Desde el ataque lanzado el sábado por la noche por la República Islámica de Irán contra Israel, condenado por numerosos gobernantes y figuras públicas del mundo libre y democrático como una agresión inaceptable , la pregunta que más parece preocupar a nivel internacional es si Israel responderá o se abstendrá de hacerlo. El temor, claro está, es que una reacción israelí provoque una escalada por la cual se pierda el control de la situación y estalle una conflagración de gran envergadura. Si Estados Unidos se ve obligado a participar, arrastrado a ello aunque el Presidente Biden no lo desea, y si el Presidente ruso Vladimir Putin interviene, todo se complica más aún.
Pero aún sin llegar a ese nivel, la pregunta es si existe el riesgo de un enfrentamiento de alto riesgo entre Israel e Irán que complique a Oriente Medio todo, dado que Irán activa a sus socios en la región a los que arma y financia desde hace mucho , tanto en Líbano como Siria, Irak y Yemen.
Y la amenaza no es sólo sobre Israel sino también sobre Jordania, donde son notorios los esfuerzos iraníes por desestabilizar al reino, a través de extremistas musulmanes.
Distintos gobernantes occidentales exhortan a Israel a no responder para evitar el empeoramiento de la situación. Otra consideración, a nivel diplomático y estratégico, es que quizás una respuesta israelí pueda poner en peligro la alianza anti iraní que se dio en el terreno el sábado, incluyendo países árabes, que ayudaron a Israel a interceptar drones iraníes. De Jordania se lo sabe oficial y públicamente e inclusive se ha publicado que la Princesa Salma, una de las hijas del Rey Abdalla bin-Hussein, que es piloto de combate, derribó seis drones en el espacio aéreo de su país. Y hay informaciones, aunque no confirmadas oficialmente, sobre el aporte de Arabia Saudita al esfuerzo anti iraní de Israel, a través de información de Inteligencia que habría proporcionado sobre el ataque en camino.
Pero según se ve el tema desde Israel, sin minimizar la importancia de las consideraciones antedichas, hay también otras. Diversos analistas y expertos en seguridad opinan que Israel no puede permitirse no responder porque cuando de Irán se trata, ello no será apreciado como contención responsable para evitar una guerra sino como señal de debilidad que puede ser aprovechada.
Al mismo tiempo, se plantea que hay que tener presente el gran apoyo internacional recibido por Israel, especialmente notorio tras meses de crecientes críticas internacionales por la guerra en Gaza, y que una fuerte reacción militar contra Irán podría arruinar esa solidaridad.
Quienes prefieren poner énfasis en eso, sostienen que la legitimidad internacional recibida por Israel tras el ataque iraní, no debe ser desperdiciada.
La otra cara de la moneda sería preguntarse por qué es lógico apoyar a Israel cuando es atacado y no cuando se defiende.
Lo único totalmente claro es que el gabinete de seguridad ha decidido sí responder. Eso se puede afirmar ante todo por las declaraciones ante cámaras, públicas y explícitas, de parte del Teniente General Herzi Halevi, comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, quien el lunes al atardecer, desde la base de la Fuerza Aérea de Nevatim, dijo claramente que Israel responderá. No aclaró cuándo, ni cuánto ni cómo, pero dio como hecho que habrá reacción. Y está claro que las FDI no deciden sino implementan lo que decide el gobierno.
A ello se agregan múltiples informaciones en los medios israelíes citando fuentes de gobierno, según las cuales Israel aseguró a Washington que no le sorprenderá, que le avisará antes, y lo más importante es que no reaccionará de una forma que arriesgue una guerra general y el desmoronamiento de la coalición internacional.
Reaccionar puede tener un precio y no hacerlo, también.
Así lo explicó el jefe del ejército:
“Durante el fin de semana, Irán lanzó un ataque de gran escala contra Israel . Más de 350 misiles balísticos, misiles Crucero , drones explosivos y cohetes fueron disparados desde territorio iraní, así como dedse Irak, Yemen y Líbano, hacia el Estado de Israel.
En los cielos de Oriente Medio se activó una coalición para contrarrestar este ataque, y eso marcó el comienzo de la operación de las Fuerzas de Defensa de Israel: Escudo de Hierro”.
Halevi detalló los socios en este esfuerzo- Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia-y se limitó a decir “también otros”, sin especificar, en evidente referencia a países árabes a los que seguramente no quiso colocar en una situación incómoda. Y recalcó que Israel y todas esas fuerzas “operaron en tiempo real, juntos, por aire, tierra y mar”, agregando que “los sistemas defensivos fueron activados, las amenazas interceptadas y el ataque iraní contra Israel falló”.
Halevi recalcó que “el operativo Escudo de Hierro demostró la fuerza de nuestra cooperación sólida como el hierro”.
Una frase clave fue su interpretación de lo ocurrido: “El ataque de Irán ha creado nuevas oportunidades de cooperación en el Medio Oriente”.
El desafío es responder de modo que esa cooperación no desaparezca a raíz de una respuesta israelí mal calculada.
“Evaluamos de cerca la situación”, recalcó el oficial número 1 de Israel. “Irán tendrá que enfrentar las consecuencias de sus acciones. Elegiremos nuestra respuesta de acuerdo a lo que sea apropiado. Las FDI están prontas para contrarrestar cualquier amenaza desde Irán y sus socios terroristas, continuando nuestra misión de defender al Estado de Israel”.
En una entrevista a la radio israelí KAN, el ex Primer Ministro laborista Ehud Barak, uno de los más duros críticos de Netanyahu, recalcó que Israel “no puede no responder al ataque de Irán”. Criticó la forma en que el Primer Ministro maneja tanto la guerra contra Hamas como diversos asuntos de Estado, pero sí avaló una decisión de reaccionar al ataque.
Son varios los expertos de seguridad que se manifiestan similarmente, aunque todos exhortan a responder en forma calculada y bien pensada, sin exabruptos irresponsables.
También están quienes sostienen que justamente el gran éxito de Israel en frustrar el ataque de Irán al interceptar el 99% de las amenazas, permiten a Israel abstenerse de una reacción contundente o al menos le dan tiempo de maniobra.
El General (retirado) Yaakov Amidror, ex Asesor de Seguridad Nacional, opina que lo central ahora es finalizar exitosamente la guerra contra Hamas en Gaza, incluyendo la destrucción de sus cuatro batallones en Rafah, liberar a los 133 secuestrados , y que hay que evaluar qué reacción se puede lanzar contra Irán de acuerdo a ello.
Sea como sea, si Israel realmente responde, las opciones son diversas y no se sabe en qué dirección irá Israel: ataque a instalaciones miitares en Irán, depósitos de armas o figuras claves en el ataque del sábado, a bases o jefes de las Guardias Revolucionarias de Irán , las instalaciones nucleares , o quizás blancos iraníes en Siria o Líbano o quizás una ofensiva cibernética, aunque se estima que esta última opción tendría menos impacto .
A nosotros se nos ocurre, aunque se trate por ahora de mera especulación, que quizás el escenario que permitiría evitar una reacción militar israelí, sería la consolidación de una fuerte coalición internacional contra Irán, que incluya sanciones concretas , en cuyo marco gran parte del mundo libre proclame a las Guardias Revolucionarias de Irán como lo que son: una organización terrorista.