Fotos: Municipio CH
Matilde irradia una hermosa combinación de firmeza y frescura. Si bien el plan era que asumiera el cargo de Alcaldesa del Municipio CH dentro de unos años, la súbita y prematura muerte de Andrés Abt-con quien trabajaba-por COVID, cambió todos los planes. Y cambió su vida. En su momento dijo con claridad, que no había llegado a sustituir a Andrés, de bendita memoria, sino a dar todo para el cargo. Pero no era sobreentendido que a los 22 años que tenía en ese momento, se pusiera al hombro la responsabilidad.
Quien lea esta entrevista, entenderá que siendo Matilde como es, en realidad, eso no era de sorprender.
P: Matilde, gracias por aceptar esta entrevista. ¿Cómo te gusta que te presenten? Me imagino que decir Alcaldesa del Municipio CH, si bien es tu cargo público, es sólo parte de lo que sos ¿no?
R: Muchísimas gracias a ti por el espacio. Soy una persona inquieta, estoy todo el día haciendo cosas. Además de dedicarle la mayor parte de mi día – y vida – a mi trabajo, estoy cursando mi último año de Notariado en la UdelaR y práctico handball y fútbol con amigas. Son las actvidades que ya realizaba antes y me hacen llevarme “a mi vida anterior” al Municipio. Aunque muchas veces no me da el tiempo ni el cuerpo para hacer todo, hago el intento.
A mi me gusta mucho la cercanía con la persona, me considero una persona auténtica y me encanta serlo, prefiero acercarme a los vecinos, compañeros del laburo o militancia por como me conoce mi familia o mis amigos: Mati o Matilde. Quieras o no, es de lo más simple, que logra bajarte a tierra y sacarte de la nube laboral – aunque mi trabajo me fascina y tiene su cualidad de ser 24/7.
P: No es sencillo, aunque te encante.
R: Es difícil, pero trato de hacer lo posible para que el cargo público no me defina en un %100. A veces para la gente es difícil humanizar a un político, lo vemos todos los días con los más influyentes de Uruguay o del mundo. Un básico ejemplo: el Presidente Lacalle haciendo surf en La Paloma.
P: Buen ejemplo.
R: Poco a poco voy notando esta actitud por parte de algunos usuarios en las redes sociales, y uno de los cambios más fundamentales y personales que tuve, fue cómo balancear mi vida personal y privada con mi trabajo y exposición pública, a la cual no estaba acostumbrada.
Mujer, un desafío especial
P: ¿Qué te parece ser parte de una cobertura especial del Mes de la Mujer? No alcancé a publicar esto el 8 de marzo como habría querido, pero todo este mes vale la pena. En realidad, siempre.
R: Sin dudas es una primera vez, estoy agradecida por haberme brindado el espacio. La lucha de la mujer se debe dar todos los días, no solo el 8 de marzo. Porque no es la lucha de una sola, sino la de todas, y todos los días vivimos situaciones que no deberíamos atravesar por el simple hecho de ser mujer.
P: ¿Cómo te sentís con lo que hacés?
R: Increíblemente bien, finalmente descubrí lo que realmente me gusta. Desde chiquita supe que me gustaba, no sabía con cuánta intensidad. Desde que nací estoy vinculada a la política partidaria y al servicio público. Me decidí después de los 15/16 años cuando falleció mi abuela, Consuelo Behrens. Una mujer excepcional y un gran ejemplo a seguir, fue la única abuela que conocí y cuando mis padres laburaban 12 horas por día, vivía en su casa y la acompañaba a todas sus actividades. Fue integrante del Directorio de la Escuela Roosevelt gran parte de su vida – junto a su marido, Enrique – una escuela que atiende a niños con capacidades diferentes; fue muy activa en la dictadura, hombro con hombro junto a Wilson Ferreira Aldunate. Hubiera sido imposible que no me captase este mundo, hay cosas que se maman de chica.
P: Qué fuerte, qué linda descripción sobre la raíz, de hecho, de tu actividad pública. ¿Y lo demás?
R: En cuanto a mi carrera universitaria, el Derecho y Notariado me gusta. Hace unos años me imaginaba ejerciendo como Escribana, hoy en día lo sigo pensando, pero el foco está en otro lado, en un lugar donde pueda ayudar a los demás.
