Payam Feili no podía vivir en su país como homosexual
Payam Feili (33) , el poeta iraní que tuvo que dejar su país años atrás por escribir abiertamente sobre su homosexualidad, recibió asilo en Israel y tiene ahora autorización oficial a permanecer en el país indefinidamente, aunque formalmente su status es de residente temporario.
Lo conocimos en el 2016 en una rueda de prensa en Jerusalem cuando hacía poco que estaba en Israel. "Esto es más hermoso todavía que lo que esperaba. Estoy feliz y me quiero quedar a vivir en Israel", contó en su momento. "Siempre me gustó este país, capté desde Irán algo positivo aunque no lo conocía", dijo en aquella primera aparición pública ante la prensa, en días en los que se presentaba uno de sus libros, traducido al hebreo.
Pero después no todo fue tan idílico. A pesar de los brazos abiertos que lo recibieron hace tres años, Payam no lograba regularizar su estatuto formal. Al expirar la visa de turista con la que había entrado desde Turquía-donde residió un tiempo al tener que abandonar Irán-pasó a estar en un limbo legal por el que no podía trabajar y tenía otras limitaciones que le complicaron seriamente la vida.
Hace pocos días nos mandó un mensaje, feliz, contándonos las buenas nuevas: “Al fin, recibí asilo en Israel. Ahora soy residente temporario”.
Este es la nueva entrevista que realizamos con Payam Feili al confirmársele que puede permanecer en Israel.
P: Aunque imagino que es obvio, te pregunto cómo te estás sintiendo ahora con esta buena noticia que me has dado.
R: Obviamente, estoy sumamente feliz y entusiasmado. Claro que aún me cuesta creerlo. Pensé que llevaría mucho más tiempo.
P: ¿Puedes comprender las dificultades con las que se lidia en Israel cuando un extranjero pide permiso para quedarse? ¿O crees que no hay justificación para ello?
R: Puedo entender aque el mundo entero, no sólo Israel, lidia con una crisis de refugiados. Estos últimos 5 años han sido en efectos difíciles para mí en Israel, porque tenía solamente una visa temporaria y eso no me permitía ningún margen de maniobra. Pero ahora podré ya reunirme con mi familia, que puede salir de Irán a verme en algún otro país.
P: Estimo que en general, también en tu caso, hay que distinguir entre el aparato del Estado y el pueblo, la gente. ¿Estoy en lo correcto si estimo que lograste llegar a este momento por buenos amigos israelíes que te ayudaron?
R: Sin la ayuda de la gente, no sé qué me habría pasado. Recibí ayuda en todo. Israelíes me abrieron sus hogares todos estos años. Es hermoso ver cómo los israelíes viven juntos como una gran familia. Y sin duda, si uno está solo, te ayudan.Los israelíes actuaron como buenos amigos.

P: ¿Qué es lo que hizo la diferencia? ¿Cómo lograste al final recibir la residencia?
R: La verdad es que no sé qué pasó, habría que preguntarles a las autoridades. Pero lo que importa es que al final se concretó. Todos estos años intenté a través de mis amigos de reunirme con funcionarios del gobierno para plantear mi pedido de asilo, pero no recibía respuestas. Y ahora llegó esto. Creo que tuve suerte de tener un abogado como Hagay Kalay. Es uno de los mejores abogados de inmigración en israel y estoy seguro que fueron sus esfuerzos los que terminaron siendo fructiferos.
P: ¿Cuáles son tus planes ahora?
R: Ahora quiero tratar de vivir como una persona normal. Ahora puedo trabajar, así que trataré de encontrar un empleo.Y planearé un encuentro con mi familia en algún lado. Por ahora, esto es lo más importante que planeo hacer.
P: Aún recuerdo la rueda de prensa en la que te conocí, en Jerusalem. Y desde entonces, la tensión entre tu país natal, Irán, e Israel, no ha cesado. Al contrario. ¿Cómo te sientes al respecto?
R: Yo dejé Irán en el 2014 porque vivir allí como homosexual es imposible. Me sentía amenazado. Y los últimos años habían sido problemáticos debido a que yo había desarrollado vínculos con colegas o amigos en Israel. Ya sabes cómo es…en Irán, hasta el nombre de Israel lo consideran ilegal y consideran que la gente debe llamarle “Palestina ocupada”.Me siento muy mal al respecto. Espero que la paz vuelva alguna vez a ese barril de pólvora.
P: ¿Estás en contacto con gente en Irán? ¿Qué te dicen?
R: Sólo con mi familia. Están muy felices con mis noticias.
P: Payam, tú quisiste llegar a Israel años atrás por la forma en que percibías la vida en Israel desde lejos y por lo que creías respecto a la libertad en Israel. Los problemas que tuviste hasta que recibiste la residencia, las dificultades con las que has tenido que lidiar ¿cambiaron en algo tu percepción? ¿Aún crees que valía la pena venir?
