Entrevistas

Con Hernán Felman, Presidente Ejecutivo del Likud mundial, sobre sus discrepancias-y algunas concordancias- con los manifestantes

“Desde que empecé a activar en Betar en Argentina, no cambié mi camino”, cuenta orgulloso Hernán Felman, Presidente Ejecutivo del Likud Mundial, quien también tiene una vasta trayectoria de actividad en el  Keren Kayemet LeIsrael. Es su Vicepresidente, además de Presidente de su comisión de finanzas e inversiones y Jefe del Departamento Latinoamericano. 

Menciona a su querido Betar cuando le preguntamos sobre los orígenes de su vínculo con el Likud, una de las bases claves de la vida política israelí. Comenzó a activar en el movimiento juvenil cuando tenía 12 ó 13 años, lo cual nos lleva a plantear si ya a esa edad era una cuestión ideológica o fue porque sus amigos habían elegido activar allí. Sonríe y responde : “La verdad es que seguí a Betar a través de una noviecita de aquel entonces, pero luego me quedé por ideología”. Agrega detalles a la historia personal, aclara que con aquella novia no se casó, pero fue en Betar que conoció a quien años después se convirtió en su esposa, lamentablemente ya fallecida.

Nos dirigimos a Hernán, identificándolo claramente con el Likud, para pedir su opinión sobre algunos de los acontecimientos actuales en Israel, las manifestaciones contra el primer Ministro Netanyahu y las exigencias de dimisión. Hernán aceptó gustoso y le agradecemos el tiempo que nos ha dedicado.

 

P. Hernán ¿cómo ves la dinámica actual en el partido Likud, tu partido?

R: No hay ninguna duda de que un movimiento con 36 representantes en la Kneset no es homogéneo. Hay muchos motivos para estar desconformes con lo que pasa hoy con el Likud. El apoyo al partido no deriva sólo de la identificación ideológica sino que también pasa por conductas y modales determinados. Y los que somos veteranos en el movimiento podemos expresar nuestro descontento con algunas cosas que se ven, que no tienen que ver con la ideología, sino con ciertas personas.

P: ¿Esto está relacionado con el tema de la perduración del Primer Ministro Biniamin Netanyahu en el poder? Parte de la opinión pública israelí considera que no es digno que quien está en juicio encabece el gobierno, aunque claro está que es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

R: Debo reconocer que muchos años de amistad con Netanyahu- sin lugar a dudas muchos- me llevan a un compromiso de ser muy cuidadoso con lo que digo. Aún así creo que hay un momento para todo en la vida y también que un líder debe saber ceder a quienes vengan y continúen en la tarea.

Netanyahu es un hombre con infinitos méritos ganados por todo lo que ha hecho por el país, cosas muy grandes, hasta el día de hoy. Creo que es un estadista de dimensiones como no hay muchos en Israel. Quizás ninguno.  Pero llega un momento en el que hay que dejar a las nuevas generaciones acercarse al poder y ejercerlo.

Un vínculo de muchos años. Hernán (a la derecha), con Biniamin Netanyahu y el entonces Primer Ministro Itzjak Shamir

 

P: Pero mi pregunta no se refería a este aspecto. Por un lado, a menudo la impresión era que cada vez que aparecía en el partido alguien que podía hacerle sombra, él se encargaba de neutralizarlo. Pero por otro lado, el tema es si no debía renunciar debido a que hay un juicio en su contra. Recordemos que cuando Netanyahu era jefe de la oposición, exigió al entonces Primer Ministro Ehud Olmert-creo yo que con mucha razón- que dimita, cuando había sospechas en su contra. Pero en aquel momento, no había siquiera acusación contra Olmert, su situación era mucho menos comprometida que la actual de Netanyahu.

R: Te voy a contestar en dos formas. Ante todo, si me recordás qué Primer Ministro de Israel formó a la generación siguiente y cuando llegó el momento dejó su puesto sin pelearla, te agradeceré, pero creo que no hubo ningún ejemplo. Ben Gurion dejó su propio partido, que él había creado, en el momento que consideró oportuno creó otro partido, y se puede decir que tampoco dejó ningún heredero. Por lo visto es una característica de los líderes, pero no quiero emitir juicio al respecto en este momento.

Respecto a Olmert y aquella exigencia de Netanyahu, quedó clara su inteligencia en forma retrospectiva. O sea, Olmert fue condenado y estuvo en prisión. En el caso de Netanyahy, es probable que después de todas las acusaciones, sea absuelto.

P: No lo sabemos aún.

R: Claro que no. Pero si es absuelto, haberle obligado a dejar su puesto es haberlo acusado y condenado antes de que el tribunal se haya expedido. En este momento lo que sí sabemos con certeza es que los tribunales decidieron en su momento que Olmert fue culpable de fraude y sobornos, algo que no se puede decir de Netanyahu.

