Israel

De Guatemala a la frontera israelo-libanesa, para cuidar a Israel.

Con  David Tenenbaum, uno de los 120 soldados sobresalientes de Tzahal , recibidos en Iom Haatzmaut por el Presidente de Israel.

David Tenenbaum está sentado en la segundo fila, entre el soldado de lentes y la mujer soldado con boina camuflada.

 

Este joven soldado irradia seguridad. E idealismo sionista. Dos ingredientes claves para recorrer el camino que él ha recorrido hasta ahora y en el que se halla con una gran responsabilidad sobre los hombros, siendo nada menos que uno de los soldados que patrullan la frontera con Líbano, alertas ante cualquier posible amenaza.

En julio del 2016 partió de su país natal, Guatemala, en camino a radicarse en Israel.  Estudió hebreo en un “ulpan” en el kibutz Maagan Mijael y tras varias “luchas” para que a pesar de un problema en el hombro le permitan enrolarse en una unidad de combate, en octubre del 2017 logró concretar su sueño. Inició su servicio militar-que durará en total dos años y medio-, hizo cuatro meses de entrenamiento básico, llegó luego a curso de comandantes y evidentemente se desempeñó de modo tal que sus superiores lo recomendaron claramente como soldado sobresaliente.

En Guatemala están sus padres y su hermano. Y en Israel, aunque tiene abuelos y tíos, es reconocido como “jaiál bodéd”, algo sí como “soldado solo”, un estatuto que se da a los soldados que no tienen a sus padres en el país.

Embargado de emociones y las convicciones que lo mueven, fue uno de los 120 soldados de todas las Fuerzas de Defensa de Israel que en Iom Haatzmaut, aniversario de la independencia de Israel, fueron recibidos por el Presidente del Estado Reuven Rivlin, en un evento que nos consta queda grabado para siempre.

Eso nos llevó a pedir entrevistarlo. Este es el testimonio del guatemalteco destacado en las filas de Tzahal.

En un entrenamiento. David, a la izquierda.
En un entrenamiento. David, a la izquierda.

 

P: David, cuéntame un poco de tu vida antes de llegar a Israel.

R: Como sabes, vine de Guatemala, donde tenía una vida comunitaria judía muy intensa.Es una comunidad pequeña pero muy unida en la que estamos todos muy conectados. Y muy vinculados a Israel.

P: ¿En qué marco es la actividad comunitaria?

R: Para los jóvenes principalmente en Macabi, porque no hay colegio judío. Fue por Macabi justamente que yo vine por un año de “shnat” a Israel.

P: ¿Cómo es la situación de los judíos en Guatemala como parte de la sociedad?

R: No hay ningún problema. La gente quiere a los judíos. Y yo siempre sentí mucho interés en nuestros temas. Tengo muy buenos amigos del colegio, algunos de los cuales inclusive han venido a verme a Israel. No hay ningún choque entre mi condición de “guate” y de judío. Siempre me sentí bien aceptado.

P: Y ya estando en Israel ¿llevas contigo también tu amor por Guatemala?

R: Claro Sobre mi cama en la habitación en el ejército tengo la bandera.

P: ¿Y cómo llegaste entonces al vínculo tan fuerte con Israel?

R: Cuando terminé el colegio vine por un año, como dije antes, a “shnat”, por Macabi. Llegué en el 2015 y volví a Guatemala en el 2016. Al mes de volver concreté la idea que ya tenía de antes, pero de la que me convencí plenamente cuando pasé ese año en Israel. La verdad que el vínculo con Israel venía también de mi propia casa porque mi mamá es israelí.

P: ¿Cómo llegó ella a Guatemala?

R: Cuando su hermano mayor terminó el servicio militar como oficial en Golani, viajó a trabajar en Guatemala, conoció a alguien  y mi mamá fue a la boda…

P: Y también conoció a alguien…a tu papá.

R: Así es.Y se quedó en Guatemala.

David y su mamá en Beit Hanasí. Ella vino de sorpresa al acto en el cual recibió la distinción en la casa presidencial como soldado sobresaliente.
David y su mamá en Beit Hanasí. Ella vino de sorpresa al acto en el cual recibió la distinción en la casa presidencial como soldado sobresaliente.

