Entrevistas

Alejandro (Lali) Sonsol, entre el recuerdo indeleble de su padre, y la vida que continúa

Lali con su padre Alberto  en el estudio

 

 

“Lali” Sonsol no tiene sólo parecido físico a su padre sino también mucho de la firmeza y pasión que Alberto (z”l) irradiaba. Aún es extraño hablar en pasado sobre una persona que transmitía tantas ganas de vivir y que sin duda nos dejó físicamente en forma tan prematura. Lali, que junto a su hermano Diego sigue el camino profesional de su padre desde hace años, nos cuenta en esta entrevista sobre su legado a nivel personal y su impronta como periodista deportivo. No olvida el dolor y la falta, pero pone énfasis en el seguir adelante como sin duda su padre habría querido.

Vaya en esta entrevista, nuevamente, un gran abrazo a toda la familia, al propio Alejandro, a Diego y Mica y por cierto a Patricia, la mamá. 

 

A modo de presentación

P: Lali, resumime por favor en qué andás ahora. No soy seguidora de programas deportivos, así que estoy segura que me perdería muchos elementos que hay que mencionar, si no te preguntara.

R: En el presente estoy como relator de fútbol y basquetbol en El Espectador y también con los programas Tuya y Mía de fútbol y básquetbol de primera. De alguna manera son espacios que había arrancado papá en 2017 y desde que no está él nos hicimos cargo de todo eso con mi hermano Diego, y por supuesto con un tremendo grupo humano de periodistas de diferentes edades. Entre todos nos esforzamos para mantener la calidad del producto respecto a lo que era cuando estaba papá. Dentro de lo malo, por su inesperada partida, tenemos la ventaja de que estuvo cuatro años al frente como director de todo el proyecto, lo cual es un tiempo suficiente como para que haya marcado los lineamientos, pautas y criterios que deberíamos tener. De alguna manera todos pudimos aprender y ya entendemos lo que tenemos que hacer, más allá de que ahora papá no esté y lo manejemos entre Diego y yo.

También relato partidos de fútbol y básquetbol para la televisión en Tenfield y estoy preparando nuevos proyectos con un canal de aire en Uruguay, pero todavía no te puedo contar mucho de qué se trata. 

Diego y Lali Sonsol, apasionados por el mismo trabajo que el padre

 

El duelo y la vida

P:  Lali, se han cumplido ya cuatro meses desde el fallecimiento de tu papá por Covid-19 y quizás lo más directo y simple sea preguntarte en primer término cómo estás, cómo esta la familia, cómo la van llevando.

R: En general vamos bien. No sé exactamente qué dice el manual de qué es estar bien, mal o más o menos, pero son momentos. Estamos acostumbrándonos, aprendiendo a vivir con todo esto, pero todos juntos, con mis hermanos y mi mamá dándonos para adelante y te diría que en términos generales vamos bien. 

P: La noción de seguir remándola y empujando hacia adelante aún en medio del dolor, creo que es clave para poder vivir. ¿Cómo se maniobra con todo?

R: Unidos, es la clave, teniendo muy claro el rol de cada uno desde el punto de vista del trabajo, porque más allá de que Mica tiene su trabajo por fuera de lo que es la radio, con Diego nos encargamos del aire y mamá está muy vinculada a la parte comercial de la radio, que de alguna manera es la empresa familiar que tenemos, porque todo lo otro que tenía papá era su cara. La radio “la heredamos” y entre todos nos vamos cubriendo las espaldas para mantener la estructura, los clientes y la calidad de los productos. También es una motivación, es una distracción y aparte nos gratifica, nos gusta, en ese sentido se hace un poquito más fácil. 

P: Tu padre irradiaba una polenta impresionante, lleno de energía, de pasión por su trabajo y su familia…y casi me lo imagino mirándolos desde arriba y diciendo que no se les ocurra decaer, que tienen que seguir y también ser felices. ¿Te parece que es así?

