En comunidad

Con el Rav Oved Avrej de Yavne, cuyos primeros pasos en Uruguay fueron en la Escuela Integral.

“La colectividad judía uruguaya irradia algo especial. Por eso volví.”

Cuando preguntamos al Rabino Oved Avrech (39) cómo presentarlo-aunque tenemos claro que lo central para esta entrevista es el hecho que se desempeña como Rav del Instituto Yavne-nos encantó la sencillez de su respuesta. “En Israel, yo soy de Jerusalem. Mi esposa es de Beer Sheba. Tenemos 5 hijos”. Acotamos “por ahora…” y él concordó. “Sí, por ahora. Lo que Hashem nos da, nosotros seguiremos”. Esa también es una misión. Y cuando de misiones se trata, Oved conoce las raíces.

Oved y su esposa Reut llegaron a Uruguay hace 8 años por primera vez, por  5 años. Luego volvieron a Israel por 2 años y luego volvieron a Uruguay. Tienen cinco  hijos de 11,9, 5 , 3 y 1 año de edad.

Sobre eso, sobre las relaciones dentro y fuera de la colectividad judía uruguaya, y mucho más, es esta entrevista.

 

Rav OVed Avrej de Yavne, Montevideo
Rav OVed Avrej de Yavne, Montevideo

 

Las raíces y el hogar

P: Oved, es un gusto estar aquí conversando contigo, en una entrevista que durante mucho tiempo quise hacer y se me fue postergando. Y en el interín has seguido acumulando años en Uruguay, en una misión educativa, religiosa y comunitaria que mucho aporta.

R: Te diré que crecimos en familias de “shlijut”.

P: Aclaremos por si alguien no conoce el término. Un “shelíaj” es un enviado, en sentido de enviado desde Israel para cumplir una misión en una institución judía en la diáspora. Pero “shlijut” va más allá de ello. Significa también “misión” y creo que por ahí pasa el tema.

R: Es cierto. Te cuento que la familia de mi esposa ya en 1948 salió a shlijut a Libia. Sus abuelos materno había nacido en Alemania y su abuela en Italia. Su mamá, o sea mi suegra, nació en Trípoli cuando estaban allí como shlijim de la Agencia Judía, en una misión encubierta en el sentido que ayudó a organizar  aliá de judíos libios y por otro lado también educativa ya que enseñaba hebreo. Los olim pasaban de allí a Italia. Fue una historia muy interesante. Así que mi esposa nació en un hogar que había estado muy vinculado a la shlijut ya que, como te decía, su propia madre había nacido en Libia en aquella misión tan singular.Por separado, mi suegro nació durante una shlijut de sus padres, en Brasil. A los 16 años llegó a Israel y años después volvió a Brasil como sheliaj junto con su esposa, o sea la madre de Reut. El hermano de Reut fue sheliaj en Canadá. Como verás, en el hogar de mis suegros el tema de las misiones en el exterior son parte …

P: Del ADN familiar, como suele decirse…

R: Exacto. En la mesa de Shabat cuentan las historias, uno lo vive, es parte del ambiente de la casa.

P: Una conexión con el mundo judío.

R: Sin duda. Eso es algo que siempre sentimos. Pero la verdad es que cuando Reut sugería que salgamos de shlijut, yo siempre contestaba que hacer proyectos especiales dentro de Israel es no menos importante. Reut también lo aceptó y nos mudamos de Jerusalem a Bat Yam por 4 años, a trabajar en pro de la comunidad local. Realizamos distintas actividades en las escuelas, abrimos un centro de estudios judaicos llamado “Bait MiBereshit”, trabajamos en conjunto con la municipalidad, realmente muchas cosas positivas. Disfrutamos mucho de esa vivencia.Y cuando Reut dijo después que llegó el momento de intentar una shlijut en el exterior, emprendimos esa nueva etapa.

P: Vuestra shlijut ¿en qué marco es? ¿Quién los envió?

