En comunidad

Con Mauricio Mamrut, que acaba de finalizar su período como Coordinador del Proyecto Shoá

Aportando a una mejor ciudadanía al educar contra la discriminación

Mauricio Mamrut (25) se desempeñó durante el 2021 como Coordinador General del Proyecto Shoá, cargo que asumirá en febrero Kalanit Leffler. Mauricio permanecerá en la Directiva.  No sólo por la fecha internacional de recuerdo que se conmemora esta semana, es más que relevante compartir su testimonio como quien conoce tan de cerca este gran proyecto educativo, que aporta a la sociedad uruguaya en general.

Mauricio egresó en el 2020 de la carrera de Contador Público de la Facultad de Ciencias Económicas y actualmente estudia Licenciatura en Sistemas en la Universidad ORT. La escuela y liceo las hizo en el Instituto Yavne y luego fue siempre al movimiento juvenil Hanoar Hatzioni, hasta el 2017.

Mauricio (tomando la selfie) en una actividad en el liceo 02 de Salto, en el 2019

 

P: Mauricio, te agradezco mucho por esta entrevista, que me parece muy importante publicar justamente esta semana, aunque no necesitamos fechas recordatorias para destacar el gran trabajo que hace Proyecto Shoá.

R: Gracias Ana por el espacio y por la oportunidad de compartir junto a los lectores del Semanario Hebreo más detalles del trabajo diario del Proyecto Shoá.

P: Contame un poquito por favor un poco sobre tu trayectoria en este marco. Y cuál  fue tu motivación para ser parte del Proyecto. 

R: Mi primer contacto con Proyecto Shoá fue a principios de 2019, aproximadamente un año más tarde de haber culminado mi ciclo tnuatí, o sea de actividad en el movimiento juvenil Hanoar Hatzioni.  Ese año una amiga que ya era educadora del Proyecto me comentó cuál era el trabajo que se hacía y más o menos cómo funcionaba. En ese momento yo estaba estudiando y tenía un trabajo part-time pero me gustó mucho la idea de agregar algo de trabajo voluntario a mi semana y decidí postularme como educador. En el mes de mayo de 2019 nos sumamos 12 educadores al equipo y recibimos las capacitaciones correspondientes. Días más tarde me enfrenté a mi primer salón de clase dando la actividad del Proyecto y en ese momento terminé de comprender la importancia de nuestro trabajo: transmitir la historia de la Shoá a estudiantes de secundaria y generar reflexiones a partir de eso.

Durante todo el 2019 continué con esta labor dando la actividad de Proyecto Shoá en liceos de Montevideo y del interior del país. A finales de ese año, la Coordinadora General del momento me invitó a ser parte de la Directiva del Proyecto en el siguiente año y con mucha satisfacción acepté el desafío.

Jornada de integración 2021

 

P: Comenzó pues una nueva etapa.

R: Así es. Llegamos al 2020 con mucha expectativa y entusiasmo por encarar un nuevo año de actividades, pero, como en muchos otros ámbitos, la pandemia dificultó bastante las cosas y Proyecto Shoá no fue la excepción. Adaptándonos a los tiempos de confinamiento desarrollamos nuestro taller en formato virtual.

Finalizando un 2020 bastante desafiante y atípico, el Proyecto necesitaba un nuevo Coordinador General y me pareció una buena oportunidad para seguir aportándole al mismo desde este nuevo rol. El principal objetivo del 2021 era claro: formar un nuevo equipo de educadores y retornar a los liceos de forma presencial. A pesar de que la primera mitad del año tuvimos que continuar realizando la actividad en formato virtual, para el mes de julio retomamos la presencialidad en los liceos y finalizamos el año con excelentes resultados.

Para este 2022 resolví dejar el rol de Coordinador General para seguir desarrollándome en mi carrera profesional pero continuaré mi vínculo estando en la directiva.

Capacitaciones 2021: educadores que ingresaron al equipo

 

Cuestión de identidad

P: Yo creo que el tema de la Shoá es parte de la memoria colectiva del pueblo judío, no solamente de quienes tienen en su familia historias de tragedias personales. ¿Cómo es tu caso? ¿Tenías algún vínculo personal con la historia de la Shoá?

R: Mis antepasados directos llegaron a Uruguay antes de que la guerra comenzara, por lo que no tengo historias de familiares que se remonten a la Shoá. Sin perjuicio de esto, la historia de la Shoá es algo con lo que siempre me sentí conectado y forma parte importante de mi identidad judía.

