Por Marcelo Kisilevski
@elkisi
Un día después del sismito político provocado por Gideon Sáar, que se retiró del Likud, renunció como diputado y fundó un nuevo partido, éste reúne 16 bancas en la primera encuesta de intención de votos.
Sus potenciales escaños provienen del Likud, también de Yemina (Bennet), de Kajol Laván (Gantz), incluso de Yesh Atid (Lapid). El partido Derej Eretz, de Hendel y Hauzer (ex Kajol Laván) ha anunciado que se une a Sáar.
Todo ello pone en problemas a Gantz y también a Netanyahu, que deberían reunirse para recalcular, por ejemplo, trabando acuerdos -presupuestarios, legislativos y de la tan mentada rotación- que posterguen los comicios y hagan perder aire a Sáar que, en ese caso, se habría adelantado demasiado a ejecutar su movida, cuando todavía no hay llamado a elecciones confirmado. Sin embargo, el corto circuito entre Gantz y Netanyahu continúa. Las elecciones serían el 16 de marzo, o bien el 23.
En tanto, 14.000 primeras dosis de vacuna contra el Covid-19 de Pfizer aterrizaron ayer en Israel, de un total de 110.000 hasta fin de mes, y hasta 2 millones hasta febrero-marzo. La vacunación de equipos médicos y poblaciones en riesgo.
Con dos millones de personas vacunadas, en un país joven como Israel, la mortalidad caerá en picada. Esto, más la visita de Netanyahu a EAU y los contactos acelerados con Arabia Saudita, parecería indicar que el premier está en plena campaña electoral, y que confía en ganar.
