Cultura

Con Erez Zohar, el coreógrafo israelí que está trabajando con el Ballet Nacional del SODRE

En el Sodre están de fiesta. Dentro de poco comienza la nueva temporada, con dos grandes coreografías: Sean Chopina de la uruguaya Marina Sánchez y Minus 16 del muy prestigioso y reconocido coreógrafo israelí Ohad Naharin, quien desarrolló el estilo GAGA, sensación en el mundo del baile. Nuestro entrevistado de hoy es Erez Zohar, el coreógrafo enviado por Ohad Naharin a Uruguay a preparar Minus 16 con los bailarines del Ballet Nacional del Sodre. Y aclara: Ohad Naharin no permitiría que un conjunto baile su obra si no es de alto nivel.

Erez Zohar, israelí, nació en 1983 y creció en Jerusalem, hijo de Sara y Moshe , “padres maravillosos”, nos dice, “sin igual”.Tiene un hermano menor, Lior, y una mayor, Rina. Los padres llegaron a Israel provenientes de Georgia. Erez y sus hermanos ya nacieron en Israel. Erez es bailarín y coreógrafo, docente de danza y GAGA.Está en pareja con Cornelia, de Polonia, que también es bailarina. Crean juntos y recientemente hicieron un dúo ue presentaron en una premiere en Alemania. 

Cabe señalar que la Comunidad Sefaradí del Uruguay patrocina una gala el 30 de junio a las 19 hs, en el Auditorio Adela Reta , sala Eduardo Fabini, en el marco de las celebraciones por su 90° aniversario.

Erez Zohar, la Directora Artística del BNS María Noel Riccetto y Ricardo Dalva, Presidente de la Comunidad Sefaradí del Uruguay

 

P:  Erez, es un gusto tener la oportunidad de conversar contigo. ¿Esta es tu primera visita a Uruguay?

R: Así es, es la primera vez que vengo. En la zona ya estuve en Brasil, dos veces, cada vez por dos meses, un período largo, porque trabajé allí un tiempo en un conjunto con un amigo brasileño que había bailado conmigo en Bat Sheba. En otra ocasión estuve en Panamá, también por la danza, y ahora al fin llegué a Uruguay.

 

P: ¿Con qué expectativas llegaste a Uruguay?

R: La verdad es que como volví a estudiar tenía la cabeza muy metida en eso. Y de hecho también mientras estoy acá en Uruguay tengo exámenes y trabajos que presentar, muchas cosas para hacer. Así que no tuve mucho tiempo para pensar qué iba a hacer. Pero claro está que a medida que se acercaba el viaje sí ya pensaba cómo sería la situación en Uruguay, cómo serán los bailarnes, si acaso lograría conectarme rápidamente con ellos o no. Y claro que pensé si será posible introducirlos al mundo del movimiento y el lenguaje de Ohad Nahari, y de GAGA y su creación. Estuve recabando impresiones por internet, miré fotos de los bailarines, miré algunos videos cortos y noté enseguida que son buenos bailarines, así que finalmente llegué con buenas expectativas. 

P: Y no es que haces esto por primera vez.

R: No, en absoluto, hace ya 10 años que lo hago, He estado en este marco en Estados Unidos, he trabajado con un conjunto de Corea, otro de Bélgica , con conjuntos suecos, muy variado.

P: No debe ser sencillo conocer cada vez a nuevos bailarines y de hecho trabajar juntos.

R: Los bailarines son un mundo entero. Me gusta mucho el encuentro humano, el desafío que supone tener que trabajar con ellos en poco tiempo, pasar con ellos un proceso de cambio, de acostumbramiento a un material nuevo distinto del que conocen. La mayor parte de las veces son bailarines de ballet y aunque cada uno tiene su estilo y hay mucha combinación con neo-clásico, en general traigo algo distinto.  

P: ¿Y cómo se está dando esto con el Ballet Nacional del Sodre?

R: En el caso de acá en Uruguay, entendí que no hacen muchos materiales contemporáneos. Sí he visto que han hecho algunas cosas pero lo centrla es el ballet. La verdad es que cuando llegué aquí, me sentí conectado con ellos desde el primer momento. Les di una clase de GAGA y sentí que me acompañaban plenamente, que estaban muy emocionados, muy metidos en el tema. Conocí a 55 bailarines y tanía que elegir 25, al final elegí 23, pero sin saber mucho de ellos y el conjunto.

P: Todo un desafío. María Noel Riccetto ya me comentó que tú te debatías entre muchos, que no era fácil elegir.

R: Así es.

P: ¿Tenías claro de antemano que venías a trabajar con bailarines de alto nivel? Imagino que a Ohad Naharin no le interesa sólo que se compren los derechos de autor de sus coreografías, sino que las bailen bailarines de primera.