¿Para qué existe el Proyecto Shoá?

P: ¿Cómo resumirías vos cuál es la misión de Proyecto Shoá?

R: La principal misión de Proyecto Shoá es transmitir la historia de la Shoá a jóvenes liceales de todo el país y a partir de esto lograr la reflexión sobre el pasado para proyectar la construcción de una sociedad más respetuosa en lo que refiere a Derechos Humanos, diversidad y tolerancia.  

Con este objetivo es que Proyecto Shoá recorre las instituciones educativas ofreciendo su actividad. Se trata de un taller de 90 minutos, dirigido por dos jóvenes voluntarios en el que se hace un recorrido histórico sobre los inicios del nazismo, el avance de las medidas discriminatorias y cómo éstas progresaron hasta llegar a la Solución Final.

En una segunda parte del taller identificamos diferentes roles que se encuentran en la Shoá: víctima, victimario, rescatador, cómplice e indiferente, y es en este punto donde se reflexiona con los estudiantes que estos roles se presentan en diversos ámbitos de nuestra vida y no sólo en la Shoá. Al tratase de estudiantes de secundaria, la reflexión es orientada hacia el Bullying (acoso escolar), una realidad que muchos adolescentes enfrentan día a día. En más de una oportunidad los estudiantes encontraron a través de la actividad de Proyecto Shoá un marco para el desahogo de situaciones personales complejas.

 P: Es importantísimo ese vínculo que ustedes trazan entre la Shoá y otras formas de discriminación, ya que pueden ayudar a concientizar a jóvenes sobre el significado y el peligro del bullying y de cosas mucho peores por cierto, que pueden conducir a lo peor. 

R: Así es

Actividad en agrupación de jóvenes de la ciudad de San José
Actividad en el liceo Our School de San José, 2021
En la foto, junto a los alumnos, los educadores Mikaela Heuman, Melina Gastambide e Ignacio Gerfauo 

 

El alcance del Proyecto Shoá

P: Mauricio, resumamos lo hecho hasta ahora, me refiero no sólo en tu período…a cuántos alumnos se ha llegado, a cuántos colegios, en fin, lo que puedas contarme del cuadro general de la actividad de Proyecto Shoá.

R: Desde el 2010 (año que se iniciaron las actividades en los liceos) hasta la fecha Proyecto Shoá alcanzó a más de 100.000 alumnos en todo el país, visitando más de 400 instituciones, tanto públicas como privadas. Hemos dado actividades en liceos de todos los departamentos de Uruguay, incluso en el 2019 visitamos un liceo en la ciudad de Concordia, Argentina, de la que tuve el placer de participar como educador.

Proyecto Shoá fue declarado de interés nacional por Presidencia de la República. También ha contado siempre con el aval de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) y de la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP), organismos competentes para el desarrollo de las actividades. 

Actividad en el Liceo Militar de Montevideo, 2021. En la foto, los educadores Micaela Larrosa y Kalanit Leffler junto a los alumnos

 

P: Aunque no es una actividad obligatoria por cierto.

R: Exacto. Por otro lado, a finales de 2021 Proyecto Shoá fue reconocido con el premio Nelson Mandela por la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discriminación (CHRXD) del Ministerio de Educación y Cultura.

 

Directiva y educadores del Proyecto recibiendo el premio Nelson Mandela entregado por el Director de Educación del MEC, Gonzalo Baroni.  En la foto: Roby Schindler del Comité Central Israelita, Micaela Chebi, Mauricio Mamrut, Micaela Chebi, Mariel Kozynski, Ariel Suhami, Kalanit Leffler y Melanie Stiglitz

 

En paralelo de los talleres, Proyecto Shoá lleva adelante otras actividades. Desde hace varios años, al final de cada año lectivo organizamos una “Jornada de Integración” donde invitamos a los estudiantes que recibieron nuestra actividad a profundizar sobre el tema de la Shoá y conocer jóvenes de distintas partes del país.

Por otra parte llevamos a cabo el “Proyecto Embajadores”, formado por estudiantes que recibieron nuestro taller y quieren seguir vinculados a Proyecto Shoá y su mensaje. Este grupo realiza actividades de forma mensual donde se abarcan diferentes temáticas relativas a la Shoá y también otras problemáticas sociales. 

P: ¿Cuál es en tu opinión el principal logro de Proyecto Shoá? 

