El Camino Hacia la Paz Interior - Evitando lo Negativo; Buscando lo Positivo - El Esposo Devoto - Preparativos para Shabat 1
No. 309
Horario de velas en Montevideo
56 de junio 17.22
Nasó
EL CAMINO HACIA LA PAZ INTERIOR
Por Menajem Feldman
Es difícil ser espiritual en un mundo material. Nuestras posesiones nos dominan; no podemos soltar nuestros teléfonos inteligentes ni ese último pedazo de torta de chocolate. Podemos pasar años trabajando para alcanzar el éxito en una carrera, una relación o cualquier otra actividad valiosa, y luego tirarlo todo por la borda por una tentación tonta y pasajera.
Entonces, ¿cómo logramos la armonía en nuestras vidas? ¿Cómo llegamos a un punto donde no haya conflicto entre nuestras metas espirituales y nuestras necesidades físicas?
En la porción de Nasó, la Torá nos enseña cómo pasar de la locura espiritual a la paz interior. Lo hace describiendo tres leyes: 1) la mujer sospechada de adulterio; 2) el nazareo; 3) la bendición sacerdotal, que concluye con la bendición por la paz.
Primero, la Torá describe la ley de la mujer sospechada de adulterio (sotah). La palabra hebrea sotah está relacionada con la palabra "necedad" (shtut). El Talmud afirma: "Una persona no comete una transgresión a menos que el espíritu de necedad la invada". Así, la sotá personifica a quien actúa en contra de su buen juicio como resultado de una gran tentación.
Para descubrir cómo superar el estado de sotah, nos fijamos en la siguiente porción, la porción del nazareo, que, entendida correctamente, es el secreto para alcanzar la armonía espiritual interior descrita en la bendición sacerdotal.
El nazareo, el hombre o la mujer que hace voto de abstenerse temporalmente de beber vino, cortarse el cabello y volverse ritualmente impuro, es considerado "santo". Sin embargo, paradójicamente, la Torá enseña que al concluir el período el nazareo debe ofrecer una ofrenda de pecado. Esto implica que, si bien la decisión de convertirse en nazareo fue la correcta para esa persona en ese momento específico y, por lo tanto, una decisión santa, el estilo de vida nazareo no es el preferido.
En el modelo ideal de santidad de la Torá, el ser humano se conecta con el mundo físico y lo impregna de espiritualidad, creando paz entre el cuerpo y el alma. Pero en ocasiones, para alcanzar este estado ideal de santidad, una puede tener que seguir el camino del nazareo. Si uno quiere asegurarse de tener el control, de que el vino, el pastel de chocolate o el teléfono inteligente realmente enriquecerán su vida espiritual, a veces primero debe desvincularse. Debe demostrar que puede sobrevivir durante un tiempo sin depender de esa posesión material específica.
Después de abstenerse de beber vino durante 30 días, el nazareo puede volver a consumirlo manteniendo su santidad. Al someterse al proceso del nazareo, uno puede ser santo mientras se involucra en el mundo. Puede usar sus posesiones como herramientas para alcanzar sus metas espirituales, no para alejarse de ellas.
La Torá proporciona el camino para transitar de la sotah al nazareo y a la bendición sacerdotal; de la locura al control, a la paz y la armonía.
EVITANDO LO NEGATIVO; BUSCANDO LO POSITIVO
[D-os le dijo a Moisés] “Toma un censo del clan de Gersón.” (Bamidbar 4:22)
Hay dos pasos necesarios en la preparación de la casa de uno para recibir a un huésped distinguido. Primero se limpian los cuartos; luego se decoran con muebles hermosos y obras de arte. Los mismos dos pasos se aplican para convertir nuestras vidas y a nosotros mismos en un hogar para D-os. Primero debemos liberarnos de lo que es negativo e indeseable y luego hacer lo que es bueno y justo.
El clan de Gersón cargaba las coberturas externas del Tabernáculo que lo protegían de elementos indeseables. Esto corresponde a nuestro trabajo de evitar actividades e influencias dañinas. El clan de Kehat, por el otro lado, cargaba el equipamiento del Tabernáculo, donde cada elemento representa un atributo o actividad positiva particular.
Así como Gersón nació antes que Kehat, es necesario primero limpiarse a uno mismo de comportamientos negativos para ser capaz de buscar el bien apropiadamente. Sin embargo, el clan de Kehat fue contado antes que el de Gersón, dado que limpiarse de negatividad es sólo una preparación para el verdadero trabajo: buscar el bien.
Likutei Sijot, vol. 13, pág. 19.
Números (Bamidbar) 1:1 – 4:20
Números, el cuarto libro de la Torá, describe el viaje del pueblo judío desde el pie del Monte Sinaí hasta el límite de la Tierra de Israel. La primera sección abre con D-os diciéndole a Moisés en el desierto (Bemidbar en Hebreo) que haga un censo de los hombres judíos adultos. El propósito del censo es formar a los hombres adultos en un ejército, por si fuera necesario luchar contra los ocupantes paganos de la Tierra de Israel.