P: Pero antes de saberse que ese sería el desenlance del juicio de Olmert, Netanyahu como jefe de la oposición le exigía dimitir, por el solo hecho de estar en juicio. Y en su propio caso, no lo hace.  A eso me refiero.

R: A eso mismo yo me refiero también. En el caso de Olmert las sospechas de Netanyahu  fueron confirmadas por la justicia, o sea que no hay ninguna duda que Netanyahu a lo mejor por lo que sabía, había hecho esa lectura. Pero acá él afirma que es inocente de todo lo que se le acusa. Hay que esperar con paciencia a que la justicia se manifieste.

P: ¿Te parece apropiado que como Primer Ministro haya lanzado los ataques que lanzó contra el sistema judicial?

R: Quisiera aclarar ante todo que en esta entrevista no represento al Likud sino a mí mismo. Son mis opiniones personales las que comparto contigo.

P: Por supuesto.

R: Te diré que yo tengo una opinión muy crítica respecto a lo que pasa en la justicia en Israel. Creo que no hay ninguna duda que la justicia tiene que ser una cosa independiente de los otros poderes del estado.  Como corresponde en democracia, en Israel hay tres poderes. Pero hay una situación un poco confusa entre el legislativo y el ejecutivo, porque en el parlamento también hay ministros que llevan adelante la política de gobierno. O sea que no hay una separación absoluta entre el legislativo y el ejecutivo. Por otro lado, el Poder Judicial es absolutamente independiente, pero está manejado de una forma muy complicada. Por ejemplo el juez que está al frente de la Suprema Corte de Justicia, es electo por su antigüedad, no por su capacidad, algo creo yo inconcebible desde un punto de vista democrático.

Además, creo que no es democrático que en la comisión cuya misión es elegir a los jueces, la mayoría de los miembros son jueces activos.

Cuando hay un enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, no puede ser que última palabra la tenga el Poder Judicial, que no es electo por los ciudadanos de Israel, que sí eligen a sus dirigentes democráticamente. O sea que desde  todo punto de vista tengo mis observaciones respecto al Poder Judicial de Israel.

P: Ese no es el tema que te planteaba Hernán. Parece claro, según distintos expertos, que hay varias cosas que corregir en el sistema Judicial. Pero la pregunta es si es digno que el Primer Ministro alegue  que se trata de hacer un golpe de estado jurídico en su contra inventando expedientes sin fundamento, para sacarlo del poder mediante un juicio ya que no pueden sacarlo mediante las urnas. ¿Eso no es desprestigiar terriblemente a un sistema que es importante para toda la ciudadanía, por un tema personal del Primer Ministro?

R: Desde ya que los supuestos ataques del Primer Ministro al Poder Judicial están basados en una opinión independiente que dice que la justicia tiene también que pasar algunos elementos que deben ser revistos desde el punto de vista democrático. Por eso, por ejemplo, estoy de acuerdo con la propuesta de promulgar una enmienda legal que permite que en caso de que una ley sea anulada por el Poder Judicial, pueda volver a la Kneset, que la revisará y pueda plantearla de nuevo, en lugar de que la decisión definitiva sea del Poder Judicial, que no es electo por nadie.

P:  Nuevamente, ese no era el tema planteado. Netanyahu acusa a los jueces de unirse con los medios, con la izquierda como suele decir, para derribarlo por consideraciones políticas. ¿Está bien que diga algo así?

R: Me parece que la democracia siempre es la voluntad de la mayoría, no de unos pocos. Creo que estas últimas elecciones que fueron  llevadas  a cabo después que el Poder Judicial había decidido presentar una acusación formal contra Netanyahu, fueron claves, porque aún sabiéndose lo de la acusación, en las elecciones triunfó claramente el Likud. O sea que fue una respuesta democrática del pueblo a las acusaciones.

P: Permitime corregir. Las elecciones no dieron un triunfo al Likud. De los 120 escaños de la Kneset elegidos, 62 eran de diputados que no querían a Netanyahu como Primer Ministro.

R: Creo una vez más que hay algo que está por sobre todo, la voluntad del pueblo. La voluntad dividida. Sabemos que una mitad del pueblo está a  favor de Netayahu y otra parte está en contra…Yo creo que no puede ser que la vara de medida del público sea la voluntad de esa mitad que no quiere a Netanyahu. Tiene que ser lo que el pueblo quiere. Cuando se forma un gobierno con más de 70 diputados, la respuesta está clara. Si no ¿cómo  explicar que Netanyahu formó el gobierno?

