Mundo Judío

MiSinai

Enfrentando el Diluvio - El Propósito de la Civilización - El Único que Respondió el Aviso - Las Velas de Shabat

 

 

 

 

 

No. 225

Noaj

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Horario de velas en Montevideo, viernes  20/10 18:45 hrs

 

Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

ENFRENTANDO EL DILUVIO

Por Tali Loewenthal

Existen distintas estrategias para hacer frente a situaciones difíciles, tanto en la vida de una persona como en la de una comunidad. La historia del Arca de Noaj nos ayuda a evaluarlas. El Diluvio sucedió como una respuesta de D-os al abismo de maldad en el que había caído la humanidad, con todo tipo de violencia e inmoralidad. Primero vino una advertencia divina a Noaj de que ocurriría el Diluvio. Luego él comenzó la construcción del Arca. Los sabios nos dicen que trabajó en este proyecto durante 120 años. Durante este largo tiempo, se esperaría que hubiese convencido a otras personas de cambiar su comportamiento. De esta forma, hubiera evitado que sucediera el Diluvio, y hubiese salvado el mundo.

Sin embargo, a pesar de que Noaj estaba dedicado a su tarea, no salvó a nadie fuera de su propia familia. Podríamos decir que el hecho de haber salvado a sus tres hijos y sus esposas fue un logro en sí mismo. Y por supuesto, su Arca fue un refugio para miles de especies de animales. De hecho, a pesar de que mucha gente se burló de él, Noaj no fue disuadido. Sin embargo, no pudo ayudar al resto de la humanidad. No lo vemos ni siquiera intentando hacerlo.

La lluvia empezó a caer. De acuerdo a los Sabios, comenzó suavemente. Si la gente de su generación se hubiera arrepentido, la lluvia hubiera sido una lluvia de bendición. Desafortunadamente, no se arrepintieron. La lluvia se volvió más fuerte. Noaj y su familia entraron al Arca, junto con la manada de animales y aves que vinieron por sí mismos. La lluvia torrencial se convirtió en el Diluvio, destruyendo todo. Noaj y su familia se salvaron, y como resultado, la línea de la humanidad y la vida animal continuó a través de los milenios. Pero Noaj, ¿realmente tuvo éxito?. De acuerdo a los Sabios: No. El hizo lo que se le dijo, se salvó él y sus seres queridos inmediatos, pero no intentó salvar a nadie más.

Cuando hay problemas serios una respuesta es construir un Arca y esconderse en ella. Uno se refugia de un mundo hostil. Este puede ser un refugio muy espiritual, incluso profundamente santo, como el Arca de Noaj. Esto en sí mismo, es un paso importante, y una habilidad que uno debe aprender. La palabra “arca” en hebreo es “teva” que también significa “palabra”. Hay palabras hermosas en el estudio de la Torá y en la plegaria. Uno puede refugiarse en ellas en un ambiente aislado y trascender todos los problemas.

Pero ese no es el objetivo final. El verdadero objetivo es cambiar el mundo. El asegurarnos que no venga ningún Diluvio, para nadie. O al menos, hacer el intento. Los Sabios comentan que Noaj hubiese podido rezar a D-os en nombre de todos los demás, se podría haber comunicado directamente con otros y buscar transformar la sociedad a su alrededor. No se debería haber rendido. Lo comparan desfavorablemente con Abraham, quien sí intentó cambiar a la gente y al mundo. Cuando D-os le dijo que el pueblo de Sodoma y Gomorra iba a ser destruido, Abraham discutió con D-os a su favor, intentando salvarlos. El no se rindió con la humanidad: en lugar de eso le enseñó Monoteísmo, un elemento vital en la civilización del mundo.

Las distintas estrategias de Noaj y Abraham son relevantes para nuestras vidas como pueblo Judío, y como individuos. Por un lado, tenemos que mantenernos firmes en lo que es correcto, aun cuando todos alrededor nuestro están haciendo mal, y crear nuestro propio ambiente positivo y sano. Pero al mismo tiempo debemos darnos cuenta que tenemos el poder de afectar a los otros para bien, de cambiar su dirección, especialmente después de nuestro exclusivo fortalecimiento en el Sinaí cuando recibimos la Torá. En última instancia, cada persona puede cambiar el mundo.

EL PROPÓSITO DE LA CIVILIZACIÓN

"Dijeron, 'Vamos, construyamos nosotros mismos una ciudad y una torre.'" (Bereshit 11:4)

Los sobrevivientes del Diluvio no prestaron atención a la lección del Diluvio de que debemos confiar en D-os como la fuente de nuestro bienestar.

Nosotros, los sobrevivientes de un “diluvio” que mató a 6.000.000 judíos, deberíamos aprender del error de los sobrevivientes del Diluvio de Noé. Reconstruir la infraestructura de la civilización judía es admirable y noble, pero no es un fin en sí mismo.

Nuestra “ciudad y torre” debe poseer un propósito más profundo y espiritual, lo que significa que nuestras casas de plegaria y de estudio de Torá deberían ser los edificios más prominentes y cuidados en nuestras ciudades.

Similarmente, nuestras carreras, casas, vidas y familias deben expresar nuestro deseo de cumplir con la voluntad de D-os en vez de ser un mero orgullo vacío. Sus objetos judíos, mezuzot, tefilin, velas de Shabat, etc., deberían ser de la más alta calidad ritual; nuestra colección de libros de Torá debe estar bien abastecida, exhibida en forma prominente, y muy leída; la música y conversación escuchada en nuestros hogares debe ser apropiada a un hogar judío, y así sucesivamente.

