Y desearle el mayor de los éxitos como Presidente de la República
Fue en su despacho en el anexo del Palacio Legislativo cuando Luis Lacalle Pou era aún precandidato del Partido Nacional a la Presidencia de la República. Su adversario en la interna era Jorge Larrañaga. Luis ganó aquella interna pero no fue electo Presidente de Uruguay. Cuatro años más tarde, todo cambió y este domingo 1° de marzo, está asumiendo y cumpliendo un sueño.
Por eso, volvimos a leer aquella primera entrevista que le realizamos, cuando tenía 41 años y lo intentaba por primera vez. Y decidimos publicar un resumen de la misma.
En camino a su oficina, nos preguntábamos cómo será conversar con él personalmente. La magnificencia del Parlamento, el enorme pabellón nacional y la bandera de Artigas que engalanan la entrada principal y son notorios ya a la distancia, imponen un respeto que envuelve de antemano cualquier encuentro en el interior del edificio más emblemático de la democracia uruguaya.
Pues adentro, el respeto no desaparece, pero se mezcló con la cordialidad que Luis irradiaba. Aclaró bastante rápidamente que no le gustan mucho las fotos y que por favor la entrevista salga de “tú” y no de usted, respondiendo a nuestra pregunta. “Acorta distancias, es mucho mejor”, nos dijo.
La entrevista fue extensa. Reproducimos aquí sólo una parte, lo relativo más que nada a su persona, a su encare de las cosas, no a los temas de la agenda nacional, aunque también dejamos fuera lo relativo a su lucha con su esposa por tener hijos, y a lo ansioso que estaba en aquel momento por la llegada del 24 de diciembre, para poder interrumpir un poco la campaña por todo el territorio nacional, y estar unos días con su familia.
Creo que es oportuno compartir este texto, para seguir conociendo a quien tiene desde ahora, en los próximos 5 años, sobre sus hombros, la responsabilidad por el destino de Uruguay.
P: Luis…aquí detrás de mí, o sea frente a tu silla en este despacho, la pared está cubierta con un gran calendario lleno de actividades. Veo que la agenda está completa ..y vas tachando lo ya hecho..¿Cómo te sentís entonces en medio de la tormenta de la campaña?
R: Estoy bien, físicamente cansado porque vengo de dos años de acumular kilómetros, de acumular mucha tensión.En esto tenés que conocer la materia prima que es la dimensión humana, entonces no hay momento ni conversación que podés dejar escapar. Las gráficas, los porcentajes, las estadísticas en realidad son termómetros.Pero el trabajo nuestro es conocer directamente caras, corazones, situaciones, alegrías, tristezas, desvelos, frustraciones y todo eso requiere de mucho tiempo pero aparte de un estado de atención intelectual y emocional constante con lo cual acumulas naturalmente un obvio cansancio. Pero estoy contento.
P: Tu resumen, por ahora, es de satisfacción..
R: Sí. Creo que terminamos un buen año con desafíos muy lindos. Yo me planteé desde que soy bastante chico pero ahora con más responsabilidad, siempre, derribar muros mentales. Nunca entro a una situación de mi vida con un prejuicio.Como en algún momento los tuve sé lo dañino y perjudiciales que son en el relacionamiento humano. Y en esto entramos con los brazos bien abiertos caminando hacia la gente.
P: ¿Qué significa esto en términos políticos?
R: En un año hemos logrado juntar gente de distintas corrientes dentro del partido, de otra ala del Partido Nacional. Fuimos atrevidos en el sentido de atrevernos a soñar, a pensar en forma positiva y creo que terminamos un año como abriendo ventanas y con aire fresco en la política. Fijate que si escuchás cualquier discurso mío en este año y antes también, no vas a encontrar un insulto, no vas a ver un tono alto, un grito, no vas a ver que nos creemos los titulares de la verdad ni los propietarios de la misma. Y yo creo que todo eso viene convirtiendo algo muy positivo para la sociedad.
P: No subir el tono aunque la discusión sea muy de fondo..sino encontrar la posibilidad de acercamientos..¿Por ahí pasa?