R: La Organización Sionista Mundial. Y te diré que aunque yo fui el enviado central, mi esposa ha hecho y hace no menos que yo. Ha hecho su shlijut en el marco llamado “mishpajá bakehilá”, o sea “familia en comunidad”, que sale del departamento de Educación para la Diáspora, Actividades para la Diáspora, encabezado por Gusti.¿La conoces?

P: Sí, Gusti Braverman. Es interesante que justo a través de ella, que es reformista, hayas llegado al Yavne.

R: Es cierto. Nos entendimos muy bien.Éramos amigos. En Yavne pidieron que venga una familia religiosa y ella actuó de acuerdo a eso.

P: ¿Tú y Reut vienen ambos de familias religiosas?

R: Sí, Es más, en mi familia de hecho son más “haredim”. Mis padres viven en el barrio Beit Israel en Jerusalem, una familia haredi sefaradí. O sea abierta, pero sí haredí. Mi padre es un gran rabino, muy estudioso.

P: ¿Y cuál fue el proceso por el cual tú cambiaste un poco?

R: No sólo yo, también varios de mis hermanos. Somos 5 en total. Dos salieron supuestamente como mis padres querían, pero de hecho cada uno eligió su camino. Tengo una hermana que no cuida nada. Cada uno hizo lo que quiso. Creo que en mi caso personal lo que me llevó a cambiar un poco de rumbo fue el hecho que soy hiperactivo. En hebreo diríamos que tengo “espinas en la cola”.

R: En español, al menos en Uruguay, se diría que tenés pulgas.

P: La cosa es que buscaron un marco que me resulte apropiado y llegué a la yeshivá “Or Etzion” para secundaria. De allí ya todo se dio de otra forma. Pero mis padres sabían cómo era ese marco, no haredí, porque uno de mis hermanos había estudiado allí.Y bueno, después ya seguí otro camino.

P: ¿Y tus padres están en paz con tu opción?

R: Sí, claro. No es que dejé de ser religioso.

P: Eso mismo. No sos haredi pero sí religioso, observante.

R: Así es.

 

Yavne y la Escuela Integral…la colectividad judía uruguaya

P: Y ese es el trasfondo de vida que te llevó a esta misión y a llegar a Uruguay

P: Así es. Te cuento que la primera vez que vine a Uruguay, llegué como enviado de la Organización Sionista Mundial y los primeros cinco años fue sheliaj en la Escuela Integral. Hacía también trabajo comunitario, no sólo en Yavne.

P: No sabía, qué interesante.O sea que tu shlijut se dividía entre la sinagoga de Yavne y el trabajo en la Escuela Integral.

R: Así es. Hacía actividades para jóvenes en mi propia casa, ulpan de hebreo, clases de Torá, todo eso era en el marco comunitario de Yavne. Pero de mañana, mi trabajo en la escuela, que era lo central y me resultaba muy importante, era en la Integral.

P: ¿Era complicado tener esa doble shlijut?

R: No. La disfruté muchísimo.También hoy hay un sheliaj conjunto, que trabaja con Yavne en la parte de comunidad y con la Integral como escuela.

P:¿No era una complicación en algún aspecto el hecho que sos religioso? En ese sentido claro está que Integral es distinto de Yavne.

R: Para nada. La Integral es una escuela maravillosa. Me recibieron con los brazos abiertos. El trato con Susana Soloducho fue excelente y luego también el trabajo con Karina que tenía a su cargo los estudios judaicos en aquel momento. Realmente una excelente relación.El trabajo en la Integral fue un desafío muy agradable. Daban mano libre a las actividades informales, hicimos muchas cosas juntos, la agenda estaba llena de cosas. Pudimos trabajar también con los padres, no sólo con los niños. Yo creo que hoy en día la escuela, en una comunidad, se convierte en un lugar central porque allí uno se encuentra con los niños, con los padres, los abuelos .Es la mejor plataforma para llegar a todos. Lo veo también en otras comunidaes, como Bar Ilan en Río. Creo que Yavne lo entendió y por eso dedica tanto a la escuela.

