Entre la desalinización del agua, el karate y el voluntariado. Una vida multifacética.
Presentación general
Edad: 61
Escuela Integral y José Pedro Varela
Tnuá: Ijud Habonim
¿A quién tenés todavía en Uruguay?
Una amiga íntima de mi madre, Berta Lichtenstein y su familia, un amigo mío de la infancia Heber Grunvald y a Eduardo y Ricardo Lander, los hijos del primer matrimonio de la esposa de mi padre, ya fallecido, con sus respectivas familias. También tengo algunos compañeros de clase de la Integral.
¿Cómo está compuesta tu familia?
Estoy casado desde 1980 con Oramit y tenemos 3 hijos: Gal, Yuval y Tamar-Ana.
P: ¿Cuáles fueron tus consideraciones para hacer aliá?
R: Siempre fui Sionista y vi desde chico mi futuro en Israel.
En 1972 nos fuimos con mi madre (Norma Mokuvos, actriz de teatro) a España, al igual que mucha gente de ese ámbito, escapando de la dictadura. Pero yo sabía que no me quedaría en España. En mayo de 1973 me subí en Barcelona al barco donde viajaba mi padre desde Uruguay haciendo aliá a Israel.
P: ¿A qué te dedicabas en Uruguay?
R: Estaba estudiando en el liceo. Tenía 15 años cuando nos fuimos. Estudiaba en el Liceo José Pedro Varela. Nunca olvido que lo llamábamos “pastor de la escuela”.
P: ¿Qué has hecho en Israel?
R: Después de terminar bachillerato me enrolé al ejército en 1976 como tanquista. Hice curso de oficiales y llegué a ser oficial de Operaciones en el curso mismo. Terminé el servicio militar en 1980 y seguí sirviendo en la reserva hasta los 47 años cuando me liberaron con rango de Mayor . Después serví durante otros 5 años serví como oficial voluntario en Dover Tzahal, la unidad de portavoz del ejército.
En 1980 me casé con Oranit y juntos comenzamos a estudiar en Tel Aviv , yo ingeniería mecánica, ella asistencia social.
En 1984, comencé a trabajar en Desarrollo de patentes en el área de termo mecánica y energía solar.
En 1987 comencé a trabajar en IDE (Israel Desalination Engineering) al principio en marketing de plantas desaladoras de agua de mar. En 1988 me enviaron a fundar y dirigir la subsidiaria de la compañía en España en las Islas Canarias donde viví con mi familia hasta el 1991.
De regreso a Israel comencé a dirigir el departamento de marketing de IDE y comencé a dirigir en paralelo la construcción de las grandes plantas desaladoras que se construyeron en Israel en Ashkelon y en Hedera. En paralelo estudié en la universidad de Beer Sheva Financial .
En el 2007 pasé a dirigir la compañía TAHAL que presidí hasta finales del 2011. Como presidente de TAHAL tuve la oportunidad de desarrollar en varios países del mundo proyectos de infraestructura de agua y agricultura, inclusive en Uruguay.
P ¿A qué te dedicas ahora?
R: En el 2012 inicié mi propia compañía de consultoría y trabajo con compañías tales como Shikun Ubinui, Allied, Edeltech, el banco Europeo de desarrollo EBRD y otros, desarrollando proyectos de infraestructura de agua y energía.
Me dedico también a practicar Karate tradicional, hobby que comencé a los 45 años junto con mi mujer Oranit y ambos llegamos al rango de Dan2.
Una vez por semana trabajamos juntos como voluntarios en un centro de rehabilitación de mujeres ayudándolas a salir del círculo de prostitución y drogas con un programa de Karate- Terapia que hemos desarrollado juntos.
P: Cada tema daría para una entrevista aparte…Tendremos que buscar la oportunidad. ¿Dónde vivís? ¿Has vivido en otros lados?
R: Hace 6 años (cuando nuestros hijos ya se independizaron) nos mudamos a Tel Aviv. Antes vivimos 29 años en Even Yehuda (cerca de Natanya).
P: ¿Te gusta lo que hacés?
R: Me gusta mucho lo que hago, tanto en el marco de grandes proyectos de infraestructura sumamente necesarios en un país como Israel como también el trabajo como voluntario en el programa de Karate-Terapia que hemos desarrollado.
P: ¿Dirías que construiste en Israel la vida que querías?
R: Sin lugar a duda.
El desafío de la desalinización
Creemos que vale la pena ahondar en este tema, por lo cual le pedimos a Gustavo que nos escriba al menos en forma resumida algo sobre lo singular de este desafío.
Cuando volví de España en el 1991 después de haber instalado 12 plantas desalinizadoras con tecnología israelí en poco más de 2 años, decidí enfocarme en convencer al gobierno de Israel que desalación de agua de mar es la mejor solución para resolver la problemática del agua en Israel, no únicamente para cubrir las necesidades de consumo interno del país sino también para suministrar a países vecinos y así apoyar los tratados de paz que en esos días se estaban negociando.
El problema en esos días fue que desalar agua de mar era caro comparado con otras soluciones (más de 1 dólar por metro cúbico de agua). Yo estaba convencido que es tecnológicamente posible desalar agua de mar a un precio inferior a 0.6 dólares por metro cúbico y convencí al Ministro de Finanzas de aquellos días ( Baiga Shohat) que llame a un concurso internacional invitando a compañías de todo el mundo a financiar, construir y operar una planta de desalación de agua de mar de gran capacidad y venderle al gobierno el agua producida (lo que se conoce como sistema BOT).
Le prometí a Baiga que nosotros podríamos ofertar tecnología israelí por menos de 0.6 dólares por metro cúbico.
Ganamos el concurso con una suma de 0.527 dólares por metro cúbico (el precio más bajo a nivel mundial).
Fue así como nació la primera planta de gran capacidad (de 100 millones de metros cúbicos al día) en Israel en la ciudad de Ashkelon que comenzó a producir agua de muy buena calidad en el año 2005 y yo tuve el honor de dirigir el proyecto.
Después de ese éxito el gobierno de Israel decidió instalar más plantas con el mismo sistema BOT y hoy en día ya hay más de 580 millones de metros cúbicos de agua desalada a partir de agua de mar y se construirán hasta el año 2030 otros 420 millones para que todo el abastecimiento de agua a la población se cubra con agua desalada.
Evidentemente el desarrollo local de tecnologías de desalación a precios accesibles permite ya a Israel negociar tratados de paz con sus vecinos presentando soluciones prácticas a la problemática del reparto de las escasas fuentes de agua naturales tales como el agua que fluye desde Siria al lago Kineret al norte, el acuífero de la montaña bajo la zona de Jerusalem al este y el acuífero de la costa que cubre también la franja de Gaza.
El vínculo con Uruguay
P: ¿Cuán cercano te seguís sintiendo a Uruguay?
R: Visito Uruguay cada tantos años y he viajado varias veces con mi mujer e hijos, todos nacidos en Israel a pasear a Uruguay y ver amigos varias veces.
P: ¿Qué quedó contigo para siempre de Uruguay?
R: Todos mis familiares, amigos y colegas de trabajo en Israel saben que soy Uruguayo y a pesar que me consideran también israelí, reconocen que soy diferente , no por el nombre únicamente ( que no acepté nunca cambiarlo a un nombre hebreo) sino por el temperamento y forma de tratar a la gente.
P: ¿Qué característica, vivencia o “cosa” uruguaya importarías a Israel?
R: Un poco de tranquilidad para enfocar los problemas.
P: ¿Y qué de Israel te parece que le haría bien a Uruguay?
R: La capacidad de gestionar proyectos de manera más eficiente