Reconocimiento al neurocirujano uruguayo-israelí, Dr. Roberto Spiegelmann

El Dr. Roberto Spiegelmann (70), es un destacado neurocirujano que hace muchos años fundó la unidad de Radiocirugía en el Centro Médico Sheba-Tel Hashomer, donde trabajó hasta su jubilación, especializado  en Neurocirugía funcional (lo cual incluye trastornos del movimiento y  tratamiento del dolor crónico). Hoy, como proveedor externo de servicios médicos, opera en el hospital Assuta de Ashdod y Tel Aviv.

Vive en Israel desde hace 43 años. Lo hemos entrevistado tiempo atrás sobre sus especialidades  pero decidimos volver a hacerlo ya que recientemente fue incluido nuevamente en la lista elaborada por la revista “Forbes” de los médicos excelentes de Israel, que esta vez tuvo la particularidad de ser la décima edición, obviamente festiva por el aniversario redondo.

Iba a ser publicada en octubre del 2023 y por la masacre en el sur de Israel, fue postergada, incluyéndose el desafío singular de llegar a quienes arriesgaron sus propias vidas para salvar otras en circunstancias complejas.

La lista incluye este año 1386 médicos de Israel en 186 campos y sub especialidades. El Dr. Roberto Spiegelmann fue uno de los 6 destacados como excelentes en el hospital Assuta de Ashdod.

Dado que en esta entrevista le pedimos también, como ciudadano israelí, su evaluación de la situación nacional a raíz de la guerra, aclaramos que conversamos con el Dr. Spiegelmann hace ya unas semanas, o sea antes de los sucesos dramáticos de los últimos días.

P: Roberto, aunque entiendo que no es la primera vez, me alegré mucho al recibir de un amigo uruguayo un banner con las fotos y nombres de médicos excelentes de Israel según el ranking de la revista Forbes para este año, y verte allí a ti. En realidad, yo recibí el banner de los médicos del hospital Assuta de Ashdod donde también operás, pero la lista de Forbes es mucho más amplia, incluye a médicos de hospitales de todo el país. ¿Qué significa algo así para un médico?

R: La lista de Forbes con los "mejores médicos" se viene publicando en los últimos 10 años.  Mientras trabajé en el centro médico Sheba mi nombre aparecía en cada edición anual. Nunca supe bien cómo la armaban y cuáles eran los criterios, pero bueno, nunca salís a protestar por algo que te halaga, o que te beneficia, siempre y cuando-  como en este caso- no atenta contra otros. Ahora que ya estoy jubilado y trabajo como proveedor independiente de servicios médicos (así también es el caso de mi actividad en el hospital público Assuta Ashdod), no sé cómo mi nombre se ha incluido o entre los médicos sobresalientes de la Institución.  Como en las instancias anteriores, figurar en esas listas significa que te ven, y que la gente cree que lo que estás haciendo tiene valor.

P:  Cuando se recibe un reconocimiento, uno piensa "estoy consagrado,ya hice lo mío"? O quizás es justamente un aliento para seguir trabajando?

R: Nunca estás consagrado. En esta profesión (la neurocirugía), a veces, después de una buena racha en que todo te sale bien, podés cometer el error de pensar con una sonrisa interior que estás ya instalado en el Olimpo. Pero reiteradamente comprobas que basta una caída (un paciente que se te complica) para bajarte el copete y reducirte a cenizas por un tiempo. El aliento para salir adelante es por un lado la convicción que lo que hacés tiene valor, ayudas a quien tratas, y también, la no menor convicción de que siempre hay algo nuevo que tenés que hacer, aprender, mejorar, innovar.

Medicina propiamente dicha

P: ¿Se puede hacer algo para evitar el Parkinson? ¿Es un destino que uno lleva adentro en el cuerpo o hay algo en la forma de vivir que puede incidir?

R: Mucha gente dice que todo está escrito en el cielo. Nosotros decimos que todo está escrito en los genes que tenemos. La predisposición al desarrollo del Parkinson es genética, no necesariamente hereditaria sino genética. Los estudios de genética están teniendo un desarrollo explosivo en los últimos años, para todo, también para los trastornos del movimiento, y de a poco se va sabiendo más. En algún momento del desarrollo de la medicina futura la ingeniería genética puede ser que llegue a mejorar las perspectivas de un paciente que por estudios genéticos sepamos que  está predispuesto a desarrollar la enfermedad de Parkinson. 

P: Pero me imagino que no todo pasa por ahí, ¿verdad?

R: Claro que no. La  genética no es todo, también hay elementos ambientales que pueden determinar que la predisposición se haga plausible desde el punto de vista clínico. Existen algunos elementos que se han descubierto, hay cosas que preceden al desarrollo de la enfermedad de Parkinson, a veces por años, como por ejemplo la pérdida del sentido del olfato. Muchos pacientes lo desarrollan años antes de tener ningún síntoma de la enfermedad. Pero no existe todavía ninguna forma de prevenir el devenir de la enfermedad. 