Juntos...muchos recuerdos que alientan

 

R: Sin lugar a dudas, él siempre nos decía que nos enfocáramos en ser felices, que él nos iba a apoyar en cualquier cosa que decidiéramos hacer. La verdad que la educacion que recibimos como hijos fue espectacular en todo sentido, dentro y fuera de casa. Y sí, toda esa fuerza y energía que nos transmitía yo particularmente la sigo sintiendo. Es como que más o menos entendí cuál era su criterio para tomar algunas decisiones y trato de aplicarlo muy seguido, porque él era muy coherente y asertivo en las sugerencias y consejos, entonces a la hora de tomar alguna decisión o tener que dar alguna respuesta ante alguna situación puntual me imagino cómo habría sido una charla con él y de ahí me aferro para tomar la decisión que entiendo correcta. 

P: Claro está que el dolor familiar es el mayor, el de todos los días. Pero la tan prematura muerte de tu papá desencadenó un sinfín de expresiones de dolor. Ni que hablar, de sus compañeros de trabajo en radio y televisión. Y del pueblo en general. ¿Eso ayuda? ¿Acompaña, como un abrazo del pueblo? ¿O dificulta?

R: Te diría que en términos generales se acompaña como un abrazo al alma, la verdad que fue muy lindo y es muy lindo hasta el día de hoy el amor que seguimos recibiendo por parte de mucha gente que en circunstancias inesperadas se nos acerca a decir “Qué padre tuviste”, “Qué padre tuvieron”, “Qué grande tu viejo”. Siempre es lindo, es un mimo al alma, aunque a veces como que desenfoca un poquito, porque uno está de repente con la cabeza en el laburo o en otros asuntos, y alguien te dice eso y es como que te saca un poquito de lo que venías pensando. Pero primero la gente es absolutamente respetuosa y lo entiendo también como parte de lo que nos dejó: el amor hacia él que ahora nos lo transmiten a nosotros, en gran parte para apoyarnos pero en otra medida para descargar las emociones que papá les generaba. La verdad que sumamente agradecido con el pueblo uruguayo, porque es como que nos hace sentir que papá era de todos y por ende somos todos hermanos. 

 

Siguiendo los pasos, cada uno a su forma

P: El hecho que vos y tu hermano Diego están en la misma profesión que él debe ser por un lado un motivo de orgullo y por otro quizás un desafío muy grande. ¿Piensan a veces cómo se entra en sus zapatos? ¿O no pasa por ahí en absoluto porque ustedes tienen vuestra trayectoria reconocida, no por ser los “hijos de”?

R: No sentimos la presión de tener que demostrar que somos como él ni mucho menos. Sí te puedo asegurar que la gran ventaja que tenemos con Diego es que todo lo que sabemos del periodismo nos lo enseñó papá, entonces es como que tuvimos al mejor profesor 24 horas a nuestra disposición y nos dejó las enseñanzas y las claves para intentar ser exitosos en esto del periodismo deportivo. Diego con su impronta, yo con mi estilo, de hecho, bastante diferentes entre nosotros, pero sí con la misma pasión, energía y ganas que tenía papá. En ese sentido creo que vamos muy bien. Lógicamente mucha gente nos va a juzgar por ser hijos de, pero creo que no es una mochila que nos pese ni mucho menos, al contrario, es un motivo de orgullo, es parte de nuestra identidad y nuestra esencia y así lo vivimos y hasta lo disfrutamos.

 

P: Aún así, en tu cuenta de twitter, por ejemplo, tu presentación es “Hijo de @sonsoles gol”. ¿Siempre estaba así o lo cambiaste luego de su fallecimiento? La verdad es que antes yo no me había dado cuenta.

