Entrevistas

El homenaje a Israel, de una israelí muy singular

Con la enfermera uruguaya-israelí Claudia Poggi

(Fotos: Ariel Jerozolimski)

Comienzo ineludiblemente con una aclaración. Claudia es mi cuñada. Mi querida y admirada cuñada, casada con mi hermano Ariel. Ellos se enamoraron y toda la familia salió ganando. También el país, Israel. Pero no la entrevisto-y ésta no es la primera vez- porque sea mi cuñada, casi de más está aclararlo.  La lógica es inversa: como somos cercanas, sé muy bien lo que hace, conozco su encare y oigo sus historias, y es por eso que en repetidas ocasiones consideré oportuno entrevistarla, lo cual siempre fue una buena decisión.  

Y esta vez, hay algo muy puntual. De cara al acto central de Iom Haatzmaut (el Día de la Independencia) en el Monte Hertzel de Jerusalem, el acto más esperado de todo el año, fueron invitados equipos médicos de todo Israel a participar en una canción conjunta. Cada hospital envió a 10 personas. Claudia fue una de las 10 de los dos enormes hospitales Hadassah Monte Scopus y Hadassah Ein Karem.

En noviembre se cumplirán 18 años desde que Claudia llegó a Israel casada con Ariel . “Ya van a ser 18, beezrat Hashem”, nos dice usando la expresión hebrea "con la ayuda de D´s" , y nuestro corazón sonríe sin que ella lo vea. Durante 5 años, parte de los cuales trabajó como enfermera voluntaria en Hadassah, aprendió bien el hebreo y pasó todo el proceso de los exámenes que debía dar en Israel y en el 2008 comenzó a trabajar formalmente en la  la unidad de Cardiocirugía y Neurocirugía, y en el último año, también en Coronavirus.

Hace pocos años fue seleccionada por las autoridades de Hadassah como enfermera sobresaliente, destacada entre numerosas, por su forma de trabajar, el espíritu y la dedicación.

Esta es la entrevista festiva que le realizamos, con motivo de Iom Haatzmaut y su participación en el acto central.

La delegación de Hadassah al acto central de Iom Haatzmaut (Foto. Hadassah)

 

 

P: Claudia,  llega Iom Haatzmaut, el Día de la Independencia, que creo no exagerar si digo que es el día más alegre del año en Israel, y vos, sos parte no sólo en el sentimiento, sino también en las celebraciones.  Contame qué es lo que hicieron en el Monte Hertzel, para el acto central.

R: Cada hospital selección 10 personas, no sólo enfermeras sino de todos los funcionarios, y en el caso de Hadassah,  fuimos ocho enfermeras, un médico y una técnica del laboratorio de virología. Fuimos ahí sin saber mucho lo que íbamos a hacer. Sabía que participaríamos en algo relacionado a Iom Haatzmaut , por lo cual me alegró muchísimo que el hospital me hubiera elegido, que hubieran pensado en mí. Al llegar nos dijeron que la idea era cantar una canción de Shlomo Artzi. La única forma de que 300 personas pudieran cantar una canción juntas, con cierta armonía, es con el sistema conocido en Israel como Koolulam (se pronuncia Kululam). Es algo fantástico cómo hacen que gente que no se conoce y que nunca antes cantó junta, que ni saben qué voz tienen, logre llegar a una armonía como la que se logró con esta canción que es hermosa. 

P: Me imagino la emoción.

R: Muchísima.  Es que para mí fue como cerrar un círculo, fue un poco como lo que pasó en la unidad de Coronavirus al principio de la pandemia, y también después. Nos juntábamos enfermos y médicos de diferentes especialidades del hospital que nunca habíamos trabajado juntos,  y logramos llegar rápidamente a  ser un equipo. Y eso que la gente cambiaba muy asiduamente.  Yo decía: estamos armando un rompecabezas sin tener la foto. En el transcurso del primer rato de la guardia se iba armando la foto de cómo era que íbamos a trabajar, conociéndonos, con pacientes muy graves, entonces era un poco estresante el tema de no tener un grupo de trabajo fijo, porque venía enfermeras de distintos cuidados intensivos y de otros servicios para ayudar a la unidad de Corona. 