P: ¿Qué lugar ocupa la familia en tu vida?
R: Son un soporte fundamental para la vida. Por suerte me tocó afrontar este desafío con una familia que estaba interiorizada en la política. Mis padres son militantes activos del Partido Nacional desde chicos, mis tíos y mis hermanos lo mismo. Sin lugar a dudas el apoyo de mi tío, el Intendente de Maldonado es primordial, con su experiencia en gestión municipial me ha ayudado, aunque los territorios y las formas de proceder son distintas, ha sido una persona para sacar dudas e ideas.
Alcaldesa mujer, un gran desafío
P: Alguien que asume una responsabilidad pública tiene que demostrar a quien lo eligió que merece esa confianza. ¿Te parece que siendo tan joven y siendo mujer, se espera que pruebes más que un hombre?
R: Sin dudas es una enorme responsabilidad, pero aún no logre decodificar qué es lo que le pesa más a la gente. Estamos acostumbrados a ver esa desconfianza por el simple hecho de ser mujer, pero en mi caso se suma mi edad. Soy una mujer joven; tener 23 años y desempeñar un cargo al cual todo el mundo lo asocia con alguien mayor a 35/40 años es una complejidad. Las botijeadas siempre están, pero son lo que me hacen más fuerte. Quiero demostrar que la edad solamente es un número y que la experiencia se gana trabajando – al igual que todos aquellos alcaldes que son electos por primera vez . Los jóvenes, y sobre todo las mujeres, estamos capacitados para llevar adelante grandes responsabilidades, aspiro a cambiar ese paradigma de la política (que se da en todos los partidos) y abrirle las puertas a mujeres jóvenes que se quieren desempeñar en esta actividad. Es hora de proyectar a la mujer a la par del hombre, con las mismas capacidades y (ojalá) las mismas oportunidades.
P: ¿Cómo es la vida política para una mujer en Uruguay, aunque sea a nivel municipal? ¿Más complicada que para un hombre?
R: Injusta. Creo que hay muchas mujeres capaces a las cuales no se les da espacio. Poco a poco venimos mejorando en este ámbito. En esta actividad hay que estar fuerte, siempre te van a criticar, si sos soltera, si sos casada, si sos joven, que estás gorda, vieja, arrugada, rubia, muy flaca, histérica, loca, acomodada por el apellido o por la ley de cuotas, etc.
P: Excelente resumen de todas las opciones…o bueno, algunas.
R: Lamentablemente esto existe en todos los ámbitos de la sociedad, pero al ser una persona públicamente expuesta, se incrementa. Hay que estar fuerte contigo mismo y caminar con mucha seguridad. Si no, te pisotean.
P: ¿Cómo te ven los vecinos, los compañeros de trabajo?
R: La primera reacción común de los vecinos es la sorpresa, obviamente por la edad. Muchos me dicen que tengo la edad de su hijo, de su nieto. Luego me felicitan por haber agarrado esta responsabilidad, algunos hasta con cara de empatía mezclada con un poco de lástima, me consuelan. Yo siempre explico que fue una decisión que se me presentó y la cual tomé, podría haber dicho que no, pero no está en mi ADN achicar. Es como un partido de fútbol, el mejor jugador se lesionó y ahi ves al director técnico llamándote para entrar; cuando toca salir a la cancha, toca y tratás de demostrar lo que más puedas.
P: Genial eso del consuelo, me imagino las escenas. Pero seguro que a los dos segundos de hablar contigo captan que estás más que feliz con lo que hacés. ¿Y cómo es el trabajo con el resto del equipo?
R: Con los compañeros de trabajo tengo una relación divina. Sin dudas fue extraño al principio porque muchos podrían ser mis padres, igualmente ellos fueron el factor fundamental de aprendizaje en esta nueva tarea que asumí. Hoy en día ya son mi segunda familia... para no decir la primera ya que a mis padres los veo poco.
P: ¿Sentiste alguna vez que tu condición de mujer es un obstáculo para algo?
R: En el ámbito laboral en alguna ocasión lo he sentido, mi reacción inmediata es ir más para adelante todavía y no aflojar. Capaz que es una virtud de mi generación esa actitud, lo que me digan o piensen de mi, me importe poco, más en este tema, cuando crecí en el momento de mayor expresión feminista de los últimos tiempos.
