Entrevistas

El recuerdo del uruguayo Julio César Maglione, que compartía el piso con los atletas israelíes en Munich

Todo aquel que se haya interesado alguna vez por el deporte competitivo uruguayo, especialmente en las Olimpíadas, sabe indudablemente quién es Julio Maglione. Llegó a ser Presidente del Comité Olímpico Uruguayo, es Presidente honorario vitalicio de la Federación Mundial de Natación, presidente honorario vitalicio de todos los comités olímpicos de América y mucho más. Pero en esta nota, lo central es recordar que en 1972, participaba por primera vez en las Olimpíadas, al viajar como nadador, uno de los 15 miembros de la delegación olímpica de Uruguay.

 

 

Y que conoció allí a sus pares israelíes, con los que compartía el mismo piso en las viviendas donde se alojaban las delegaciones. 

La delegación de Uruguay en el desfile inaugural

 

 

Aquella madrugada terrible del 5 de setiembre de 1972, también vio a los terroristas que fueron a matar a los israelíes.

Hace unos días tuvimos el honor de entrevistarlo telefónicamente.

 

P: Julio ¿cómo recuerda usted aquel día? Como se imaginará, en Israel es un tema muy grande el 50° aniversario del atentado, la matanza de los 11 atletas israelíes. ¿Qué significó eso para usted?

R:  Le diré ante todo que eran mis primeros juegos olímpicos, por lo cual  estaba encantado y feliz cuando veía todo ese espectáculo grandioso, el desfile de la inauguración, que se desarrollaba todo en paz y tranquilidad. Recuerdo a aquel gran nadador americano que aparecía, Mark Spitz, que ganó medallas de oro.  Pero llegó el  5 de setiembre y de noche se produce lo que en todo el mundo llamamos el Setiembre Negro. 

P: Ese era el nombre de la organización terrorista que cometió la matanza, pero además, claro está, ese fue un setiembre negro.

R: Así es. Le diré que estábamos en el mismo edificio Israel, Hong Kong y nosotros, la delegación uruguaya. En la noche estaba yo en el mismo dormitorio del que era en ese momento el presidente del Comité Olímpico Uruguayo, el profesor José Vallarino Veracierto, y sentimos unos ruidos, que se acabaron, y seguimos durmiendo. Pero yo me levanto en la mañana, como era mi costumbre, y salgo al balcón, porque era el desfile de atletas de todos los 200 países, y no veo a nadie, veo solo gente vestida de celeste, que eran los y las guardias de seguridad, que me dicen que me vaya para adentro. Yo acaté, pero cuando me doy vuelta me encuentro que estoy encañonado por encapuchados con la cabeza totalmente tapada como con una media. Me encañonan y me dicen que me vaya para adentro.

P: La cosa no estaba para discutir.

R: Claro que no. Me fui para adentro con un dolor y una desesperanza, porque no sabía lo que pasaba.

P: ¿Qué le pasó por la cabeza? ¿Qué pensó?

R: Que había un desastre pero que no sabía cuál era, porque la cordialidad que había en ese edificio con los israelíes, con la gente de Hong Kong y nosotros no daba lugar para ninguna clase de sospechas que podía haber algo desagradable en medio de unos juegos que ya llevaban dos semanas y tenían una perfecta organización. Eran muy lindos. Pero eso terminó con que el grupo terrorista árabe Setiembre Negro produce  una masacre, un desastre, termina matando a 11 miembros del equipo israelí.

 

P: Primero mata a dos en una de las habitaciones, se lleva a otros como rehenes en un helicóptero con la intención de escapar a un país árabe y allí los mata. 

R: Así es.  La Policía mató a 5 de los terroristas, murió un policía y también el piloto del helicóptero. Eso fue algo horrible para nosotros, todo ese desenlace.

 

P: ¿Qué hicieron ustedes concretamente?

R: Nos  tuvimos que quedar ahí prácticamente toda la mañana hasta que se fueron los árabes, llevándose a los israelíes como rehenes, y nosotros estábamos ahí quietitos. Después  nos animamos a salir un poco y nos sentamos en una escalera para poder salir de ahí, y entonces nos dicen que nos quedemos y recién después  nos dicen que nos podemos ir. Entonces todo ese día estuvimos en otro edificio, no en el de Uruguay, y nos permitieron volver al día siguiente, después de que se produjo en la noche y la tardecita todo ese proceso, donde cinco terroristas son muertos y creo que algunos más caen prisioneros, no me acuerdo…

P: Sí, tres son apresados.

R: Ahí está, tres más. Tres más caen prisioneros. Yo pienso que esta gente no entendió cosas básicas. El odio, los problemas que hay con grupos árabes- no con todos los árabes- y los israelíes, no se dieron cuenta que lo que causaron fue tristeza, dolor, todo totalmente alejado de lo que es el espíritu y el sentimiento olímpico. Creo que pretendieron aprovechar los juegos para tener más publicidad de lo que estaban haciendo.

 

P: Claro, el escenario perfecto con todas las cámaras ya ubicadas.  No es que no entendieron, sino que eso es lo que buscaban.

R: Exactamente. Y los que creemos en los valores del deporte, educativos y de salud, pero fundamentalmente con respeto a ideas sociales, políticas y religiosas, en la búsqueda de un mundo unido y sin guerras, que nunca llega, sigue y sigue, ojalá que en algún momento pare, pero va a ser muy difícil… Esto fue una atrocidad que no destruyó al movimiento olímpico, pero fue un hecho muy duro.

P: ¿Qué les pareció a usted y a sus compañeros el hecho de que acababa de haber una matanza de 11 atletas y las olimpíadas siguieron como si nada? En Israel se critica mucho ese punto. 

R: El presidente de la delegación de Uruguay era el doctor (Héctor) Payssé Reyes y lo que había dicho en ese momento era que nos íbamos, que nos retirábamos, por lo que había pasado. Yo lo viví y estuve presente ahí desde el principio hasta el final .

P: Pero las cosas se dieron de otra forma al final.

R: Así es.

P: Uno sigue adelante en la vida también después de momentos muy duros. Pero…¿cómo quedó eso en su corazón y su mente todos estos 50 años?

R: Estos 50 años, hoy si le digo la verdad, hablando con usted, es como si lo estuviera viendo todo ahora. No lo puedo olvidar. Fueron momentos de miedo. Y también de repudio de quienes pretendieron traer una guerra al medio de unos juegos olímpicos que promovían la paz. Nada más lejos del espíritu olímpico. 

 

P: ¿Qué se comentaba en la delegación uruguaya sobre esto, cómo estaban los demás deportistas?

R: En la primera instancia, miedo, ¿qué está pasando?, ¿qué nos va a pasar?...Es que no sabíamos a qué podía llegar toda esa situación. Después, dolor, pena por todo lo que había pasado, por el desastre y la masacre que habían hecho los árabes en los juegos, matando a los israelíes… Según después nos enteramos, golpean y entran en la habitación matando gente, donde estaban los técnicos y los atletas, algo que para nosotros fue no solo de repudio sino también de tristeza y dolor. 

 

P: Julio, usted me contó antes de la entrevista que estuvo de visita en Israel años atrás ¿verdad?

R: Así es. Viajé en el marco de comptencias de la Federación Mundial de Natación. Me pareció un país muy bonito. Estuve en Jerusalem, haciendo el recorrido de Cristo. Lo vi como un país cordial. En Uruguay tenemos mucho respeto por Israel. 

 

P: Le agradezco mucho por su tiempo Julio. Un privilegio.

R: Un gusto Ana. Muchas gracias.

Ana Jerozolimski
(11 Septiembre 2022 , 07:46)

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