R: Lo cambié después de su fallecimiento, porque como te decía anteriormente, cuando papá estaba yo permanentemente trataba de ser Lali Sonsol y que no me vieran como el hijo de Sonsol, pero desde que no está automáticamente se transformó en mi principal bandera y motivo de orgullo, por eso lo puse así. Pero no como para que digan “este es el heredero” o “el sucesor”, sino porque es lo que más me describe a esta altura de mi vida ser hijo de papá. Es un motivo de felicidad y así lo quise compartir, en cierta parte como un homenaje hacia él y en otra parte como un agradecimiento también, porque gran parte de lo que soy se lo debo a él, y probablemente la otra parte a mi mamá. 

P: ¿Ser periodista deportivo como tu padre es una combinación de querer hacer cosas como él, que era un gigante, y también querer ser diferente, marcar tu propio camino?

R: Podríamos decir que sí. Yo desde muy chiquito descubrí mi vocación por el periodismo deportivo, incluso mucho antes de empezar a trabajar en esto. Lógicamente papá me ayudó muchísimo a pulirme, de hecho, confió en mí cuando agarró el proyecto de El Espectador en 2017 y me empezó a dar cada vez más protagonismo porque me veía condiciones y capacidad. El tiempo que compartimos en la radio lo disfruté muchísimo, reconozco que él era mi principal referente en el periodismo deportivo. Pero dentro de todo lo que hacía, más allá de que me encantaban muchísimas de las cosas, también reconocía o detectaba algunas cosas de él que no me gustaban. De todo eso es que voy tratando de hacer mi estilo: agarrando las cosas buenas, dejando de lado lo que no me gustaba y… tranquilo.

 

El recuerdo familiar

 

P: ¿Hay consejos de tu padre que llevás siempre contigo?

R: Sí, un montón. Como te decía, más que un consejo te diría que una forma de pensar, de entender la vida, eso es lo que siempre me acompaña de papá, ante algunas situaciones saber qué hubiera pensado, dicho o hecho, y ante algunas dudas o dilemas imaginarme conversaciones con él e imaginarme qué me diría me ayuda a tomar decisiones. 

P: Hace unos días me hizo mucha gracia cuando subiste en Twitter el audio de un mensaje, que estimo tu papá te había mandado el año pasado, cuando te invitaron a Master Chef. Aparte de lo inconfundible de su estilo, me pareció imponente esa forma directa de decir las cosas también a su hijo cuando cree que comete un error. ¿Cómo era esa relación personal, en casa? Me imagino que el amor nunca le impedía decir la verdad tal cual él la veía.

R: No, tal cual, toda esa autenticidad que mostraba en la tele y la radio se multiplicaba adentro de casa. Era el primero en putearnos y así como gritaba en la radio o en la tele nos gritaba en la mesa por cualquier situación cotidiana dentro de una familia. La relación personal era espectacular, siempre nos demostró todo el apoyo y la confianza, y realmente contábamos con él para cualquier circunstancia que se nos presentara en la vida en cualquier sentido: para hablar de una pareja, de una situación de un amigo, de lo que fuera. Era un tipo que escuchaba mucho y era muy asertivo para sugerir, aconsejar… aparte se involucraba mucho en problemas de terceros, por así decirlo. Por ejemplo, hace poco mi primo Agustín estaba con una situación en el laburo y en un almuerzo familiar un domingo lo compartió con toda la familia, con papá entre otros, y papá después se fue a trabajar con sus vueltas de domingo y cuando llegó a casa tipo 0.30, después de La Hora de los Deportes, le mandó un mensaje de voz a Agustín, que había estado pensando todo el día en el asunto, y le dijo más o menos qué tendría que hacer de acuerdo a su criterio. Agustín siempre se queda con ese recuerdo por la forma en que se comprometió, diez horas después de que lo contara papá le respondió después de haberlo procesado. Así era él. 

P: ¿Cuál es en tu opinión su principal legado? ¿Y hay legados diferentes a nivel nacional y a nivel familiar?

