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Netanyahu define límites para acuerdo con Hamás

Israel deja claro que, aun en medio de negociaciones para un posible acuerdo para la liberación de secuestrados en el marco de un alto el fuego, hay límites que no está dispuesto a cruzar, partiendo de su convicción que la organización terrorista Hamas tratará de prepararse para poder lanzar un nuevo ataque tipo 7 de octubre.

 Así lo transmiten fuentes políticas cercanas al primer ministro Biniamin Netanyahu, quienes aseguran que, aunque la respuesta de Hamás a la última propuesta fue considerada “esencialmente un no”, se aproxima en “un 80 a 90%” a lo que Israel buscaba. Eso abre la puerta a seguir conversando, pero sin diluir los principios estratégicos que Israel considera innegociables.

Las FDI maniobrando en Gaza (Foto: FDI)

 

Entre esas condiciones se encuentra la negativa a retirarse del eje Filadelfia, el corredor que separa Gaza de Egipto y cuya vigilancia, advierten en Israel, es clave para impedir que Hamás se rearme. “Hablar de una retirada es una idea delirante”, dijo una fuente política. “No hay ninguna garantía de que Hamás no intente rearmarse y fortalecerse. Su ideología sigue viva, y su supervivencia podría fortalecer a Irán y a Hezbolá”.

 

El primer ministro tampoco descarta que Israel siga controlando el sistema de seguridad en Gaza incluso después de un acuerdo, e incluso que conserve ciertas atribuciones de gobierno en el corto plazo. Durante su reciente reunión con el Presidente Donald Trump, Netanyahu afirmó que “los palestinos deben tener la autoridad para gobernarse a sí mismos, pero no la capacidad de amenazarnos”. En ese contexto, aseguró que el control de la seguridad “seguirá en manos israelíes”, porque “nadie en Israel aceptará otra cosa. No queremos suicidarnos; queremos vivir”.

 

Estas posturas políticas cuentan al parecer con el respaldo del liderazgo militar si se juzga de acuerdo a las declaraciones formuladas este lunes en Khan Yunes por el  jefe del Estado Mayor, Teniente General Eyal Zamir. Este  aseguró que el ejército continuará operando en todos los frentes, pero que el centro de gravedad hoy está en Gaza. Allí, dijo, “trabajamos con firmeza y determinación para lograr los tres objetivos fijados: el regreso de los secuestrados, la derrota de Hamás y el retorno seguro de nuestras comunidades. No renunciaremos a ninguno”.

Teniente General Eyal Zamir (Foto: FDI)

 

Zamir dejó claro que, aunque las negociaciones diplomáticas avanzan, la campaña militar sigue desarrollándose con intensidad. Actualmente hay cinco divisiones desplegadas en Gaza, con una fuerza suficiente para cumplir la misión, señaló. Más de 1300 combatientes de Hamás han sido abatidos desde que se reanudaron los combates el 18 de marzo, entre ellos el jefe Muhamad Sinwar y otros altos rangos como Shabana. Además,  la infraestructura de Hamas–incluida la red subterránea– está siendo desmantelada. 

Al mismo tiempo es notorio que Hamas parece no acusar recibo de estos golpes recibidos y continúa presentando exigencias en las negociaciones, como si fuera el victorioso en esta guerra. Se lo permite, porque tiene en su poder a 50 secuestrados, consciente del valor que ello tiene para Israel.

 

El jefe militar subrayó que se están generando “nuevas oportunidades” debido a los logros operativos en el terreno, y que eso ayudará al gobierno a tomar las decisiones necesarias. Sostiene que a su entender,  todas las opciones propuestas convergen en un mismo objetivo: devolver a los secuestrados y consolidar una victoria estratégica. 

 

Presión y paciencia: la combinación táctica de Israel

Las fuentes políticas admiten que un acuerdo con Hamás no está descartado, pero no será a cualquier precio. “No sé si se podrá cerrar esta semana”, reconoció un alto funcionario. “Debemos apretar el acelerador por un lado y mostrar paciencia por el otro”.

 

Según esta visión, la presión militar seguirá siendo un componente esencial para debilitar a Hamás tanto en el campo de batalla como en su capacidad de gobierno. Esto incluye impedirle manejar la ayuda humanitaria, una herramienta de poder fundamental en el enclave.

 

Fuentes en el entorno muy cercano de Netanyahu recalcan que “para que se configure una imagen de victoria, Hamás debe ser desmantelado como organización, sus líderes deben ser exiliados y una nueva fuerza debe tomar el control del territorio para impedir el rearme”.

 

En este diseño, los palestinos estarán presentes, pero no bajo la forma actual de la Autoridad Palestina. “Quizás haya elementos de Fatah dentro de los clanes”, especula una fuente, “pero la AP no será parte del futuro. Y si hace falta, Israel asumirá temporalmente el control de la seguridad y parte del gobierno”.

 

Ana Jerozolimski
(08 Julio 2025 , 04:12)

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