Es más: aunque no puedo dar estadísticas, estimo que  entre quienes estudiaron en escuelas judías los porcentajes de asimilación son mucho menores que en otros sectores.

P: Oved, te refieres seguramente a desjudaización…¿no? A mí siempre me chocó bastante el término “asimilación” porque puede interpretarse como una visión negativa de la integración plena en la sociedad de la que uno es parte.

R: Creo que cuando se dice “asimilación” todos entienden que la referencia es justamente, como bien dices, a desjudaización. Claro que no apunta en absoluto a presentar como algo negativo el ser plenamente parte de la sociedad uruguaya. Al contrario, creo que está perfecto sentirse plenamente uruguayo.

P: Hablando de identidades…al estar fuera de Israel, especialmente siendo tú religioso ¿te sientes muy distinto en Yavne y en Integral desde el punto de vista de la vivencia judía? O sea…¿te puedes sentir cómodo también en una institución no religiosa? Yo personalmente creo que la calidez del sentimiento judío es muy fuerte de todos modos, pero siendo tú una persona religiosa, creo que es válido plantear la pregunta.

R: Yo siento ese calor en la colectividad judía uruguaya en todos lados. No creo que haya diferencia. Sí hay diferencia entre Integral y Yavne en cuanto a la concepción de mundo, el encare ante la vida desde el punto de vista educativo. Claro que hay diferencia. Pero me parece que el marco mismo, el estar en un marco judío, te forma identidad. Te salva, en el sentido de “construir identidad”. Uno construye su propia identidad y el marco en el cual se halla lo ayuda. La colectividad judía uruguaya tiene algo muy especial. Creo que el hecho que volví aquí muestra que aquí  sentí algo especial ¿no?

P: Claro, porque seguramente podrías haber elegido otro destino.

R: Por supuesto. Podría no haber vuelto, podría simplemente haber dicho “fue una muy buena experiencia, ahora variemos, vayamos a conocer otro lado”.Pero hay algo especial en la colectividad judía uruguaya. La forma en que te reciben, que te transmiten cariño…es difícil expresarlo. No tengo las palabras exactas para transmitir lo que siento. Hay aquí una mezcla de amor, apertura, aceptación, muy fuerte…algo distinto…no sé cómo decirlo.

P: Lo estás diciendo muy bien. Y creo que esto pasa por la centralidad de Israel en la vida judía ¿verdad? O sea, hace mucho que te quieren a ti por ti mismo, por lo que haces. Pero al principio, antes de que te conozcan, estaban recibiendo a un enviado de Israel. En una colectividad como la uruguaya, eso significa mucho.

R: Absolutamente. La posición de un sheliaj acá es distinta de otros países. No me parece que en muchos otros lados se vea al sheliaj como en Uruguay. Y de ello deriva por supuesto su influencia, el lugar que se le da. Eso influye también en su trabajo, porque se nos hace sentir “puedo dar más”, porque “acá tengo un lugar”.

P: O sea que es un círculo vicioso en el buen sentido de la palabra, te alienta, te empuja.

R: ¡Exacto! Te motiva a hacer cosas. Tengo muchos amigos que están igual que yo en otras partes del mundo y en algunos casos veo que no se hallan realmente.En Uruguay sentimos que se da un respeto especial a la condición de israelí.

Dos grandes. Oved y el Rav Mijael Rubinstein.
Dos grandes. Oved y el Rav Mijael Rubinstein. De fondo, una de las maestras de jardinera, Sandra Veinstein.

 

Aprendizajes sobre el mundo judío

P: ¿Qué aprendiste sobre el mundo judío a través de esta shlijut en Uruguay?

R: Muchísimo. Ahora entiendo que cuando llegué a Uruguay, mi horizonte era muy estrecho respecto al judaísmo de la diáspora. Estar aquí me incidió mucho en mi visión respecto a qué es judaísmo y qué son las comunidades judías fuera de Israel. Entre los sabras, la discusión promedio es entre lo religioso y lo laico, entre izquierda y derecha. Es una discusión estrecha, limitada. Pero al llegar aquí uno entiende que la discusión de fondo es sobre lo judío y lo no judío.Esa ya es una discusión totalmente distinta. Se trata de vivir o morir, claro que no físicamente, sino desde el punto de vista de la existencia como judíos.