 

P: Así que me imagino que tus padres estarán orgullosos del camino que estás haciendo.

R: Sí, la verdad que están muy orgullosos. Cuando llegué primero hice ulpan para aprender hebreo, luego  mejiná (preparatorios antes de estudios académicos) en la universidad de Bar Ilan, mientras esperaba el resultado de las comisiones especiales a las que me había presentado para que me autoricen enrolarme a una unidad de combate a pesar de problema que tenía en un hombro. O sea que estuve seis meses sin tener certeza sobre lo que podría hacer, pero finalmente en octubre del 2017 entré al ejército.

P: ¿Estuviste en algún marco especial para olim, para nuevos inmigrantes?

R: Sí, estuve en un curso para olim en Mijve Alon y luego entré al Cuerpo de Artillería. Estoy haciendo un buen servicio y estoy muy contento. Después de cuatro meses de entrenamiento básico, otros cuatro de entrenamiento avanzado , fui a curso de comandantes. En un año terminó toda mi preparación , pasamos entrenamiento de invierno en los altos del Golan, participé en el operativo Maguen Tzfoni, o sea Protector del Norte y ahora estoy en patrullas en la frontera con Líbano.

P: Tú lo das por sentado, pero explicaré a los lectores que Maguen Tzfoni fue un operativo muy importante llevado a cabo hace pocos meses por Tzahal, en el comando norte, en el que Israel reveló que había descubierto túneles cavados por Hizbala desde Líbano hacia territorio israelí. Israel declaró que era una violación de su soberanía y optó por no declarar guerra, prefiriendo en lugar de ello neutralizar los túneles. Hizbala fue tomado por sorpresa cuando  Israel reveló que había captado claramente sus planes de infiltrarse a la Galilea. Así que estás en una zona de mucha tensión. No debe ser fácil.

R: Pero somos muy unidos en nuestro batallón. A cada quien le importa del otro. Y lo más importante es que estamos cuidando a Israel.

P: Esa no es una mera frase. Allí, es la realidad pura. ¿Son conscientes del desafío diario con el que lidian?

R: Entendemos bien por qué lo estamos haciendo.

P: ¿Y cómo se garantiza que no se entre en rutina, que uno no se desgaste? Te lo pregunto porque el problema puede saltar no necesariamente en medio de una guerra sino en cualquier momento.

R: Realizamos distintas actividades con los soldados para que uno no se desgaste. También actividades culturales. Además, estamos cuatro meses en lo que se llama hacer “kav”, o sea “línea” y otros cuatro en entrenamiento.

P: Hacer “kav” es el patrullaje de la frontera.

R: En resumen,vamos cambiando, y eso ayuda a no entrar en rutina.

P: ¿Y por qué te parece que te eligieron como soldado sobresaliente?

R: Porque ven el trabajo que hago con mis soldados, que me importa, ven que doy el 100% de mí mismo, y ven el resultado de lo que hago. Trabajo muy duro por mis soldados, hago todo lo que tengo que hacer. A muchos soldados los he ayudado con problemas que han tenido por temas relacionados a menudo a la situación en sus casas. Siento que me quieren mucho en el batallón.

P: Entraste al ejército poco después de haber llegado a Israel. Imagino que allí habrás conocido segmentos de la ciudad con los que antes no te habías topado.

R: Es cierto. En el ejército se mezcla toda la sociedad. Allí están todos. En mi batallón hay un soldado druso, hay olim, de todo. Siempre tenemos de qué hablar. Todos compartimos y aprendemos unos de otros.

Con compañeros en el batallón
Con compañeros en el batallón

 

 P: Decidiste radicarte en Israel y transitar por el nada sencillo camino del servicio militar, aunque no tenías obligación, lo cual me consta que Tzahal aprecia mucho. Aunque has dicho mucho…quizás sea oportuno para terminar, volver a preguntar por qué-.

R: Porque siento que por ser judío, tenía que aportar algo a Israel. Considero que no es solamente de los israelíes sino de todos los judíos.

 

 

Ana Jerozolimski
(19 Mayo 2019 , 16:47)

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