¡Levantate y Sigue Adelante! - ¡Lo Queramos o No! - El Pastor - Escuchar el Shofar
No. 275
Nitzavim-Vaielej
Horario de velas de shabat en Montevideo
Viernes 27 de setiembre 18.27
¡LEVÁNTATE Y SIGUE ADELANTE!
Por Yossy Goldman
¿Es difícil vivir la vida de un judío comprometido? ¿La Torá es pesada y onerosa? Veamos qué dice la parashá de esta semana al respecto.
“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no está oculto para ti ni está lejos. No está en el cielo para que digas: “¿Quién subirá al cielo por nosotros y lo traerá?”… ni está más allá del mar para que digas: “¿Quién cruzará al otro lado del mar por nosotros?”… más bien, esta cosa está muy cerca de ti… para que puedas cumplirla." (Devarim 30:11-14)
Estas palabras establecen claramente que vivir según los preceptos de la Torá no es un ideal lejano ni un sueño imposible. Está al alcance, es práctico y eminentemente factible.
Estos versículos forman la base del Libro de Tania, el credo del jasidismo de Jabad. El verso final, Ki karov elecha hadavar meod, “esto está muy cerca de ti”, aparece incluso en la página del título.
El ilustre autor del Tania, el rabino Schneur Zalman de Liadi, conocido como el Alter Rebe, escribe que su único propósito al escribir el Tania fue demostrar que vivir una vida judía profundamente comprometida no es imposible ni inalcanzable. “Está cerca de ti” significa que es alcanzable de manera realista y está al alcance de “la persona promedio”, a la que se dirige el Tania.
Con frecuencia escucho a los judíos de hoy decir que vivir una vida observante de la Torá es difícil, si no directamente imposible. El Alter Rebe no está de acuerdo.
A lo largo del Tania, explica que todos tenemos un alma divina y un alma animal, y que se supone que debe haber una lucha continua entre estas fuerzas dentro de nosotros, ya que cada una aspira a reinar suprema y ser la única que dirija nuestras elecciones y acciones.
Tania se llama Sefer Shel Beinonim, el “Libro de los Intermedios”, y describe la lucha espiritual de la persona promedio. Y el autor nos alienta recordándonos que no necesariamente se espera que todos seamos tzadikim, individuos justos y de otro mundo. Muy gentilmente, nos recuerda que incluso si no somos perfectos, D-os nos ama.
Describe los diferentes tipos de personas, cada una en su propia categoría espiritual. Algunos pueden ser perfectamente justos y otros no tanto. Algunos están eternamente inspirados, mientras que otros pueden luchar con su fe y compromiso. Algunos incluso pueden experimentar caídas en desgracia, y el Alter Rebe alienta a quienes fallan diciéndoles que no todo está perdido. Incluso si sucede repetidamente, de todos modos no es el fin del mundo, nos asegura.
De hecho, para la mayoría de nosotros será una lucha de por vida. Y eso está bien, dice. Porque así como D-os ama al tzadik perfecto, la persona completamente justa que nunca se sale de la línea y se mantiene en el camino recto y angosto durante toda su vida, también ama a aquellos de nosotros que luchamos y tenemos repetidos altibajos espirituales, caídas y fracasos.
Me encanta su ilustración usando dos tipos de comida: dulce y picante. A algunas personas les encanta la comida dulce y a otras les gusta picante. La persona completamente justa es como la comida dulce, mientras que la que tiene altibajos se asemeja a la comida picante. A algunas personas les encanta un kugel dulce en Shabat, mientras que otras prefieren un kugel de fideos salado. A D-os le gustan ambos, lo que significa que si bien Él obviamente valora a la persona dulce y justa, tiene un aprecio especial por aquellos que luchan y pueden tener fluctuaciones turbulentas en su servicio a D-os.
Lo principal es que cuando caemos, nos levantamos y comenzamos de nuevo sin resignarnos ni permitirnos revolcarnos en la autocompasión. ¡Qué idea tan alentadora!