P: Tu comentario me recuerda una entrevista que hice con Natan Sharansky cuando era Presidente de la Agencia Judía en la que me dijo: “Claro que es importante que el Estado de Israel sea fuerte, también lo es para las comunidades judías, pero también es importante para Israel que en la diáspora las comunidades judías sean fuertes”.

R: Exacto, muy cierto. Cuando llegué aquí, no pensaba así. Pensaba como muchos israelíes que “todos tienen que ir a Israel”. Pero cuando uno llega acá, ve un judaísmo un tanto diferente, empieza a pensar de otra forma porque capta la fuerza de los judíos en la diáspora. La fuerza, me refiero, en términos de vida judía por cierto.Y uno entiende inclusive cuánto pueden ayudar a Israel, cuánta salvación hay en la vida judía aquí. Los israelíes no son conscientes de ello, no lo conocen.

P: ¿Cómo lo explicarías por ejemplo a tus amigos en Israel? ¿Cómo les dirías por qué es importante para el propio Israel que haya comunidades judías fuertes en la diáspora?

R: Es sumamente importante políticamente, pero el tema no pasa sólo por ahí. El hecho que hay judaísmo en la diáspora, cambia la situación general del judaísmo en nuestros días. Es por eso que digo que mi propio judaísmo cambió, a nivel privado, personal inclusive. De repente entendí que los israelíes no entendemos realmente la envergadura del milagro que constituye el hecho que haya judaísmo fuera de Israel. Eso mismo ya es algo especial. No es sencillo decirlo. No me refiero únicamente a la vida judía de práctica de las mitzvot, los preceptos, kashrut, shabat, todo eso, sino al concepto mismo de judaísmo como identidad, como forma de vida. Creo que vivir como judíos en diferentes lados, sentirse judíos, no importa en base a qué concepto de judaísmo, es algo especial. El judaísmo no depende del lugar en el que uno está. Y lo entendí a fondo aquí en Uruguay.

Rav Oved Avrej de Yavne en la sinagoga de la escuela
Rav Oved Avrej de Yavne en la sinagoga de la escuela

 

Mi casa, el Yavne, comunidad.

P: Y no se puede hacer esta entrevista sin hablar del  Yavne, que es tu hogar aquí.

R: Por supuesto. La colectividad en general y Yavne en especial, son nuestro hogar. Y sin duda, quiero hablar de Yavne porque creo que es importante. Y quiero hacerlo de forma comunitaria. La sinagoga no es solamente la tfilá, la oración. Yavne ya no es solamente Bnei Akiva.  Digamos la verdad. La mayor parte de Yavne no es Bnei Akiva. Ni en la escuela ni en la comunidad. Hace ya mucho que no-. Aquí hay gente que quiere algo ortodoxo, lo entiendo, pero son seculares.  Hay aquí un rabino ortodoxo. Eso es bueno para nosotros. Se hace Brit Milá. Excelente. Están todos los servicios comunitarios. Sé que esto lo construyó, históricamente, “Mizraji”. Pero ellos ya no están aquí.

P: No entiendo tu punto, a qué te refieres.

R: A que hay aquí una comunidad que sabe aceptar, recibir, que es muy abierta. Quieren ortodoxia y al mismo tiempo son muy seculares. Creo que eso es algo singular y hermoso  en esta comunidad.

P:Recordemos que en Yavne claro que también hay gente religiosa, pero entiendo a lo que vas, a que muchos no lo son pero quieren el respeto a la tradición y a la línea ortodoxa. Y es interesante que lo destaques tú, que sí sos religioso.