R: Por supuesto. Yo tenía claro que trabajaría con bailarines de alto nivel, ya que Ohad no permite que cualquier conjunto baile sus creaciones. El se fija en quienes las piden, cuál es su nivel, cuál es su apacidad, y otros elementos varios. Así que tenía claro que llegaba a un lugar con bailarines muy capaces, prontos para trabajar bien, capaces de terminar un trabajo de alto nivel. De lo contrario no había venido o simplemente Ohad no lo habría autorizado. 

P: Y hoy que ya los conoces ¿qué piensas?

R: Que son bailarines  impresionantes, que se entregan totalmente al trabajo, muy totales,muy deseosos de hacer las cosas bien, con muchas ganas. No fue nada fácil elegir a los bailarines que nos acompañarían, porque son muchos los bailarines buenos, hermosos y talentosos. Pero es ineludible elegir y pensar en qué será lo más apropiado, quiénes serán los más fuertes en el proceso.

P: ¿No hubo ningún problema de comprensión entre ustedes? Por más que la danza sea un idioma internacional, quizás puede haber complicaciones ¿no?

R: La danza es en efecto un idioma internacional. Me conecté con ellos muy bien de entrada. El estilo y la cultura de aquí son por cierto muy distintos de lo que vemos en Israel, pero como yo me siento una persona muy global y universal que está en contacto con muchas culturas, me resulta fácil conectarme a personas de distintos lados. Y me senti cómodo con ellos enseguida. Me acostumbré muy rápido.  Creo que eso también depende de la energía que uno trae, cuánto se abre a la gente, cuánta atención se one. En resumen, me sentí muy conectado con ellos desde el comienzo.

 

P: ¿Cómo se ha dado tu vínculo con María Noel Riccetto?

R: María es encantadora, me recibió con mucho amor, con una enorme sonrisa y mucha satisfacción, y creo que está también muy satisfecha con lo que estoy trabajando con los bailarines. Se alegra de ver el progreso. Es una mujer realmente impactante, además de muy hermosa, tanto por dentro como por fuera.

P: Sé que ya has tenido contactos con uruguayos miembros de la colectividad judía ¿verdad?

R: Así es. Ya me han recibido para Shabat en la casa de Marcelo y Alicia Cynovich. El fue una de las personas que hizo la conexión para que todo esto se concrete. También conocí a Ricardo Dalva, el Presidente de la Comunidad Sefaradí , y tanto de él como de los demás sentí realmente que reunía con gente encantadora. No tengo palabras para expresar lo cómodo que me hicieron sentir enseguida, con la bienvenida que me dieron. En la cena de Shabat en su casa, me hicieron sentir realmente como si estuviera en la mía propia, en familia. Cantamos canciones de Shabat y Hava Naguila, y me bendijeron que viaje en paz y vuelva en paz. Hicimos la braja de la jalá, la bendición, hablamos mucho nos reímos, realmente una experiencia maravillosa.

Erez junto a Marcelo Cynovich y su esposa y Ricardo Dalva, Presidente de la Comunidad Sefaradí del Uruguay 

 

Mi problema es que después de trabajar me siento muchas horas a estudiar, casi hasta la madrugada, porque tengo que terminar al fin el título que comencé a los 18 años y que quedó interrumpido. Eso me impidió aceptar parte de sus invitaciones, pero siempre me gusta mucho conocer a la comunidad judía, donde sea que llego. Y acá ha sido hermoso. 

P: Así que no has tenido mucho tiempo de recorrer Montevideo.

R: Lamentablemente no, aunque me encantaría. Crucé, eso sí, a la Plaza Independencia, que está muy cerca del Sodre. Fui un poco a la playa y pude hacer algún paseo por la rambla. Recorrí un poco la zona de la comunidad sefaradí cuando fui a la casa de Marcelo. Y me imagino que lograré dar alguna vuelta más. .

 

 

P: Ojalá que puedas Erez. 

R: Así lo espero.

Su propio camino

P: Erez ¿cómo ha sido tu propio camino en el mundo de la danza?

R: En realidad yo llegué a la danza desde una vivencia que tuve en teatro. Cuando tenía 5 años participé en una obra de Bertolt Brecht “El círculo de tiza del Cáucaso”, dirigida por un coreógrafo de Georgia. Mi origen también es georgiano. Yo tenía un tío, hoy ya fallecido, coreógrafo y bailarín, que al radicarse en Israel formó un equipo de baile georgiano representativo, en Jerusalem, que funcionaba en la zona del mercado Majane Yehuda. El tenía muchos contactos con Georgia y artistas de allí, y en el marco del Festival Israel llegó una vez el conjunto del Teatro Nacional de Georgia, que vendría a ser el equivalente de nuestra Habima, a presentarse en Israel, precisamente con aquella obra en la que yo había actuado tiempo antes. El tema es que el niño que debía actuar con ellos se enfermó y no pudo venir. Llegaron a mi casa a las 3 de la mañana a preguntarme si yo quiero actuar .