R: Mi percepción de Israel no ha cambiado. Israel es una democracia y eso no depende de cómo yo lo vea. Claro que ahora estoy contento de que Israel sea también mi país Todos estos años llegué a creer que esto no se concretaría. Indudablemente, no me sentía bien. Me sentía derrotado o digamos, traicionado. Pero ahora veo que en efecto los brazos de Israel están abiertos y que eso cambió totalmente lo que yo estaba sintiendo. Ahora me siento parte de la comunidad, no un extraño. A lo largo de los años he hecho muy buenos amigos en Israel, así que quiero verlos toda mi vida.Y ahora me resulta más fácil considerarme parte de ellos. La vida no es fácil cuando uno tiene solamente visa temporaria. Y ahora me alegra recuperar cierta clama en mi vida. Si puedo vivir de igual a igual con otros-y ahora puedo- Israel es un buen lugar para estar feliz.
Recordando su presentación años atrás
Payam entró serio y un poco tenso a la sala en la que lo esperaba la prensa. Eran evidentes sus uñas pintadas de azul y un anillo turquesa muy notorio. Pero lo que de inmediato llamaba la atención era el tatuaje con forma de Estrella de David que llevaba en el cuello, que contó se había hecho unos meses antes durante su estadía en Turquía, país en el que pasó algo más de un año cuando comprendió que en el suyo, Irán, ya no podría vivir.
"Quisiera contar ante todo que mi vida no ha sido fácil en Irán", comenzó diciendo por su iniciativa, antes de planteársele pregunta alguna. "En Irán no es fácil vivir si eres minoría, no sólo de parte del régimen islámico sino tampoco de la sociedad", aseguró Payam, que durante largo rato habló sin sonreir . "Y no aceptan que uno tenga su propia identidad y la defienda", sostiene.
Cuando años atrás, el primero de sus diez libros comenzó con la revelación sobre su tendencia sexual, comenzó el hostigamiento del régimen. Fue llamado repetidamente a interrogatorios, hostigado por las Guardias Revolucionarias y despedido del trabajo, al igual que algunos de sus familiares. A ello se sumaba la presentación de su persona como un ciudadano inmoral , violador de los principios de la revolución.
Hasta que no pudo más. "Era un peligro para mí seguir allí", explicó.
Y logró llegar a Israel.
Cuando, en Turquía, recibió invitaciones a visitar Estados Unidos como poeta, y por otra parte a visitar Israel, no dudó ni un instante: vendría a Israel. Es más: llegó al parecer ya decidido a solicitar asilo político.
Payam hablaba ya entonces de una nueva vida en Israel, aunque su viaje al país comenzó con un motivo muy puntual: la presentación de su nuevo libro en hebreo "Yo creceré, yo daré frutos...higos" y la puesta en escena en el teatro Tzavta de Tel Aviv de una obra inspirada en algunos de los poemas que allí aparecen y creaciones de otros escritores. Este, su décimo libro, muy conocido en Israel , es una historia de amor entre dos soldados iraníes durante la guerra Irán -Irak.
Su voz es sumamente suave , pero su mensaje terminante. En Irán no podía seguir viviendo porque corría riesgo de arresto, cadena perpetua y hasta muerte.
"Sentí que el único lugar en el mundo en el que podría vivir sería Israel", aseguró en aquel primer encuentro. "Decidí que puedo vivir acá, quizás por la atmósfera especial que tiene este país y que siempre imaginé en mis historias".Y aclara: "Lo decidí, aunque sé que no es fácil vivir en Israel.Y ahora que ya he llegado, siento que es exactamente como esperaba, o mejor todavía".
Le sorprendió la calidez, cuenta, que le dispensa la gente. "Al principio hay un poco de sorpresa al oir que soy de Irán, pero luego entienden la historia y todos me tratan muy bien. Me hacen sentir que volví con mi familia en Irán".
Nos animamos a preguntarle por qué salió del closet ya años atrás, revelando su homosexualidad, aún sabiendo que una de las características de la opresión del régimen es precisamente la intolerancia con los homosexuales, que son llevados a la horca públicamente.
Payam no titubea: "Mucha gente pensó que era tonto de mi parte salir del closet y así arriesgar mi vida, pero yo quería inspirar a otros y poder hablar de mí mismo. Es que si uno se esconde todo el tiempo y muestra lo que no es, por más perfiles anónimos o falsos que ponga en Facebook, no dejará de ser en su fuero íntimo lo que realmente es", responde.
Y resume: "Es cierto que es muy peligroso en Irán hablar de la propia identidad, si no es como la que dicta el régimen. Pero yo creo que es más peligroso todavía vivir escondiéndose , oculto tras identidades falsas ya que eso lleva a que finalmente, uno pierda su verdadera identidad".