Entrevistas

Un nuevo aniversario de la paz entre Israel y Jordania: entre la emoción y la decepción

Con Oded Eran, segundo Embajador israelí en Ammán

El 26 de octubre de 1994, fue un día de fiesta. En la Aravá, muy cerca de Eilat, dos grandes gobernantes firmaron la paz: el Primer Ministro de Israel Itzjak Rabin y el Rey Hussein de Jordania. Allí estaban el Presidente de Estados Unidos Bill Clinton, el representante de Seguridad y Política Exterior de la Unión Europea Javier Solana,el Primer Ministro jordano Al-Mayali, el Secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, el Príncipe Hassan de Jordania…y muchos más.

En la ceremonia de firma de la paz 26.10.94 (Foto: Tzvika Israeli, GPO)

 

Al cumplirse 26 años de aquel gran día, el aniversario es por cierto mucho más opaco que aquella jornada histórica. Más gris y lleno de mutuas recriminaciones. La paz entre Israel y Jordania se mantiene, pero no se convirtió en lo que en aquel entonces se esperaba. Cada lado, claro está, considera que el otro es el responsable de ello. 

Para analizar el significado de esa paz y su estado actual, nos dirigimos al Dr. Oded Eran , quien fue el segundo Embajador de Israel en Jordania entre 1997 y 2000.También encabezó el equipo negociador de Israel con los palestinos. Se desempeñó en otros puestos diplomáticos antes de retirarse de la Cancillería. Hoy es  investigador en el INSS, el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv, al cual años atrás dirigió. 

Dr. Oded Eran (Foto: INSS)

 

P: Embajador Eran ¿cómo recuerda usted la firma de la paz entre Israel y Jordania?

R: Fue un día muy emocionante. Participé en la ceremonia en el pasaje fronterizo cercano a Eilat. Era el primer acuerdo que se firmaba desde el logro de la paz con Egipto 15 años antes. Fue parte de un proceso histórico que comenzó en la conferencia de paz en Madrid en 1991, tras la cual llegaron los acuerdos de Oslo con los palestinos en 1993 y al año siguiente, la paz con Jordania. La sensación en aquel entonces, entre Itzjak Rabin, el Rey Hussein y el Presidente Clinton, era que florecería algo nuevo. Había mucha esperanza.

En la ceremonia de firma de la paz, el apretón de manos entre los jefes de los ejército de ambos países. Del lado israelí, Ehud Barak. (Foto: Avi Ohayon GPO)

 

P: Pero no fue así.

R: Lamentablemente no fue así. Hoy miro hacia atrás y siento una gran decepción porque no salió mucho de todo lo que esperábamos en 1994. Ambas partes están decepcionadas. Cuando veo lo que se está firmando con otros países árabes ahora, con los Emiratos y Bahrein, temo que Jordania e Israel hayan perdido la oportunidad de crear algo fuerte y nuevo que sea provechoso para ambas partes. Me da mucha pena. Ahora oímos de todo tipo de programas y proyectos con dos países que de hecho no estaban en conflicto frontal con Israel, y aunque no es en lugar de lo que se podría haber hecho con Jordania, no logro evitar pensarlo.

P: Es ineludible recordar que la sociedad civil jordana, prácticamente a todo nivel, nunca celebró el acuerdo firmado por el Rey Hussein. Se siguió rechazando a Israel, no se quiso entablar contactos entre pueblos. Aunque también Israel cometió errores a lo largo de los años, creo que es indudable que Israel siempre celebró ese acuerdo de paz.

R: Es cierto. Tanto que Israel celebró como que Israel también cometió errores. Un elemento clave aquí es que en la población de Jordania más de la mitad son palestinos. E inclusive hoy, el nuevo gobierno de Jordania incluye varios ministros-por lo menos 4- que se han manifestado contra la existencia misma de Israel.

P: Eso no es discrepar con tal o cual política, es mucho más serio.

R: Por supuesto. Pero debo decir que mientras en Israel hay decepción por lo frío de las relaciones, yo considero que también nosotros hemos cometido errores. No emergió mucho de la atmósfera tan cálida y amistosa que había entre Itzjak Rabin y el Rey Hussein. 

