Este viernes Israel amaneció a otra dura noticia, la confirmación del asesinato de otros tres de los civiles que habían sido secuestrados por Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel : Michel Nissenbaum (59), Janan Yablonka (42) y Orion Hernández (30) cuyos cuerpos sin vida fueron recuperados por el ejército israelí en un operativo en la parte norte de Gaza y devueltos a Israel.
Hasta último momento se abrigaba la esperanza que vuelvan con vida. Nadie podía descartar lo peor , pero mientras no había prueba o información tajante sobre su muerte, la luz de la ilusión no se apagaba.
Pero ahora se sabe que Michel, oriundo de Brasi y residente en Sderot, padre y abuelo , Janan, padre de dos niñas pequeñas y Orion , ciudadano mexicano y francés que estaba de visita en Israel, fueron asesinados ya el 7 de octubre en la zona del cruce Mefalsim y sus cadáveres fueron secuestrados a Gaza.
Hace unos meses viajamos a La Haya con una delegación de los familiares de los secuestrados, que presentaron una demanda contra Hamas ante la Corte Penal Internacional . En la delegación estaban también Mary Shohat, hermana de Michel Nissenbaum y Ruven, el padre de Janan Jablonka.
Mary recordaba que un rato después de empezar a sonar las alarmas, Michel salió de su casa en Sderot-que fue uno de los escenarios del ataque terrorista- para buscar a su nietita de la base militar en la quese hallaba con su padre. “Nunca llegó, desapareció”, nos dijo su hermana. Durante dos semanas no se sabía nada de su paradero, hasta que fue encontrado su Ipad en Gaza y el ejército confirmó a la familia que estaba secuestrado. Pero nunca se supo nada más, hasta la recuperación de su cuerpo.
“Yo creo que el no saber es lo peor que hay, porque si uno muere o lo matan, lo podés enterrar, podés ir y llorar, sabés dónde está el cuerpo del ser querido”, dijo Mary en ese momento. “Acá no sabemos si está vivo, si está herido, si está muerto… puede ser que esté debajo de alguno de los edificios que bombardearon, y no vamos a saber nunca más”.
Mary llegó a Israel de Brasil en 1977 y Michel un año después.
Le comentamos que la esperanza debe ser seguramente lo que mantiene a la familia. “Hay que tener esperanza, si uno no la tiene, ¿qué hacemos acá?”.
Le pedimos a Mary que nos cuente sobre su hermano. Sonríe y responde: “Es un buen padre, un abuelo divino, viaja a ver a sus nietos por lo menos una vez por semana, se sienta en el piso para jugar con ellos. Tiene 6 nietos en total, entre ellos uno que nació después del 7 de octubre. Es un gran hijo para nuestra madre, que tiene 87 años”.
Agrega que la madre está “destruida”, y eso era cuando aún había esperanza que vuelva.
“Es un muy buen hermano, somos muy amigos en las buenas y en las malas, nos seguimos uno al otro en todo lo que podamos. Mis hijos y mis nietos lo quieren mucho. Y por eso luchamos, para que vuelva”.
Mary cuenta sobre la alteración en la vida familiar y la dificultad de seguir adelante en medio de la incertidumbre, que ahora ha termindo de la peor forma posible.
Es enfermera, visita a personas de edad a domicilio , trabajando junto con una asistente social. Tras los primeros tiempos desde el 7 de octubre, difíciles y desequilibrados, decidió volver a trabajar. “Entendí que si no, no voy a poder ayudar a mi mamá, a mis hijos, mis nietos y a mí misma. No puedo decir que el trabajo está todo el tiempo en la cabeza, de vez en cuando la cabeza se vuela a otro lado…Y lo combino con la lucha, no hay otra”.
El cuerpo de Michel fue devuelto a Israel junto con el de Orion Hernández y Janan Jablonka.
Orion era la pareja de Shani Luck, la jovencita de 23 años que tenía ciudadanía israelí y alemana, artista de tatuajes, con quien estaba en el festival Nova. Su asesinato se confirmó ya en octubre y su cuerpo fue recuperado hace una semana. Su caso causó gran estremecimiento en Israel y Alemania, al revelarse el video filmado por los propios terroristsas, en el que su cuerpo con poca ropa se hallaba boca abajo en la parte trasera de una camioneta repleta de terroristas, cuando éstos volvieron a Gaza. El vehículo fue recibido por un jubiloso público de civiles que los vitoreaba. Entre ellos, un jovencito escupió al cuerpo de Shani.
Otro amigo de la pareja, con el que habían ido a Nova, era Keshet Casarotti, cuya madre Natalia nos concedió tiempo atrás una entrevista.
La puedes leer aquí.