Feliz de haber entrado a la política, resume, en la recta final.
Gerardo Sotelo, como es sabido, no tenía ninguna necesidad apremiante de buscar nuevos horizontes. Como exitoso y reconocido periodista de prensa, radio y televisión, estaba ya bastante ocupado. Pero sintió que tenía que hacer algo más, que buscar otra forma de aportar a la sociedad. Hace ya meses que irrumpió a la vida política y a pedido del Senador Pablo Mieres, se sumó al Partido Independiente, al que espera representar en unos meses desde el Senado.
Casi al fin de la campaña, conversamos con Sotelo. Este es su resumen.
Y no se pierdan el comentario-¿advertencia?- final.
P: Gerardo, está por terminar la campaña electoral y me pregunto cómo te sentís hoy, ya varios meses después de haber tomado la decisión dramática de dejar el periodismo y pasar a la vida política.
R: Hoy precisamente, cuando te estoy contestando, me siento especialmente cansado porque son muchos kilómetros acumulados y todavía nos quedan unos días más para terminar la segunda gira nacional en un par de meses. Pero al margen de eso siento una gran alegría de haber tomado esta decisión porque entiendo que me hace asumir nuevas responsabilidades, acaso mayores de las que ya tenía con respecto a la gente, ¿no? Eso es lo que más me conmueve de esta experiencia que estoy iniciando. Después no he hecho más que recorrer medios de comunicación, es decir, he estado más tiempo en radios, en canales de todo el país que en cualquier otro país. Ha sido bastante paradójico. En vez de alejarme de los medios le he dedicado mucho más tiempo a estar en los medios, aunque ya no como periodista, como conductor.
P: Del otro lado, muy distinto por cierto. Cuando ves las encuestas ¿no te preguntás si esto no habrá sido un error?
R: Creo que sería un error hacer política mirando las encuestas. Yo siempre fui votante del Partido Independiente (PI) y las encuestas nunca le dieron bien. De hecho, siempre le dieron bastante por debajo de lo que ha votado, de manera que no lo siento. Porque además hay encuestas que nos dan prácticamente recuperando el electorado de hace cinco años, así que no… Todos los dirigentes políticos prefieren que las encuestas le den mejor de lo que le dan pero sería inaceptable que alguien tomara la decisión de votar o no votar, o hacer o no política según cómo le den las encuestas. La política se hace en base a las convicciones personales, ideológicas, de conducta de la gente que te acompaña.
P: Y como periodista toda tu vida ¿no te pica el bichito de querer justo en una elección estar también del otro lado?
R: Se da en una circunstancia particular. Cuando tengo que escribir la columna, por ejemplo, para el diario. Dónde me ubico, ¿no? Esa es la incertidumbre. A veces quiero decir cosas que no puedo decir porque sería la mirada de un analista político, de un comentarista de la actualidad, y no de alguien que está involucrado. Ahí sí, a veces lamento no poder decir algunas cosas para evitar que alguien pueda malinterpretarlo. El hecho de ser parte te inhibe de asumir algunas perspectivas sobre la actualidad.
P: ¿Cómo cambió tu vida?
R: Mi vida cambió muchísimo. Lo que ocurre es que entré a la vida política en plena campaña. No sólo cambiaron todos mis horarios sino que también cambió mi rutina familiar y cambió la vida de mi familia. Eso es lo más significativo, sobre todo para los más chicos. Aunque en general los miembros adultos de mi familia, especialmente mis hijos grandes, ya tenían que lidiar con el hecho de que yo estuviera en una actividad de notoriedad pública. En este caso, quizás sea aún peor porque la gente que no comparte la decisiones que tomás o las cosas que decís, en una campaña electoral tiende a demonizarte. No todo el mundo pero algunas personas viven la política como Peñarol y Nacional o como el que opina distinto, el que piensa distinto es un ser despreciable. Entonces quizás en ese sentido la familia pueda verse afectada.
P: ¿Cómo te ves el 28 de octubre?
R: El 28 de octubre me veo en el PI. Obviamente, cualquiera sea el resultado, ya sea que acceda a una banca en el Senado o que no, voy a seguir trabajando en política y seguir haciendo mis cosas. Yo continúo en radio Carve, continúo escribiendo en el diario, probablemente haga alguna otra cosa, pero es una etapa de mi vida en la cual tengo que compatibilizar la política con mi profesión.
P: ¿Cuál es tu meta como político?
R: Mi meta como político es acceder a una banca en el Senado el próximo 27 de octubre. Fuera de eso no tengo ninguna meta personal. Y esa la tengo porque me la ofreció el partido. Lo que venga después va a ser seguir trabajando en política para tratar de mejorar la vida de la gente, que es para lo que se hace la política. Pero fuera de eso no tengo ninguna meta personal.