R: No me gusta entrar mucho en esa del legado…pero sin lugar a dudas papá formó una familia espectacular junto con mamá. Pero  no solo la familia dentro de casa, nosotros cinco, sino también el vínculo con primos, tíos, es muy fuerte. Todo eso también ayuda a que ahora esto sea más llevadero. Era un tipo muy querido por el pueblo, por los que lo conocían por sus horas al aire… Yo digo que era un gigante al aire, no sé si va a haber otro igual, pero fuera del aire, en las relaciones humanas, era mucho más grande, y ahí sí estoy seguro de que no va a haber ninguno igual. 

 

El homenaje : “Estudio Alberto Sonsol”

 

P: Me imagino que no se puede dar puntajes a los distintos homenajes que recibió, en programas especiales de radio y televisión.  Pero me atrevo a suponer que la decisión de El Espectador de dar el nombre Alberto Sonsol al estudio en el que vos mismo transmitís, fue especialmente fuerte ¿no?

R: Todos fueron fuertes. Quizás esto que mencionás cobra otra trascendencia porque de alguna manera fue como algo aislado, después de que ya había pasado toda la etapa de homenajes y recuerdos en los diferentes medios, que El Espectador, la primera radio, cerca de cumplir 100 años con la cantidad de comunicadores espectaculares de todas las épocas que pasaron… El homenaje fue muy sentido, muy fuerte, muy pesado por lo que representa, para mí y para Diego trabajar en el lugar que lleva el nombre de papá es fuerte, es algo lindo. 

Pero en realidad, sinceramente, yo creo mucho en el tema de las energías, y desde el primer día que entré al estudio y papá no estaba como que siento que hay una energía especial ahí, como que nos dejó algo en el estudio que ahora también lleva su nombre. A mí particularmente no me significó gran cambio entrar al estudio de El Espectador que ahora se llama Alberto Sonsol…. O sea, no me significó gran cambio entrar al estudio cuando papá no estaba o entrar al estudio ahora que papá no está y se llama Alberto Sonsol, porque en mi cabeza como ya se llamaba así, porque entrar ahí era recordar mil historias, escenas, imágenes y conversaciones con papá, y eso va mucho más allá del nombre del estudio. Pero sin lugar a dudas, en nombre de toda la familia, agradecidos con El Espectador por tan sentido homenaje. 

Patricia y sus tres hijos, con la placa de homenaje,  junto al estudio que lleva desde hace un tiempo el nombre de Alberto

 

 

P: Seguramente te topaste con decenas de personas que te dijeron cosas en la calle sobre él, sobre lo que significaba su voz, su estilo, su palabra. ¿Alguien te aportó algo nuevo? ¿Alguien te ayudó con sus palabras?

R: Me entero permanentemente de cuentos, anécdotas, situaciones, algunas que no conocía o que conocía pero me las recuerdan desde otro ángulo… principalmente son anécdotas graciosas o de mucha gente que me cuenta que papá lo ayudó en tal momento dándole difusión a un emprendimiento nuevo o con algún asunto personal o lo que sea. Esas cositas son muy lindas y siempre le termino agradeciendo a la gente por compartir esos cuentos que no hacen más que agrandar la leyenda que fue papá.

 

Orgulloso de su condicion judía

 

P: En una de las varias entrevistas que le hice, tu padre habló bastante de su sentimiento judío, de la forma en que lo exteriorizaba y el orgullo que le significaba. ¿Cómo veías eso en su vida diaria?

R: Te diría que puertas adentro en su cotidianidad no se notaba tanto eso, pero sí se notaba cada vez que tenía la posibilidad de defender al pueblo judío, al Estado de Israel agredido internacionalmente por algún conflicto o lo que fuera, ahí sí lo dejaba de manifiesto. O sea, nosotros nunca fuimos de hablar mucho de esos temas, porque evidentemente siendo todos judíos como que no había necesidad, pero sí nos transmitió con mucho orgullo la tradición judía, podríamos decir que en casa somos judíos tradicionalistas gracias a él. Lo que más valoro de él justamente fue que a la hora de tener que expresarse públicamente al respecto siempre lo hizo desde su corazón judío tratando de dejar siempre su opinión clara respecto a lo que es el pueblo judío, la religión judía e Israel para él.

