Mahmud Katusa, de 46 años, de la aldea Dir Qadis cerca de Ramallah
La foto del sospechoso ha circulado en la prensa israelí, mientras el individuo, contra el que se presentó este lunes una gravísima acta de acusación, desmiente categóricamente haber cometido el crimen que se le atribuye. Según uno de los exámenes de Poligraf , estaba mintiendo . Los cargos en su contra le imputan violación en condiciones agravantes, secuestro y agresión.
El acta de acusación incluye duras descripciones del relato de la niña atacada sobre cómo el hombre, que trabajaba en su escuela, la atacó, la golpeó, la desnudó y la violó. Según la niña, en la casa a la que la arrastró había otros hombres que la sostuvieron de pies y manos mientras é la violaba y se reían todo el tiempo.
La niña contó a sus padres lo ocurrido apenas logró llegar a su casa y ellos inicialmente pensaron no presentar denuncia a la policía, pero a medida que pasaban los días ella iba agregando detalles y finalmente decidieron sí hacer la denuncia. Además, la niña reconoció en la escuela al hombre que la había atacado, que trabajaba en la institución desde hacía mucho tiempo.
Al ser detenido el sospechoso y comenzar la policía a investigar, se presentó a dar testimonio en su favor un israelí residente en el lugar, que contó sobre el tiempo que lo conoce y sobre su buen comportamiento, comentando que le parece imposible creer que sea capaz de algo así. El hombre dijo a la policía que su vínculo con él era por las reformas que había hecho en su casa. Cuando llevó a la policía al lugar, los investigadores confirmaron que esa casa era tal cual había descripto la niña el escenario del crimen, según informó la prensa israelí.
El lunes por la noche, el Ministro de Seguridad Interna Gilad Erdan declaró que en la investigación del caso debe participar el Shin Bet, el Servicio de Seguridad, y no solamente la policía, aludiendo a la posibilidad que la motivación haya sido “nacionalista”, el término utilizado a menudo para catalogar atentados terroristas.