P: ¿Me puede dar un ejemplo concreto?

R: Rabin había prometido al Rey Hussein que funcionaría un aeropuerto conjunto en Aqaba, del lado Jordania, que Israel pasaría allí la actividad del aeropuerto de Eilat. Pero al final se construyó un aeropuerto en Timna, al cerrarse el de Eilat. 

P: No conocía esa promesa. Y habría que ver los pormenores, ya que nunca esta paz llegó a ser cálida y cercana. Siempre los sindicatos jordanos boicotearon a Israel, por dar un ejemplo.

R: Eso es verdad. La mayoría de los sindicatos de las profesiones libres-médicos, abogados, ingenieros- están bajo control palestino,lo cual influyó seriamente en las relaciones evidentemente. 

P: En Egipto, aunque están en manos de egipcios, no de palestinos, los sindicatos también juegan un rol nefasto contra Israel. 

R: Sin duda alguna. Le cuento que desde el INSS , el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, estamos intentando desde hace años promover diálogo con un instituto egipcio que se dedica a los mismos temas, y no tenemos éxito. Es imposible. Y la paz con Egipto se firmó en 1979.

P: En Egipto se sabe que durante mucho tiempo-no sé en qué medida eso cambió- las autoridades mismas bloqueaban desde arriba todo contacto a nivel de sociedad civil con Israel.

R: En Jordania eso no es necesario porque la sociedad civil misma bloquea. En Egipto, todo el que quería viajar a Israel, precisaba un pasaporte especial, pedir permisos, todo eso venía desde arriba. Es muy lamentable. Penosamente, tanto con Egipto como con Jordania, la paz es fría.

P: Lo cual de todos modos es mejor que la guerra ¿verdad?

R: Eso es indudable.

P: Usted habló de errores cometidos por Israel, que los ha habido. Pero Israel cumple con lo firmado y a veces más de lo pactado, como el tema del agua.

R: Así es. Y las autoridades jordanas no lo dicen debidamente a quienes se oponen al acuerdo. Le entregamos agua a Jordania y cuando Jordania pidió en determinadas situaciones que tienen problemas, le hemos pasado más. Y el gobierno no lo cuenta. No le recuerda a la oposición que parte del agua llega de Israel. Tampoco le recuerda que parte del gas llega de Israel. Claro que pagan por ello, pero ni lo mencionan.

Por otro lado, cuando en Israel se habla de anexión, eso enciende a los jordanos , que temen que eso lleve a que más palestinos quieran instalarse en Jordania, cuando de fondo está el tema que siempre les molestó, que se diga que “Jordania es Palestina”. Al hablarse de la anexión también se dijo que si no se anexa el Valle del Jordán, Israel puede estar en peligro. ¿Peligro de qué? El ejército jordano cuidó todos estos años la frontera con Israel, frenando todo riesgo de terrorismo desde el Este hacia Israel. Pero sienten que Israel da a entender que no se puede confiar en ellos.

P: Bueno, el tema no es necesariamente sobre el ejército jordano hoy, sino sobre el peligro en caso que eventualmente cayera el régimen hachemita jordano.  

R: Los jordanos sienten que no confiamos en ellos. Aclaro que no estoy repartiendo culpas ni dividiendo responsabilidades  respecto a la situación actual de las relaciones. Pero también nosotros debemos examinar qué hacemos y cómo se ve cada cosa también del otro lado.

A título personal

P: Dejando de lado el análisis político actual ¿qué significa para usted esta paz con Jordania?

R: Yo siempre digo que si le hubiera alcanzado a contar a mis padres que sería el segundo embajador de Israel en Jordania, habrían reído y habrían pensado que algo malo me está pasando. Cuando recibí el nombramiento y asumí el puesto, ellos ya habían fallecido. Pasaron muchas cosas en esos tres años en Jordania. Y ahora saber que años después, a los acuerdos de paz con Egipto y Jordania, por más problemas que tengan, se están agregando países del Golfo, como parte de un proceso en el que Jordania ha jugado un papel importante, es histórico.

