, de bendita memoria, su cuñada Adela y su sobrina Ronita, la más joven del grupo. A menudo las veíamos abrazadas, envueltas en la bandera de Uruguay o de Israel, juntas, en una especie de mutuo consuelo al pasar por lugares duros en los que Ana sufrió.
Este fue el testimonio de Adela.
Y finalizamos con el singular resumen de Oscar Yáñez.
(Continuará en una segunda entrega)