Entrevistas

¿Por qué arriesgarse? ¿Por qué ir a zonas de conflicto?

El General Mario Stevenazzi explica por qué Uruguay participa en Fuerzas de Paz

(Fotos: Gentileza Ejército uruguayo)

Hace pocos días publicamos la primera parte de la entrevista con el General Mario Stevenazzi, Jefe del Estado Mayor del Ejército uruguayo, en relación a la participación de Uruguay en diversas fuerzas de Paz. La mayoría, son Cascos Azules de la ONU, pero está también la Fuerza Multinacional de Paz en el Sinaí, que no se halla bajo la égida del organismo mundial. Nuestro entrevistado se desempeñó durante aproximadamente 5 meses, hasta hace unos días, como Director del Sistema Nacional de Mantenimiento de Operaciones de Paz. Esta semana asumió como Comandante de la División de Ejército n° 1 en Montevideo.

El desafío más complejo es desde hace años la presencia en la República Democrática del Congo,  pero ni Siria ni el Sinaí, zonas de tensión, son paraísos terrenales que no puedan potencialmente envolver a las tropas uruguayas y de otros países, en un escenario tenso y violento. Esto, no por la definición de antemano de la misión a la que están destinadas-que no es de combate sino de verificación de acuerdos firmados entre Israel y Siria por un lado e Israel y Egipto por otro- sino por lo complejo e impredecible de la región.

Uruguay en el Sinaí
Uruguay en el Sinaí

 

Entonces…¿por qué? ¿Por qué tiene interés Uruguay en participar en estas fuerzas? ¿Y por qué tienen interés los efectivos mismos en viajar?

Sobre este y otros puntos pendientes, la segunda y última entrega de esta entrevista.

 

¿Por qué participar en Fuerzas de Paz?

 

P: ¿Cuáles son los intereses para participar en estas misiones?

R: Para el Ejército, esto es la forma de entrenamiento más económica y real a la cual puede acceder. Esto permite tener un  Ejército entrenado y preparado de forma permanente para cualquier situación en Uruguay, que ojalá no haya nunca. Nosotros en Uruguay vivimos un paraíso de seguridad regional en cuanto a las actividades militares que hoy indica que el Ejército no pueda ser empleado en ningún lado pero, sin embargo, tenemos que tener un Ejército preparado.

Después, desde el punto de vista económico, existe un aporte económico importante de las Naciones Unidas a los participantes y existe lógicamente un aporte económico individual a cada uno de los participantes. 

Capaz que usted le pregunta a algunos soldados: "¿Por qué está acá?" y le van a decir: "Porque económicamente me sirve" otros, "porque yo me preparé como militar, soy profesional militar y acá puedo cumplir por lo menos parte de mi sueño de ser militar".

Lo que quisiera destacar es que cuando nosotros mandamos un soldado a misión de paz, lo mandamos bien preparado, lo mandamos equipado, lo mandamos consciente de que va para un lugar que puede haber problemas pero que tiene los elementos como para resolverlo. Y mandamos a un soldado jovencito, de repente, y viene hecho un hombre. Mandamos a un muchacho y lo que ve, lo que hace, lo que trabaja, le permite madurar muchísimo y cuando vuelve al país, vuelvo a la reflexión que hice anteriormente: uno llega al país y ve que tenemos un país maravilloso con problemas, sí, muchos, pero no de la gravedad de lo que vemos en las misiones de paz.

P: ¿Y el orgullo de representar al país en una misión importante del exterior?

R: No tengo duda que eso lo tienen todos. Le diría que cuando llegamos al  área de misión, nos despojamos de la parte económica. La parte económica no importa porque los problemas reales que uno ve en la misión son tan graves que usted no piensa cuando actúa si me pagan bien, mal o más o menos. Desde que estamos participando en Fuerzas de Paz, hemos tenido 36 muertos uruguayos. No es poco. Pero tenemos una cantidad de gente condecorada porque arriesgó su vida para salvar a personas, a niños. Porque arriesgó su vida para cumplir la misión, cuando perfectamente uno se puede quedar dentro de un pozo y no hacer absolutamente nada. Y eso es una de las virtudes que tiene el batallón de Uruguay. Nuestros soldados se comprometen con la misión.

P: Me imagino que hablará de lugares como El Congo, ¿verdad?