Y te digo que para mí fue como cerrar un círuclo porque me super emocioné cuando vi a 300 personas que no se conocían cantando juntas.Así como la canción salió, cantada por 300 personas que no se conocían, también en la unidad de Coronavirus nos  juntamos equipos médicos, enfermeras, técnicos, a trabajar como si hubiéramos trabajado toda la vida, pero la realidad es que recién nos estábamos conociendo.En el hospital también fue como una orquesta en la que cada uno tocó su instrumento y sumó su voz dentro del Coronavirus y salió una sinfonía espectacular.. Con momentos tristes, con momentos en que hubiera querido no estar ahí, pero logramos poder atender a esos pacientes en esa unidad, por suerte. 

 

P: Y cerraste un círculo justo para en estos días tan especiales para Israel. 

R: En Israel aprendí que el Iom Ha'atzmaut es uno de los días más importantes del año, en el que la gente realmente festeja lo maravilloso que fue la creación del Estado. Es indescriptible, lo ves en la gente. Primero está el día del recuerdo, Iom HaZikaron- el día recordatorio de los caídos-, una jornada en la que estamos decaídos , pero de cara a la noche ya se empiezan a levantar los ánimos. Todo es alegría y tratar de disfrutar al máximo ese día, que marca un hito histórico para todos los que vivimos acá. 

 

Homenajes

 

P:  En Iom Haatzmaut del año pasado, cuando ya estábamos en pandemia pero no habíamos llegado aún al peor momento, la Fuerza Aérea de Israel realizó su vuelo tradicional siempre en la fecha, sobrevolando hospitales de diferentes partes del país, como homenaje y agradecimiento a los equipos médicos por la dedicación en la lucha contra el Coronavirus.El haberles invitado a participar en el acto central de este Iom Haatzmaut  es otra forma de homenajearlos ¿verdad?

Aquí puedes leer la nota del año pasado sobre ese homenaje aéreo y ver los emocionantes videos

 

 

R: Así es. Cuando llegué acá tuvo más peso en mí al principio el Iom Hazikaron, porque me costaba eso de venir de un país donde no tenemos algo así, y sentir lo que significa en Israel.  Los primeros años que estaba acá, decía  en el día recordatorio Iom Hazikaron. Y luego, me preguntaba cómo se puede pasar así de la tristeza a la alegría de Iom Haatzmaut, el día de la independencia. Y vivíaesa alegría con todos, al reunirnos como siempre en familia.

Con el transcurso de los años logré la ciudadanía israelí, soy ciudadana del Estado de Israel, también después nuestra  hija Liat fue al ejército, hizo más tiempo que el que tenía que hacer porque estuvo en lo que se llama servicio de “kéva” , o sea más allá del servicio militar obligatorio. , estuvo tres años y medio en el ejército y yo fui acompañando todo ese proceso de ella en Tzahal. Y yo siempre pensaba para mis adentros  “que nunca nos toque de cerca lo que pasa el Iom Hazikaron”, siempre pensaba eso, y cuando mis sobrinos fueron a Tzáhal (las Fuerzas de Defensa de Israel) siempre pensaba en eso. Es un día que  recordamos con mucho respeto y amor, pero que nunca nos toque esto dentro de la familia, porque son cosas de las cuales no hay retorno, son pérdidas de jóvenes que son imposibles de recuperar .

Un momento muy israelí. Es tradición que cuando los soldados van a recibir la boina de su unidad, realizan
una marcha para la cual se invita al último kilómetro a los padres, que participen junto a sus hijos. Claudia se
deleita de la experiencia con Liat.

 

Cuando Liat fue ascendida a Teniente, el rango se lo colocó su comandante de un lado y Claudia del otro

 

El Iom Ha'atzmaut para mí siempre fue un día maravilloso. 