P: ¿Cuál era el papel?

R: La obra era sobre lo que se conoce como juicio del Rey Salomón, que tiene que decidir cuál es la madre verdadera de un niño del que dos mujeres dicen serlo.Pues me preguntaron si quiero participar y como yo era un niño osado que no dudaba en “saltar” a hacer todo tipo de cosas, dije que por supuesto, que sí. Me llevaron al teatro Sherober en Jerusalem, me tomaron una prueba y al día siguiente empecé a presentarme. Dicen que fui la sensación (risas). Como vieron, tanto mis padres como mi tío que me gustaba el escenario y era bueno, me propusieron sumarme al conjunto de mi tío, y así fue.Y ese fue el comienzo de mi romance con la danza. Me gustaba mucho bailar, me sentí muy conectado con eso, fui viendo de a poco que soy bueno en eso, seguí, fui evolucionando y desarrollándome. Bailé en el conjunto folclórico representativo de Jerusalem, muy bien considerado hasta hoy, invitado a festivales en el exterior. Así que desde jovencito viajé a bailar en festivales en el mundo, pero como bailarín de folclore de Israel y diferentes partes del mundo, ruso, gitano, hasidi, debka árabe y demás. 

P: ¿Y cuándo decidiste que esa sería tu vida, la danza?

R: A los 15 años tuve claro que quiero profesionalizarme en el tema. Vi que me faltaban capacitaciones de técnicas en ballet clásico y moderno, contemporáneo.Mientras estaba con el conjunto Hora Ierushalaim en Canadá en un festival, llamé a mi madre y le pedí que me anote en la Academia de Música y Danza Rubin.

P: Lo más prestigioso para estudiar el tema.

R: Y así fue. Me anotó, fui a una pruea, me aceptaron e ingresé. Allí me capacité en las distintas tendencias de la danza, conocí distintos equipos . Y un día  en 1993 vi por televisión “Anafaza” de Ohad Naharin, y luego “Mabúl” (Diluvio), que también era una creación suya.  Eso me provocó un gran cambio en mi concepción de la danza. Me enamoré en el momento de esa creación, decidí que es el creador que me atrae  y decidí de inmediato que es con él que quiero trabajar y es en su conjunto, Bat Sheba,  que quiero bailar. Cuando me enrolé al servicio militar, me reconocieron como bailarín sobresaliente y eso me permitió seguir bailando, no interrumpir mi capacitación. No es fácil, porque hacen exámenes muy duros y aceptan creo que no más de 2 chicos y 2 chicas para esa posición especial. 

P: ¿Y qué pasó con Bat Sheba?

R: No fui aceptado de entrada. Al principio no entré. Bailé un poco en otros conjuntos, pero ninguna me inspiraba lo que Bat Sheba. Mientras tanto seguí avanzando en la Alta Academia de Estudios de Danza . Cuando probé por segunda vez a Bat Sheba y tampoco entré, fue muy duro para mí. Como Ohad Naharin mismo no había estado en la prueba, yo sentía que era injusto que me rechacen sin que él me vea bailar. Un día, en medio de los estudios, recibí un llamado de Bat Sheba, en el que el director me invitaba a una clase. Estaba en shock.  Hice una clase de GAGA, el estilo desarrollado por  Ohad Naharin, con él mismo, y un poco más tarde me confirmaron que estaba aceptado. No tenía palabras, sentía una alegría sin límites.

Fui avanzando en los niveles a medida que pasaba el tiempo y entre el 2002 y 2012 estuve en el conjunto de los adultos. Allí decidí irme, sentí que había completado lo que tenía para hacer allí. Había sido solista del ensemble, había bailado en todo el mundo, desplegando losmejores roles, los más centrales, todos los puestos que me parecían especiales. Fue una etapa maravilosa de mucho trabajo con Ohad, que siguió desarrollando y estudiando el tema del GAGA. Y yo empecé a difundir también las clases de GAGA , ya no a través de Bat Sheba. Y hoy soy parte del equipo de docentes de GAGA que enseñamos el repertorio, damos clases y talleres en el mundo y en Israel y ponemos en escena las creaciones de Ohad en teatros en los que hay interés de bailar sus creaciones. 

P: Es una señal de gran confianza en tu trabajo.

R: Sí, así lo creo. Es necesario que confie en mí para dejarme poner sus obras en escena.

 

P: Muchas gracias por tu tiempo Erez. Espero que podamos hablar antes de que partas de Uruguay.  Te deseo el mayor de los éxitos.

R: ¡Muchas gracias!

Ana Jerozolimski
(21 Junio 2022 , 05:01)

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