Qué reconfortante es saber que, sin importar si fallamos o cuántas veces lo hagamos, siempre podemos levantarnos de nuevo y continuar con la misión de nuestra vida. Existen innumerables frases hechas sobre el éxito y el fracaso. Quiénes son los verdaderos autores de estas frases es tema de mucho debate. Algunos dicen: “Cada fracaso es un ensayo para el éxito”. Otros sugieren que “El éxito es la capacidad de pasar de un fracaso a otro sin perder el entusiasmo”. La que creo que mejor capta el enfoque de Tania es esta: “El éxito no es definitivo; el fracaso no es fatal: es el coraje para continuar lo que cuenta”.
Con el favor de D-os los que luchan y los rezagados se sentirán inspirados para continuar con su buen trabajo. Puede que no todos seamos tzadikim, pero todos podemos darle a D-os mucha satisfacción, placer y alegría, cada uno a su manera.
¡LO QUERAMOS O NO!
[Moshé dijo al pueblo judío que podía confiar en la ayuda de D-os;] “Él no os fallará ni os abandonará.” (Devarim 31:6)
Con estas palabras, Moshé nos informó que, aunque se nos ocurriera que la vida sería más fácil si estuviésemos libres de la misión de D-os y Su asistencia, dicha vida no es posible. D-os nunca nos abandonará. Nunca podemos silenciar completamente la voz interior que nos urge a descartar nuestra pasión por ocupaciones superficiales y a que asumamos el cargo de una vida judía responsable.
Por esta misma razón, nunca debemos sentirnos incapaces de cumplir con nuestra misión divina. D-os mismo, quien se niega a dejarnos solos y siempre nos anima a unirnos a Él para perfeccionar el mundo, está a nuestro lado para ayudarnos en nuestros esfuerzos por transformar el mundo en Su morada.
Sijot Kódesh 5732, vol. 1, pág. 9.
Deuteronomio (Devarim) 29:9 – 31:30
En la octava sección de Deuteronomio, Moshé comienza su tercer y último discurso de despedida al pueblo judío, el día de su muerte, el 7 de Adar de 2488. Comienza pidiendo a todos que se pongan de pie (nitzavim, en hebreo) ante él para sellar el Pacto entre ellos y D-os.
La novena sección comienza con el relato de cómo Moshé fue (vaiélej, en hebreo) y consagró a Iehoshúa como su sucesor, y continúa con la escritura de la Torá por parte de Moshé y la orden al pueblo judío de reunirse cada siete años para escuchar su lectura en el Templo Sagrado.
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EL PASTOR
Por Yitzchak Buxbaum
En cierta ocasión, al Baal Shem Tov se le mostró desde el cielo que un hombre sencillo llamado Moshe el Pastor servía a D-os, bendito sea, mejor que él. Anhelaba conocer a este pastor, así que ordenó que engancharan sus caballos a su carruaje y viajó, con algunos de sus discípulos, al lugar donde le dijeron que vivía el pastor.
Se detuvieron en un campo al pie de una colina y vieron, en la ladera sobre ellos, a un pastor que estaba tocando su cuerno para llamar a su rebaño. Después de que las ovejas se reunieron con él, las condujo a un abrevadero cercano para que bebieran. Mientras bebían, miró hacia el cielo y comenzó a gritar en voz alta: "Amo del mundo, ¡eres tan grande! ¡Creaste el cielo y la tierra y todo lo demás! Soy un hombre sencillo; soy ignorante e inculto, y no sé cómo servirte ni alabarte. Fui huérfano de niño y crecí entre gentiles, por lo que nunca aprendí nada de Torá. Pero puedo tocar mi cuerno de pastor como un shofar, con todas mis fuerzas, y gritar: “¡El Señor es D-os!”. Después de tocar con todas sus fuerzas el cuerno, se desplomó en el suelo, sin una pizca de energía, y permaneció allí inmóvil hasta que recuperó las fuerzas.