En lo que respecta a mi calidad de militante puedo decir que la participación femenina en algunos lugares de decisión, son notoriamente escasos. Estamos hablando de mujeres jóvenes, capaces y con visiones renovadoras, las cuales a veces no figuran como opción.
El Municipio CH y el recuerdo de Andrés Abt
P: Es ineludible recordar que entraste a los grandes zapatos del querido Andrés Abt fallecido el año pasado por COVID. Esta es una oportunidad para recordarlo, aunque estoy segura que quien lo conoció, no lo olvida jamás. ¿Cómo lo recordás?
R: Este mes ya hace un año de su fallecimiento. Fue un golpe muy fuerte, inesperado y shockeante. Andrés era una persona super alegre, siempre te miraba con una sonrisa y vivía tirando chistes hasta para llamarte la atención. Un día me cito a una reunión a la cual llegué tarde (como de costumbre), y me dijo con una sonrisa irónica y graciosa al mismo tiempo: “Siempre vas a llegar tarde vos?” ahí mismo pensé, a la pucha, este tipo es simpático hasta para tirarte de la oreja.
P: Realmente creo que su sonrisa hermosísima era una de sus principales características, pero no era sólo de afuera, venía de adentro.
R: Sin duda.También lo recuerdo, y este es un pensamiento generalizado que veo en todos, por su cercanía con los vecinos, todo el mundo lo conocía y lo quería, valorizó la figura (en su momento nueva) del Alcalde, se hizo conocer e hizo que la gente conozca el 3er nivel de gobierno. Dio sus resultados, en el Municipio CH fue donde más se votó, alcanzando un 60% de los votos, sacando solamente Andrés casi 20.000 votos. Muestra clara a una buena gestión que realizó en su anterior período.
Y a nivel nacional
P: ¿Y cómo ves al país?
R: Veo un cambio. Crecí acostumbrada a la era frenteamplista, donde los políticos ejercían desde un escritorio, sin conocer la realidad del país entero. Hoy tenemos un Presidente joven, con apoyo popular, el cual anda y recorre todos los rincones de Uruguay, sin importarle el rédito político que puede llegarle a generar, sino que le importa, lo más importante: el bienestar de los uruguayos.
A los 13 días de asumir el gobierno, llegó la pandemia. Sin un libreto a seguir y con mucha incertidumbre, tuvimos un buen capitán. Y lo seguimos teniendo, demostrando ser un estadista. Baja la inseguridad, baja el desempleo, baja el déficit fiscal, aumentan las ayudas sociales – cuando nos tildaban que las íbamos a sacar. Hoy, empezando el tercer año de gobierno, tiene la aprobación de la mayoría de los uruguayos. Como lo dijo él, “Venimos a gobernar, y a gobernar BIEN”.
P: ¿Y a la situación de la mujer en Uruguay en general? ¿Hay muchos desafíos para lograr?
R: Como sociedad, tenemos mucho camino por andar. La desigualdad de género es una realidad innegable que damnifica muchos aspectos de nuestra vida. Es como nos perciben, como nos retratan mediante el discurso, las injustas responsabilidades unilaterales con las que nos cargan, los estereotipos irreales a los que nos someten y nos exigen. Es la des-legitimación de nuestros testimonios cuando declaramos un abuso, es la brecha salarial, es el miedo de caminar solas por la calle. Es nuestra escasa participación en un gabinete y que nos crean poco capacitadas.
El mayor desafío reside en la educación, nuestra arma más fiel para cambiar la manera que nos ve el mundo y como nuestros pares se relacionan con nosotras. De esa manera, empezando por casa, estaremos evitando que mediante comportamientos sexistas, se produzcan desigualdades entre mujeres y hombres las cuales nos afectan no solo a nosotras sino también a ellos.
P: ¿Qué es para vos una mujer feliz?
R: Una mujer plena.
P: Creo que estoy aquí entrevistando a una de ellas. Gracias mil Matilde. Te deseo seguir tan apasionada siempre, y cosechando éxitos en todo lo que hagas.
R: Muchas gracias Ana.