Ahora, en tiempos de pandemia, aproveché parte del tiempo para revisar bolsos viejos y llegué a dos fotos que me significan mucho, de cuando presenté credenciales al Rey Hussein. En una le estoy dando un apretón de manos. Recuerdo que casi me pongo a llorar. En la otra,de cuando ya me estaba yendo, la orquesta del ejército jordano, compuesta más que nada por beduinos, tocaba el Hatikva. Cada músico medía casi 2 metros. Fue muy emocionante. Espero que los nuevos embajadores que lleguen a Abu Dhabi y Bahrein tengan esa misma sensación. Es algo que no puede vivirse en ningún otro lado, que no siente un embajador israelí en un país europeo. Llegar como embajador de Israel a un país árabe es muy especial.

 

El embajador Oded Eran presentando credenciales al Rey Hussein. La foto no es nítida, pero el recuerdo es muy fuerte.

 

Para cualquier israelí vivir un tiempo en una sociedad árabe, es una vivencia especial. Y todo embajador que llegue a un país árabe se topará con una dicotomía. Por un lado, puede ir a ver al gobernante casi cuando quiere, y hablar abiertamente con él. Por otro, le será sumamente difícil por entablar contacto con la sociedad, con la prensa, reunirse con el editor de un diario, ir a una cadena de televisión. También hoy. Ese problema no existe en países europeos o en Sudamérica. 

P: Usted tuvo un incidente especial casi inmediatamente después de llegar. El Primer Ministro Netanyahu, que en aquel entonces encabezaba su primer gobierno, llegó a Jordania a reunirse con el Rey Hussein, y usted no fue notificado al respecto. En protesta renunció cuatro días después de llegar, cuando no había alcanzado aún a presentar credenciales al rey . Pero luego decidió retirar su renuncia ¿verdad?

R: Así es. Cuando el Ministro de Relaciones Exteriores David Levy llegó a Ammán a reunirse con el Rey Hussein, yo fui al almuerzo en el palacio con él, aunque aún no había presentado credenciales. El rey Hussein le dijo  a David Levy “creo que a su Embajador tendremos que traerlo en un ato de presos para la presentación de credenciales”…

P: No sea cosa que se le escape de nuevo…

R: Sí...quedó la anécdota. Hay muchos recuerdos.

Oded Eran y el entonces Canciller David Levy, junto al sucesor del Rey Hussein tras su fallecimiento, su hijo, el Rey Abdallah (Foto: Yaakov Saar)

 

P: ¿Usted fue solo a Ammán?

R: Mi esposa cruzaba el puente Allenby tres veces por semana desde Israel a Jordania. Ella era viuda de la Guerra de los Seis Días. Su primer esposo había caído en esa guerra, 30 años antes de nuestra llegada a Jordania, en combates con el ejército jordano en Jerusalem. Y yo le pregunté cómo se sentía al respecto, estando en Jordania. Me dijo “no tengo ningún odio por nadie”. Pero soy consciente de que a diferencia de lo que pasa ahora con los países del Golfo,la paz con Egipto y Jordania fue más compleja entre otras cosas porque hay de fondo recuerdos de muertos caídos en las guerras entre las partes.

P: ¿Cree que es tarde para calentar las relaciones, en el buen sentido de la palabra?

R: No. Creo que justamente las relaciones que se están desarrollando con países del Golfo pueden ser una oportunidad, ya que Jordania está justamente entre Israel y el Golfo. Tiene un lugar importante. Por ejemplo, Jordania autorizó que vuelos israelíes puedan pasar sobre su territorio en camino a los Emiratos. También gana de ello. Pero se puede ver qué hacer en temas de energía, comercio por tierra, turismo. Hay que ver cómo combinar las cosas con Jordania, cómo aprovechar la nueva relación. Creo que hay que hacer un esfuerzo para mejorar las relaciones.

Ana Jerozolimski
(26 Octubre 2020 , 17:06)

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