Actividad en el liceo 05 de Tacuarembó, 2021. En la foto: Mauricio Mamrut y Melanie Stiglitz

 

R: Creo que lo más importante a destacar es la trayectoria que hemos logrado en la comunidad educativa luego de más de 10 años de trabajo. Hoy en día la palabra Shoá resuena en los liceos del país y se sabe de lo que se habla. Esto es un reflejo de generaciones de educadores que visitan año a año liceos dejando nuestro mensaje.

Por otro lado, algo que nos llena de orgullo es nuestro alcance al interior del país. Hace ya unos años, cuando coordinamos con liceos de departamentos del interior ponemos énfasis en no solo llegar a instituciones educativas que estén en las capitales departamentales, sino también alcanzar rincones más remotos de los diferentes departamentos. Por ejemplo, en Tacuarembó hemos visitado San Gregorio de Polanco, en Rivera visitamos Vichadero, en Rocha, Cebollatí, Lascano, entre otras pequeñas ciudades. Los docentes y alumnos valoran mucho nuestra visita y para los educadores son experiencias sumamente enriquecedoras. 

Por último, un dato estadístico muy interesante es que un tercio de todos los alumnos que cursan tercero de liceo (nuestro público objetivo) recibe nuestra actividad año a año, un porcentaje muy grande en relación con la cantidad de educadores con la que cuenta Proyecto Shoá anualmente (30 educadores aproximadamente)

Capacitaciones de educadores 2021

 

 Aprendiendo mientras enseñan

P: Me imagino que no sólo enseñan sino aprenden. ¿Qué es lo que vos has aprendido en estos años de actividad con el proyecto?

R: Una de las principales enseñanzas dentro del Proyecto está relacionada con ese prejuicio que se tiene sobre los jóvenes y sus intereses. Muchas veces podemos creer que vivimos en un mundo donde las nuevas generaciones solo están interesadas en sus cosas o solo activan para su propia conveniencia, pero los años en Proyecto Shoá me han demostrado que esto no es así. Nos emociona ver que luego de nuestra actividad muchos adolescentes demuestran un interés genuino por el tema, continúan investigando y finalmente activan por la memoria de una historia que antes les era ajena. También esto aplica para nuestros educadores, jóvenes estudiantes que dedican un espacio de su semana para esta causa. 

P: Cuando entran a una clase de liceo e interactúan con los jóvenes alumnos... ¿salís preocupado o esperanzado? Quizás ambas cosas…

R: Al finalizar cada actividad realizamos una encuesta a los alumnos donde, entre otras cosas les preguntamos si antes del taller habían hablado de lo que pasó en la Shoá en su liceo. Del relevamiento de la encuesta surge que en un 60% de los casos la respuesta es negativa. Consideramos que esta cifra es realmente preocupante al tratarse de un acontecimiento histórico que nos marcó como humanidad y que sucedió hace menos de 80 años. Esto nos recuerda la importancia de nuestra labor por mantener viva la memoria y el legado. 

Algo muy positivo es que nuestra actividad suele ser muy bien recibida por los alumnos ya que el tema les llama mucho la atención. Muchas veces llegamos a salones de clases con alumnos que en primera instancia parecen no querer prestar atención o que pueden ser un poco revoltosos y sin ganas de aprender o participar, pero a medida que avanza el taller, uno nota que cada vez se empiezan a interesar más, a preguntar e incluso llegan a compartir reflexiones muy interesantes con el resto de la clase. Esto es algo que como educador conmueve y motiva a seguir la tarea. 

 

En esta actividad, los educadores son Diego Miles y Jackie Macadar

Inolvidable

P: Imagino que habrás acumulado muchas anécdotas y vivencias singulares en tu actividad con Proyecto Shoá. ¿Podrías compartir algunas con nuestros lectores?

R: Una vez me pasó de llegar a un liceo de Montevideo para dar actividad y cuando nos estábamos acomodando en el salón de clase para empezar el taller vi que en uno de los bancos había dibujada una esvástica. Me llamó mucho la atención y mi primera reacción fue preguntarle al estudiante que estaba sentado en ese banco si la había dibujado él. Él muy orgulloso me respondió que sí. Con mi compañero decidimos comenzar la actividad, sabiendo que posteriormente hablaríamos del significado de este símbolo. Avanzada la actividad, llegamos a la diapositiva donde explicamos la simbología nazi; hacemos referencia a que la Shoá terminó pero que estos símbolos siguen vivos y transmiten un mensaje de odio y discriminación. En ese momento, el estudiante muy avergonzado levantó la mano y explicó que él no sabía su significado cuando lo dibujó. 