Y aunque procuro no trabajar en Iom Haatzmaut, para festejar, como el año pasado, al comienzo de la pandemia, no se podía hacer nada, decidí tener una guardia. Y ahí nos dijeron que venían los aviones de la Fuerza Aérea a agradecernos el trabajo que estábamos haciendo. Entendí que quisieron devolvernos una luz de esperanza con ese saludo que nos dieron, que nosotros vimos desde la azotea del hospital. Me acuerdo que fue sumamente emocionante, a mí se me pararon todos los pelos, y me acuerdo que terminamos cantando el Hatikva  con lágrimas en los ojos. Me emociono ahora de contártelo.

P: Lo siento en tu voz.

R:  Fue como muy fuerte porque ellos, los que venían a saludarnos a nosotros mediante el gesto de sobrevolar el hospital.  estaban en las verdaderas guerras de este país y que ellos vinieran a darnos a nosotros un agradecimiento por el otro tipo de guerra que estábamos protagonizando, contra el virus, entre la vida y la muerte, era  como dar una connotación diferente a Iom Haatzmaut.

P: Y este año, otro tipo de homenaje.

R: Así es. Este año pasó esto maravilloso de esta canción y cuando me lo dijeron yo dije: qué lindo, es como cerrar un ciclo. . El año pasado tuve la posibilidad de participar en un Iom Ha'atzmaut con ese saludo de la Fuerza Aérea y ahora tengo la oportunidad de poder participar en Iom Ha'atzmaut desde la alegría del Iom Ha'atzmaut, que es cantar en Iom Ha'atzmaut con 300 personas que estuvieron en la misma tormenta. Fue el primer evento al que fui en el que me encontré con tanta gente. Era todo al aire libre pero estábamos todos medios histéricos, porque no me había pasado desde hace mucho tiempo encontrarme con tanta gente en un mismo lugar.

 

Los amores

P:  ¿Y vos? Viniste a Israel por amor pero eso no necesariamente significa que automáticamente te enamorás del país. 

R: Yo primero me enamoré de Ariel antes de llegar acá porque lo conocí en Uruguay. Antes de conocerlo ya había estado en Israel en el año 1993, en una beca relacionada a Salud ocupacional, un tema que iba a entrar como materia en la Escuela de Enfermería de Uruguay donde yo era docente. Fue una beca por tres meses y medio en Beit Berl, cerca de Kfar Saba. En aquel entonces me había quedado sumamente impresionada del empuje de este país; es más, tenía una frase cuando me fui de acá que decía: “los israelíes quieren todo para ayer, no para mañana”. Me acuerdo de que me quedé enamorada. ¡Qué país! Y tan chico, yo miraba el número de población, la extensión del territorio y pensaba, “¿Cómo lograron todo esto?”.. Yo veía las  frutas que salían de la arena y me impactaba, porque me costaba ver tierra negra como en Uruguay. Yo decía “¡Wow! Este país es maravilloso”. 

A  Ariel lo conocí en el año 2000 y nos enamoramos. Pero cuando vine a Israel todavía era la intifada, no era una situación fácil. . Y entendí que la forma de adaptarme era tener esa posibilidad de poder mentalizarme de que cuando estoy en Israel disfruto lo que me gusta de Israel y  cuando estoy en Uruguay disfruto de lo que me gusta Uruguay. Cuando viajo a Uruguay vivo intensamente todos los amores que dejé en Uruguay, de la familia, cuando estoy acá tengo que vivir con los sabores de Israel, con las cosas que pasan acá, con todo eso. 

Creo que ese encare  le dio a mi adaptación un plus impresionante, porque me empecé a sentir israelí antes de tener la ciudadanía. 

Claudia, recibiendo un reconocimiento de las autoridades de Hadassah, como enfermera de excelencia

 

P: Eso fue un formalismo, pero con mucho significado.

R: Así es. Yo obtuve la ciudadanía después de cinco años de trámites en el Ministerio del Interior, donde se aseguran que el motivo por el cual viniste fue una historia de amor y no otra historia, y me acuerdo que la recibí con orgullo. Dije: es el lugar donde estoy viviendo y es el lugar donde construí ahora mi familia, este es el lugar. Yo no tenía conexión anterior con Israel, aunque hay raíces judías en el apellido de la familia de mi mamá, que es Puljak. En Israel, en el Museo de las Diásporas, averigüé, y me confirmaron que es un apellido que llegó a la ex Yugoslavia desde Eslovenia, y era Pollack  que lo cambiaron a Puljak, entonces puede haber un origen en el apellido que a lo mejor explique algo de cómo hay cosas que acá me parecieron bastante naturales. 