R: Sí, porque la complejidad de ser una persona secular en la diáspora y de al mismo tiempo respetar la ortodoxia, es grande. No te lo dicen así. Nadie te lo plantea en estos términos, pero creo que la muestra está en la presencia.O como decimos en hebreo, votan con las piernas, porque vienen. Vienen a kabalat shabat. Se quieren casar aquí. Quieren hacer el brit milá aquí.

Yo en parte lo miro como de costado. No sé si alguien te lo dirá así acá. Pero es mi mirada.

P: Y dices que si todos fueran religiosos, sería natural, pero que sin que lo sean, el resultado es muy especial.

R: Es exactamente esa la combinación singular que hay en Yavne. Es como dijiste antes de ti misma, que no sos religiosa pero amas la tradición. Lo siento siempre en Yavne, aunque no lo pongan en palabras.  Aunque no lo definan. Viven así. Y yo siento que es muy especial que tengo aquí una responsabilidad comunitaria el rabinato, pero que hay más allá de eso. Y de la escuela. Porque Yavne es vida comunitaria. Es una comunidad construida en torno a la escuela.  Luego se convirtió en sinagoga y en proyectos para jóvenes.

P: Y eso da vida.

R: Por supuesto. Los proyectos para jóvenes son algo extraordinario. Cada año hay aquí 180 muchachos y chicas participando.¡Es muchísmo! Nos rompemos para organizar cómo darles clases y organizarles actividades. Todos los shlijim trabajan aquí muy duro  para llenar esas tardes o noches para esos jóvenes. En Morasha, Trip to you, seminarios, kolel que hay todos los días. Realmente está repleto aquí en esos proyectos. O sea que es la vida intensa de una comunidad.

Yo diría que la vida de una comunidad se ve en dos lados. Por un lado, en los cementerios, donde uno ve el idish escrito en muchas lápidas, luego un poco de hebreo e idish y luego el español y el hebreo…poco hebreo y mucho español. En los cementerios se ve el proceso de la comunidad.

Pero hay que ver el proceso de desarrollo de la vida aquí. Cómo funciona todo en torno a la escuela, a la vida comunitaria, a los proyectos juveniles que se desarrollan sin cesar todo tipo de cosas, una vida comunitaria efervescente. Y todo el tiempo se está pensando qué hacer, qué puede faltar para tal capa de edad por ejemplo, que quizás no tengan marco.

 

Uruguay, fuera de la colectividad

P: ¿Tienes contacto con gente fuera de la colectividad judía?

R: Claro. Están por cierto los maestros no judíos en Yavne, pero no solamente con ellos. Yo daba por ejemplo clases de Kabala en la que participaban también no judíos. Llegaba gente que simplemente se interesaba en el tema. Y también tenemos grupos de conversión. Reconozco que no dejo de sorprenderme una y otra vez cuando conozco gente que se quiere convertir al judaísmo. Claro que allí conozco a uruguayos no judíos.

P: ¿No sólo porque se casan con judíos?

R: Claro que también hay quienes quieren convertirse por eso, pero no solamente. Hay muchos casos que simplemente quieren ser parte del pueblo judío. Es impresionante.También he conocido a evangelistas que me invitaron a dar conferencias, con los que me he encontrado. Creo que es un fenómeno impresionante en Uruguay.

P: Creo que relativamente nuevo.

R: Sí, es cierto. También en la Universidad Católica me han invitado a dar charlas. Es impresionante. Siento claramente una sed de aprender sobre judaísmo. Me impacta.

P: O sea que me confirmas lo que siempre pensé Oved: que no estamos solos. Que hay mucha gente que se interesa por el judaísmo y por Israel, que quiere saber y tiene buena opinión.

R: Así lo siento yo también. Creo que es un error cuando, como comunidad, como judíos, no sabemos abrazar a esa gente. No digo que tienen que librar la lucha en lugar nuestro. Pero tenemos que reconocer que hay miles, si no millones de personas que aman a Israel. En Uruguay no tengo duda que hay por lo menos muchos miles.

P: A los que tú has visto personalmente.