R: Congo es en este momento el lugar más difícil que tenemos. Allí, hace unos pocos años hubo una condecoración de un sargento que sale de su pozo fusilero, va corriendo hasta una escuela que estaba siendo atacada, agarra una niña que había sido herida, la saca corriendo bajo fuego mientras los compañeros abren fuego contra las fuerzas que estaban tratando de atacar y tomar esa escuela. El sargento salió a su propia responsabilidad a salvar a una niña que no conocía, que no sabía quién era. Ese tipo de actitudes es de todos los uruguayos que están en misiones de paz, por eso Uruguay está bien reconocido, porque Uruguay toma riesgos.

P: ¿El contingente uruguayo en Congo, un sitio muy delicado, ha tenido que participar en combate?

R: Ha tenido que participar en operaciones militares de diferentes características para cumplir con el mandato. Decir combate es muy amplio, y nunca pasó por ejemplo que hayan tenido que estar unos días combatiendo. Y espero que no pase. Pero sí hubo enfrentamientos armados en los cuales el batallón tuvo que hacer cumplir la normativa vigente del capítulo VII  de la Carta de Naciones Unidas, que se refiere a amenazas a la paz o agresiones. Por supuesto que eso sí ocurrió muchísimas veces y hoy lo está haciendo.

P: ¿Qué otros casos dramáticos sabe que han ocurrido? Algún ejemplo especial.

R: Hemos tenido muchos. Particularmente participé en la misión de Camboya donde tuvimos varias operaciones a favor de la población, donde tuvimos heridos, donde tuvimos que acompañar con determinadas personalidades para que no los mataran, no los hirieran, no los capturaran. Hay muchísimas, hay muchísimas. 

P: ¿Y se cuenta lo suficiente de eso? Es motivo de orgullo nacional, muy distinto del ejército que protagonizó el quiebre de la institucionalidad democrática.

R: A nosotros nos interesaría muchísimo poder destacarlo pero a veces tenemos algunas barreras. Una de ellas es que las familias de los soldados están en Uruguay y se van a preocupar muchísimo si nosotros nos ponemos a contar todas las operaciones militares en las cuales estamos participando. Le  estamos creando un problema al papá, a la mamá, a la esposa, al hijo, al abuelo, al familiar y a los amigos de cada uno de los que están allá. Entonces, para contar la historia correctamente, a veces es muy difícil. Es una angustia para las familias que no estamos dispuestos a generarla por respeto a la gente que está trabajando en las misiones de paz.

Y en otro aspecto, yo quiero resaltar, que es importante. El  Ejército es un Ejército profesional. Y el Ejército- quizá no sea la palabra exacta- no trafica con la muerte. En estos enfrentamientos hay heridos y hay muertos. Y esos muertos por más que sean fuerzas negativas hacia los intereses de las Naciones Unidas y particularmente de Uruguay en esa misión, son personas. Y el Ejército no se vanagloria de enfrentarse a alguien para salvar a una niña. Si murió alguien, es muy grave que haya muerto alguien. Entonces ese tipo de códigos no se pasan.

P: Aunque puede haber incidentes de ese tipo contra terroristas.

R: Aunque sean terroristas. Hay grupos terroristas que están operando en todas las áreas de operaciones donde estamos trabajando.

P: Es todo más difícil cuando se lidia con grupos que no tienen códigos, o sea no respetan el Derecho Internacional, las leyes de guerra ¿no?

R: Sin dudas. Mire, yo ya recalqué antes el tema de la imparcialidad, que es lo primero, por lo cual no puedo hablar de amigos o enemigos sino de grupos negativos. Si yo le cuento de lo que ocurre en el Congo, cuántos hay en la zona en la que está Uruguay… no baja de 30 a 35 grupos diferentes. Hay terroristas y hay otros que no son terroristas pero que tienen determinadas características. Uruguay está lidiando con cada uno de ellos de la manera que debe hacerlo en función a la misión que se le dé.

P: Yo entiendo lo de neutralidad, por supuesto. Usted los llama grupos negativos y me suena  como término muy diplomático. ¿Hay que ser neutral cuando en el medio hay terroristas que usan a la población civil?

R: Hay que cumplir con el mandato de las Naciones Unidas, en el lugar que sea. Por ejemplo, en El Congo, el capítulo VII determina ciertas condiciones que hay que cumplir para poder hacer uso de la fuerza. Ahora, desde el momento en el que se cumple con ellas,  se hace uso de la fuerza como corresponde. La compañía uruguaya debe cumplir con el mandato de las Naciones Unidas por la cual fue puesta en el terreno. Y ese mandato está claro y está escrito. No sale de ese mandato. Uruguay no tiene la potestad de modificar el mandato. Entonces, en este caso, los usos de la fuerza están bien delimitados en qué momentos son y cómo se hacen. El principal uso de la fuerza es autodefensa.