Entonces se levantó y dijo: “Amo del mundo, soy solo un simple pastor; no sé nada de Torá y no sé orar. ¿Qué puedo hacer por Ti? ¡Lo único que sé es cantar canciones de pastores!”. Entonces comenzó a cantar en voz alta y fervientemente con todas sus fuerzas hasta que, nuevamente, cayó al suelo, exhausto, sin una pizca de energía.
Después de recuperarse, se levantó nuevamente y comenzó a gritar: “¡Amo del mundo! ¿De qué vale que toque mi cuerno y cante canciones para Ti, cuando eres tan grande? ¿Qué más puedo hacer para servirte?”. Se detuvo un momento y dijo: “Hay algo más que sé hacer, ¡y lo haré para Tu honor y gloria!”. Luego se paró de cabeza y comenzó a mover los pies frenéticamente en el aire. Luego hizo volteretas una tras otra, hasta que se desplomó en el suelo, exhausto. El Baal Shem Tov y sus discípulos observaron todo esto desde la distancia, asombrados.
El pastor permaneció allí en silencio hasta que recuperó las fuerzas. Nuevamente, comenzó a hablar y dijo: “Amo del mundo, he hecho lo que pude, ¡pero sé que no es suficiente! ¿Qué más puedo hacer para servirte?”. Después de detenerse a reflexionar, dijo: “Ayer, el noble dueño del rebaño hizo un banquete para sus sirvientes, y cuando terminó, nos dio a cada uno de nosotros una moneda de plata. Te doy esa moneda como regalo, Oh D-os, porque Tú creaste todo y alimentas a todas Tus criaturas, incluyéndome a mí, Moshe, el pequeño pastor”. Diciendo esto, arrojó la moneda hacia arriba.
En ese momento, el Baal Shem Tov vio una mano que se extendía desde el cielo para recibir la moneda. Dijo a sus discípulos: “Este pastor me ha enseñado cómo cumplir el versículo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas’”.
EL SHOFAR
Qué
El shofar es un cuerno de un animal kasher al que se le quitó la médula. Si lo soplas, vas a oír su sonido. Si soplas la secuencia indicada de sonidos en el momento indicado del año, has hecho una gran mitzvá.
Cuándo
En la Biblia, Rosh Hashaná es llamado “El día del toque del shofar”. Esa es la mitzvá del día: oír los sonidos del shofar. Dado que Rosh Hashaná dura dos días, necesitamos oírlo durante las horas diurnas de ambos días, a menos que el primer día caiga en Shabat; en cuyo caso, solamente, lo tocamos el segundo día. Este año tocamos el shofar el 14 y 15 de Septiembre.
Por qué
Básicamente, porque es una mitzvá. Pero los sonidos del shofar también son llamados de atención. Rosh Hashaná es el momento de sacudirnos de nuestro letargo espiritual, reconectarnos con nuestra fuente y reiniciar un compromiso con nuestra misión divina en este mundo.
Quién
Todos los hombres, mujeres y niños judíos. Todos necesitamos reconectarnos.
Dónde
El lugar de preferencia es tu sinagoga local. Allí se toca el shofar después de la lectura de la Torá.
¿No tienes forma de asistir a la sinagoga? Entonces, contacta al rabino de Jabad de tu zona. Él va a hacer todo lo que esté a su alcance por arreglar una visita a domicilio.
Cómo
Puede parecer muy simple, pero tienes que atenerte a las reglas del juego. A menos que conozcas todas las reglas, mejor será que lo dejes a cargo de tu rabino o de otro profesional. Estos son los puntos básicos:
La persona que toca el shofar recita dos bendiciones y luego toca una secuencia de tres clases de sonidos: 1) Tekiá, un sonido ininterrumpido que dura varios segundos; 2) Shevarim, tres sonidos de longitud mediana; 3) Truá, un mínimo de nueve sonidos muy breves.
Si lo haces en la forma debida, vas a completar treinta sonidos como estos. Ese es el requisito mínimo. En la sinagoga, tocamos un total de cien sonidos, en los que los toques adicionales se reparten en el transcurso de las plegarias que siguen a la lectura de la Torá.
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Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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