Muchos de los detalles confirmados del atentado terrorista perpetrado el lunes 2 de noviembre en Viena, son distintos de los informados originalmente, pero claro está que fue obra de un extremista islámico hijo de inmigrantes, él mismo ya nacido en Austria, que había estado preso por planear sumarse al ejército de ISIS en Siria.
Aunque el atentado comenzó justamente frente a la sinagoga central, no parecería que se haya tratado especialmente de un atentado con motivación antisemita, sino que ocurrió allí por tratarse de un lugar muy céntrico. Muy cerca hay también una catedral junto a la cual justamente nuestro entrevistado captó este martes por la noche una notoria presencia policial.
Para conversar al respecto nos comunicamos con una singular pareja latina residente en Viena.
Se trata de Petra Silva De Sousa (23), originaria de San Pablo en Brasil, residente desde hace 3 años en Austria, y su novio Iván Rudich (28), hijo de uruguayos, que casi suena como un compatriota más aunque es nacido en Austria.
Petra se hallaba con unas amigas en el bar junto al que comenzaron los disparos. No vio al terrorista pero oyó claramente lo que estaba ocurriendo.Alcanzó a esconderse, con lo cual cabe suponer que salvó su vida.
Preguntamos a nuestros entrevistados cuál es su impresión sobre el encare de la población musulmana en Austria, de cuyo seno salió el terrorista, aunque él mismo ya nació en el país. Iván tiene al respecto un recuerdo interesante de años atrás.
Comentamos a Petra e Iván que esta es la primera vez que ocurre algo así en Viena, lo cual agrega a la capital austríaca a la lista de escenarios europeos de terrorismo islamista. Y la gran pregunta es si con esto, comenzó una nueva etapa en el país. Ninguno de los dos se aventura a vaticinarlo tan categóricamente, pero mientras Iván asegura que no teme un escenario así, Petra sí considera que después de lo ocurrido, hay motivos para tener miedo.
No podíamos finalizar la entrevista sin preguntar a Iván sobre su vínculo especial con Uruguay.
Agradecemos a Juan Lucas Pezzino habernos contado sobre esta pareja, de cuya peripecia él sabía, por ser amigo personal desde la infancia de Pablo Rudich, el padre de Iván.