Israel en guerra

P: Antes de ahondar en aspectos concretos de tu especialidad, que siempre resultan interesantes, quisiera preguntarte cómo estás viviendo esta etapa tan compleja en la historia de Israel desatada por los terribles hechos del 7 de octubre cuando la masacre de Hamas. 

R: Es la peor crisis de la historia de este país. Es una crisis de confianza en todo lo que nos define. Yo creo que ya antes del 7/10  mucha gente pensante sabía que tenemos el peor gobierno de la historia de Israel, con un primer ministro y un gabinete que han producido una polarización sin precedentes de la sociedad israelí.  El pogrom del 7/10 fue planificado y ejecutado por Hamas y sus acólitos con un nivel de crueldad depravada, indiscriminada, imperdonable, con una alevosía que solo la psicopatía puede entender.  La natural e inevitable consecuencia de ese horrendo ataque fue esta guerra, quizás la más justificada desde la guerra de independencia de Israel, porque un crimen de las proporciones del 7/10 no puede quedar impune. 

Como era de esperar, una guerra en un territorio tan densamente poblado como la franja de Gaza, contra una guerrilla camuflada en casas civiles, túneles interminables, hospitales, edificios públicos, inevitablemente resultó en una tragedia civil de magnitud. El problema es que esta guerra ya hace varios meses que tendría que haber terminado, porque los objetivos manifiestos (la eliminación de Hamas y la liberación de los rehenes) no es claro que se puedan obtener a través del conflicto armado.  

P:  Hay diferentes opiniones al respecto, pero está claro que esa es una de las visiones.

R: Yo creo que la mayoría del pueblo de Israel quiere que el ejército se retire de la Franja de Gaza.

P: A mi entender, la mayoría está dispuesta al fin de la guerra y una retirada para tratar de recuperar a los secuestrados en el marco de un acuerdo. Pero siento que por otro lado hay un gran apoyo a la continuación de la guerra en lo relacionado al deseo de derrotar a Hamas. El tema es que no está claro qué se puede lograr.

R: Al liderazgo de Hamas no le importa el sufrimiento de la población palestina y a mi entender al Primer Ministro de Israel y su gabinete les beneficia la continuación de la guerra ya que eso posterga el momento ineludile del rendimiento de cuentas ante el pueblo.

P: ¿Qué mensaje sentís que hay que transmitir al exterior? En Israel se lidia con la guerra y en la diáspora se lidia con un creciente antisemitismo. 

R: Sin duda..Es importante para mi remarcar que el rebrote global de antisemitismo que se desató después del 7/10 y  la acción militar en Gaza que la masacre desató, me demostró  nuevamente que cuando de los judíos se trata, la opinión internacional es rápida para condenar, ignorante y primitiva en sus odios ancestrales de los que no se sabe desarraigar. Que una rectora de universidad  norteamericana se haya permitido decir que la violencia contra estudiantes judíos no es repudiable per se, sino que "depende del contexto"  es un deja vu de Berlin 1938. Las expresiones en la izquierda de Uruguay, y en general en todas las izquierdas latinoamericanas son refritos del antisemitismo histórico visceral. Esa capacidad de asignar a Israel todo lo malo y a los palestinos todo lo bueno es una manifestación clásica del pensamiento maniqueista (o dicho de otra manera: haragán), que necesita clasificar todo lo que existe en positivo/negativo sin molestias intelectuales que impidan seguir adelante con la convicción de ser intrínsecamente justos. Y por ello, y dado que soy muy pesimista cuando de "creencias" y su transformación se trata, no voy a perder el sueño si nuestros mensajes no son escuchados o analizados, y  simplemente descartados como cartas sin abrir.

Y a nivel personal

P: ¿Cuál es tu sueño como neurocirujano, el próximo objetivo a alcanzar?

R: Desde el punto de vista de la neurocirugía, a pesar de que tenemos ya un alto nivel de técnica en las operaciones que hacemos, siempre hay más para desarrollar. Pienso que la próxima frontera va a ser ir más allá de la implantación de  electrodos o la creación de lesiones directas en zonas del cerebro mal funcionantes, para volver a lo que se empezó a hacer en los 80 y entonces no tuvo éxito: el  uso de células madre que injertadas en las profundidades del cerebro se puedan transformar en las células especializadas que se han perdido,  cuya pérdida es la base de la gestación de las enfermedades degenerativas del sistema nervioso central.

P: Y se seguirá sin duda cruzando fronteras. Muchas gracias Roberto.

R : A ti .