En Jerusalem, Tel Aviv y varios puentes y cruces carreteros en diferentes partes de Israel tuvieron lugar este sábado manifestaciones contra el gobierno del Primer Ministro Biniamin Netanyahu.
“Las Banderas Negras” que protestan contra el hecho que Netanyahu continúa en su puesto aunque se halla en juicio por sospecha de corrupción, los independientes y otros sectores que protestan por la situación económica a raíz de la pandemia, se unieron en Tel Aviv.
Por otra parte, junto a la residencia del Primer Ministro en Jerusalem manifestaron los seguidores de “Las Banderas Negras”, por ya varias semanas consecutivas, sumándoseles numerosos jóvenes y artistas. Y a lo largo de toda la jornada hubo protestas en cruces carreteros y en puentes en los que ciudadanos se apostaron con banderas de Israel, banderas negras y carteles contra Netanyahu.
De hecho, se combina de fondo la protesta que exige la renuncia de Netanyahu por estar en juicio, con las condenas al manejo gubernamental de la pandemia y más que nada por la política económica seguida en este marco. Las protestas llevan ya semanas y se van agudizando.
Ciudadanos entrevistados en los medios aclaraban que en las protestas no participan únicamente israelíes opuestos políticamente a Netanyahu, no solamente votantes de izquierda y del centro, sino también gente de derecha que antes lo apoyaba. El énfasis se pone claramente en las serias críticas a la política económica del gobierno a raíz de la pandemia. Pero está claro que se juntan aquí varias razones y diferentes sectores de la población.
También el viernes 17 al mediodía hubo tensión junto a la residencia de Netanyahu.
En términos generales, la manifestación en Jerusalem es mucho más tranquila que la de Tel Aviv. En esta última hubo golpes, choques violentos con la Policía y gases lacrimógenos. Camarógrafos del canal 13 de la televisión israelí captaron el momento, en vivo, en que uno de los manifestantes en Tel Aviv empujó a un policía que llevaba un megáfono para dispersar a la gente, tras lo cual otros manifestantes parecían asegurar a la Policía que no tienen interés en ningún tipo de violencia. Pero finalmente sí hubo incidentes violentos.
En Tel Aviv, la actriz Orna Banai, una figura muy conocida en el mundo del espectáculo, teatro y televisión, se dirigió a los manifestantes refiriéndose en duros términos al Primer Ministro e increpándole haber dicho que los que manifiestan son “anarquistas”. “¿Nosotros anarquistas? ¡Somos patriotas!”, recalcó.
El tema de los anarquistas surgió el sábado pasado cuando la manifestación junto a la residencia oficial del Primer Ministro en Jerusalem pasó a ser violenta, con choques y abiertas provocaciones a la Policía, y bloqueo de la calle central de la ciudad, por la que transita el tren ligero.
El Brigadier General (res) Amir Haskel, considerado el líder de las protestas, publicó el domingo pasado un mensaje en su cuenta de Twitter, condenando terminantemente la violencia en las protestas y aclarando que esta es inaceptable. Mencionó explícitamente a un manifestante que atacó a un periodista, afirmando que se trata de un provocador infiltrado que antes había atacado a uno de los organizadores de la protesta. “Es muy importante que los jóvenes participen, y nos alegra que se estén haciendo presentes”, recalcó Haskel, “pero no puede haber violencia de ningún tipo”. Horas antes de la manifestación de este sábado 18 junto a la residencia de Netanyahu, Haskel publicó otro mensaje en las redes sociales, exhortando a todos los participantes a respetar la ley y el orden público, a no exagerar con el ruido, finalizar la manifestación a tiempo y a dejar el lugar limpio. “No podemos manifestar contra un Primer Ministro acusado ante tribunales y al mismo tiempo no respetar nosotros la ley”, recalcó.
La manifestación que Haskel anunciaba se llevó a cabo en efecto en Jerusalem, reuniéndose los seguidores de “Las Banderas Negras” junto a la residencia oficial del Primer Ministro en la calle Balfour del barrio Rehavia. Cerca de 1500 personas marcharon luego hacia el centro de la ciudad y de allí a calles aledañas generalmente muy concurridas, dirigiéndose también a la salida de Jerusalem, bloqueando distintos puntos en calles concurridas.
Tras un comienzo muy tranquilo, la Policía intervino para impedir los bloqueos, aclarando que no se permitirá alterar el orden público.
Cinco horas después del inicio de la manifestación la Policía comenzó a intentar desalojar a los manifestantes. Mientras tanto, en Tel Aviv también continuaba la protesta.
Al parecer acercarse la dispersión de las manifestaciones tanto en Jerusalem como en Tel Aviv, es posible afirmar que las dos partes, la Policía y los manifestantes, hicieron un esfuerzo para evitar que se pierda el control de la situación. La Policía permitió la continuación de las protestas más allá del horario pactado, para intentar minimizar el riesgo de choque. y finalmente los detenidos fueron únicamente los responsables de incientes violentos y de alteración del orden público.
