Israel

Así vemos la verdad sobre la ayuda de Israel a raíz de la guerra en Ucrania

Nota informativa y de opinión

Es cierto que no se autorizó enviar ayuda militar a Ucrania. Es cierto que no se anunció que todos los refugiados ucranianos que lo deseen, sin límites de números, podrán entrar a Israel. Y es cierto que Israel no se ha sumado formalmente a las sanciones a Rusia. Todo es discutible y en cada punto podría en principio haber otra actitud de parte de Israel, que trata de equilibrar entre consideraciones humanitarias y políticas por un lado, y su necesidad de preservar línea abierta con Rusia, entre otras cosas por razones de seguridad. Pero nos parece injusto que estos puntos dominen el resumen sobre qué es lo que hace ahora Israel.

La participación de Israel en el esfuerzo de ayuda en Ucrania es múltiple, y vale la pena destacarla.

Refugiados e inmigrantes

Este es uno de los puntos más delicados. Nadie discute cuando se envía 100 toneladas de ayuda o viajan rescatistas. Pero respecto a las decisiones del gobierno acerca de cuántos refugiados podrán entrar a Israel, la polémica es grande.

Claro está que lo ideal sería poder decir “puertas abiertas sin límites” para todos. No nos parece que sea realista, aunque quisiéramos oir una proclamación de ese tipo. Por otro lado, también entendemos en parte las explicaciones de la Ministra del Interior al respecto.

Pero ante todo, las decisiones oficiales:

Podrán permanecer en Israel cerca de 20.000 ciudadanos ucranianos que se encontraban en el país ya antes del comienzo de la guerra, en su mayoría en forma ilegal, hasta que se calme la situación. Salvo casos extraordinarios, Israel no tomará ninguna medida para alejarlos forzadamente.
Se ha determinado otra cuota de 5.000 personas, ciudadanos ucranianos, que han llegado desde el comienzo de las hostilidades o que llegarán.
Un ciudadano ucraniano que llegue a Israel, recibirá una visa temporaria por tres meses.
Si la guerra no termina, más adelante se permitirá a los ciudadanos ucranianos también trabajar en Israel. 
 

Aparte, está el ingreso de los ucranianos amparados en la Ley del Retorno promulgada en 1950, poco después de la creación del Estado, que permite a todo judío del mundo y sus descendientes, recibir ciudadanía israelí. 

Dentro de todo este gran esfuerzo, Israel pone énfasis en los refugiados judíos, porque es el único país del mundo que se puede preocupar especialmente por los judíos. Esa responsabilidad surge de la historia misma del pueblo judío. El Estado de Israel fue creado como hogar nacional del pueblo judío, con raíces históricas milenarias con su tierra ancestral, y también como refugio. Si hubiera existido durante la Segunda Guerra Mundial, quizás la Shoa no habría ocurrido.

Por un lado, es cierto que se hace una distinción entre la recepción de los ucranianos que no están amparados en la Ley del Retorno y por otro lado quienes sí lo están.En realidad, no es correcto decir “entre judíos y no judíos” ya que  la Ley del Retorno determina que quienes tienen derecho a emigrar a Israel y convertirse en ciudadanos, son judíos (hijos de madre judía, tal cual lo determina la Halajá, la ley religiosa judía), su cónyuge (aunque no sea judío/a)  y sus hijos y todo aquel que tiene o tenía al menos un abuelo judío. En la práctica, esto incluye a numerosos personas que no son judías y que no viven como tales, especialmente en el caso de los llegados de la ex Unión Soviética.

 

También ahora, entre quienes serán recibidos no como refugiados sino como nuevos inmigrantes y por ende tendrán ciudadanía israelí, están incluidos numerosos ucranianos que son familiares cercanos de un ucraniano judío, aunque ellos mismos no lo sean.

 

Y no está de más recordar que también los amparados en la Ley del Retorno, son refugiados de guerra.