 

P: Me dijo una vez que les pidió a ustedes, los hijos, que al menos un día al año, en Iom Kipur, vayan con él a la sinagoga. ¿Cómo vivían ustedes ese tema?

R: Voy a hablar a título personal y no en nombre de mis hermanos respecto a esta situación puntual. De niño me llevaban, sin preguntarme demasiado. En Iom Kipur, el Día del Perdón,  íbamos a los turcos, nos juntábamos con mi abuelo, con mi tío abuelo y toda la familia. De adolescente me obligaban a ir y después, a los 18, 19, le agarré el gusto a ir, entender que era un día en el año que compartíamos con toda mi familia, principalmente con mi abuelo que ya estaba bastante grandecito. Y yo sabía la trascendencia que eso tenía para él. Y era lindo, era lindo compartir en familia esas horas en la sinagoga, más allá que no soy un judío religioso practicante. Esas horas acompañado de mi padre, mi abuelo, mi hermano, mis primos, mi tio abuelo, las disfrutaba mucho.

 

P: Yo lo recuerdo a tu papá ya de la tnuá (el movimiento juvenil), de Macabi. No era amiga suya y el vínculo se hizo muchos años después, por las entrevistas. Pero lo recuerdo bien cantando Goliat en el festival de la canción. Era flor de pintón. Y en la primera entrevista que le hice, en Canal 10, hablando de “Escape perfecto”, me dijo que para él era como una peulá (actividad) en Macabi. Era muy importante para él lo que le dejó la tnuá ¿verdad?

R: Sí, siempre lo decía. Si lograba entretener a los niños como madrij (guía, líder de un grupo) ¿por qué no voy a poder entretener a los grandes?-así decía. Y él siempre tuvo una faceta de “entretenedor”, al  margen de ser relator o conductor de programas deportivos. Él siempre entendió a la radio más allá  que lo suyo era el deporte, como un método de entretenimiento. Y quizás por eso se le presentaron las oportunidades que se le presentaron de hacer programas de entretenimiento, como “Escape perfecto” y luego algunos otros, como “Polémica en el bar”, que era una situación más de conversación  pero pretendía siempre generar entretenimiento. 

Creo que sobre todas las cosas lo que la gente más valoraba de él, es que generaba emociones hablando en la tele o la radio. Capaz que te reías, capaz que llorabas, capaz que te calentabas, pero escuchar a papá algo te generaba. Y creo que ese fue siempre su gran diferencial como comunicador. Te llegaba, te penetraba. Podrías estar o no de acuerdo pero algo te iba a generar escucharlo. 

 

 

Recuerdos, por siempre

P: ¿Qué es lo que más recordás Lali?

R: Todo, no te puedo decir una cosa sola, todo. Quizás lo que más recuerdo fue el viaje a Puerto Rico que hicimos a principios de 2019 los cinco, que hacía mucho tiempo que no podíamos viajar juntos y ahí aprovechamos diferentes situaciones que se dieron y nos fuimos diez días, más o menos. La primera semana estuvimos paseando en distintas islas, playas, los cinco juntos, pasamos divino. 

Los últimos tres días fue un poco de turismo deportivo porque nos fuimos a San Juan, donde jugaba Uruguay un partido muy importante de básquetbol. De alguna manera lo convencí de ir, porque era la posibilidad para Uruguay de volver a un mundial de básquetbol después de 33 años. Lo convencí de ir a ver ese partido de Puerto Rico y Uruguay en Puerto Rico, le dije que lo tenía que relatar él para la radio,y  termina siendo su último relato de básquetbol en radio, con todo lo que eso significa para él y para el básquetbol. Lamentablemente Uruguay perdió, pero el viaje en sí, por todo lo que vivimos en los días previos al partido y por lo que fue el partido y el relato, y la alegría que tenían los jugadores de ver a papá en el mismo hotel que ellos, sabiendo que iba a relatar por la radio, son algunas cositas que me hacen pensar: “La pucha, mirá que fue grande este hombre”. 