R: Exacto.Te cuento uno de varios casos.Cerca de 300 líderes evangelistas, Pastores, estudiaron sobre judaísmo y me invitaron a dar una conferencia.  Vi el amor por Israel y el judaísmo, el respeto, el interés. Fue un encuentro de varias horas. Yo diserté, les dije que pueden preguntar lo que quieran. Preguntaron sobre judaísmo, sobre Israel, y entendí claramente que hay miles de personas que nos apoyan. Hay que saber contar con ese apoyo. Siento que es como la profecía de Jeremías: “De Tzion saldrá la Torá y la palabra de Hashem de Jerusalem”. Y esa palabra llega lejos.

Y pienso que lo que puede dar el pueblo de Israel, que cruza fronteras, no es solamente tomates cherry.

P: ..o riego por goteo.

R: Eso mismo. Puede dar cosas a nivel de valores, de moral. Eso es lo central. Pienso por ejemplo en el hecho que el Talmud ha sido traducido a tantos idiomas, al árabe, a ucraniano, hasta a coreano. Esto, claro, por dar sólo algunos ejemplos originales, de muchos,  Es porque en muchos lados hay sed por aprender de los secretos del judaísmo. Y también en Uruguay. Y percibí claramente, directamente, cómo cuando uno habla de cosas más profundas, los ojos se abren.

P: Quisiera comentarte algo que no tiene que ver directamente con esto pero sí con el encare del judaísmo. Me gustaría saber tu opinión. Yo personalmente no soy religiosa pero tengo un profundo sentimiento judío y amo la tradición. Y me choca todo el tema de “pueblo elegido”, que también aparece por ejemplo en la bendición del vino en shabat.¿Cómo lo ves?

R: Te lo planteo de otra forma. No es cuestión de que uno está arriba como elegido y otros abajo. Yo lo veo como cuestión de distintos roles a cumplir. Es como decirle a la cabeza que no es la mano y la mano que no es la pierna. La mano es importante porque es la mano y tiene su función, la cabeza es importante y también lo es el corazón. Se necesita a todos. El pueblo judío tiene algo especial que debe transmitir, un papel especial.

Yo realmente creo que como pueblo tenemos una identidad nacional que debe desarrollarse , un papel  a cumplir. Se los digo también a los que vienen a convertirse y hasta a los evengelistas que nos dicen “ustedes son el pueblo elegido”. Y yo siempre les cambio el planteo. Ellos lo ven como “pueblo elegido” porque ven un pueblo que lleva sobre sus hombros una historia muy larga, que lleva la palabra de Hashem durante tanto tiempo. Entiendo de dónde viene su enfoque pero yo no lo miro así. Yo veo que nuestro pueblo tiene un papel que cumplir y que cada uno tiene su rol en el mundo.

P: Me encanta tu interpretación. Oved, siendo tú un judío creyente, cuando estás en contacto por ejemplo con los evangelistas ¿puedes decir que te enriqueciste espiritualmente por ello, que aprendiste algo de ellos?

R: Por supuesto. Diré más que eso. También en el estudio de la Torá como persona religiosa. Bueno, me cuesta un poco usar acá la palaba “religioso”. Prefiero decir como persona que estudia la Torá todo el tiempo , que dedica su vida a eso, uno siente que es algo muy judío. Pero cuando tengo de repente que explicarla a una persona no judía, algo que en Israel no es muy común, es un desafío diferente. Y con eso yo mismo aprendí más sobre la Torá, al ver cómo la Torá puede ser también de alguien no judío, cómo alguien puede ser respetuoso de la Torá aunque no sea judío. Ese fue un aprendizaje.

P: Muy interesante.  Bueno, recordemos que el Tanaj, o el Antiguo Testamento como le llaman los Cristianos, es sagrada también para ellos.

R: Así es. Pero más allá de ello, veo el profundo interés de no judíos en la Torá, una verdadera sed de aprendizaje, como dije antes. Veo por ejemplo en centros de tratamiento en los que dan talleres y clases, nos invitan a hablar, y entiendo que hablan de valores que son todos de la Torá, que vienen de la raíz, de la misma tradición, del mismo texto.