Los encuentros con la gente
P: ¿Aprendiste cosas sobre el país y la gente que no sabías como periodista?
R: De la gente aprendí que todos los problemas son el mismo problema, que todos los seres humanos tenemos el mismo tipo de angustias, de expectativas y que eso tiene que ver con nuestro entorno inmediato, la estabilidad de nuestra familia… La estabilidad en el sentido de la seguridad, de poder vivir tranquilos y de poder trabajar e intentar prosperar sin sobresaltos. Después en la política, en las ciencias sociales y en los medios de comunicación se le pone nombre a los temas, pero básicamente las preocupaciones tienen que ver con esos dos grandes ejes.
P: Al hablar con la gente durante la campaña, recorriendo todo el país ¿te replanteaste quizás tus metas como político o confirmaste por qué decidiste cambiar de rumbo?
R: Al hablar con la gente confirmo la decisión. La decisión que tomé es la correcta porque me reencuentro con un aspecto también de mi propia vida que tiene que ver con el compromiso más concreto con los problemas de la gente, con lo social o con lo político referido específicamente a hacer cosas para que las personas puedan ser más libres, más autónomas y más felices. Es decir, para que la gente pueda tener una mejor vida, ¿no? O una vida mejor, dicho más correctamente. Eso es el único sentido que tiene la política, para mí es permitir que la gente pueda tener mayor libertad y mayor prosperidad. Y esta opción que tomé me hace sentir que puedo ser un actor más eficaz en ese tipo de trabajo.
P: ¿Cuál fue el comentario más lindo que te hizo gente durante la campaña?
R: El comentario más lindo me lo han hecho en más de una oportunidad pero recuerdo a un veterano cuando inauguramos el local en San Bautista, que había mucha gente, era en la calle y después de que terminamos los discursos, se me acerca a saludar y me dice “Me gustó mucho lo que dijo. Yo a usted lo entiendo”. Creo que se refería al hecho de que en general hablo como un ser humano normal, es decir, no hago discursos políticos más allá de la temática y de los asuntos que desarrollar. Es más un discurso en un tono coloquial y eso me parece que la gente lo valora como que no estás tratando de llenarle la cabeza con tus ideas.
P: ¿Y la pregunta o planteamiento más difícil?
R: No recuerdo ninguna pregunta difícil. Se ve que no hubo ninguna tan así. En campaña estás en contacto con periodistas, después con gente que se acerca al local del partido o con gente de la calle, comerciantes, transeúntes, vecinos de las distintas localidades. Pero en general la gente lo que te devuelve es una gran amabilidad, un gran cariño, pero no recuerdo específicamente alguna pregunta que me resultara difícil.
P: ¿Alguna pregunta de la gente te ha puesto en aprietos?
R: En aprietos en general no recuerdo que me hayan puesto, salvo algún episodio muy menor en una entrevista pero con gente que tenía una intención muy aviesa contra mí o contra el partido. Creo que era más una cuestión personal pero no recuerdo ningún aprieto en ningún lugar.
No vaticinios…análisis. Y advertencia.
P: ¿Te animás a vaticinar quién será el próximo Presidente de la República?
R: Todas las encuestas indican que hay un favoritismo marcado para el candidato de la oposición en el balotaje y el que está en mejor posición para lograr eso es Luis Lacalle Pou, así que todas las encuestas indican que sería el próximo presidente de la República. Por lo tanto, no es un vaticinio sino una lectura objetiva de los datos disponibles.
P: ¿Algo que desees agregar?
R: Yo agregaría que tenemos que ver esta elección en la perspectiva de lo que ha sido el decurso de la democracia en el Uruguay con la más absoluta normalidad. Cada elección tiene su anecdotario y sus momentos de rispidez pero son elecciones ejemplares. Seguramente haya un cambio de partido en el gobierno sin que esto signifique ningún drama para nadie. Hay que estar muy atentos porque estamos viendo que ocurren cosas en América Latina que son muy preocupantes. Da la impresión de que hay una coordinación internacional que hace que pueda complicarse en algún sentido la convivencia pacífica en un país como Uruguay, que la tiene felizmente desde hace mucho tiempo. Tenemos que estar atentos a que el proceso de transformaciones que va a encarar el próximo gobierno sea de la manera civilizada en que procesamos los cambios los uruguayos. El que esté a favor festejará y el que esté en contra lo expresará como corresponde pero teniendo un sentido del límite, y el límite es el imperio de la ley y el respeto al prójimo, el respeto a la integridad física y moral del prójimo. Y fundamentalmente que nos tomemos lo que queda de esta campaña con ese espíritu, que cada uno diga lo que tiene de mejor para aportar a su comunidad y que luego la gente resuelva con su voto quién ese merecedor de su apoyo.
P: Que así sea. Gracias Gerardo.
R: A vos Ana.