P: ¿Y qué es lo que no quisieras que Uruguay olvide nunca de tu papá?

R: A él en su totalidad, su personalidad, su generosidad, su solidaridad, su forma de empatizar con cualquiera que estuviera atravesando un problema, mismo en los programas de radio y de tele siempre que podía le daba para adelante a los que la estaban pasando mal. Sobre todo después, con el tema de la pandemia, él en la radio puso muy de moda la canción “Resistiré”, dedicada a todos aquellos que la estaban peleando por uno u otro motivo. Creo que siempre fue un soñador, la luchó muchísimo para llegar a hacer todo lo que hizo. Quizás si me tengo que quedar con una sola cosa, su autenticidad y su forma de defender sus convicciones, que para más de uno podía sonar como un disparate lo que estaba diciendo pero él lo decía desde su corazón y su honestidad e iba a defender su opinión hasta las últimas consecuencias. 

Y el propio Alejandro, no sólo el hijo de Alberto

P:  Y más allá del recuerdo de tu papá, que ha marcado esta entrevista,me gustaría preguntarte sobre vos mismo... cómo ves lo que hacés, cómo ves tu futuro profesional y personal.

R: Yo voy tranquilo, disfrutando el camino, acostumbrándome todavía a que no esté mi referente, mi ídolo, mi papá, pero con paciencia, adaptándome a esta nueva realidad, aprovechando nuevas oportunidades que van surgiendo. No quiero ir más rápido que la misma realidad y entiendo que estoy en una etapa importante de mi carrera profesional, que podría llamar una etapa de consolidación en el mundo de la comunicación deportiva y quizás, por qué no, de a poquito empezar a ampliar mi espectro y llegar a lugares de entretenimiento también. 

 

P: ¿Cómo vivís tu condición judía?

R: Con mucho orgullo, ni que hablar, pero tampoco es que soy un practicante de la religión ni mucho menos. Te diría que la gran mayoría de mis amigos son de la colectividad, por Macabi, por la Escuela Integral. Justo en mi generación la gente de Macabi se hizo muy amiga de la gente de otra tnuá (movimiento juvenil), Jazit, así que como que somos un grupo bastante grande de las dos tnuot (los dos movimientos). Creo que Macabi te da eso, de generar mucho vínculo con gente cuatro o cinco años más grande o más chica. Lo que más disfruto, justamente, de ser judío, es la cantidad de amigos que generé, no por la religión sino por las actividades de los marcos de estudio y entretenimiento que uno frecuenta. Yo fui toda mi vida a escuela y liceo Inglés, hasta quinto y sexto de liceo, cuando me cambié al Integral. Y tanto de allí como de Macabi son casi todos mis amigos.

 

P: ¿Cuál es tu mayor sueño Lali?

R: No me gusta proyectarme tanto, me voy poniendo metas a corto y mediano plazo, mi mayor sueño no te lo podría responder. Supongo que consolidarme, establecerme en el mundo de la comunicación acá en Uruguay y definitivamente vivir de esto toda mi vida. Pero así, como un gran sueño, no te sabría responder, se me ocurren algunas cosas pero no están estrictamente vinculadas a mí, como por ejemplo relatar a Uruguay campeón de un mundial de fútbol o unos juegos olímpicos de básquetbol, pero no hay nada que yo pueda hacer para ayudar en ese proceso, más allá de difundir. No depende de mí, depende de los jugadores, los dirigentes, los entrenadores, entonces…

 

P: Hagamos votos pues porque puedas cumplir ese sueño,por vos, y por lo que significaría para Uruguay llegar nuevamente a una final mundial de fútbol y estar en basquetbol en Olimpíadas. Gracias mil Lali por esta hermosa entrevista. Gracias por abrir tu corazón. Éxito en todo lo que hacés.

R: Muchas gracias Ana.

 

 

 

 

 

 

Ana Jerozolimski
(08 Agosto 2021 , 13:35)

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