P: Eso ya fue por la decisión de Gantz de sumársele. Pero 62 estaban en contra, más de la mitad.

R: La pregunta es qué es lo más importante en tu análisis. Si decís que 62 diputados no querían a Netanyahu ¿incluís en ellos también los escaños de la Lista Conjunta, mayormente árabe, que no quieren un Estado judío independiente y sionista en Medio Oriente? Creo que hay que tomar en cuenta la opción sionista, la misma que me trajo a mí aquí, la voluntad de ser judíos en nuestra tierra.

P: Son ciudadanos de Israel. Según la ideología de Jabotinsky, que seguro te inspiró siempre en tu camino, recalcaba la importancia de plena igualdad entre todos los ciudadanos.

R: Yo soy jabotinskiano hasta el final,estoy realmente a favor de absoluta igualdad, los mismos derechos y obligaciones para todos los ciudadanos de Israel. Cuando los árabes comprendan que también servir en el ejército es un derecho y se pongan a disposición del Estado de Israel y no quieran cambiar el carácter judío del Estado de Israel, va a llegar la paz. 

Las manifestaciones

P: ¿Qué opinión te merecen las manifestaciones de protesta de las últimas semanas?

R: Ante todo te diré que aparte de mis  actividades públicas en el Keren Kayemet LeIsrael y en el Likud, en el ámbito privado soy un comerciante, importador, de una empresa muy veterana en Israel. Como tal,  sufro como muchos otros por los efectos económicos de la pandemia. La situación económica está muy complicada y estamos luchando permanentemente para poder flotar y salvar la situación. Veo con preocupación que muchísimos sectores de la economía israelí  están sufriendo penurias en esta época. Desde ese punto de vista, comprendo las manifestaciones. Si fuera yo por carácter una persona salir a manifestar,  estaría también allí, en las manifestaciones provocadas por la situación económica en la que se ha sumido Israel a raíz del Coronavirus. Como empresario te cuento que he recibido  ayuda del gobierno y ahora estoy por recibir una segunda ayuda por haber devuelto al trabajo a mis empleados a comienzos de mayo. Creo que todos tienen que recibir ayuda y se está haciendo un gran esfuerzo para que eso se concrete. Aún así el problema económico es muy serio.

Pero la parte económica no es la única. Debo reconocer que lo que vemos son manifestaciones utilizadas por el  50% de la población, los opositores a Netanyahu, para intentar voltear al gobierno. Eso es algo que a mí personalmente me pone bastante mal. Veo carteles sobre la situación en los territorios, sobre el tema de los árabes, me molesta mucho.

P: Eso no es lo representativo. Realmente hay de todo, pero la base de las manifestaciones es otra.

R: Mi idea es que hablan más de las acusaciones contra Netanyahu y menos de la situación económica y las penurias que vive hoy el pueblo en esta situación de pandemia sin precedentes. En manifestaciones económicas, participaría siempre. Pero comparto con Netanyahu la idea que las manifestaciones están inundadas de anarquistas y de extrema izquierda, con la intención de cambiar las resoluciones democráticas ya tomadas en Israel.

P: La base no son, a mi parecer, elementos extremistas, sino ciudadanos que piensan distinto. Y he entrevistado también altos oficiales en la reserva, que dedicaron decenas de años a las Fuerzas de Defensa de Israel, y que hoy manifiestan porque considera que una persona en juicio, no debe ser el Primer Ministro de Israel.

R: Yo no tengo ninguna duda de que participa también mucha buena gente que está sufriendo por la situación económica. Pero la pregunta si un candidato a Primer Ministro puede ser quien forme el gobierno aunque ya fue acusado, la respondió el asesor jurídico del gobierno y también la Suprema Corte, que dijeron que sí. Y no puede ser que se lucha por la independencia de la justicia pero si su decisión no gusta, se sale a manifestar. Si tiene que haber primacía del Poder Judicial, se acepta la ley y sus decisiones, no se sale a oponerse.

Te quiero comentar una cosa. Veo en las manifestaciones gente con camisas con la leyenda “Crime Minister”, haciendo un juego de palabras con “Prime Minister” y tildando a Netanyahu de criminal…

P: Eso me parece absolutamente reprobable, no estoy de acuerdo para nada.

R: Hay que decidir si estamos a favor de un estado democrático que tiene principios jurídicos, leyes y demás,o no. Si la ley en Israel permite que siga siendo Primer Ministro y la Corte de Justicia se ha expedido sobre el tema hay que respetarlo.

P: Hernán, te agradezco muchísimo esta entrevista y todo el tiempo que hemos estado hablando. Gracias por tu análisis.

R: Gracias a ti.

Ana Jerozolimski
(04 Agosto 2020 , 10:47)

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