Rechazan el plan de paz de Trump que aún no han visto, porque no lo incluye
(Nota de análisis y opinión)
No es lo que dicen a sus visitantes europeos ni en las Naciones Unidas, pero el mensaje central de los palestinos en su plano interno, la línea que defienden como punto central de su narrativa, es que tienen “derecho al retorno”. En árabe: “haq el-awda”. Con este concepto se refieren al derecho que según ellos tienen los refugiados palestinos y sus descendientes a volver a las casas de las que se fueron-ellos sostienen que fueron expulsados- en la guerra de independencia de Israel en 1948. Ello inundaría el territorio del Estado judío y sería por cierto su fin.
Este ha sido el elemento central en todos los actos conmemorativos de los 71 años de la”nakba” (catástrofe, en árabe), el término con el que los palestinos se refieren al significado, para ellos, de la creación del Estado de Israel. Lo señalaron, como todos los años, el 15 de mayo, y esta vez, la exigencia del “retorno” fue de la mano de la aclaración: rechazan el plan de paz que se supone será presentado próximamente por el Presidente Donald Trump, antes de haberlo visto.
Según lo que ya se ha filtrado a la prensa, el así llamado “plan del siglo”, no incluye el derecho al “retorno”, que de hecho tampoco ha sido incluido en otros planes de paz presentados a la mesa de negociaciones, ya que para Israel es totalmente inaceptable.
La organizacion MEMRI ha hecho una recopilación de algunos mensajes publicados oficialmente por la Autoridad Palestina y por el grupo Fatah encabezado por su Presidente Mahmud Abbas, en ocasión del “día de la Nakba”.
- En un comunicado publicado por la Cancillería de la Autoridad Palestina, se dijo en forma tajante que el liderazgo palestino “está decidido a torpedear ´el acuerdo del siglo´. Insisten en “sus justos y legítimos derechos nacionales: el derecho al retorno, la autodeterminación y el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras del 4 de junio de 1967 con Jerusalem Este como capital”.
En realidad-esta es nuestra opinión- el delineamiento territorial que aquí se plantea, choca con el supuesto “derecho al retorno”. No es lógico que se pida la creación de un Estado independiente, pero se exija que los palestinos se instalen en lo que es hoy el Estado de Israel. ¿Puede haber aquí otra intención que no sea poner fin a Israel? ¿No sería lógico querer que los hijos del pueblo que supuestamente va crear ese Estado, se instalen en él para desarrollarlo positivamente?
- Durante una cena de Iftar , al romper el ayuno diario del Ramadan, en el campamento de refugiados Qalandia, el Primer Ministro palestino Muhammad Ishtayeh declaró: “El campamento continuará siendo un símbolo de firmeza y del sagrado derecho de retorno”.
Prometió “proporcionar al campamento todas las formas de ayuda para fortalecer la firmeza de sus residentes, hasta que hayan retornado a su tierra, de la que fueron expulsados”.(“Al Hayyat al-Jadida”, 15 de mayo 2019).
Nuestra opinión: es una desgracia que engañen a la gente, que los eduquen a creer que tomarán algún día el territorio de lo que es hoy Israel, radicalizándolos y condenándolos a una sensación permanente de despojo.
- Muwafaq Matar, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah, escribió en el periódico oficial de la AP “Al Hayyat al-Jadida”: “Yo, el refugiado, retornaré a la vieja nueva Palestina, a Haifa, Safed, Lod, Ramle y la Galilea”. Y agregó: “El derecho de retorno de los refugiados palestinos está atado a la libre elecciones y decisión personal de los refugiados, y es un derecho personal sagrado. Ninguna fuerza en el mundo puede impedir que quienes poseen este derecho lo concreten, y éste nunca expirará. La firme adherencia de los refugiados y su liderazgo político al derecho del retorno a su tierra histórica y natural no es una opción, es un destino”.
¿Qué ocurrió en el terreno?
Es indudable que a raíz de la creación de Israel, nació el problema de los refugiados. Pero si no hubiese habido una guerra árabe contra Israel para impedir su creación, eso no habría ocurrido.
Pero más allá de ese pecado original, cabe analizar si es cierta la narrativa palestina acerca de la expulsión.
Evidentemente, hubo casos de expulsiones, como por ejemplo en la zona de Lod. En muchos otros, los árabes que se fueron lo hicieron incitados por sus líderes que prometían volverían luego victoriosos tras la derrota de Israel, o por temor a la dinámica misma de la guerra.
El 19 de enero de este año fue publicada en el diario “Haaretz” una entrevista con el historiador Benny Morris (traducida al español por Hatzad Hasheni), que si bien tuvo como tema central su último libro, que no versa sobre el conflicto árabe israelí, también incluyó varias interesantes referencias al tema. Compartimos algunos de los fragmentos de la nota del periodista Ofer Aderet con Morris.
“No puedo ponerme en los zapatos de la gente de ese momento y sus cálculos. David Ben-Gurion quería que la menor cantidad posible de árabes permaneciera en el estado judío a fines de 1948, y se aseguró de insinuar a sus oficiales que eso es lo que le gustaría. Pero sabía que ordenar la expulsión de los árabes no era correcto en el momento del renacimiento de un estado. Así que se movió entre los dos extremos. En Lod y en Ramle autorizó la expulsión, pero en Nazareth la bloqueó. El resultado fue que al final de la guerra, 160,000 árabes permanecieron en Israel”.
Aderet le plantea: “…En el discurso palestino, algunos hablan de que Israel está cometiendo un “genocidio” contra ellos. Entre los historiadores israelíes, como Daniel Blatman, también hay algunos que advierten que Israel está adoptando una ideología que puede conducir al final a la perpetración del genocidio”.
Y Morris responde:
“Esas comparaciones son generalmente incorrectas y ridículas. Lo que les sucedió a los palestinos desde 1948 es una cierta opresión, que incluye, aquí y allá, un pequeño número de crímenes, pero eso ocurrió en el marco de una guerra entre dos movimientos nacionales, a cuya puerta se puede echar la culpa. El resultado fue la muerte de un cierto número de personas, pero eso no es un genocidio, incluso si la propaganda palestina habla de eso y personas como Blatman nos comparan con los nazis. Uno tiene que ser preciso y atenerse a los hechos. Los nazis asesinaron a seis millones de personas que no estaban luchando contra ellos. Eso es diferente de matar, en combate, a los palestinos que luchan contra ti y que te infligen bajas.
“Las masacres son crímenes. En las guerras se mata gente y algunos son masacrados. No está bien, pero eso es lo que sucede. Pero cuando examinas las masacres en otras guerras, particularmente en otras guerras civiles, lo que ocurrió aquí en 1948 fue una guerra muy limpia, en general. El número de árabes asesinados deliberadamente entre civiles o prisioneros de guerra fue de unos 800. Y esto en una guerra que ellos comenzaron y en la que masacraron a judíos, una guerra que duró más de un año”.
Los árabes se lanzaron a la guerra para destruir a Israel apenas fue declarada su independencia. Afortunadamente, perdieron. En los palestinos, se perpetúa la esperanza que podrán revertir el resultado. Se equivocan. Pero no logran desde entonces mirar hacia adelante. Eso es un problema para Israel y una desgracia para ellos.