Esfuerzo diplomático

Lo primero fue el impresionante despliegue del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel , un centenar de cuyos diplomáticos se apostaron en puestos fronterizos en los cinco países que limitan con Ucrania por el oeste (Eslovaquia, Hungría, Moldavia, Rumania y Polonia), para facilitar el cruce de la frontera a todos aquellos israelíes que se encontraban en territorio ucraniano y querían salir. Entre ellos, casi de más está aclararlo, también a numerosos de los 1.500 árabes israelíes que estudian en diversas universidades ucranianas.

También ayudaron a refugiados judíos que deseaba salir de Ucrania y viajar a Israel y a todos aquellos que simplemente querían dejar el país y seguir a otros lares. En no pocos casos, se les acercaron refugiados no judíos pidiendo ayuda, y también ellos la recibieron.

Tanto diplomáticos israelíes como voluntarios de diversas organizaciones voluntarias israelíes, instalaron centros para los refugiados que habían caminado o esperado horas en las kilométricas filas para cruzar la frontera, ofreciéndoles ropa, comida caliente, abrigo, juguetes para los niños, y apoyo.

Y este martes, en uno de los pasajes fronterizos con Rumania, el Embajador de Israel David Saranga recibió a un grupo de 10 niños enfermos de cáncer y a sus padres (dicho sea de paso, no judíos), que volaron a Israel para ser tratados en el hospital de niños Schneider. “Soy representante del Estado judío,  y como tal, sé que estamos cumpliendo con un imperativo moral”, dijo Saranga, el único embajador-tal cual contaron los medios- que está hace días en la frontera para garantizar que todos los que necesitan ayuda, la reciban.

 

Salvando a los huérfanos

Algunas de las misiones más emocionantes, fueron las de rescate de niños de distintos orfanatos en Ucrania. En Israel fueron recibidos por el propio Primer Ministro Naftali Bennett, quien bajó la escalerilla del avión con uno de los niños en brazos. Y en Israel, 100 niños de un orfanato son abrazados por el Keren Kayemet LeIsrael que se hará cargo de su acompañamiento y de atender sus necesidades, en la localidad Nes Harim.

 

Ayuda médica y emocional

La organización de rescate Ijud Hatzala envió dos delegaciones a la vecina Moldavia , con especialistas-entre otras cosas- en resiliencia y psicotrauma, para poder prestar apoyo de modo que el sufrimiento no lleve a una certeza de post-trauma duradero. Además, Hatzala organizó varios vuelos de rescate en los que trasladó a cientos de ucranianos amparados en la Ley del Retorno, a Israel.

La organización voluntaria IsraAid está trabajando en el terreno con los refugiados y ha inclusive  erigido, junto con otras organizaciones, un jardín de infantes para entretenimiento de los niños, al que han llegado inclusive payasos médicos israelíes voluntarios.

 

Ayuda humanitaria material

La Cancillería israelí envió 100 toneladas de ayuda humanitaria. También el Hospital Hadassah mandó ayuda y considera enviar una delegación médica.

Hospital de campaña

El Centro Médico Sheba, en conjunto con el Ministerio de Salud y otros hospitales, erigirá un hospital de campaña con decenas de equipos médicos. La vanguardia, encabezada por el Profesor Elhanan Bar On, especializado en misiones de ayuda internacional, ya está en el terreno para explorar las necesidades y poder decidir qué es lo más necesario, qué llevar y qué no.

Hay aquí pues un esfuerzo múltiple y multifacético de Israel por mitigar los terribles efectos de la guerra.

Recordemos que a todo lo aquí detallado, se agrega el intento de mediación del Primer Ministro Naftali Bennett, quien viajó para ello el sábado a Moscú a reunirse con Putin y habló desde entonces cuatro veces con el Presidente de Ucrania Volodomir Zelensky quien le agradeció por sus intentos de ayudar.

Ana Jerozolimski
(09 Marzo 2022 , 18:59)

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