Actividad en Liceo 02 San José, 2019 En la foto: Mauricio Mamrut y Micaela Ferreira

P: Impresionante

R: Anécdotas como estas nos demuestran el peligro de la ignorancia y como muchas veces ésta es responsable de acciones que nos estremecen, como cuando vemos pintadas antisemitas en la vía pública. 

 

P: Antes te preguntaba si salen preocupados de las clases…y pensaba en dos aspectos. En posible ignorancia y en posibles prejuicios. ¿Ambas cosas existen?

R: Yo creo que hay de las dos cosas. En la actividad hablamos sobre el concepto de estereotipo y de como los nazis utilizaron la propaganda como medio de difusión del estereotipo del judío. Muchos de estos conceptos siguen arraigados en la sociedad y son prejuicios que traen los estudiantes. La idea del judío que tiene mucho dinero y que es avaro y poderoso. En general llegan de forma inocente, con ignorancia y no con maldad. Uno de los puntos centrales de nuestra actividad es reflexionar con los alumnos sobre el peligro de generalizar y que debemos aprender a desapegarnos de las ideas que discriminan y que no tienen sentido.

En esta actividad los educadores eran Ignacio Gerfauo y Micaela Larrosa

Educando y alentando

P: ¿Cómo describirías el impacto que vuestra actividad tiene sobre los  jóvenes de Secundaria?

R: El impacto real sobre los jóvenes, mayoritariamente, se da en la segunda parte de nuestra actividad, cuando una vez contada la historia cronológica de la Shoá, empezamos el trabajo de reflexión sobre qué es lo que se puede aprender de este hecho histórico. Al tratar temas sociales, como lo es el bullying, los adolescentes terminan de comprender que la discriminación es algo con lo que ellos viven día a día, y por más de que en la cabeza de un estudiante parezca que algo así como la Shoá nunca más puede volver a pasar, terminan comprendiendo que las pequeñas acciones que ellos realizan diariamente determinan mucho la vida de sus compañeros y de su entorno en general. Nosotros creemos que cada vez que entramos a un salón de clases hay alguien que necesita escuchar el mensaje que traemos. 

P: ¿Qué es lo que más les estremece?

R: A lo largo de la actividad contamos la historia de Chil Rajchman, sobreviviente del campo de exterminio Treblinka, que luego de finalizada la guerra llega a Uruguay. Cuando les contamos por todo lo que tuvo que pasar, situaciones que ninguno de nosotros podría imaginar, les damos un ejemplo de resiliencia. Muchas veces llegamos a liceos de contexto crítico, donde nos escuchan chicos con vidas muy difíciles. Cuando contamos cómo Chil y todos los sobrevivientes siguieron adelante, formaron familias y buscaron la felicidad a pesar de todo, les damos a los estudiantes un mensaje claro y es que la vida muchas veces nos puede enfrentar a situaciones adversas, realmente difíciles y poco deseables, pero siempre hay un rumbo por el cual se puede salir adelante y continuar. 

Actividad en la UTU de la Fundación Nacional, inaugurada en 2021. Aquí, los educadores:  Mikaela Heuman y Jackie Macadar

 

¿Qué dicen los docentes?

P: ¿Cómo es la actitud de los docentes? ¿Siempre hay un enfoque abierto, con ganas de saber, o hay también prejuiciosos?

R: Como comenté anteriormente, nuestra actividad es evaluada por los estudiantes a través de una encuesta cuando finaliza el taller, y los docentes también tienen su espacio para dejarnos su evaluación. La gran mayoría nos recibe con mucho entusiasmo, incluso hay varios “amigos del Proyecto”. Siempre nos agradecen por nuestro trabajo y cuando vamos a liceos por primera vez, docentes que nunca vieron nuestra actividad suelen maravillarse por la forma en que es llevada adelante y cómo logra captar la atención de los alumnos.

Sin embargo, no podemos ignorar que en una pequeña minoría de los casos nos encontramos con docentes que cuestionan nuestra presencia. Muy de vez en cuando se escuchan cosas como: “Por qué solo hablan del holocausto judío y no de otros genocidos”.

P: Increíble…¿qué se les responde?