P: Quiero volver a la pregunta anterior. Me has dicho que a raíz del contacto con los evangelistas y otros no judíos, has aprendido tú mismo cosas de la Torá y cómo estudiarla. Pero mi pregunta apuntaba también a si has aprendido de ellos.

R: Muchísimo. Aprendí mucho de la gente. Tanto de su forma de vivir, su concepción de mundo, valores. Realmente muchas cosas. A nivel personal, por supuesto, aprendo mucho de la gente aquí. De sus preguntas. De todos. Siempre se aprende. Sinceramente creo que si no estuviera abierto a aprender, tampoco podría enseñar.  Uno no puede venir “de arriba” a enseñar. No funciona así. La relación debe ser en ambas direcciones. Y  quisiera decirte algo sobre esa gente, algo muy notorio en los evangelistas pero entiendo que también en otros cristianos. Son gente piadosa. Me consta cuánta labor hacen para salvar a gente de la droga, cuánto trabajo hacen para ayudara a gente pobre. Es imposible no ve todo eso. Es ciego quien no ve esa labor aquí en Uruguay , realmente.

P: También la Iglesia Católica.

R: Por supuesto. Todos. Los cristianos. Hacen labor piadosa e importante.

 

La vida en Uruguay

P: Y hablando de vida judía en Uruguay, tú y Reut crían aquí a vuestros hijos, están insertos en la vida de la comunidad. Contame un poquito cómo se da eso. Algo muy especial es que algunos de los niños nacieron en Montevideo ¿verdad?

R: Así es. Dos de los cuatro nacieron aquí.

P: ¿Y cómo es la vida en Uruguay?

R: Yo veo por un lado cierta magia en Uruguay, por la tranquilidad, pero en lo personal yo necesito un ritmo más dinámico en la vida diaria, por mi carácter. Sobre el tema de la calma, en los últimos años el tema de la seguridad personal, ciudadana, se ha deteriorado, pero recuerdo que cuando llegué enseguida me sentí muy cómodo. Hoy me siento un poco más inseguro en la calle por las cosas que se sabe que han ocurrido.

P: ¿A ti personalmente te ha pasado algo?

R: No, pero uno oye todo el tiempo y eso preocupa. Le ha pasado a gente que tengo alrededor, a amigos, a gente de la comunidad. Ese es un tema difícil hoy en día lamentablemente.

P: ¿Cómo fue, después de dos años, volver a Uruguay? Para los chicos es complejo…

R: Así . Fue lindo volver pero difícil dejar Israel. A todos nos es difícil salir de Israel. Nuestros hijos mayores, Isai de 11 y Shajar de 9, extrañan mucho a la familia en Israel y a sus amigos de allí. Para los menores es un poco más fácil aunque saben menos español.

P: ¿Por cuánto tiempo vinieron esta vez?

R: Por unos años. No firmamos exacto por cuánto. El tema, claro, es que lidiar con un idioma nuevo, especialmente para las menores, es un desafío. Pero se construye a pesar de las dificultades. El mayor ya quiere volver. Los dos años que pasamos en Israel entre las dos estadías aquí construyeron en él algo muy fuerte y le resultó muy difícil el corte. Pero va a estar bien. Creo que cuando más adelante mire hacia atrás, va a valorar mucho este período aquí.

P: Antes entró a la oficina tu hijo, con la Celeste puesta…

R: Es cómico porque en Israel ni conocen los nombres de los equipos y aquí discuten sobre Peñarol y Nacional. Sí, en fútbol tienen la cabeza plenamente en Uruguay. No conocen otra cosa. Son absolutamente Celestes.Es parte de la vivencia en su clase, en Uruguay en general. Y cuando hay un Clásico están nerviosos, a ver quién gana.

P: Oved, te agradezco de todo corazón. Disfruté muchísimo con esta entrevista.

R: Gracias a ti.

Ana Jerozolimski
(24 Abril 2019 , 10:34)

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