R: También por ahí. Desde aquí, quizás en otros lugares también se está construyendo cosas más positivas. Ayer venía un dirigente del Frente Amplio a hablar conmigo..Es un poco mayor que yo pero generacionalmente somos bastante parecidos .Y nos decíamos “tenemos que construir algo de entendimientos y desentendimientos con una misma frecuencia”.Y si nosotros modulamos en una frecuencia me parece que le hacemos un bien a la sociedad, entre otras cosas porque va a entender más los intercambios, no va a sentir ruidos, va a entender más los argumentos, no va a escuchar agravios. Ya bastantes problemas tiene el ciudadano como para que nosotros les agreguemos más y por eso me siento serenamente alegre.
P: ¿Hay algún momento en que te preguntás ´para qué me habré metido en esto´?
R: No, no. Yo soy un agradecido a Dios de poder estar en esto. En realidad es una devolución a la sociedad de lo que la sociedad fue conmigo, lo que yo pude tener en mi sociedad y entre otras cosas yo disfruto mucho porque mi columna vertebral es la rebeldía.
P: ¿Contra qué?
R: Lamentablemente durante un tiempo fue contra todo.. sin tener una causa justa…
P: ¿Por edad, quizás?
R: Por edad, por hijo del medio, por petiso, por acomplejado, por adolescente con A mayúscula…Y esta actividad me permitió no perder la esencia pero transformarla en una fuerza positiva.. que mi rebeldía tenga una causa justa, que es la causa de la gente. Soy lo que soy pero lo transformé en algo que para mí generó cosas buenas en mi entorno. Yo tengo que hacer esto y lo siento como un deber conmigo mismo, con mi sociedad, con mis hijos. Creo que lo hago bastante bien y espero hacerlo mejor porque entre otras cosas mi éxito no es el éxito personal, es el éxito de la gente que yo gobierne. El político cuando dice “me fue bien”, no se tiene que reflejar en su espejo, se tiene que reflejar en la imagen de la gente. No puede haber un presidente al que le vaya bien,si la gente no está bien.
P: Y sin entrar en comparaciones con quienes supuestamente al menos en la práctica tienen más experiencia- lo cual no necesariamente quiere decir que vayan a hacer las cosas mejor- si te analizas a ti mismo ¿te animás a poner sobre la balanza en qué sabés que estás maduro y lo vas a hacer bien y en qué todavía sentís que tenés que pulir las cosas?
R: Yo creo que la madurez está en el reconocimiento de la propia ignorancia. La madurez no es un “sé todo”. El día que alguien sea maduro así, es que se pasó de vueltas. Yo espero aprender hasta el día en que me muera . Creo que la sabiduría está en tener la cabeza abierta para aprender en un mundo en el que cada cinco años se duplica el conocimiento.Si no tenés los sensores bien abiertos todo el tiempo para aprender nuevas cosas estás frito. Yo en lo que sí me siento con mucho anclaje, sé dónde estoy y lo que puedo dar y se cuáles son mis limitaciones y cuáles son mis fortalezas.
P: ¿Qué me decís de tus limitaciones?
R: Mis limitaciones las trato de cubrir eligiendo gente idónea en esas áreas.Yo creo que se terminaron los gobiernos de grandes cracks. Hoy es mucho más para un maestro de orquesta, ver quien sepa tocar cada instrumento y encargarse que la orquesta afine y no desentone. Un maestro de orquesta que delegue atribuciones, no puede tocar en los instrumentos pero que se haga responsable de todo. No me convencen los gobernantes que ante un error gubernativo responsabilizan a la opinión pública o a los periodistas o a la oposición o a cualquiera de ellos. Creo que hay que asumir la responsabilidad y también creo tener ahora claro la dimensión cronológica en la cual uno se puede dedicar a esto intensamente. Creo que ahora los políticos modernos tienen fecha de vencimiento.Los problemas surgen de mañana y al mediodía más o menos los tenés que tener en la vuelta o más o menos solucionados porque el mundo está interconectado.
Y es clave tener claro cuáles son las metas, tener claro hacia dónde se va. Si tú no sabés hacia dónde vas, no tenés claro qué camino agarrar.
P: ¿Cuáles son las tuyas?
R: Todo lo que haga al desarrollo individual del ser humano inserto en una sociedad y que sea sostenible en el tiempo. Pusimos la vara bien alta porque no hay causa chica o causa grande. Hay causa justa.
LA POLÍTICA COMO LEGADO FAMILIAR
P: ¿Qué incidencia tuvo en tu decisión primero de entrar a la política y ahora ya a otro nivel , de postularte como candidato a la Presidencia, el hecho que tu papá fue Presidente de la República?