 

Sospechas

P: ¿Qué puede comentar acerca de las informaciones que han circulado sobre excesos cometidos o actitudes indebidas, entre otros por soldados del ejército uruguayo, respecto a civiles en las algunas zonas en las que operaban, respecto a mujeres locales?¿Es cierto?

R: Inicialmente acerca de este tema quisiera expresar lo que es la posición oficial de nuestro Ejército y del SINOMAPA al respecto, los casos de explotación o abuso sexual (SEA) son en gran medida una nefasta consecuencia de una devastadora realidad social y coyuntural de los escenarios de despliegue, y nuestra posición está en línea con la ONU, de cero tolerancia. 

Es cierto que en el pasado existieron denuncias de supuestos casos de explotación sexual en Haití, los cuales fueron canalizados por ONU a nuestro país, y todos los casos fueron investigados. Debo aclarar que en ningún caso fueron denunciadas violaciones.

P: O sea, casos de paternidad, de niños nacidos a mujeres locales por relaciones con soldados de la fuerza de paz, pero no a causa de violación. Eso es algo totalmente distinto por cierto.

R: Respecto a los casos de presunta paternidad, ONU ha canalizado a nuestro país 11 denuncias, las cuales fueron investigadas en su totalidad. Solamente  4 de ellas arrojaron resultados positivos tras las pruebas de ADN. En esos casos los implicados han reconocido su responsabilidad e iniciado procesos para asegurar la manutención de los niños.

P: ¿El ejército ha tomado medidas al respecto? ¿Se ha hecho algo con los soldados en cuestión?

R: Desde la implementación de la política de “Tolerancia Cero”  en  2003, el Ejército Nacional y todos los demás integrantes del Sistema Nacional que participan en Misiones de Paz no han cesado en  sus esfuerzos por asegurar el cumplimiento de los estándares de conducta, por ejemplo generando capacitación y entrenamiento constante en la materia. En ese sentido, desarrollaron de manera temprana, en 2004, directivas sobre el relacionamiento con la población local y los procedimientos ante casos de SEA.

Uruguay se destaca por ser uno de los pocos estados miembros de ONU en  poseer procedimientos claros de investigación ya que en 2014, nuestro gobierno aprobó el “Protocolo de Actuación del Estado Uruguayo ante denuncias de presunta paternidad comunicadas por la ONU y que involucran efectivos militares desplegados en Operaciones de Paz”. Este fue presentado a la ONU mereciendo su reconocimiento por ser el primero en su especie y un modelo a seguir por otros países contribuyentes. 

Finalmente, en los casos comprobados de SEA, se han tomado las medidas previstas por ONU, como la prohibición de participar en misiones, en lo interno se aplicaron medidas legales y disciplinarias correspondientes acorde a la gravedad del caso, incluyendo la baja; específicamente en  los casos de paternidad comprobada, se ha proseguido con la acción civil de reparación.

 

La motivación

P: Yendo a algo más personal, si me permite…¿por qué quiso usted ser militar?

R: ¡Qué pregunta! Yo creo que cuando uno decide ser militar, busca en lo  profundo de su corazón, el sentimiento de vocación. Yo cuando decidí ser militar tenía 15 años. No provengo de una familia militar; sin embargo, uno estudia en los colegios, uno estudia la historia, el comportamiento del militar y de repente se enamora de algunas cuestiones que lo hace decidir ir para ese lado. Y a medida  que uno empieza a evolucionar dentro de la carrera militar, se da cuenta de que es una profesión maravillosa.

P: Usted, que tiene hoy 54, entró en un tiempo complicado …

R: Yo entré en un tiempo complicado pero  no tengo parientes militares, no tengo absolutamente ninguna relación con militares anteriores. Simplemente fue mi vocación entrar. Recordemos que la vida militar no fueron diez años a partir del 73 para adelante. El Ejército tiene 200 años. Hay 200 años de historia acá y hay que analizar todo. Y de repente ese análisis fue el que me llevó a decidir ser militar, de lo cual estoy orgulloso. Y seguiría de vuelta.

P: Muchas gracias General, por su tiempo, y por todo lo que me ha contado.

R: Gracias a usted por el interés.

 

Ana Jerozolimski
(13 Febrero 2020 , 15:26)

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