Likutei Sijot, vol. 3, págs. 751-753.

Génesis (Bereshit) 6:9 – 11:32

La segunda sección del libro de Génesis se llama como su protagonista Noé (Nóaj en Hebreo), y comienza con la historia del gran Diluvio que limpió al mundo de la depravación y degeneración en la cual había caído la humanidad desde la creación del mundo. Esto es seguido por el relato de cómo el mundo fue dividido entre los hijos de Noé, la dispersión de la humanidad causada por el incidente de la Torre de Babel, y el preludio del relato de las próximas secciones del siguiente gran héroe de la humanidad, Abraham.

EL ÚNICO QUE RESPONDIÓ EL AVISO

Por Leibel Gniwisch

Brownsville estaba repleta de vida judía a mediados del siglo XX. Un barrio modesto en lo profundo de Brooklyn, sus habitantes eran inmigrantes judíos que habían surgido de las viviendas asoladas por la pobreza del Lower East Side de Manhattan.

Por supuesto, había sinagogas. Shtiebels jasídicos hogareños, tipos más grandes de “centros judíos” para “alrightniks” e incluso congregaciones sefardíes para judíos de lugares exóticos como Turquía y Siria.

Una sinagoga en particular estaba dirigida por un rabino cuyo nombre ya no conocemos. Lo que sí sabemos es que no le agradaban los jasidim. No estamos seguros de por qué. Puede haber sido un remanente de la antigua disputa entre jasidim y mitnagdim o animadversión personal. Fuera lo que fuese, el rabino a menudo se burlaba de sus correligionarios jasídicos. En particular, el rabino se burló del Rebe de Lubavitch, el rabino Yosef Yitzchak Schneersohn.

Pero un día, el rabino se levantó para dirigirse a sus feligreses y declaró un cambio total de opinión.

“Tengo algo que decir”, anunció desde el púlpito. "Me equivoqué acerca del Rebe de Lubavitch y quiero disculparme públicamente por la forma en que lo retraté en el pasado".

"¿Por qué? ¿Qué pasó?", preguntaron sorprendidos los miembros del shul.

El rabino respondió con una historia personal. “Como saben, tengo un hermano. Recientemente le han diagnosticado una enfermedad grave. Necesitaba dinero, mucho, y me pidió ayuda”. El rabino se secó el sudor que empezó a gotearle en la frente.

“Pensé en pedírselo a ustedes, mis feligreses, pero la suma era demasiado grande y sabía que necesitaban el dinero para sus familias. Entonces hice lo que parecía ser la única opción viable: puse un anuncio clasificado en el Morgen Journal con cuatro palabras y mi número de teléfono. “Ah Yid darf hilf (un judío necesita ayuda)”, escribí, esperando lo mejor. Estaba desesperado.

“¿Saben quién fue el único que contestó mi clasificado? El Rebe de Lubavitch. Me llamó y se ofreció a donar el importe total.”

“Por eso me disculpo. El rabino Yosef Itzjak es un verdadero líder del pueblo judío. No sabía quién era yo ni si pertenecía a su movimiento, simplemente vio que un judío necesitaba ayuda y eso fue suficiente para él”.

LAS VELAS DE SHABAT

Qué:

Cada mitzvá introduce luz al mundo. Con ciertas mitzvot la luz que generamos puede ser realmente vista y apreciada. Encender velas para iniciar el Shabat es una de esas mitzvot; las velas dan una atmósfera suave y pacífica al sagrado día de descanso.

Quien:

Las velas de Shabat son tradicionalmente una mitzvá de la mujer. La mujer es la que marca las pautas de la casa; es su tarea y su capacidad dada por D-os asegurar que la luz y la armonía prevalezcan en su hogar.

Las niñas comienzan a encender las velas de Shabat cuando pueden recitar la bendición (aproximadamente a los tres años de edad).

Un hombre debe encender las velas si no hay una mujer adulta presente.

Cuando:

Se encienden las velas 18 minutos antes de la puesta del sol. 

Como:

• Las mujeres jóvenes encienden antes que su madre.

• Ponga las velas sobre o cerca de la mesa de Shabat.

• Ponga algunas monedas en la alcancía de tzedaká antes de encender las velas.

• Hasta el matrimonio, las mujeres y niñas encienden una vela. Luego del matrimonio, las mujeres encienden dos velas. Algunas agregan una vela adicional por cada hijo. Por ejemplo una mujer con tres hijos encenderá cinco velas.

El procedimiento:

1. Encienda las velas.

2. Extienda sus manos y muévalas en forma circular hacia usted misma y cubra sus ojos.

3. Diga: Baruj Ata Ado-nay Elo-hei-nu Melej haolam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel Shabat Kodesh. (Bendito eres Tu, Señor D-os nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ordenó encender las velas del sagrado Shabat.)

4. El momento del encendido de las velas es propicio para una plegaria privada. Mientras sus ojos están cubiertos tómese un momento para rezar por lo que su corazón desee.

5. Descubra sus ojos y salude a su familia con: “Shabat Shalom”.

Notas técnicas:

• Una vez que la mujer recita la bendición, ha iniciado el Shabat. Desde ese momento ella no puede ocuparse de ninguna actividad que esté prohibida en Shabat.

• Las velas y el candelabro no pueden ser movidos hasta la conclusión del Shabat.

• Se pueden usar lamparitas eléctricas como velas de Shabat donde no es posible encender una llama, como en un hospital.

 

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Guayaquí 3193
2709 0405 , CP1130, Montevideo.

Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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