EL ESPOSO DEVOTO
Por Yossi Ives
El Rabino Elijah, conocido como el Gaón de Vilna (“genio de Vilna”), fue uno de los rabinos más célebres de todos los tiempos. En una ocasión permaneció en Ámsterdam aproximadamente dos semanas, en casa de un erudito hombre de negocios. Cuando el Gaón se despidió de su anfitrión, este le pidió que le sugiriera alguna mejora en su vida. El Gaón dijo que estaba muy impresionado por todo lo que había visto, y que, de hecho, había algo que le preocupaba:
“Me di cuenta de que todas las mañanas le preparas a tu esposa agua caliente para lavarle los pies y le llevas café recién hecho a su dormitorio. El Talmud defiende que un hombre “debe amar a su esposa tanto como a sí mismo”, pero pareces ir mucho más allá, mostrándole más devoción a ella que a ti mismo. ¿Por qué?”
El hombre respondió:
“De niño, me consideraban un erudito en ciernes. Mi padre era un erudito respetado, aunque no tenía éxito económico. Un acaudalado empresario quedó impresionado por mí y quiso que me casara con su hija. Yo era muy joven, pero ambas partes acordaron que nos casaríamos en el momento oportuno. Durante seis años, el acaudalado empresario me mantuvo económicamente mientras yo continuaba mis estudios.
“Lamentablemente, mi futuro suegro perdió toda su fortuna y no pudo cumplir su promesa de mantenerme después del matrimonio. Como resultado, rompimos el compromiso.
Poco después, me casé con otra joven, hija de una familia adinerada. Sin embargo, poco después del matrimonio, me debilité y enfermé. Cuando los médicos perdieron la esperanza de una cura, me enviaron al asilo de ancianos del pueblo. Al no mostrar signos de recuperación, mi suegro me pidió que le diera el divorcio a su hija, y accedí.
Un día, un hombre emprendedor se me acercó en el asilo con una propuesta intrigante: “Eres un erudito brillante, pero estás muy enfermo. Seguro que la gente te tiene lástima. Permíteme llevarte en mi carreta de un lugar a otro, donde la gente pueda beneficiarse de tus conocimientos, y sin duda te recompensarán generosamente. Repartiremos los ingresos”. Este parecía un plan razonable, y así comenzó la colaboración para beneficio mutuo.
Resultó que este hombre no era el único con la idea. En mis viajes me encontré con una joven que también estaba siendo transportada. Su acompañante también pensó que la gente tendría compasión por una mujer hermosa que estaba tan enferma y sería generosa con ella. Así que se nos ocurrió una idea. ¿Por qué no unir fuerzas? Nos ahorraríamos dinero a ambos, ya que solo necesitaríamos una carreta.
A medida que nos conocíamos, decidimos casarnos. Aunque ambos estábamos bastante enfermos, logramos organizar una boda sencilla. Después de la boda, la novia estaba llorando, así que le pregunté qué le pasaba. Me explicó que de joven había estado comprometida con un joven y prometedor estudiante que rompió el compromiso, y que todavía está triste por ello.
Empezamos a hablar de las circunstancias de su relación anterior, y quedó claro que yo era la persona con la que estaba comprometida. Ambos nos habíamos vuelto irreconocibles debido a nuestra mala salud.
Estábamos delirantemente felices con el descubrimiento. Parecía que esta era la mujer con la que estaba destinado a casarme, y mi enfermedad era solo un medio para asegurar que la unión se concretara. Poco después, ambos nos recuperamos por completo.
"Ahora entiendes por qué trato a mi esposa de forma tan especial. Hago todo lo posible por compensar todo el sufrimiento que le causé al romper el compromiso. Sé cuánto dolor y sufrimiento le causé y hago todo lo posible cada día para remediarlo."
PREPARATIVOS PARA SHABAT 1
Las preparaciones del Shabat hacen que el Shabat sea mucho más significativo y agradable. El trabajo arduo nos hace comprender que pronto seremos visitados por un invitado especial: La Reina Shabat. Las siguientes son algunas de las preparaciones requeridas para observar el Shabat apropiadamente.
Su Lista de Compras
En Shabat no salimos de compras, por lo que ciertas cosas tienen que estar a mano por adelantado. Aparte de las tradicionales comidas de Shabat, su mesa de Shabat va a necesitar:
• Velas y candelabros
• Vino o jugo de uva kosher
• Una copa de kidush
• Tres jalot (para tener dos hogazas enteras en la mesa para cada comida)
• Una tabla y una cobertura para la jalá
• Un mantel festivo
• Sal
Para havdalá va a necesitar:
• Especias aromáticas
• Una vela trenzada
Preparando la Casa
Las leyes del descanso del Shabat prohíben muchas actividades de la casa: no lavamos los pisos, no usamos aspiradora, no encendemos ni apagamos luces, no cocinamos o incluso calentamos comida. Esto requiere que nos ocupemos de muchas cosas antes que empiece el Shabat.
Muchos tipos de lavados y limpiezas están prohibidos en Shabat, como también el uso de aparatos eléctricos. Para recibir al Shabat apropiadamente planifique la limpieza de forma que el viernes por la tarde su casa esté limpia, la pileta sin platos sucios, y los pisos lavados. Organice para retirar la ropa de Shabat de la tintorería y lustre sus zapatos.
Ponga la mesa de Shabat y las velas. Ponga una jalá o un libro de rezos en la mesa junto con las velas.
Ponga todas las luces, aire acondicionado, y calefactores de la forma en que quiera que permanezcan durante el Shabat. También puede comprar timers y programarlos antes de Shabat para que se enciendan y apaguen en horas preestablecidas. Desconecte la lamparita de la heladera.
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Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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