R: Yo te diría que es al revés. . Te diría que si hubo un momento en que estuve más lejos de la actividad política era cuando Lacalle era presidente… pero no era culpa de él, ahí yo reaccioné negativamente por plena adolescencia, hijo del medio, etc. El otro día mi mamá me regaló una redacción que escribí cuando yo tenía once o doce años- se ve que la había guardado y me la dio ahora –en la que había un reclamo social, de la injusticia, de la desigualdad, de la pobreza. Se ve que por ósmosis, por vivir en una casa de determinada manera, por la propia rebeldía de la que yo te hablé más temprano.
P: O sea que es más complejo eso de “papá fue,yo también puedo”. ¿De dónde vino la decisión?
R: Yo siempre digo que tengo un ángel de la guarda que si un día me permiten conocerlo le voy a tener que agradecer mucho porque estuvo presente en decisiones muy muy importantes en mi vida, sobre las que no tengo una trazabilidad racional,por lo menos hasta los 20-21 años. Después sí ya fui consciente. Yo a los 22-23 años decidí lo que quería hacer en la vida, estaba esperando a terminar mi carrera de abogado y entrar a la política.
P: Perdona que vuelva a tu papá..¿No influye tener un padre político?
R: Obviamente en la mesa familiar se hablaba poco de fútbol y de otras cosas y más de los problemas de la gente .El timbre de mi casa era con los problemas de la gente y las discusiones en mi casa era con los problemas de la gente y con los temas del país .Y... sí, uno se va enamorando de eso.
P: Cuando uno es Presidente está expuesto a muchas críticas. ¿Cómo lo viviste como hijo?
R: Sufrimos mucho sí, el sufrimiento del agravio pero con la tranquilidad de quienes somos. Tuve una virtud o un defecto, no me importa definirlo pero estoy contento con ello: nunca encontré a nadie que me diga nada en la cara… y los fui a buscar a todos.
P: ¿No se animaron?
R: Y ….calculo que no pero los fui a buscar a todos. Me gustan las relaciones frontales, odio la hipocresía, la demagogia y la mentira. Desde chiquito no puedo lidiar con eso y algunos me dicen que no discuta todo. La mentira, la hipocresía y la demagogia les tengo desprecio y a la gente que la practica también.
P: ¿Qué virtud o qué característica de la gente más admirás?
R: La gente que hace las cosas con amor, la gente generosa y la gente que dice la verdad; me puede la gente que dice la verdad
P: ¿Aunque duela?
R: Aunque le cueste …porque cuando le duele, le duele al otro. A mí me gusta que digan la verdad aún en detrimento de sus intereses. La verdad siempre, siempre.
LA VIDA, LOS SUEÑOS, LA FAMILIA
P: ¿Qué te mueve a vos en la vida personal?
R: Siento que tengo un deber con mi país y con la gente de mi país y que lo voy a cumplir lo mejor posible y después seguiré vinculado a la actividad política pero ya no como candidato. Me gustaría ayudar a mi partido en todo lo que pueda y me gustaría tener tiempo para dedicarme a descubrir talentos jóvenes, no para que se involucren necesariamente en la política; esa gente que vive en algún lugar del país, Montevideo o el interior que tiene condiciones innatas que a veces por falta de estímulos, de apoyo, de oportunidades se queda con las ganas. Me gusta la gente, me gusta prenderle luces a la gente, es más, creo que un gobernante es un prendedor de luces
P: ¿Qué más hay atrás de Luis Alberto Lacalle Pou que quizás el ciudadano promedio no conozca?
R: A mí me gusta que me conozcan. Si te conocen después no se equivocan cuando te votan o cuando no te votan. Me parece que eso es lo que nos permite Uruguay, cruzarnos en las esquinas, conversar, en las esquinas virtuales que han democratizado mucho la relación entre el gobernante y el ciudadano. Yo soy un pasional, pero trato de practicar lo que me decían mis entrenadores… trato, ahora puedo, antes no tanto. El autocontrol es muy importante. Sangre caliente y mente fría… porque yo no tengo el derecho a tener la mente caliente ya que de nuestras decisiones eventualmente le puedo generar perjuicio o beneficio a la gente que gobierno, entonces cada palabra mía en campaña electoral y después, si me toca ser Presidente, hay que medirla en torno al beneficio social que puede generar.Ya no se puede uno guiar por caprichos ni por gustos personales ni por nada que se le parezca, es un dejarse cargar tres millones y medio de personas sobre los hombros.