R: Explicamos que el tema principal que tratamos es el Holocausto Judío y siendo nuestro tiempo en el salón de clases muy limitado hay temáticas que tenemos que dejar afuera. Sin embargo, los otros genocidios del siglo XX así como distintos temas de discriminación que no tocamos en el taller no nos son ajenos. En las jornadas de fin de año siempre hacemos una actividad sobre otros genocidios y nuestro grupo de Embajadores frecuentemente tiene actividades sobre otras temáticas sociales. Hace poco tuvimos un encuentro con el colectivo Jóvenes Afro donde hablamos de la discriminación en Uruguay.

Por otra parte,  cuando hay escaladas de tensión en el conflicto árabe-israelí pueden ser más frecuentes comentarios que intentan desacreditar nuestra labor. Estos comentarios los atribuimos a prejuicios y quizás también un poco de ignorancia por parte de algunos docentes, pero éstos suelen ser excepciones. El Proyecto suele ser muy bien recibido y apreciado en las instituciones educativas. 

P: ¿Y qué contestan a los que traen a colación en conflicto con los palestinos?

R: Cuando el comentario es de índole más político y hace referencia al conflicto árabe-israelí nuestra respuesta intenta no generar una discusión por lo que nos limitamos a explicar que venimos a tratar un tema histórico que no se relaciona con el conflicto. Aclaramos que lamentamos las víctimas de ambos lados e intentamos continuar con la actividad.

Muchos de los educadores tenemos una formación muy sionista por lo que nos cuesta no profundizar en este tema habiendo tanta información incorrecta en los medios. Sin embargo, desde Proyecto Shoá intentamos no generar una discusión con los docentes ya que entendemos que son la forma de llegar a los alumnos y eso es lo más importante.

 

P:  Admirable Mauricio. Después de lo que me has contado, quizás sea medio redundante preguntarlo….¿Te has topado con antisemitas a lo largo de tu actividad en el Proyecto Shoá?

R: Personalmente como educador nunca tuve ningún episodio que ponga de manifiesto estar en contacto con personas antisemitas, pero sí una vez, el año pasado que fui Coordinador General, pasó que dos educadores fueran confrontados por una profesora mientras realizaban la actividad. A lo largo del taller la docente realizaba acotaciones intentando desacreditar el contenido de la actividad argumentando con sus propios prejuicios sobre las personas de la comunidad. Nos da mucha pena cuando suceden estas cosas, en especial cuando se dan en el salón de clase con los alumnos. Afortunadamente son la minoría de los casos. 

Un desafío conjunto de educadores judíos y no judíos

P: Yo conocí personalmente chicos que recibieron la actividad como alumnos y luego se convirtieron en educadores en el Proyecto. ¿También hoy hay algunos?

R: Sí, ¡ hay varios! En el proceso de reclutamiento entrevistamos a jóvenes que se acercan porque años atrás recibieron el taller y quieren ser parte. Nos emociona cuando nos cuentan que nuestra actividad les despertó un interés o les dejó algo que conservaron por años y hoy quieren generar eso mismo en otros jóvenes.

P: Creo que un tema muy interesante es que los educadores no son sólo judíos. ¿Cómo sentís que viven este desafío?

R: Me encanta que año a año se sumen al equipo más educadores que no son de la colectividad. Lógicamente, por un tema de afinidad con la temática, la mayoría de nuestros educadores son judíos, en general ex bogrim de tnuot, o sea jóvenes egresados de los movimientos juveniles, de la capa mayor. Aquellos educadores que no son judíos y se suman al equipo suelen ser jóvenes con un profundo interés por el tema y con mucho deseo de aprender. La Shoá, al ser un hecho histórico reciente y que nos marcó como humanidad, trasciende a la comunidad judía y resulta de mucho interés general. Por otro lado, algunos educadores se ven motivados a sumarse por las reflexiones que la actividad promueve, y ven a Proyecto Shoá como un medio para ser agentes de cambio.

 

P: ¿Algo más que desees agregar ? Lo que quieras.

R: Muchas gracias Ana por el espacio. Aprovecho a comentar que en las próximas semanas vamos a estar abriendo un llamado para que nuevos educadores se incorporen al equipo 2022. Buscamos jóvenes entre 18 y 30 años que les interese difundir nuestro mensaje. Por más información pueden acceder a nuestra página web www.proyectoshoa.com y a nuestro Instagram @proyectoshoa 

P: Muchísimas gracias a vos Mauricio por esta entrevista apasionante y tan importante.

R: Muchas gracias.

 

Ana Jerozolimski
(27 Enero 2022 , 20:10)

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