Ciudadana. Votando en las elecciones.

 

Analizando a Israel

P:  Vos sos una persona con un enorme corazón y al mismo tiempo super racional y lógica.¿Qué es lo que más te gusta de Israel? ¿Y qué cambiarías?

R: Me encanta el  empuje que tiene. Y me molesta que  en el medio de ese empujón atropellan un poco, como que es un país más duro en las conexiones con la gente. Y tenemos siempre una sombra en medio de lo que florece, una sombra que nos persigue, estar tan rodeados de países que no  tienen ninguna simpatía hacia nosotros y estar dentro del país, con a lo mejor gente que tampoco quisiera estar con nosotros. Siempre hay un lado oscuro y este sería el nuestro, lo cual me da muchísima tristeza. 

Desde que yo vivo acá también veo con mucha tristeza cómo se juzga y se habla de Israel. Eso me da un poco de dolor, que gente que nunca vivió o vio lo que está pasando acá, o cómo vivimos acá el conflicto en sí mismo, a veces opina muy ligeramente. Yo digo que hasta a mí, después de 17 años de vivir acá, me cuesta opinar. Es un complejo conflicto del cual no veo la salida clara. Entonces a veces lo que me molesta un poco es cómo Israel no tiene mejor prensa. 

P:Últimamente mejoró eso ….por la pandemia.

R: Justamente lo iba a comentar. Tengo amigos que viven en Europa, Estados Unidos y Sudamérica y me dicen que Israel es la apertura de varios noticieros por lo que está sucediendo acá con el Coronavirus, pero me gustaría que la gente no se olvide de eso cuando se abran los noticieros en el futuro. 

 

P: ¿Algún mensaje especial con el que quisieras terminar?

R: Yo que  estoy inmersa, que trabajo en un hospital donde están las dos poblaciones -musulmanes, judíos, también hay algún cristiano-que veo cómo podemos convivir dentro de un hospital, en una realidad que parece que funciona; cómo podemos ir a cantar al Monte Hertzel en el Día de la Independencia de Israel , con gente árabe en el coro que canta, con ese significado brutal que tiene ese lugar para este día, y podemos ahí lograr algo. No puede ser que en el día a día haya un conflicto latente. .

Quiero decirte que me molesta terriblemente cómo desde afuera, la ONU, la prensa y demás, presenten siempre a Israel como el malo de la película en el conflicto con los palestinos. Claro que en un conflicto hay responsabilidades de las dos partes. Pero eso de culpar de todo a Israel es injusto y falta a la verdad. Lo que pasó ahora con las vacunas, fue un ejemplo. Medio mundo diciendo que Israel discrimina a los palestinos porque no los vacuna, aunque formalmente no tiene ninguna obligación de hacerlo, según el propio acuerdo con los palestinos en Oslo. A pesar de eso, sí vacunó a numerosos palestinos que trabajan en Israel y ayudó en muchas cosas en la pandemia al lado palestino. O sea, hay que conocer a fondo antes de juzgar a Israel. Es más: yo puedo dar fe de cuántos palestinos enfermos, llegados de Cisjordania, fueron internados en los departamentos de Coronavirus de Israel, además por cierto de la gran cantidad de palestinos que siempre atendemos en Hadassah.

 

P: ¿Por qué querés tanto a Israel?

R:  Acá está el amor de mi vida, acá está la familia que hice con él y con Liat. Así que claro que quiero a este país y  quiero que este país siga floreciendo y siga dándole a la humanidad, desde un país tan pequeño  ubicado en medio del Medio Oriente, un ejemplo de existencia y supervivencia. 

Cuando Liat recibió el primer día libre desde su enrolamiento, fue a visitar a Claudia de sorpresa al hospital. Esta fue la primera vez que la vio de uniforme

 

Ana Jerozolimski
(15 Abril 2021 , 12:23)

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